E Algo + no 18º Domingo do Tempo Ordinario – Ciclo C

CITA

Francisco de Asís. “Yo necesito pocas cosas y las pocas que necesito, las necesito poco.“

Marco Tulio Cicerón El no ser codicioso es ser rico, y el no tener la manía de comprar es una renta.

M. Twain “No tiene sentido ser el hombre más rico del cementerio”.

Mahatma Gandhi «La tierra proporciona lo suficiente para satisfacer las necesidades de todos los hombres, pero no la codicia de todos».

Proverbios 30, 7-9 Dos cosas te he pedido, | no me las niegues antes de morir: aleja de mí falsedad y mentira; | no me des riqueza ni pobreza, | concédeme mi ración de pan; no sea que me sacie y reniegue de ti, | diciendo: «Quién es el Señor?»; | no sea que robe por necesidad | y ofenda el nombre de mi Dios.

Francisco de Sales Hay mucha diferencia entre ver y admirar las cosas de este mundo y querer gozar de ellas como si en ello estribara nuestra felicidad. Sermón: Idolatría de las cosas, X, 254.

San Ambrosio En vano amontona riquezas el que no sabe si habrá de usar de ellas; ni tampoco son nuestras aquellas cosas que no podemos llevar con nosotros.

San Basilio, Es el pan del hambriento el que tú tienes, el vestido del desnudo el que conservas en tu guardarropa, es el calzado del descalzo el que amontonas y la plata del indigente la que escondes bajo la tierra. Cometes, pues, tantas injusticias cuantas son las cosas que puedes dar. hom. de divit. agri fertilis

“Graneros bien capaces podían ser los pobres hambrientos”

San Agustín: “Pedía este hombre media herencia en la tierra, y el Señor le ofrecía una herencia entera en el cielo”.

Guardémonos de toda avaricia, si queremos gozar de la sabiduría eterna. (Sermones (2º) (t. X). Sobre los Evangelios Sinópticos, Sermón 107, 1-10, BAC Madrid 1983, 747-57)

Santo Tomás «Y es imposible que la felicidad del hombre consista en las riquezas”. (Suma Teológica, I-II, q. 2, a.1)

San Antonio de Padua “¡Ay de los que tienen la despensa y los graneros repletos y el ropero bien provisto, mientras los pobres de Cristo, hambrientos y desnudos, gritan desconsolados ante sus puertas, no obteniendo más que algunas migajas de lo sobrante!”

Francisco de Quevedo y Villegas Por nuestra codicia lo mucho es poco; por nuestra necesidad lo poco es mucho.

Epicuro de Samos ¿Quieres ser rico? Pues no te afanes en aumentar tus bienes, sino en disminuir tu codicia.

Noel Clarasó Algo habrá de malo en la riqueza cuando a todo el mundo le da vergüenza confesar que la tiene.

S. Juan Pablo II ¿Cómo puede considerarse rica una sociedad si en su seno numerosas personas carecen de lo necesario para vivir?

Madre Teresa de Calcuta Creo que una persona que está apegada a sus riquezas, que vive preocupada por sus riquezas, es en realidad muy pobre. Sin embargo, si esa persona pone su dinero al servicio de los demás, entonces se vuelve rica, muy rica.

S.S. Francisco la verdadera riqueza es el amor de Dios compartido con los hermanos. (Ángelus, Plaza San Pedro, domingo 4 de agosto de 2013)

E. Cardenal «El que adquiere un campo y lo cierra con una cerca, se priva del resto de la naturaleza, se empobrece de todo lo demás. He aquí por qué la pobreza religiosa no significa poseer poco, sino no poseer nada, o sea, la expropiación total para poseerlo todo».

A. Bloom «¿No habéis observado alguna vez que ser rico se traduce siempre en un empobrecimiento en otro plano? Basta decir: poseo este reloj, es mío, y cerrar la mano, apresándolo, para tener un reloj y haber perdido una mano».

G. Thibon «Estoy hambriento de todo el pan que como solo, pobre de todos los bienes que poseo para mí».

Arturo Graf Cuanto mas posee el hombre, menos se posee a sí mismo.

Lucio Anneo Séneca El camino más corto para llegar a la riqueza es despreciarla.

Henry David Thoreau El más rico es aquel cuyos placeres son los más baratos.

