CITA
«Carta Magna» del cristiano.
« ¡Mi riqueza es ser Afortunado!!»
S.Son
« ¡ Desventurados quienes se llenan de cosas que no sacian, porque llorarán hasta hartarse!!»
S.Son
Séneca No es pobre el que tiene poco, sino el que mucho desea.
Yo no puedo hacer nada por evitar el hambre. Tú no puedes hacerlo todo; no se te pide que elimines la injusticia en el mundo sino de que tú salgas de toda injusticia.
No es pobre el que tiene poco, sino el que mucho desea.
El pobre carece de muchas cosas, pero el avaro carece de todo.
Didajé: « Dos caminos hay, uno de la vida y otro de la muerte; pero grande es la diferencia que hay entre estos caminos. Ahora bien, el camino de la vida es éste: en primer lugar amarás a Dios, que te ha creado; en segundo lugar, a tu prójimo como a ti mismo. Y todo aquello que no quieras que se haga contigo, no lo hagas tú tampoco a otro». (1,1-2: BAC 65,77).
San Cirilo de Jerusalén, «Sigue a la pobreza, no sólo la falta de las cosas deleitables, sino también la depresión del semblante por la tristeza. Por lo que sigue: “Bienaventurados los que lloráis”. Considera como bienaventurados, no precisamente a los que derraman lágrimas —porque esto es propio de todos, tanto fieles como infieles, cuando experimentan alguna contrariedad— sino solamente a aquellos que hacen una vida mortificada, se preservan de los vicios y de las afecciones carnales.»
S. Basilio: «No puede llamarse bienaventurado a todo el que es afligido por la pobreza, sino solamente al que prefiere el precepto de Jesucristo a las riquezas mundanas. Hay muchos pobres de bienes, pero que son muy avaros por el afecto; a éstos no los salva la pobreza, pero los condena su deseo. Ninguna cosa que no sea voluntaria aprovecha para la salvación, por la sencilla razón de que toda virtud está basada en el libre albedrío. Es bienaventurado el pobre que imita a Jesucristo, quien quiso sufrir la pobreza por nuestro bien; porque el mismo Señor todo lo hacía para manifestarse como nuestro modelo y podernos conducir a la eterna salvación.»
San Juan Crisóstomo “Nada soy, y nada valgo, todo a Tí te lo debo, sólo a Tí he de servir Señor Dios mío.”
S. Agustín, nos recuerda refiriéndose a la compunción de los pobres de espíritu, que “… lo que ayuda no es sufrir estos males, sino soportarlos por el nombre de Jesús, no sólo con espíritu sereno, sino incluso con alegría.» (De sermone Domini in monte, I, 5, 13: CCL 35, 13).
«Ciertamente todos nosotros queremos vivir felices, y en el género humano no hay nadie que no dé su asentimiento a esta proposición incluso antes de que sea plenamente enunciada» (De moribus Ecclesiae catholicae, 1, 3, 4).
Todas estas cosas (las prometidas en las bienaventuranzas) pueden cumplirse en esta vida, como sabemos se cumplieron en los Apóstoles. Porque lo que se ofrece después de esta vida no puede explicarse con palabras (Sobre el Sermón de la Montaña,1,3).
San León Magno, Los pobres consiguen con más facilidad que los ricos el don de la humildad, Sermón 95 ; PL 54, 461,
San Gregorio Magno, Pues toda la riqueza de esta vida, comparada con la felicidad eterna, no es ni un auxilio, es una carga. La vida temporal, comparada con la eterna, debe llamarse muerte y no vida (Hom. 37sobre los Evang. ).
San Bernardo: ¿Qué es la avaricia? Un continuo vivir en la pobreza por temor a ser pobre.
San Francisco de Asís “Es feliz quien nada retiene para sí”.
San Antonio de Padua “La naturaleza nos engendra pobres: desnudos nacemos y desnudos morimos. La malicia humana ha creado a los ricos y el que quiere serlo cae en la red tendida por el diablo.”
Santo Tomás de Aquino, «Sólo Dios sacia» (In Symbolum Apostolorumscilicet «Credo in Deum» expositio, c. 15).
Santo Tomás Moro “Bienaventurados los que se rían de sí mismos porque se lo pasarán muy bien en la tierra”.
Ignacio de Loyola, «Es menester hacernos indiferentes a todas las cosas criadas, en todo lo que es concedido a la libertad de nuestro libre albedrío, y no le está prohibido; en tal manera, que no queramos de nuestra parte más salud que enfermedad, riqueza que pobreza, honor que deshonor, vida larga que corta, y por consiguiente en todo lo demás»
Santa Teresa de Calcuta ‘Que nadie se acerque a ti sin que al marchar se sienta mejor y más feliz’
No está en tu bienestar la felicidad sino en hacer que los demás se sientan felices de haberte cruzado en sus vidas
«Cuanto menos poseemos, más podemos dar. Parece imposible, pero no lo es. Esa es la lógica del amor.»
