CITA
“Conversión es dar de ti tu mejor versión”
S.Son
« ¡Conviértete… en Quien tienes que Convertirte!»
S.Son
« ¡Dame un empujón… a ver en quién me convierto!»
S.Son
San Agustín: “Pues nuestra vida en medio de esta peregrinación no puede estar sin tentaciones, ya que nuestro progreso se realiza precisamente a través de la tentación, y nadie se conoce a sí mismo si no es tentado, ni puede ser coronado si no ha vencido, ni vencer si no ha combatido, ni combatir si carece de enemigo y de tentaciones” (…)
Debemos rogar, no solo no caer en el mal cuando no hemos caido, sino también ser libres de el cuando hayamos caído (Sobre el Sermón de la Montaña,2).
San León Magno «el Señor quiso sufrir el ataque del tentador para defendernos con su ayuda y para instruirnos con su ejemplo» (Tractatus XXXIX, 3 De ieiunio quadragesimae: ccl 138/a, Turnholti 1973, 214-215).
San Ambrosio “En el retiro es donde precisamente ha de contar uno con ser tentado y expuesto a muchas pruebas”.
San Francisco de Asís. «Tenemos una ermita siempre con nosotros; allí donde vayamos y cada vez que lo queramos podemos encerrarnos en ella como ermitaños. ¡El eremitorio es nuestro cuerpo y el alma es la ermita que habita dentro!»
San Juan de Ávila ‘Grande señal y la más ciertas que tienes a Dios es si temes mucho de lo perder y te guardas de todas las cosas puedan apartar de Él, por grandes que sean’ (cf. Sermón del dom. I de Cuaresma : BAC, Obras completas, Madrid 1953, t.2 p. 176).
Imitación de Cristo, «el hombre jamás está del todo exento de las tentaciones mientras vive… pero es con la paciencia y con la verdadera humildad como nos haremos más fuertes que cualquier enemigo» (Liber I, c. XIII, Ciudad del Vaticano 1982, 37)
San Francisco de Sales– solía decir: <<La tentación nunca nos halla tan flacos como cuando estamos ociosos>>.
Fray Luis de Granada El hombre debiera tener un corazón de hijo para con Dios, un corazón de madre para con los demás, un corazón de juez para consigo mismo.
Baudelaire «La más grande victoria del Demonio es hacer creer que no existe» ().
Thomas Merton: “El verdadero desierto es esto: enfrentarse a las limitaciones reales de la existencia y el conocimiento de uno y no intentar manipularlas ni disfrazarlas” (Diccionario De Thomas Merton, Ediciones Mensajero, 2015, pág. 142).
Pablo VI: «El Demonio es el enemigo número uno, es el tentador por excelencia. Sabemos que este ser obscuro y perturbador existe realmente y que continúa actuando».
San Juan Pablo II A lo largo de las diversas épocas de la historia los hombres han seguido cometiendo pecados, tal vez incluso mayores que los descritos antes del diluvio. Sin embargo, las palabras de la alianza que Dios estableció con Noé nos permiten comprender que ya ningún pecado podrá llevar a Dios a aniquilar el mundo que él mismo creó. (16 de febrero de 1997).
Convertirse quiere decir para nosotros buscar de nuevo el perdon y la fuerza de Dios en el Sacramento de la reconciliación y así volver a empezar siempre, avanzar cada dia, dominarnos, realizar conquistas espirituales y dar alegremente, porque «Dios ama al que da con alegria (2Co 9,7). (Carta Novo incipiente,8-lV-1979).
Benedecto XVI Para realizar plenamente la vida en la libertad, es preciso superar la prueba que la misma libertad implica, es decir, la tentación. (5 de marzo de 2006)
Papa Francisco, «El diablo existe también en el siglo XXI y debemos aprender del Evangelio cómo luchar»
La tentación del demonio tiene tres características y nosotros debemos conocerlas para no caer en la trampa. Primero, la tentación comienza levemente, pero crece, siempre crece; después, contagia a otro. Y al final, para tranquilizar el alma, se justifica (11 de abril de 2014)
J. E. Ruiz de Galarreta “Convertíos” significa simplemente, hacedle caso a Dios, aceptad la oferta de Dios salvador.
Enrique Martínez Lozano El desierto, cuando sabemos vivirlo, nos conduce a casa.