Epicuro de Samos El que no considera lo que tiene como la riqueza más grande, es desdichado, aunque sea dueño del mundo.

SS. Francisco El tesoro que vale a los ojos de Dios es el que ya se ha acumulado desde la tierra en el cielo.

Hay “tesoros riesgosos” que seducen “pero que debemos abandonar”, aquellos acumulados durante la vida y que la muerte destruye.

Las riquezas y los afanes del mundo «ahogan la Palabra de Dios y no la dejan crecer «.

No sirve de mucho la riqueza de bolsillo, cuando hay pobreza en el corazón.

«Nunca vi un camión de mudanza detrás de un cortejo fúnebre, nunca»

«Olvidar el pasado, no aceptar el presente, desfigurar el futuro: esto es lo que hacen las riquezas y las preocupaciones.

Santo Tomás de Aquino En este mundo no hay seguridad perfecta, porque cuanto más alguien posee y más sobresale, tanto más está sujeto al temor y más necesidades experimenta.

Décimo Junio Juvenal Es locura manifiesta vivir precariamente para poder morir rico.

Fernando De Rojas Es mejor el uso de las riquezas que la posesión de ellas.

Andrea Chénier Es una gran riqueza el saber ser pobre.

Salomón Hay quien parece rico y no tiene nada, y hay quien parece pobre, y tiene muchas riquezas.

Antoine Rivard  Hay personas que de sus riquezas solo tienen el miedo a perderlas.

Aristóteles La riqueza consiste mucho más en el disfrute que en la posesión.

Arthur Schopenhauer La riqueza es como el agua salada; cuanto más se bebe más sed da.

Louis Gabriel Ambroise de Bonald No es la riqueza lo que corrompe a los hombres, sino la ambición de ser más ricos.

San Agustín No hay riqueza más peligrosa que una pobreza presuntuosa.

Autor desconocido No midas la riqueza por las cosas que posees, sino por aquellas que no cambiarías por dinero.

Marco Tulio Ciceron No sólo es ciega la fortuna, sino que frecuentemente vuelve ciegos a los que abraza.

¿Qué son los honores y las riquezas de este mundo cuando se comparan con las glorias de la corona de vida? John Bunyan

León Tolstoi Quien tiene dinero tiene en su bolsillo a quienes no lo tienen.

Epicuro ¿Quieres ser rico?. Pues no te afanes en aumentar tus bienes, sino en disminuir tu codicia.

San Josemaría Escrivá de Balaguer Si eres hombre de Dios, pon en despreciar las riquezas el mismo empeño que ponen los hombres del mundo en poseerlas.

Si vienen a tus manos las riquezas, no pongas en ellas tu corazón. —Anímate a emplearlas generosamente. Y, si fuera preciso, heroicamente.  —Sé pobre de espíritu.

¡Tanta afición a las cosas de la tierra! —Pronto se te irán de las manos, que no bajan con el rico al sepulcro sus riquezas.

Lanza del Vasto Tanto le cuesta al rico renunciar a su riqueza como al pobre a la ambición de tenerla.

Rabindranath Tagore Todo lo que acumulamos para nosotros mismos nos separa de los demás. 

René Juan Trossero Tú eres la mayor riqueza para ti mismo y esa riqueza nadie puede quitártela. Porque tú no eres lo que tienes, sino lo que eres.

Zygmunt Bauman «los ricos, sobre todo los más ricos, se van haciendo mucho más ricos, mientras los pobres, sobre todo los más pobres, se van haciendo mucho más pobres»

William Wordswoth “Nuestro nacimiento —escribía el poeta romántico— no es sino un sueño y un olvido”.

CHISTE

UN MILLÓN DE DÓLARES

Un hombre tuvo un ataque de corazón y lo llevaron rápidamente al hospital. Prohibieron que tuviera visitas y por eso estaba un poco deprimido. Mientras que estaba en el hospital, murió un tío muy rico y le dejó un millón de dólares. Su familia no supo como compartirle estas noticias sin excitarle demasiado y causarle peor daño. Así que se decidió llamar al cura de su parroquia y pedirle compartir estas noticias de la manera más tranquila posible. El sacerdote preguntó al paciente qué es lo que él haría si acaso viniera a heredar un millón de dólares. El paciente respondió inmediatamente, «Creo que entregaría la mitad a la Iglesia». ¡Con eso cayó muerto de inmediato el cura!

