CITA
Mi padre tiene una viña, que ni la poda, ni la cava, ni tampoco la vendimia
«Hacer lo que Dios quiere y querer lo que Dios hace».»
P. Rubio
San Cirilo de Alejandría, “Fuimos generados a partir de Él y en Él, en el Espíritu, para dar frutos de vida”
San Agustín: «Dios quiere que hagamos lo que podamos, le pidamos lo que no podamos y Él nos ayudará para que podamos».
Juan Taulero Aquellos que entregan completamente a Dios sus dones corporales y espirituales, son los únicos que se hacen capaces y dignos de recibir, en todo tiempo, más gracias todavía… Hijos míos, existen estos hombres como el tronco de la vid. («El que permanece en mí, y yo en él, ése da mucho fruto» Sermón 7)
Beato cisterciense Guerrico d’Igny: «Oh Señor Jesús…, sin ti no podemos hacer nada, porque tú eres el verdadero jardinero, creador, cultivador y custodio de tu jardín, que plantas con tu palabra, riegas con tu espíritu y haces crecer con tu fuerza» (Sermo ad excitandam devotionem in psalmodia: SC 202, 1973, 522).
Santo Tomás de Aquino Tamdiu homo orat, quamdiu totam vitam suam in Deum. ordinat (El hombre ora tanto cuanto a Dios ordena toda su vida) Comment in Rom c.I lect 5.
Francisco de Sales Todo nuestro bien depende de la gracia de Dios, en la cual ponemos toda nuestra confianza. Las tres leyes. VI, 107
Madre Teresa de Calcuta: «El servicio más grande que podéis hacer a alguien -y ella hacía grandes servicios a los más pobres- es conducirlo para que conozca a Jesús, para que lo escuche y lo siga, porque sólo Jesús puede satisfacer la sed de felicidad del corazón humano, para la que hemos sido creados».
San Juan Pablo II Unidos a Cristo, vivimos de su misma vida divina y obtenemos lo que pidamos; separados de Él, nuestra existencia se hace estéril y carente de sentido. (5 de Mayo de 1985)
Benedecto XVI «Sólo mediante hombres tocados por Dios, Dios puede regresar a los hombres».
Papa Francisco, «No quiero una Iglesia preocupada por ser el centro y que termina clausurada en una maraña de obsesiones y procedimientos» (E.G., nº 49).
Franz Jalics, nos señala lo que tenemos que hacer para mantener la vida en los sarmientos: La vid hace que los frutos crezcan si los canales están abiertos. Los sarmientos no tienen que llevar por sí solos el agua, sino que deben asegurar la unión con la fuente y dejar fluir a través de ellos la fuerza de la vid».
Paul Claudel: “Nunca los hombres han sido tan solitarios, ni han estado tan solos”.
Adenauer “Todos vivimos bajo el mismo cielo, pero ninguno tiene el mismo horizonte”
Richard Branson: «Si tus sueños no te asustan es que son lo suficientemente grandes».
Víctor Hugo: «Sé cómo el pájaro que, deteniendo su vuelo un rato en ramas demasiado débiles, siente cómo ceden bajo su peso, y sin embargo canta, sabiendo que tiene alas».
CONTO
Un misionero en África tenía una planta eléctrica que iluminaba la iglesia y su pequeña casa. Un día le hicieron una visita unos hombres de unos campos lejanos. Uno de ellos se fijó en la bombilla que colgaba del techo de la sala. Cual no fue su sorpresa cuando el cura le dio al interruptor y la bombilla se encendió.
Uno de los visitantes le pidió una bombilla y pensando que la quería como adorno o Juguete le dio una bombilla fundida.
En una de sus visitas a los poblados el misionero entró en la choza del que le había pedido la bombilla y la vio colgada de una cuerda cualquiera.
El misionero tuvo que explicarle que para que diera luz necesitaba una planta, unos cables, una conexión y una bombilla nueva.