Eckhart Tolle, Sólo en la medida en que aceptamos nuestra vulnerabilidad, descubrimos nuestra invulnerabilidad verdadera.
William Cowper “Satanás tiembla cuando ve a los santos más débiles de rodillas”
Albert Espinosa: «Dentro de cualquier pequeño cobarde hay un gran valiente. Todo saldrá bien. Si la contemplas de cerca la vida a veces no tiene sentido. Hay que alejarse un poco y contemplarla desde lejos, con una gran sonrisa».
Victor Hugo: «Dejé de vivir historias y comencé a escribirlas, hice a un lado los estereotipos impuestos, dejé de usar maquillaje para ocultar mis heridas. Me olvidé de idealizar la vida y comencé a vivirla».
Galileo Galilei, “no se puede enseñar nada a un hombre; sólo se puede ayudarlo a encontrar la respuesta dentro de sí mismo”.
J. Mª Castillo “solamente es posible alcanzar la plenitud de lo «divino» en la medida en que nos empeñamos por lograr la plenitud de «lo humano»” ().
Texto judío: «Si, pues, hacéis el bien, los hombres y los ángeles os bendecirán y Dios será glorificado gracias a vosotros en medio de las naciones. Y el diablo huirá lejos de vosotros, y los animales salvajes os temerán, y el Señor os amará, los ángeles se dedicarán con premura a vosotros» (Testamentum Nephtalim 8,4).
Alessandro Pronzato Un cristiano que se coloca «al resguardo», no es alguien que se pone al seguro. Es alguien que se ha escapado a la fuerza del Espíritu, que se ha sustraído a su «soplo». Un Cristiano Comienza A Leer El Evangelio De Marcos I Edic. Sígueme.Salamanca-1982.Pág. 52-54
Pagola, La llamada a la conversión evoca casi siempre en nosotros el recuerdo del esfuerzo exigente, propio de todo trabajo de renovación y purificación. Sin embargo, las palabras de Jesús: «Convertíos y creed en la Buena Noticia», nos invitan a descubrir la conversión como paso a una vida más plena y gratificante.
«Es bueno convertirse. Nos hace bien. Nos permite experimentar un modo nuevo de vivir, más sano y gozoso. Nos dispone a entrar en el proyecto de Dios para construir un mundo más humano».
CONTO
DOS LOBOS
Una mañana un viejo Cherokee le contó a su nieto acerca de una batalla que ocurre en el interior de las personas.
El dijo, «Hijo mío, la batalla es entre dos lobos dentro de todos nosotros.
«Uno es Malvado – Es ira, envidia, celos, tristeza, pesar, avaricia, arrogancia, autocompasión, culpa, resentimiento, inferioridad, mentiras, falso orgullo, superioridad etc..
«El otro es Bueno – Es alegría, paz, amor, esperanza, serenidad, humildad, bondad, benevolencia, empatía, generosidad, verdad, compasión y fe.»
El nieto lo meditó por un minuto y luego preguntó a su abuelo: “¿Qué lobo ganara?
El viejo Cherokee respondió, «Aquél al que tú alimentes.»
Tomado de Linkedin
RECONOCER LA TENTACIÓN
Un rabino judío decidió poner a prueba sus discípulos. ¿Qué es lo que haríais, hijos míos, si os encontraseis un saco de dinero en el camino?
El primero meditó un momento y contestó: Lo devolvería a su dueño, maestro. «Ha hablado muy prontamente -pensó para sí el rabino-, me pregunto si será sincero.»
El segundo discípulo dijo: «Si no me viera nadie, me lo quedaría.» «Ha hablado con sinceridad -pensó el rabino-, pero no es digno de confianza.»
Finalmente, el tercero dijo: «Probablemente tendría tentación de quedarme el dinero, por eso rogaría a Dios que me diera fuerzas para resistir este impulso y actuar correctamente.» «He aquí un hombre sincero en quien puedo confiar», concluyó el rabino.
Tomado de MSC
ANÉCDOTA
ESTABA GRAVÍSIMO
Isaac Albéniz estaba casado desde muy joven, y un día su mujer, en España recibió un telegrama en el que Isaac le decía desde París: «Ven pronto, estoy gravísimo». Se puso la mujer en camino y cuál no sería su sorpresa cuando al llegar a la estación encontró a su marido fumándose un puro enorme y rebosante de salud y felicidad. «Pero, ¿no estabas enfermo? ¿No decías que estabas gravísimo?» le preguntó la mujer. «Si, confesó Albéniz, gravísimo. Estaba empezando a enamorarme».