Un avaro enterró su oro al pie de un árbol que se alzaba en su jardín. Todas las semanas lo desenterraba y lo contemplaba durante horas. Pero, un buen día, llegó un ladrón, desenterró el oro y se lo llevó. Cuando el avaro fue a contemplar su tesoro, todo lo que encontró fue un agujero vacío.

El hombre comenzó a dar alaridos de dolor, al punto que sus vecinos acudieron corriendo a averiguar lo que ocurría. Y, cuando lo averiguaron, uno de ellos le preguntó: «¿Empleaba usted su oro en algo?»

«No», respondió el avaro. «Lo único que hacía era contemplarlo todas las semanas.»

«Bueno, entonces», dijo el vecino, «por el mismo precio puede usted seguir viniendo todas las semanas y contemplar el agujero.»

No es nuestro dinero, sino nuestra capacidad de disfrutar, lo que nos hace ricos o pobres. Afanarse por la riqueza y no ser capaz de disfrutar es lo mismo que estar calvo y coleccionar peines.

Tony de Mello. La oración de la rana

Se le oyó por casualidad al viejo avaro rezar del siguiente modo: “Si el Todopoderoso, cuyo santo Nombre sea siempre bendito, me concediera cien mil dólares, yo daría diez mil a los pobres. Prometo que lo haría. Y si el Todopoderoso -loado sea eternamente- no confiara en mí, que deduzca los diez mil y me envíe el resto”.

Tony de Mello. La oración de la rana

ORACIÓN

Nada te turbe,

Nada te espante,

Todo se pasa,

Dios no se muda,

La paciencia

Todo lo alcanza;

Quien a Dios tiene

Nada le falta:

Sólo Dios basta.

Eleva el pensamiento,

al cielo sube,

por nada te acongojes,

Nada te turbe.

A Jesucristo sigue

con pecho grande,

y, venga lo que venga,

Nada te espante.

¿Ves la gloria del mundo?

Es gloria vana;

nada tiene de estable,

Todo se pasa.

Aspira a lo celeste,

que siempre dura;

fiel y rico en promesas,

Dios no se muda.

Ámala cual merece

Bondad inmensa;

pero no hay amor fino

Sin la paciencia.

Confianza y fe viva

mantenga el alma,

que quien cree y espera

Todo lo alcanza.

Del infierno acosado

aunque se viere,

burlará sus furores

Quien a Dios tiene.

Vénganle desamparos,

cruces, desgracias;

siendo Dios su tesoro,

Nada le falta.

Id, pues, bienes del mundo;

id, dichas vanas,

aunque todo lo pierda,

Sólo Dios basta.

Santa Teresa de Ávila

Codiciar es desear con ansia lo que da seguridad a tu ego.

Pon todo tu empeño en desplegar tu ser verdadero.

Me debo ocupar de las necesidades materiales;

pero mi preocupación debe ser el desplegar mi humanidad.

El tesoro no está en las cosas, o en el cielo, sino dentro de mí.

Dentro de ti está la única seguridad, la plenitud, la felicidad.

Tomado de Fray Marcos

CONTOS

Cuentan que Buda tuvo que refugiarse en la cabaña de un pescador a causa de una tormenta. El pescador que no sabía quien era su huésped le ofreció una humilde cena y una cama.

A la mañana siguiente, al despedirse, Buda le dijo quién era, le dio las gracias por la hospitalidad y le dijo que le pidiera lo que quisiera.

«Quiero oro», le dijo el pescador.

Preocupado por su bienestar, Buda le aconsejó: «El oro adquirido sin esfuerzo es una maldición, no una bendición. Te enseñaré por tanto la manera de adquirirlo».

En la playa, en frente de tu casa, hay una piedra mágica. Si la encuentras y tocas con ella un trozo de acero, éste se convertirá en oro.

El pescador que llevaba una pulsera de acero se puso de inmediato a buscar la piedra mágica. Tocaba su pulsera con las piedras y las lanzaba al mar. El ansia del oro no le permitía descansar. Y así fue lanzando todas las piedras al mar.

Finalmente, miró su pulsera y, oh sorpresa, se había convertido en oro. Pero, ¿dónde estaba la piedra mágica? La había lanzado al fondo del mar.