«La falta de amor es la mayor pobreza.»
Catecismo, 1: Dios, infinitamente Perfecto y Bienaventurado en sí mismo, en un designio de pura bondad ha creado libremente al hombre para que tenga parte en su vida bienaventurada. Por eso, en todo tiempo y en todo lugar, está cerca del hombre. Le llama y le ayuda a buscarlo, a conocerle y a amarle con todas sus fuerzas. Convoca a todos los hombres, que el pecado dispersó, a la unidad de su familia, la Iglesia. Lo hace mediante su Hijo que envió como Redentor y Salvador al llegar la plenitud de los tiempos. En Él y por Él, llama a los hombres a ser, en el Espíritu Santo, sus hijos de adopción, y por tanto los herederos de su vida bienaventurada.
1718 Las bienaventuranzas responden al deseo natural de felicidad. Este deseo es de origen divino: Dios lo ha puesto en el corazón del hombre a fin de atraerlo hacia Él, el único que lo puede satisfacer:
«Ciertamente todos nosotros queremos vivir felices, y en el género humano no hay nadie que no dé su asentimiento a esta proposición incluso antes de que sea plenamente enunciada» (San Agustín, De moribus Ecclesiae catholicae, 1, 3, 4).
«¿Cómo es, Señor, que yo te busco? Porque al buscarte, Dios mío, busco la vida feliz, haz que te busque para que viva mi alma, porque mi cuerpo vive de mi alma y mi alma vive de ti» (San Agustín, Confessiones, 10, 20, 29).
«Sólo Dios sacia» (Santo Tomás de Aquino, In Symbolum Apostolorum scilicet «Credo in Deum» expositio, c. 15).
1719 Las bienaventuranzas descubren la meta de la existencia humana, el fin último de los actos humanos: Dios nos llama a su propia bienaventuranza. Esta vocación se dirige a cada uno personalmente, pero también al conjunto de la Iglesia, pueblo nuevo de los que han acogido la promesa y viven de ella en la fe.
San Juan Pablo II El hombre debe crecer espiritualmente, madurando para la eternidad. (17-02-1980)
Benedicto XVI La pobreza, en el sentido que le da Jesús -el sentido de los profetas-, presupone sobre todo estar libres interiormente de la avidez de posesión y del afán de poder. (Homilía 9.IV.2006).
Papa Francisco, Ser pobre en el corazón, esto es santidad. (Ex. Ap. Gaudete et exultate, 70.)
José Enrique Ruiz de Galarreta «No estás en esta vida para disfrutar sino para hacerla útil para siempre, para ti y para todos».
Alessandro Pronzato Desdichado quien, creyendo que ya lo tiene todo, se cierra en casa, baja las persianas y contempla el dinero. No oye la música que llega de lejos, no ve la luz que cae sobre las ventanas. No se da cuenta de que la vida está en otra parte. Se cree en lugar seguro. Y no sabe que aquella «clausura» representa una muerte anticipada. Cierto. Uno muere en el mismo momento en que ya no espera nada, en que no espera a nadie. El Pan Del Domingo Ciclo C Edit. Sigueme Salamanca 1985.Pág. 111.
Teilhard de Chardin: «Vive feliz. Te lo suplico. Vive en paz. Que nada te altere. Que nada sea capaz de quitarte la paz… Recuerda: Cuanto te reprima o inquiete es falso. Te lo aseguro en nombre de las leyes de la vida y de las promesas de Dios».
Pagola, ¿No seremos más felices cuando aprendamos a necesitar menos y compartir más?
Trabajar para tener dinero. Tener dinero para comprar cosas. Poseer cosas para adquirir una posición y ser algo en la sociedad. Esta es la felicidad en la que creemos. El único camino que se nos ocurre recorrer para buscar la felicidad. Casi la única manera de llegar a «vivir mejor».
Abraham Lincoln, Todos los hombres nacen iguales, pero esta es la última vez que lo hacen,
Mahatma Gandhi Todo lo que se come sin necesidad se roba al estómago de los pobres.
Jon Sobrino: «A eso es a lo que tenemos miedo; a ser felices a lo cristiano».
Nietzsche “El que poco posee es tanto menos poseído. Bendita sea la pobreza moderada”.