Tomado de MSC
RUÍDO
Bien vivida, la Cuaresma es una especie de cura de desintoxicación del alma. De hecho no existe sólo la contaminación de óxido de carbono; existe también la contaminación acústica y luminosa. Todos estamos un poco ebrios de jaleo y de exterioridad. El hombre envía sus sondas hasta la periferia del sistema solar, pero ignora, la mayoría de las veces, lo que existe en su propio corazón. Evadirse, distraerse, divertirse: son palabras que indican salir de sí mismo, sustraerse a la realidad. Hay espectáculos «de evasión» (la TV los propina en avalancha), literatura «de evasión». Son llamados, significativamente, fiction, ficción. Preferimos vivir en la ficción que en la realidad. Hoy se habla mucho de «alienígenas», pero alienígenas, o alienados, lo estamos ya por nuestra cuenta en nuestro propio planeta, sin necesidad de que vengan otros de fuera.
Los jóvenes son los más expuestos a esta embriaguez de estruendo. «Que se aumente el trabajo de estos hombres –decía de los hebreos el faraón a sus ministros– para que estén ocupados en él, de forma que no presten oído a las palabras de Moisés y no piensen en sustraerse de la esclavitud» (Ex 5, 9). Los «faraones» de hoy dicen, de modo tácito pero no menos perentorio: «Que se aumente el alboroto sobre estos jóvenes, que les aturda, para que no piensen, no decidan por su cuenta, sino que sigan la moda, compren lo que queremos nosotros, consuman los productos que decimos nosotros».
Tomado de Rainiero Cantalamessa
40
En tiempos de Jesús, el número 40 era ya rico de simbolismos en Israel. En primer lugar, nos recuerda los cuarenta años que el pueblo de Israel pasó en el desierto, que fueron tanto los años de su tentación como los años de una especial cercanía de Dios. También nos hace pensar en los cuarenta días que Moisés pasó en el monte Sinaí, antes de que pudiera recibir la palabra de Dios, las Tablas sagradas de la Alianza. Se puede recordar, además, el relato rabínico según el cual Abraham, en el camino hacia el monte Horeb, donde debía sacrificar a su hijo, no comió ni bebió durante cuarenta días y cuarenta noches, alimentándose de la mirada y las palabras del ángel que le acompañaba.
Los Padres, jugando un poco a ensanchar la simbología numérica, han visto también en el 40 el número cósmico, el número de este mundo en absoluto: los cuatro confines de la tierra engloban el todo, y diez es el número de los mandamientos. El número cósmico multiplicado por el número de los mandamientos se convierte en una expresión simbólica de la historia de este mundo. Jesús recorre de nuevo, por así decirlo, el éxodo de Israel, y así, también los errores y desórdenes de toda la historia. Los cuarenta días de ayuno abrazan el drama de la historia que Jesús asume en sí y lleva consigo hasta el fondo.
Tomado de Joseph Ratzinger Benedicto XVI – Jesús de Nazaret
CHISTE
Una vez cuatro sacerdotes se reunían. Decidieron contarle uno al otro su mayor tentación.
El primer sacerdote dijo, «Me da pena decirlo pero mi mayor tentación es mirar imágenes malas. Una vez como una ‘revista para adultos.'»
«Mi tentación es peor,» dijo el segundo sacerdote, «Los juegos. Un sábado en vez de preparar mi homilía fui al casino.»
«La mía es aún peor,» dijo el tercer sacerdote. «Es el trago – hasta una vez use el vino sacramental.»
El cuarto sacerdote estaba callado. «Hermanos, no me gusta decirlo,» les dijo, «pero mi tentación es la peor de todas. Es el chisme – y si sus ustedes me perdonan unos minutos me gustaría hacer unas llamadas telefónicas.»
POEMA
«Son hojas verdes mis días.
Hojas que caen cada otoño.
Son árboles que se elevan
y raíces que se entierran.
Es pasado mi presente
y mi futuro es historia.
Desandar no puedo nunca,
sólo andar nuevos caminos.
Aprender siempre es posible,
desaprender duele hondo.