Tomado de P. Félix Jiménez
EL GALLO QUE SE CREÍA IMPORTANTE
“Un gallo estaba convencido de que era la potencia y belleza de su canto lo que hacía despertar al sol cada mañana. Y que si, por desgracia, un día dejase de cantar, el sol ya no saldría. Pero la realidad era muy diferente de aquella que el gallo suponía. Porque un día, agotado, se quedó dormido y descubrió que eran los rayos del sol quienes hacían posible el amanecer y no su canto como él pensaba”.
Tomado de P, Diego Millán
EL SUEÑO DE DIOS
UN hombre se adentró en el desierto a fin de luchar consigo mismo y de esta manera, poder encontrarse con Dios. La lucha fue larga. Hubo que vencer espejismos: de los de afuera y de los de adentro. Atravesó momentos de miedo al futuro y de nostalgia por el pasado. Días enteros se debatió contra las dudas. ¿Valía realmente la pena todo aquel esfuerzo? ¿No estará engañándose a sí mismo, peleando contra sus propias ilusiones, buscando metas que no existían?
Pero Dios lo acompañaba en su lucha, y siempre encontraba motivos para amanecer. Finalmente, luego de muchos años, y cuando Dios quiso, llegó la paz. Paz para él mismo, y para compartir con los otros. Porque, simultáneamente, comenzaron a lloverle los problemas de todos los demás, que acudían a él con sus dudas y preguntas. Precisamente, porque lo veían con paz, no lo dejaban en paz.
Dios le regaló una mirada clara. Miraba las cosas con la mirada de Dios. Por eso venían a consultarlo. Le traían sus angustias y sus esperanzas, sus proyectos y sus miedos, y se llevaban una visión de verdad sobre sí mismos. Lograban intuir cuál era el papel en el sueño que Tatá Dios tenía para ellos.
Pero no todos quedaban tan convencidos. Y hubo quien quiso ponerlo a prueba. Este personaje atrapó viva a una golondrina. Y con ella en la mano se dirigió a la morada del ermitaño. Al llegar allí escondió la mano en la que tenía atrapada la avecilla. Se la colocó debajo del poncho y oculta detrás de su espalda. Pensaba preguntarle al anciano si aquella golondrina estaba destinada a la vida o a la muerte. En el caso que éste respondiera que el ave viviría, él le aplastaría la cabeza y tirándola a sus pies le mostraría que estaba ya muerte. Y por si acaso respondiera que el ave moriría, entonces él la soltaría para que reemprendiera el vuelo en libertad, demostrando que se había equivocado.
Y así lo hizo. Dirigiéndose al anciano le preguntó: «¿Maestro, esta golondrina que tengo en mi mano aquí detrás de mi espalda, ¿está destinada a morir o a seguir viviendo?».
El anciano lo miró benévolamente, y sonriendo para sus adentros, se dedicó a continuar escribiendo en el suelo con un palito que tenía en la mano.
El hombre insistió en su pregunta, creyendo que el ermitaño estaba evadiéndose con el silencio. Y finalmente, consiguió la respuesta, que llegó acompañada de la misma sonrisa benévola: «Mira, mi hijo: que la golondrina esté viva, es un milagro de Dios. Que esté muerta, eso depende de ti».
Es cierto que todo depende de Dios. Pero siempre hay algo que podemos hacer también nosotros, porque estamos en el sueño de Dios.
Mamerto Menapace
Tomado de Alejandro Illescas, Los cuentos de mis homilías
ANÉCDOTA
40 VECES “PERMANECER”
Permanecer es un término propio y técnico de Juan. Lo usa cuarenta veces en su evangelio y veintitrés en su primera carta. Expresa la íntima, permanente y vital unión del discípulo con Jesús. Es permanencia mutua: vosotros «en mí y yo en vosotros».
Tomado de Francisco Bartolome Gonzalez
Acercamiento A Jesus De Nazaret- 4 .Págs. 200-208
“YO SOY”
Más de 20 veces en san Juan, Jesús se atribuye el Nombre divino; en hebreo: Yahweh, vyvh; en griego: “Egô eimi”, Yo soy.