S. Kierkegaard resume expresivamente el mensaje de las bienaventuranzas de Jesús: La puerta de la felicidad se abre
Jack Nicholson “A los egipcios al llegar a las puertas de su «cielo», tras la muerte, les hacían dos preguntas para permitirles o no el paso… La primera era: ¿Has conseguido ser feliz?… y la segunda y más importante: ¿Has proporcionado felicidad a los demás?”…
Fëdor Mikhailovich Dostoyevski Eres infeliz porque no te das cuentas que eres feliz.
Georges Bernanos Felicidad quiere decir: encontrar la propia alegría y la alegría de los otros.
Mahatma Gandhi La felicidad consiste en poner de acuerdo tus pensamientos, tus palabras y tus hechos.
Erasmo de Rotterdam La felicidad consiste principalmente en conformarse con la suerte; es querer ser lo que uno es.
Santo Tomás de Aquino La felicidad del hombre se encuentra en la contemplación de la verdad.
San Juan María Vianney La felicidad llega a la propia casa haciendo dichosos a los demás.
Martín Descalzo La felicidad y la alegría dependen de estar en armonía consigo mismo, con los demás, con el mundo y con Dios.
Madre Maravillas de Jesús La mayor felicidad de la tierra, que nada nos puede quitar, consiste en unirse a Dios y cumplir su voluntad amándole y sirviéndole.
Mahatma Gandhi La verdadera felicidad no viene del obtener lo que nos gusta, sino del cultivar afecto hacia lo que no nos gusta.
Raoul Follereau Nadie puede ser feliz a solas.
Epícteto No depende de ti ser rico pero de ti depende ser feliz.
Lucio Anneo Séneca No es feliz el que no cree serlo.
Autor desconocido No es feliz quien nunca tiene problemas o todo lo tiene resuelto …sino quien, cuando éstos llegan les hace frente sabiamente Y, cuando no puede, busca ayuda inmediatamente.
Pitágoras No hables de tu felicidad a quien no sea tan feliz como tú lo eres.
Mahatma Gandhi Todo lo que se come sin necesidad se roba al estómago de los pobres.
Dichosos los que ahora lloráis, porque reiréis.
Jon Sobrino: «A eso es a lo que tenemos miedo; a ser felices a lo cristiano».
Jean-Paul Sartre Hay dos clases de pobres: los que son pobres juntos y los que lo son solos. Los primeros son los verdaderos, los otros son ricos que no han tenido suerte.
Nietzsche “El que poco posee es tanto menos poseído. Bendita sea la pobreza moderada”.
Robert Louis Stevenson “He ido a la iglesia hoy y no estoy deprimido”.
Pascal “La Humanidad es el hombre que aprende siempre”
Bertohld Auerbach (1812-1882): poeta judío-alemán, fundador de la “Novela de tendencia”: “La música limpia el alma del polvo de la vida cotidiana”.
Octavio Aceves Es lo que escribió de otra artista en el prólogo de su libro “Cuando los ángeles cantan”,: “Creo que Victoria de los Ángeles tenía el excepcional don de llegar con su voz a lo más recóndito y profundo del alma humana, de alcanzarlo de lleno y de golpe con la musicalidad de su fraseo y la elegancia de su armonía y de insuflar paz en los corazones con su timbre angelical”
CONTO
YO QUISIERA SER… FELIZ
Una tarde, hace muchísimo tiempo, Dios convocó a una reunión.
Estaba invitado un ejemplar de cada especie.
Una vez reunidos, y después de escuchar muchas quejas, Dios soltó una sencilla pregunta:
«¿Entonces, qué te gustaría ser?”
A la que cada uno respondió sin tapujos y a corazón abierto:
La jirafa dijo que le gustaría ser un oso panda.
El elefante pidió ser mosquito.
El águila, serpiente.
La liebre quiso ser tortuga, y la tortuga, golondrina. El león rogó ser gato.
La nutria, carpincho
El caballo, orquídea.
Y la ballena solicitó permiso para ser zorzal…
Le llegó el turno al hombre, quien casualmente venía de recorrer el camino de la verdad, hizo una pausa, y esclarecido exclamó:
«Señor, yo quisiera ser… feliz.»
Viví García, Me gustaría ser
Jorge Bucay, El camino de la felicidad
Dos mulos volvían del mercado, seguidos a pie por su amo. Uno estaba atiborrado de esponjas y el otro de sal. El cargado de sal avanzaba fatigosamente, lleno de sudor, a causa del peso de la sal; el que llevaba las esponjas, trotaba ligeramente y tomaba a risa al desdichado compañero. Llegan a un río; ambos entran en el agua; y ¿qué sucede? El cargado de esponjas comienza a sentirse siempre cada vez más agobiado, hasta que se ahoga bajo el peso de las esponjas, que se han rellenado de agua; el cargado de sal se siente cada vez más ligero, porque el agua va disolviendo la sal, hasta que con un brinco está a buen seguro sobre la otra orilla, libre de todo peso.