La piedra mágica se había perdido en el frenesí avaricioso de encontrarla y hacerse rico.

El mejor uso de la vida es gastarla en algo que perdure más allá de la misma vida.

Tomado de P. Félix Jiménez

Visitando un asilo, un periodista trataba de obtener de un hombre muy anciano una historia de interés humano.

«Oiga, abuelo», le dijo el joven periodista, «¿cómo se sentiría usted si de pronto recibiera una carta en la que le comunicaran que un pariente lejano le había dejado en herencia diez millones de dólares?»

«Mira, hijo», le dijo pausadamente el anciano, «yo seguiría teniendo noventa y cinco años, ¿no es así?»

Tony de Mello. La oración de la rana

Dos hermanos, el uno soltero y el otro casado, poseían una granja cuyo fértil suelo producía abundante grano, que los dos hermanos se repartían a partes iguales.

Al principio todo iba perfectamente. Pero llegó un momento en que el hermano casado empezó a despertarse sobresaltado todas las noches, pensando: “No es justo. Mi hermano no está casado y se lleva la mitad de la cosecha; pero yo tengo mujer y cinco hijos, de modo que en mi ancianidad tendré todo cuanto necesite. ¿Quién cuidará de mi pobre hermano cuando sea viejo? Necesita ahorrar para el futuro mucho más de lo que actualmente ahorra, porque su necesidad es, evidentemente, mayor que la mía”.

Entonces se levantaba de la cama, acudía sigilosamente adonde su hermano y vertía en el granero de éste un saco de grano.

También el hermano soltero comenzó a despertarse por las noches y a decirse a sí mismo: “Esto es una injusticia. Mi hermano tiene mujer y cinco hijos y se lleva la mitad de la cosecha. Pero yo no tengo que mantener a nadie más que a mí mismo. ¿Es justo, acaso, que mi pobre hermano, cuya necesidad es mayor que la mía, reciba lo mismo que yo?”.

Entonces se levantaba de la cama y llevaba un saco de grano al granero de su hermano.

Un día, se levantaron de la cama al mismo tiempo y tropezaron uno con otro, cada cual con un saco de grano a la espalda.

Muchos años más tarde, cuando ya habían muerto los dos, el hecho se divulgó. Y cuando los ciudadanos decidieron erigir un templo, escogieron para ello el lugar en el que ambos hermanos se habían encontrado, porque no creían que hubiera en toda la ciudad un lugar más santo que aquél.

La verdadera diferencia religiosa no es la diferencia entre quienes dan culto y quienes no lo dan, sino entre quienes aman y quienes no aman.

Anthony de Mello La oración de la rana

EL SUEÑO DEL EMPLEADO

Esta es la historia de un empleado que era fiel a su trabajo, llegaba puntual todos los días de la semana pero salía más tarde del horario normal porque quería demostrar a sus jefes que estaba muy interesado en hacer crecer la empresa y seguir laborando, pero sin embargo no recibía beneficios adicionales por que estaba en el grupo de los trabajadores que renovaban contrato cada 3 meses y siempre estaba preocupado si le renovarían contrato; por ello además venía los fines de semana y se quedaba casi todo el día e inclusive hacía horas extras hasta muy tarde sin recibir pago adicional.

Era un buen trabajador, no solamente por trabajar extra, sino porque en realidad demostraba que tenía buen rendimiento, le generaba buenos ingresos a la empresa; lo único que recibía eran halagos de susjefes y a veces uno que otro reconocimiento en las reuniones laborales; pero su sueldo seguía igual por muchos años.

En su hogar vivía otra historia, llegaba tarde y un poco cansado por las labores diarias y apenas tenía tiempo para conversar con su esposa y alzar en brazos a su hijos que tenían 7 años y 2 años. La excusa era la misma: «Tengo que trabajar bastante para que a Ustedes no les falte nada…». Su esposa nunca le reclamaba nada pero en el fondo sentía el vacío de su esposo en el hogar y lo comprendía por su sacrificio, ella lo amaba.

Un día el empleado leyó en una revista que tenía un pasajero del bus donde viajaba a su trabajo lo siguiente: «En los matrimonios felices, cada cónyuge pone las necesidades de su pareja por encima de las suyas y de las posesiones, el trabajo, las amistades e incluso otros familiares. El marido y la mujer pasan mucho tiempo el uno con el otro y con sus hijos, y en presencia de Dios».