Es el nombre revelado a Moisés en la zarza ardiendo.(Encontramos esta revelación del Nombre del “Dios de vuestros padres” en el libro del Éxodo 3, 13-15. El hebreo se lee de derecha a izquierda, lo que da: YHWH.) “Yo soy”… el Mesías (a la Samaritana; 4, 26). “Si no crees que soy yo, morirás con tus pecados” (8, 24). “Entonces sabrás quién soy” (8, 28). “Antes que Abrahán existiera, existo yo” (a los fariseos; 8, 58). “A fin que creáis quién soy” (a los discípulos; 13, 19). “Yo soy el pan de vida” (6, 48). “Yo soy la luz del mundo” (8, 12). “Yo soy la puerta de las ovejas” (10, 7). “Yo soy el buen pastor” (10, 11 et 14). “Yo soy la resurrección y la vida” (11, 25). “Yo soy la verdad, el camino y la vida” (14, 6). Y hoy, yo soy la viña verdadera” (15, 1).
Tomado de P. Felipe Santos, SDB
Hasta 7 veces dice Jesús en este Evangelio “Yo soy”, algo que en la Biblia sólo se atribuye a Dios, quien se definirá ante Moisés diciendo de sí mismo “Yo soy el que soy”.
LA SANTIDAD SE PARECE A LA ESCULTURA.
Leonardo da Vinci definió la escultura como «el arte de quitar». Las otras artes consisten en poner algo: color en el lienzo en la pintura, piedra sobre piedra en la arquitectura, nota tras nota en la música. Sólo la escultura consiste en quitar: quitar los pedazos de mármol que están de más para que surja la figura que se tiene en la mente. También la perfección cristiana se obtiene así, quitando, haciendo caer los pedazos inútiles, esto es, los deseos, ambiciones, proyectos y tendencias carnales que nos dispersan por todas partes y no nos dejan acabar nada.
Un día, Miguel Ángel, paseando por un jardín de Florencia, vio, en una esquina, un bloque de mármol que asomaba desde debajo de la tierra, medio cubierto de hierba y barro. Se paró en seco, como si hubiera visto a alguien, y dirigiéndose a los amigos que estaban con él exclamó: «En ese bloque de mármol está encerrado un ángel; debo sacarlo fuera». Y armado de cincel empezó a trabajar aquel bloque hasta que surgió la figura de un bello ángel.
Tomado de Raniero Cantalamessa
LA VIÑA
El antiguo pueblo de Israel halló en las viñas uno de los mejores símbolos para expresar la Tierra Prometida. El vino pasó a convertirse en producto alimenticio de primer orden y signo de Ɵ erra prometida. La viña se convirtió en símbolo del pueblo de Israel. Una viña de oro adornaba el muro del Templo de Jerusalén en tiempo de Jesús. El racimo de uvas es símbolo ornamental en monedas y capiteles. Las antiguas ciudades de Canaán ya conocían en vino antes que llegara el pueblo de Israel. Lo elaboraban en lagares comunales.
Tomado de Tiempo interior
“EL VIÑADOR”.
El término griego “georgós” significa agricultor (de ahí viene el nombre propio “Jorge”). La obra del Padre es como la de un jardinero que cuida de la viña. Su obra es a favor de la vida: que ella brote, se desarrolle y madure. La imagen del agricultor y sus oficios propios, asociada a la obra de Dios, nos permite comprender toda la dedicación de Dios por nosotros y el sentido de su presencia en nuestras vidas. El viñador no sólo escoge la cepa -buscando siempre la mejor- para su viña sino que se ocupa de ella observándola todos los días de punta a punta, para eliminar de ella todo lo la pueda amenazar y, sobre todo, para hacer salir de ella los mejores frutos.
Tomado de P. Fidel Oñoro
CHISTE
Hola, ¿es usted el jardinero?