Supongamos que una persona se hubiese entrecruzado con aquella comitiva antes de alcanzar el río y hubiese exclamado dirigiéndose al mulo cargado de sal: «¡Dichoso tú que estás fatigado y gimes!»; y, entonces, dirigiéndose al otro mulo, hubiese dicho: «¡ Desventurado tú que ríes y te diviertes!» Un observador externo habría dicho que aquello era un insulto o una tomadura de pelo. El hecho es que, yendo hacia la dirección del río, aquel hombre sabía qué les esperaba a los dos.
También, Jesús sabe qué tenemos por delante y por eso dice: «Dichosos los pobres… Ay de vosotros los ricos».
Tomado del P. Rainiero Cantalamesa
EL HOMBRE MÁS RICO
Érase una vez un hombre muy rico que vivía en una mansión que dominaba un fértil valle. Pero había un gran vacío en su vida. No tenía fe y vivía solo con sus muchas riquezas.
Juan, el vaquero del hombre más rico del valle, vivía con su familia en una casa muy humilde. Juan era creyente, oraba en familia y todos juntos iban a la iglesia.
Una mañana, el hombre más rico del valle contemplaba sus tierras y se decía: Todo esto es mío.
En ese momento llegó su vaquero y le dijo: anoche tuve un sueño y el Señor me dijo que el hombre más rico del valle iba a morir a medianoche. Tenía necesidad de decírselo, espero no se enfade.
No te preocupes, no creo en los sueños, vuelve a tu trabajo y olvídalo.
El hombre más rico empezó a inquietarse y se fue a su médico para hacerse un chequeo. Éste le dijo que estaba como un roble y que le quedaban muchos años de vida.
Aliviado pero roído por la duda invitó al médico a cenar y le invitó a quedarse hasta medianoche.
Pasada la medianoche despidió al médico y se dijo: este estúpido de Juan ha arruinado mi día, él y sus malditos sueños.
Acababa de acostarse cuando sonó el timbre de la casa. Eran las 12:30. Bajó y encontró a la hija de Juan en la puerta.
Señor, le dijo llorando, mi mamá me envía a decirle que papá ha muerto a medianoche.
El señor se quedó helado y comprendió súbitamente que el hombre más rico del valle no era él sino su vaquero.
¿Quién es el hombre más rico y más feliz entre nosotros?
Tomado de P. Félix Jiménez
ANÉCDOTA
LAS BIENAVENTURANZAS DEL POLÍTICO
1. Bienaventurado el político que tiene un elevado conocimiento y una profunda conciencia de su papel.
2. Bienaventurado el político cuya persona refleja la credibilidad.
3. Bienaventurado el político que trabaja por el bien común y no por su propio interés.
4. Bienaventurado el político que se mantiene fielmente coherente.
5. Bienaventurado el político que realiza la unidad y, haciendo a Jesús punto de apoyo de aquélla, la defiende.
6. Bienaventurado el político que está comprometido en la realización de un cambio radical.
7. Bienaventurado el político que sabe escuchar.
8. Bienaventurado el político que no tiene miedo.
François-Xavier Nguyên Van Thuân (1928-2002)
Tomado de Anecdonet
«MEDITACIÓN DE LAS DOS BANDERAS»
San Ignacio en su «meditación de las dos banderas»: la riqueza, los honores mundanos son camino para la «crescida soberbia», mientras que el camino de la verdadera humildad del seguidor de Jesús pasa por la pobreza -espiritual y si Dios lo quiere actual- y por las humillaciones.
Javier Gafo Dios a la vista Homilías ciclo C Madris 1994.Pág. 217 ss.
Tomado de Dies Domini
¿QUÉ SIGNIFICA «DICHOSO»?