El empleado se quedó pensativo y reflexionaba sobre si su familia era feliz. Llegando al trabajo dejó de lado esos pensamientos y siguió su sacrificada labor como todos los días. Ya en la noche, cansado y confundido por lo que había leído se quedó dormido y tuvo un sueño muy extraño que parecía real.

Soñó que su vida seguía muy agitada por el trabajo y que los años pasaban, que no tenía tiempo para salir de paseo con su familia, que no tenía tiempo para acompañar a la iglesia los domingos a su esposa e hijos; pero que siempre traía lo suficiente para su hogar. Sus hijos crecían, pero las mejores vivencias las tenían con su madre. Llegó el tiempo en que los hijos fueron a la universidad y tuvieron independencia. Se vió entonces muy viejo y cansado, y al poco tiempo murió.

En el sueño pudo ver su funeral y notó que sus hijos no estaban presentes, porque simplemente no tenían tiempo debido a que estaban muy ocupados en su trabajo, notó además que no había mucha gente y mucho menos habían venido personas de su trabajo.

Se despertó muy asustado pensando que estaba muerto y luego se dio cuenta que todo era una pesadilla. Volteó y le dio un beso a su esposa, se dirigió rápidamente al cuarto de sus hijos y los observó con detenimiento mientras reflexionaba sobre el sueño. Llegó a la conclusión que Dios le había dado una señal para que encaminara su vida y que estaba a tiempo.

A partir de entonces empezó a «fijar bien las prioridades» y logró la felicidad que tanto anhelaba.

(ROMERO, F., Recursos Oratorios, Editorial Sal Terrae, Santander, 1959, p. 486)

HUÉSPEDES DEL MUNDO

Un caballero tenía un castillo muy grande y gastaba mucha plata en aparejarlo, cada vez más y cada vez mejor. A los pobres nunca les daba nada. Un día llega un peregrino y le pide hospedaje por una noche. El caballero indignado le dice: ¿Acaso mi castillo es una casa de huéspedes? El peregrino le dijo: Contesta tres preguntas y luego me iré. El caballero consintió en responder para quitarse de encima esta molestia. El peregrino preguntó: ¿Quien vivió en el castillo antes que usted?… Mi padre, por supuesto. Va la segunda pregunta: ¿Quien vivió allí antes de su padre? Mi abuelo. Va la tercera: ¿Quién vivirá después de usted en el castillo? Mi hijo, así lo espero. Mire, le dijo el peregrino, si todos viven sólo un tiempo limitado en este castillo acaso ¿no es casa de huéspedes? Cuentan que el caballero recapacitó, lo recibió en su castillo y entonces su actitud para con los pobres cambió.

Tomado de MSC

ANÉCDOTAS

La Biblia contiene 500 versículos sobre la oración, menos de 500 versículos acerca de la fe, pero más de 2.350, relacionados con el tema del dinero y las posesiones.

El filósofo griego Plotino, autor de las Enéadas, nos cuenta en la primera de ellas, lo que Séneca decía de su discípulo, insistiendo en la idea de que, si uno quiere, aunque el insensato necio parecía no quererlo, los cambios de conducta son posibles: “Muchas veces, cuando los rayos de tu mente propendían por propio impulso a marchar por oblicuas veredas los inmortales los enderezaron por el camino recto alzándolos a lo alto de las esferas y de su inmortal senda, proporcionando a tus ojos un espeso haz de luz para que pudieran ver, apartándose de la oscura tiniebla” (Plotino, I)

Tomado de Vicente Martínez

Si ha tenido una educación y sabe leer, entonces es más bendecido que más de dos mil millones de personas en el mundo que no saben leer nada.

Si te despertaste esta mañana con más salud que enfermedad, eres más bendecido que los millones que no sobrevivirán la semana.

Si tienes comida en el refrigerador, ropa en la espalda, un techo sobre tu cabeza y un lugar para dormir, eres más rico que el 75% de este mundo.

Si tiene dinero en el banco, en su billetera y cambio de repuesto en sus bolsillos, se encuentra entre el 8% más rico del mundo.