Si, ¿en qué le puedo ayudar?.
¿Cuándo van a arreglar un poco estas plantas?
Cuándo podamos.
POEMA
«No hay otro oficio ni empleo que aquel que enseña
al hombre a ser un Hombre».
El Hombre es lo que importa.
El Hombre ahí,
desnudo bajo la noche y frente al misterio,
con su tragedia a cuestas,
con su verdadera tragedia,
con su única tragedia…
la que surge, la que se alza cuando preguntamos,
cuando gritamos en el viento.
¿Quién soy yo?
Y el viento no responde… Y no responde nadie.
¿Quién es el Hombre?…
Tal vez sea Cristo…
Por que el Cristo no ha muerto…
Y el Cristo no es el Rey, como quieren los cristeros
y los católicos políticos y tramposos…
El Cristo es ‚el Hombre…
La sangre del Hombre…
de cualquier Hombre.
Esto lo afirmo. No lo pregunto.
¿No puedo yo afirmar?…
León Felipe
ORACIÓN
¡Señor Jesús!
Mi Fuerza y mi Fracaso
eres Tú.
Mi Herencia y mi Pobreza.
Tú, mi Justicia,
Jesús.
Mi Guerra
y mi Paz.
¡Mi libre Libertad!
Mi Muerte y Vida,
Tú,
Palabra de mis gritos,
Silencio de mi espera,
Testigo de mis sueños.
¡Cruz de mi cruz!
Causa de mi Amargura,
Perdón de mi egoísmo,
Crimen de mi proceso,
Juez de mi pobre llanto,
Razón de mi esperanza,
¡Tú!
Mi Tierra Prometida
eres Tú…
La Pascua de mi Pascua.
¡Nuestra Gloria por siempre
Señor Jesús!
Pedro Casaldáliga
“Edificaste una torre
para tu huerta florida;
un lagar para tu vino
y, para el vino, una viña.
Y la viña no dio uvas,
ni el lagar buena bebida:
sólo racimos amagos
y zumos de amarga tinta.
Edificaste una torre,
Señor, para tu guarida;
un huerto de dulces frutos,
una noria de aguas limpias,
un blanco silencio de horas
y un verde beso de brisas.
Y esta casa que es tu torre,
este mi cuerpo de arcilla,
esa sangre que es tu sangre
y esta herida que es tu herida
te dieron frutos amargos,
amargas uvas y espinas.
¡Rompe, Señor, tu silencio,
rompe tu silencio y grita!
Que mi lagar enrojezca
cuanto tu planta lo pise,
y que tu mesa se endulce
con el vino de tu viña. Amén”
(De la Liturgia de las Horas)
MEDITACIÓN
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
El arte de vivir en íntima unión con Jesús se puede ejercitar de tres maneras: en primer lugar, manteniéndonos siempre en su presencia, sin perderlo nunca de vista. Este arte consiste, esencialmente, en acostumbrarse a oír a Jesucristo en sí mismo mediante el recuerdo de su divina presencia en nosotros, mediante la costumbre arraigada de realizar actos de amor con él y mediante la gracia que Dios nos concede a Fin de crear unas íntimas relaciones de familiaridad entre él y el alma. La disposición más importante que se requiere es pensar en él con motivo de todo, representarnos su vida, su pasión y sus dichos, porque de este modo es como se crea una dulce familiaridad.
En segundo lugar, corresponder fielmente y con exactitud a las inspiraciones del cielo. Es preciso seguir a Jesús con corazón atento, ávido de escuchar su Palabra y seguir sus invitaciones. En tercer lugar, con humildad de corazón: así como los que viven en la corte deben seguir la regla de una perfecta corrección exterior, también Ios que Forman la corte de nuestro Señor deben ser conscientes de la grandeza de la vocación cristiana y vivir con ansiedad y amor humilde
(J. J. Surin, 1 fondamenti Bella vita spirituale, Roma 1994).
CANTO
Amaos KAIROI