Ciertamente no «feliz» en el sentido que los hombres dan a esta palabra. No se trata de una invitación a que cada cual marche por su camino con tranquilidad y buen humor. No significa realmente nada que pertenezca al hombre, que el hombre sienta y experimente, sino algo en Dios que concierne a este hombre. Jesús hablará en este contexto de «recompensa», aunque esto a su vez no es más que una imagen; se trata del valor que este hombre tiene para Dios y en Dios, de algo intemporal en Dios que se manifestará al hombre a su debido tiempo. Y análogamente para las maldiciones. Los pobres a los que pertenece el reino de Dios, es decir, los pobres de Yahvé, como los llamaba la Antigua Alianza, muestran que a su pobreza corresponde una posesión en Dios: Dios los posee, y por eso mismo ellos poseen a Dios. Lo mismo puede decirse de los que tienen hambre y de los que lloran, y también de los que son odiados por causa de Cristo: éstos son amados por el Padre en Cristo, que también fue odiado y perseguido por los hombres por causa del Padre. Si los pobres han de ser considerados como pobres en Dios, entonces también los ricos han de ser considerados como ricos sin Dios, ricos para sí mismos, saciados y sonrientes, alabados por los hombres; éstos no tienen tesoro en el cielo, y por eso todo cuanto poseen no es más que apariencia pasajera.
Hans Urs von Balthasar Luz De La Palabra Comentarios a las lecturas dominicales A-B-C Ediciones Encuentro.Madrid-1994.Pág. 228 s.
Tomado de Dies Domini
EL POBRE
Es ´ebîôn/´anaâw en hebreo; ptôchos en griego, pauper en latín: se trata de quien no tiene alimento, casa y libertad y en el AT es el que apela a Dios como único defensor. Así debemos entender la primera aproximación al mensaje de hoy. Esa es una realidad social, pero a la vez es una realidad teológica. Es en el mundo de los pobres, de los que lloran, de los perseguidos por la justicia, donde Dios se revela. Y lógicamente, Dios no quiere, ni puede revelarse en el mundo de los ricos, de poder, de la ignominia. El Reino que Jesús anuncia es así de escandaloso. No dice que tenemos que ser pobres y debemos vivir su miseria eternamente. Quiere decir, sencillamente, que si con alguien está Dios inequívocamente es en el mundo de aquellos que los poderosos han maltratado, perseguido, calumniado y empobrecido. Las lamentaciones, pues, significan que no intentemos o pretendamos encontrar a Dios en las riquezas, en el poder, en el dominio, en la corrupción; allí solamente encontraremos ídolos de muerte.
Fray Miguel de Burgos Núñez
Tomado de Alforjas de pastoral
MALESTAR
Existen indicadores que nos hablan de un «malestar», de que somos pocos felices: Hay más de 50 (nuevas) terapias enfocadas en el bienestar emocional, psicológico, mental… libros de autoayuda, un creciente consumo de psicofármacos. 2020 ha sido el de más suicidios en la historia de España: Cada día se quitan la vida 11 personas: una cada 2 horas y cuarto. Con particular incidencia en los menores de 30 años. Algo no va bien en nuestra sociedad.
No es éste el lugar para analizar estos síntomas y sus causas. Dice Marino Pérez, catedrático de Psicología de la Universidad de Oviedo que los individuos se están centrando demasiado sobre sí mismos: “Vivimos en una sociedad muy individualista en la que ya somos considerados más como consumidores que como ciudadanos”, y los consumidores siempre tienen que estar satisfechos, siempre supervisando su propio bienestar”. Los consumistas van quedando atrapados por ese individualismo que les hace insolidarios, ciegos a las necesidades ajenas, indiferentes. El lema de esta jornada de MANOS UNIDAS va por aquí: «Nuestra indiferencia nos hace cómplices». Nuestro individualismo consumista nos hace cómplices (dura palabra).
Quique Martínez de la Lama-Noriega, cmf
Tomado de Alforjas de pastoral
«OFERTAS DE PLACER», NO DE FELICIDAD;
Con frecuencia se confunde la felicidad con el placer. El placer sacia momentáneamente al hombre, pero acrecienta su apetito y provoca una sensación de infelicidad que puede acabar produciendo hastío, el sentimiento del sin-sentido, la náusea de la que hablaron nuestros filósofos existencialistas.
José Ramón Díaz Sánchez-Cid
Tomado de Alforjas de pastoral
JERARQUÍA DE VALORES
Ortega y Gasset decía muy atinadamente que hemos de tener mucha «seriedad»; pero seriedad no tiene nada que ver con la tristeza. «Seriedad» proviene de «serie». Y, por lo tanto, «ser serio» significa saber poner las cosas en serie, por su justo orden. La cuestión decisiva está en saber jerarquizar los valores y optar según esa jerarquización cuando hay conflicto entre ellos. Esto es lo que determina la verdadera y la falsa felicidad. La falsa felicidad, el autoengaño, se produce cuando se opta primordialmente por valores secundarios, superponiéndolos a los primarios. Entonces se genera la insatisfacción de las ansias más profundas del hombre.