Y si puedes asistir a un servicio de la iglesia sin miedo al acoso, arresto, tortura o muerte, eres más bendecido que casi tres millones de personas en el mundo.

Tomado de P. Félix Jiménez

Esta parábola no sólo viene citada en los evangelios sinópicos, sino también en el Evangelio de Tomas, (una especie de quinto evangelio que tan sólo recoge 114 frases y dichos de Jesús: «Jesús dijo: había un hombre rico que tenía muchos bienes. Se dijo: Voy a emplear mis bienes en sembrar, cosechar, plantar… y llenar mi granero de abundante cereal a fin de no tener falta de nada. Esto es lo que pensaba en su corazón. Y aquella noche murió». (Ev. de Tomás. Dicho 63)

Tiempo Interior Julio 2022

Howard Hughes, cineasta, piloto, empresario…dejó al morir más de dos mil millones de dólares, pero murió solo, no amado e irreconocible. Murió como mueren tantos mendigos en las calles de Calcuta.

Los mendigos de Calcuta mueren con mayor dignidad y más amor cuando son recogidos por las Hermanas de la Madre Teresa.

Gandhi vivió austeramente, no dejó dinero. Sólo nos dejó una herencia espiritual, un ideario de paz, de no violencia y de resistencia pasiva que aún hoy sigue inspirando a muchas personas de buena voluntad.

Francisco de Asís realizó una acción simbólica en la plaza mayor de Asís. Un día se despojó de todas sus vestiduras para proclamar a todos que lo externo: ropas lujosas, riquezas, familia…eran ataduras, “vanidad de vanidades”, que le encerraban en el mundo de las apariencias del presente y le negaban la verdadera realidad, ser a imagen de Jesucristo.

Tomado de P. Félix Jiménez

Contaba una vez un misionero que acaba de llegar a España, después de muchos años en la selva. Que sus familiares en una especie de orgullo, le llevaron a visitar unos grandes almacenes…

Desfilaron por todo tipo de plantas (máquinas y electrodomésticos, pisos de ropa, de libros, de discos y perfumes; salas llenas de muebles y lámparas; restaurantes, cafeterías…) Un gigantesco supermercado en el que no faltaba de nada. Un estallido de progreso y comodidad…

Cuando a la salida, preguntaron al misionero ¿qué le había parecido?, esperando constatar su asombro, el asombro fue suyo al oírle decir: “Me ha parecido interesantísimo; he visto un millón de cosas que la gente con la que yo vivo no necesita en absoluto…

Y a una misionera a quien le preguntaban qué impresión le causaba nuestro país al regresar después de muchos años trabajando en la India… Respondía: Lo que más me impresiona de mis compatriotas españoles es que no son o no parecen felices. Y que lo son mucho más los indios con los que trabajo, tal vez precisamente porque tienen mucho menos de todo”

E. Fromm decía que: “no teniendo nada, es muy difícil ser; teniendo mucho, es casi imposible”.

Creo que fue Séneca quien escribió que “los pobres siempre quieren algo, los ricos, mucho y los avarientos lo quieren todo”.

Tomado de P. Juan Jáuregui Castelo

POEMA

Manuel Bretón de los Herreros (1796-1873), poeta, dramaturgo y periodista español, gran figura del “costumbrismo” del siglo XIX, al que aportó varias parodias en las que criticaba a la clase media, y con un estilo satírico y alegre que lo alejó del carácter transcendental de las obras románticas.

Este Soneto a la Pereza es perfecto en su estructura y con bello terceto final que cierra el poema con…pe…re…za.

SONETO A LA PEREZA

¡Qué dulce es una cama regalada!

¡Qué necio el que madruga con la aurora!,

aunque las musas digan que enamora,

oír cantar un ave la alborada.

¡Oh, qué lindo en la poltrona dilatada,

reposar una hora y otra hora!

¡Comer y holgar… ¡qué vida encantadora!

¡Sin ser de nadie y sin pensar en nada!

¡Salve, oh Pereza! En tu macizo templo,

ya tendido a la larga me acomodo,

de tus graves alumnos el ejemplo

arrastro, bostezando; y, de tal modo

tu estúpida modorra a entrar empieza,

que no acabo el soneto de per… eza

Tomado de Vicente Martínez

CANTO

Confío en Jesús – Amanecer

Taizé – Nada te turbe

No Necesito Más – Alfarero

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