Olvidar sucede a veces,
otras el recuerdo hiere.
No sé bien cómo se empieza
de nuevo a tejer los días.
Tras las derrotas crueles,
tras la muerte que da vida.
Alguien me recuerda entonces
que sólo morir me salva
y el que ama da la vida.
En eso consiste entonces
volver a nacer de nuevo.
En morir un poco siempre
para volver a dar vida».
Tomado de P. Carlos Padilla
ORACIÓN
LOS DOS CAMINOS
Todos los hombres de todos los tiempos
han tenido delante de sí dos caminos:
el que conduce a Ti y a la Vida,
el de los triunfadores de la hora final,
aunque sean los derrotados de la hora presente;
y el que se aleja de Ti y lleva a la muerte,
aunque ahora lo llamen el del triunfo.
Nos acorralan por todas partes.
Nos quieren seducir por todos los medios.
Nos endulzan la propaganda
para que compremos, para que gastemos,
para que seamos felices,
con el lujo, con el confort, con la belleza…
Nos crean necesidades que no teníamos.
Ahora parece que eres Tú el que sobras,
el que estorbas, el que molestas.
Otros dioses te hacen la competencia
en el mercado de la vida.
Y parece que te pueden, que te vencen,
que tienen más éxito que Tú,
porque ellos son más agresivos.
Tú ya no estás de moda.
Donde Tú dices: piensa en los demás,
ellos dicen: pienso sólo en ti.
Donde Tú dices: el dinero es sólo un medio,
ellos dicen: el dinero es el fin.
Donde Tú dices: ama,
ellos dicen: aprovéchate.
Los dioses de este mundo van contra Ti.
¿Quién se puede librar?
Esa es mi súplica, Señor:
No me dejes caer en la tentación
de abandonarte a Ti por los otros dioses.
Son astutos, son embaucadores,
cualquiera puede irse tras ellos si se descuida,
pero yo creo en Ti, Señor, en tu verdad única.
Llévame de la mano por tu camino,
el camino que lleva a la Vida
Francisco Trillo-Figueroa
MEDITACIÓN
¡SI YO CAMBIARA …, CAMBIARÍA EL MUNDO!
Si yo cambiara mi manera de actuar ante los demás, los haría felices.
Si yo deseara siempre el bienestar de los demás, yo sería más feliz.
Si yo comprendiera plenamente mis errores y defectos, sería humilde y comprensivo con los otros.
Si yo cambiara el «tener» más por el «ser» más, ¡cuán dichoso sería!
Si yo cambiara el ser «yo» a ser «nosotros», comenzaría la civilización del amor.
Si yo siguiera decididamente a Jesús y su Evangelio, comenzaría a vivir la verdadera felicidad.
Si yo amara «en serio» a los demás, ellos cambiarían.
Si yo cambiara mi manera de pensar hacia los otros, los comprendería.
Si yo criticara menos y aplaudiera más, ¡cuántos amigos ganaría!
Si yo encontrara lo positivo en todos, ¡con qué alegría los trataría!
Si yo cambiara mi manera de tratar a los demás, tendría más amigos.
Si yo aceptara a todos como son, sufriría menos.
Si yo comprendieraque todos cometemos errores, sería más humilde.
Si yo tuviera más sentido del humor, relativizaría mis pequeños problemas.
Si yo pensase antes de decir y de hacer, me ahorraría muchas palabras y más de un fracaso.
Si yo fuese más «inteligente», no me quedaría en las apariencias de las personas y de las cosas.
Si yo mirase «más allá de mi ombligo», .vería a más de una persona que me necesita.
Si yo me esforzara siempre por hacer el bien a los demás, sería más feliz.
Si yo tuviera más en cuenta mis defectos, sería más comprensivo.
Si yo fuese menos autosuficiente, me enriquecería con lo bueno de los demás.
Si yo confiara más en Dios Padre, me sentiría como un niño en los brazos de un ser querido.
Si yo «comulgase» más y mejor con Cristo, sería capaz de «tragar a los que me caen gordos»
Si yo…
Si yo no puedo cambiar el mundo, sí que puedo cambiarme a mí mismo.
Web Católico de Javier
CANTO
TU MEJOR VERSION, NICO MONTERO
Athenas – Todo Lo Haces Nuevo
VIDEO
¿De dónde vienen las tentaciones? –