La falsa felicidad, el autoengaño, se produce cuando se opta primordialmente por valores secundarios, superponiéndolos a los primarios. Entonces se genera la insatisfacción de las ansias más profundas del hombre. Es lo que le ocurría a la Samaritana: tenía una sed aguda, pero la quería saciar con agua salada. Eso mismo le ocurría a Agustín; por eso confesaba después de su conversión: «Nos hiciste, Señor, para ti e inquieto está nuestro corazón hasta que descanse en ti». Es el vacío que experimentaba el famoso editor Mondadori dando testimonio de su conversión: «Yo me decía: Soy un hombre de éxito; no me falta nada. En cambio, me falta todo».
Atilano Alaiz
Tomado de Alforjas de pastoral
SER EL CENTRO DE NUESTRO PROPIO EQUILIBRIO
Como bien decía Jorge Guillén: «Todo nos obliga a ser el centro de nuestro propio equilibrio». Por supuesto el equilibrio interior, pero también el equilibrio exterior, que debe estar al servicio del primero. Ser
Tomado de Anécdotas de la historia
IA
Desde hace unos meses estamos asistiendo al auge de la llamada ‘Inteligencia Artificial’. Los usuarios de a pie disponemos de aplicaciones que permiten la creación de textos, imágenes, canciones… que en principio no se distinguen de realizaciones hechas por seres humanos. En un nivel superior, la Inteligencia Artificial puede complementar e incluso superar y sustituir las capacidades humanas en muchos ámbitos, sobre todo en tareas como el análisis de datos, diagnósticos médicos, estudios científicos… Muchos ven en la Inteligencia Artificial la solución a todos los problemas de la humanidad, pero otros temen que se genere una excesiva dependencia de la Inteligencia Artificial y que, como indican algunos estudios serios, ‘nos vuelva más tontos’.
Tomado de ACG
ESTAR CONTENTO Y SER FELIZ NO ES LO MISMO
“Contento” es una emoción más bien pasajera y de intensidad moderada. “Feliz” es una emoción más profunda que trasciende el momento y la circunstancia.
Tomado de Google
Un periodista inglés, que se declara no creyente, ha escrito un artículo titulado: La vida es un gran enigma y no hay bastante tiempo, desgraciadamente, para descubrir su sentido. Decía entre otras cosas: «¿Tendré tiempo, antes de morir, de descubrir por qué he nacido? Todavía no he conseguido responder a la pregunta y por cuántos años puedo tenerla ante mí; ciertamente, son menos que los años que ya tengo detrás. No puedo creer que he nacido por casualidad y, si no he nacido por casualidad, debe haber un sentido.
Países como el nuestro están llenos de gente que tienen todas las comodidades. Y, sin embargo, viven una vida de tranquilidad o, según los casos, de violenta desesperación. Todo lo que saben es que hay un vacío dentro de ellos; y por muchas comidas, bebidas, automóviles o televisores que establezcan para sí, por cuantos hermosos hijos y amigos leales pongan como muestra sobre el borde de este pozo, aquel vacío continúa sintiéndose».
Tomado de P. Rainiero Cantalamesa
CHISTE
Existe una versión más popular de este Sermón del Monte: “El Señor se sentó, rodeado de sus discípulos, y les dijo: Felices los pobres. Felices los que ahora tienen hambre, los que ahora lloran. Felices cuando la gente los odie. Pedro entonces preguntó: ¿Y hay que aprenderlo de memoria? Y Andrés: ¿Es para copiarlo en el cuaderno? Tomás murmuró en voz baja: Yo no alcanzo a entender. Juan y Santiago dijeron: ¿Y esto va con nosotros? Y Judas añadió: No puede ser.
Un fariseo que observaba la escena, se acercó a Jesús: Maestro, le dijo: ¿Qué nivel de comprensión exiges previamente a tus discípulos?”.
Gustavo Vélez, mxy
BIENAVENTURADOS
- los que mienten porque ellos saben la verdad
- los borrachos, que veran a dios dos veces.
- los que se aventuran a ser buenos
- los wikingos porque sus cuernos son postizos.
- los creadores de google, el cerebro que a todos nos hace falta
- los de «al filo de lo imposible», esos si que estan bienaventurados.
- los SEO porque de ellos será Google
- Los pobres de corazón, porque ellos entrarán al reino de los cielos
BIENAVENTURANZAS APÓCRIFAS
Bienaventurados Adán y Eva, porque no se podían rasgar las vestiduras.
Bienaventurados los aficionados al fútbol, porque bastará con la victoria de su equipo para tenerlos contentos.
Bienaventurados los ateos, porque a ellos no les importará no poder ver a Dios.
Bienaventurados los bajitos, porque de ellos será el reino de los tacones.
Bienaventurados los calvos, porque no se podrán mesar los cabellos.
Bienaventurados los calvos, porque se ahorrarán dinero no teniendo que comprarse peines.
Bienaventurados los ciempiés, porque no necesitan usar zapatos.
Bienaventurados los cojos, porque sólo tendrán que planchar medio pantalón.
Bienaventurados los crédulos, porque serán pastoreados por los políticos.
Bienaventurados los imbéciles, porque podrán decir majaderías sin ser conscientes de ello.
Bienaventurados los neandertales, porque no pasaron calor por culpa del cambio climático.
Bienaventurados los nudistas, poque ellos serán libres de los dictados de la moda.
Bienaventurados los pobres, porque no tendrán que hacer la declaración de Hacienda.
Bienaventurados los que carecen de ambiciones, porque no se sentirán frustrados.
Bienaventurados los que creen todavía en las promesas electorales, porque de ellos será el reino de los ingenuos.
Bienaventurados los que están de vacaciones, porque de ellos será el verano.
Bienaventurados quienes no tienen que madrugar, porque de ellos será el reino de Morfeo.
Bienaventurados los sordos, porque no oirán a los políticos.
Bienaventurados los sordos, porque podrán desconectar los audífonos para no oír lo que no deseen oír.
POEMA
NO OS OLVIDEIS
“Cuando vengáis, no os olvidéis la vida,
mantenida caliente entre los brazos.
No seáis espectadores. A retazos
no la desparraméis por la avenida.
Traedla tal cual es, vida vivida:
doblegada de viento y de zarpazos
arañada; tiesa también con lazos
de paz, de amor, de júbilo prendida.
Venid sin maquillar. Portad la duda,
el desencanto, el grito de protesta.
Vestíos de todo aquello que hoy se lleva.
Pero llegue vuestra alma bien desnuda,
con hambre de banquete, ansia de fiesta,
de par en par abierta a vida nueva.”
Jorge Blajot “No os olvidéis la vida”: ,
Tomado de Ángel Calvo. En otras palabras
MONTE DE PERFECCIÓN
Para venir a gustarlo todo
no quieras tener gusto en nada.
Para venir a saberlo todo
no quieras saber algo en nada.
Para venir a poseerlo todo
no quieras poseer algo en nada.
Para venir a serlo todo
no quieras ser algo en nada.
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Para venir a lo que gustas
has de ir por donde no gustas.
Para venir a lo que no sabes
has de ir por donde no sabes.
Para venir a poseer lo que no posees
has de ir por donde no posees.
Para venir a lo que no eres
has de ir por donde no eres.
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Cuando reparas en algo
dejas de arrojarte al todo.
Para venir del todo al todo
has de dejarte del todo en todo,
y cuando lo vengas del todo a tener
has de tenerlo sin nada querer.
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En esta desnudez halla el
espíritu su descanso, porque no
comunicando nada, nada le fatiga hacia
arriba, y nada le oprime
hacia abajo, porque está en
el centro de su humildad.
San Juan de la Cruz
BIENAVENTURANZAS DE LA CONCILIACIÓN PASTORAL
Bienaventurados los ricos,
porque son pobres de espíritu.
Bienaventurados los pobres,
porque son ricos de Gracia.
Bienaventurados los ricos y los pobres,
porque unos y otros son pobres y ricos.
Bienaventurados todos los humanos,
porque allá, en Adán, son todos hermanos.
Bienaventurados, en fin,
los bienaventurados
que, pensando así,
viven tranquilos…,
porque de ellos es el reino del limbo.
Pedro Casaldáliga
ORACIÓN
HILOS PARA ENTENDER LAS BIENAVENTURANZAS
Cómo podrá alguien ayudar,
si nunca ha necesitado un hombro amigo.
Cómo podrá alguien consolar,
si nunca sus entrañas han temblado de dolor.
Cómo podrá alguien curar,
si nunca se ha sentido herido.
Cómo podrá alguien ser compasivo,
si nunca se ha visto abatido.
Cómo podrá alguien comprender,
si nunca en su vida ha tenido el corazón roto.
Cómo podrá alguien ser misericordioso,
si nunca se ha visto necesitado.
Cómo podrá alguien dar serenidad,
si nunca se ha dejado turbar por el Espíritu.
Cómo podrá alguien alentar,
si nunca se quebró por la amargura.
Cómo podrá alguien levantar a otros,
si nunca se ha visto caído.
Cómo podrá alguien dar alegría,
si nunca se acercó a los pozos negros de la vida.
Cómo podrá alguien ser tierno,
si en su vida todo son convenios.
Cómo podrá alguien acompañar a otros,
si su vida es un camino solitario.
Cómo podrá alguien compartirse,
si en su vida todo lo tiene cubierto.
Cómo podrá alguien gozar el evangelio,
si lleva cuenta hasta del comino.
Cómo podrá alguien encontrar,
si nunca ha estado perdido.
¡Cómo podrá alguien si no ser dichoso…!
Florentino Ulibarri
Estamos invitados a la felicidad
No podemos ser tristes los cristianos,
no podemos ser gente rutinaria,
no podemos relacionarnos con frialdad,
no podemos vivir lamentándonos,
no podemos ser criticones y protestones,
no podemos generar malestares,
no podemos pasar inadvertidos,
no podemos vivir sin amar,
no podemos esconder nuestra relación con Dios.
Porque Jesús nos invita a ser felices,
a tener menos cosas para ser más libres,
a ser mansos para sentir equilibrio interior,
a trabajar por la justicia para lograr el reino,
a ser pacificadores para generar bienestar,
a biendecir de los demás, recalcando lo positivo,
a llorar junto a los que sufren o están solos,
a ser rechazados o malinterpretados
por nuestra opción, a sentir hambre
o evitar que otros la sufran
y a colaborar en la instauración del Reino de Dios,
que será la explosión de felicidad y de Amor para todos.
Mari Patxi Ayerra
MEDITACIÓN
DICHOSOS
Dichosos los que saben reírse de sí mismos porque no terminará nunca de divertirse.
Dichosos los que saben distinguir una montaña de una piedra porque se evitarán muchos inconvenientes.
Dichosos los que saben descansar y dormir sin buscarse excusas: llegarán a ser sabios.
Dichosos los que saben escuchar y callar: aprenderán cosas nuevas.
Dichosos los que son suficientemente inteligentes como para no tomarse en serio: serán premiados por sus vecinos.
Dichosos los que están atentos a las exigencias de los demás, sin sentirse indispensables: serán fuente de alegría.
Dichosos vosotros cuando sepáis interpretar con benevolencia las actitudes de los demás aun contra las apariencias: seréis tomados por ingenuos, pero éste es el precio de la caridad.
Dichosos vosotros cuando sepáis apreciar una sonrisa y olvidar un desaire: vuestro camino estará lleno de sal.
Dichosos vosotros cuando sepáis mirar seriamente a las cosas pequeñas y tranquilamente a las cosas importantes: llegaréis lejos en la vida.
Dichosos los que piensan antes de actuar y rezan antes de pensar: evitarán muchas tonterías.
Dichosos vosotros sobre todo cuando sepáis reconocer al Señor en todos los que encontréis; habréis encontrado la verdadera luz y la verdadera sabiduría.
“FELICES USTEDES, LOS QUE AHORA LLORAN”
Confiemos, esperemos, nosotros todos que lloramos, que derramamos lágrimas inocentes; esperemos, si lloramos los dolores de nuestro cuerpo o de nuestra alma: nos sirven de purgatorio, Dios se sirve de eso para […] que levantemos los ojos hacia él, nos purifiquemos y santifiquemos.
Confiemos todavía más si lloramos los dolores de otros, porque esta caridad nos es inspirada por Dios y le agrada; confiemos también si lloramos nuestros pecados, porque esta compunción la pone Dios mismo en nuestras almas. Confiemos todavía más si lloremos con un corazón puro los pecados de otros, porque este amor por la gloria de Dios y la santificación de las almas nos son inspiradas por Dios y esto es una gracia.
Confiemos, si lloramos por el deseo de ver a Dios y el dolor pode estar separados de Él; porque este deseo amoroso es obra de Dios en nosotros. ¡Confiemos también si lloramos solamente porque amamos, sin desear ni temer nada, queriendo plenamente todo lo que Dios quiere y queriendo sólo esto, la dicha de su gloria, sufriendo de sus sufrimientos pasados, llorando unas veces de compasión por el recuerdo de su Pasión, y otras de alegría con el pensamiento de su Ascensión y de su gloria, y otras simplemente de emoción porque le amamos hasta morir de amor!
Oh Jesús dulcísimo, hazme llorar por todo esto; hazme derramar todas las lágrimas que manifiesten mi amor hacia ti, por ti y para ti. Amén.
Carlos de Foucauld
Meditaciones sobre los Evangelios relativos a 15 virtudes, Nazaret 1897-98; nº 15
Tomado de Dei Verbum
CANTO
Kairy Marquez – Consolados – Música Católica
Beatitudini Marco Frisina
VIDEO
nº 360 ¿Qué importancia tienen las Bienaventuranzas?