E Algo + no II Domingo de Coresma – Ciclo C

CITA

San Agustín, ¿Qué es una montaña para quien posee el cielo? De ese cielo habla la Escritura, y en cierto modo lo vemos también con los ojos del corazón. Sermón 78

         “[Pedro]… en el monte… tenía a Cristo come alimento del alma. ¿Por qué tuvo que bajar para volver a las fatigas y a los dolores, mientras allí arriba estaba lleno de sentimientos de santo amor hacia Dios, que le inspiraban por ello a una santa conducta?” (Discurso 78, 3: pl 38, 491).

SAN AMBROSIO, Por eso hemos de trascender las cosas del mundo para poder ver a Dios cara a cara. Sube a un monte, anuncia a Sión la buena nueva (Is 40,9). Si debe subir a un monte quien anuncia a Sión, ¿cuánto más el que predica a Cristo y a Cristo que resucita para la gloria? (Tratado sobre el Evangelio de San Lucas (1) nº 7-21, BAC, Madrid, 1966, pp. 349-356

San Juan de la Cruz, Por grandes comunicaciones y presencias, y altas y subidas noticias de Dios que un alma en esta vida tenga, no es aquello esencialmente Dios, ni tiene que ver con él, porque todavía, a la verdad, le está al alma escondido, y por eso siempre le conviene al alma sobre todas esas grandezas tenerle por escondido y buscarle escondido. (CB 1,3)

         “Si te tengo ya habladas todas las cosas en mi Palabra, que es mi Hijo, y no tengo otra, ¿qué te puedo yo ahora responder o revelar que sea más que eso? Pon los ojos sólo en Él, porque en Él te lo tengo dicho y revelado, y hallarás en Él aún más de lo que pides y deseas; oídle a Él, porque ya no tengo más fe que revelar, ni más cosas que manifestar”

BENEDICTO XVI –, Para un cristiano, por tanto, rezar no es evadirse de la realidad y de las responsabilidades que ésta comporta, sino asumirlas hasta el fondo, confiando en el amor fiel e inagotable del Señor. Angelus 2010

FRANCISCO – “Escuchadlo”. ¡Esta palabra es importante! Nuestro Padre que dijo a los apóstoles, y también a nosotros: “Escuchad a Jesús, porque es mi Hijo predilecto”. Mantengamos esta semana esta palabra en la cabeza y en el corazón: “Escuchad a Jesús”. Y esto no lo dice el Papa, lo dice Dios Padre, a todos: a mí, a vosotros, a todos, a todos. Es como una ayuda para ir adelante por el camino de la Cuaresma. “Escuchad a Jesús”. No lo olvidéis. Ángelus 2014

Theillard de Chardin, “La Transfiguración termina por convertirse en la fiesta de mi predilección porque expresa exactamente lo que yo más espero de Cristo, que se realice en nosotros y a nuestros ojos la bienaventurada metamorfosis”. (1952)

Willigis Jäger Nuestro camino espiritual nos conduce a la responsabilidad con el mundo. Nos conduce a la acción, nos conduce hacia nuestros semejantes. Es afirmativo de la vida y abierto al mundo y se compromete con una existencia digna del hombre, con la preservación de la naturaleza y la protección de los animales. Es la base de una ética del amor”, ( Sabiduría eterna).

CHISTE

Hay un chiste acerca de renunciar a algo durante la cuaresma por amor a Dios:

Un irlandés entró a la taberna en una pequeña aldea y pidió tres cervezas. El cantinero levantó las cejas, pero le sirvió al hombre tres cervezas, las cuales se tomó silenciosamente en su mesa, solo y luego pidió tres más. Como él hizo esto por varios días, el cantinero le preguntó amablemente, “la gente de aquí se pregunta, ¿por qué siempre pides tres cervezas?”

“Es raro, ¿verdad?” Contestó el hombre, “tengo dos hermanos. Uno se fue a América y el otro a Australia. Nos prometimos que siempre que tomáramos ordenaríamos dos cervezas más en memoria de nosotros.”

Un día, el hombre llegó y pidió sólo dos cervezas. El cantinero se le acercó con lágrimas en sus ojos y le dijo, “quiero darte mis condolencias por la muerte de tu hermano.” El hombre contestó con una gran sonrisa, “te alegrará saber que mis dos hermanos están vivos y están bien. Sólo que yo he decidido dejar de tomar durante la cuaresma.” Estas dos cervezas para mis hermanos.

ORACIÓN

Di un vello himno:

Nec lingua valet dicere, – nec littera exprimere,

expertus potest credere – quid sit Jesum diligere.

Nin a lingua pode dicir, – nin os escritos expresar,

só quen o gustou pode crer – que é amar Xesús

¿DÓNDE TE BUSCARÉ? (San Anselmo)

Señor, si no estás aquí,

¿dónde te buscaré estando ausente?

Si estás por doquier,

¿cómo nos descubro tu presencia?

Cierto es que habitas

en una claridad inaccesible.

Pero ¿dónde se halla

esa inaccesible claridad?

¿Quién me conducirá hasta allí

para verte en ella?

Y luego, ¿con qué señales,

bajo qué rasgos te buscaré?

Nunca jamás te vi, Señor, Dios mío;

no conozco tu rostro…

Enséñame a buscarte

y muéstrate a quien te busca,

porque no puedo ir en tu busca,

a menos que Tú me enseñes,

y no puedo encontrarte

si Tú no te manifiestas.

Deseando te buscaré,

te desearé buscando,

amando te hallaré,

y encontrándote te amaré.

Card. H. Newman

Jesús mío: ayúdame a esparcir tu fragancia donde quiera que vaya;

inunda mi alma con tu espíritu y tu vida;

llena todo mi ser y toma de él posesión

de tal manera que mi vida no sea en adelante

sino una irradiación de la tuya.

Quédate en mi corazón en una unión tan íntima

que quienes tengan contacto conmigo

puedan sentir en mí tu presencia;

y que al mirarme olviden que yo existo

y no piensen sino en Ti.

Quédate conmigo.

Así podré convertirme en luz para los otros.

Esa luz, oh Jesús, vendrá toda de Ti;

ni uno solo de sus rayos será mío.

Te serviré apenas de instrumento

para que Tú ilumines a las almas a través de mí.

Déjame alabarte en la forma que te es más agradable:

llevando mi lámpara encendida para disipar las sombras

en el camino de otras almas.

Déjame predicar tu nombre sin palabras…

Con mi ejemplo, con mi fuerza de atracción

con la sobrenatural influencia de mis obras,

con la fuerza evidente del amor que mi corazón siente por Ti.

Señor, concédeme serenidad para aceptar todo aquello que no puedo cambiar, valor para cambiar lo que soy capaz de cambiar y sabiduría para entender la diferencia

Reinhold Niebuhr

PARA QUE TODOS SINTAMOS A LEDICIA DO COMUNITARIO

Nós precisamos ir a un lugar apartado, subir á montaña nun espazo de silencio, para atoparnos a nós mesmos e percibir mellor a voz do Señor. Isto facemos na oración. Pero non podemos permanecer alí. O encontro con Deus na oración impúlsanos novamente a baixar da “montaña” e volver á parte baixa, á terra cha, onde atopamos a tantas persoas ir aflixidas pola fatiga, enfermidade, inxustizas, ignorancias, pobreza material e espiritual. Aos irmáns e irmás que pasan dificultades, estamos chamad@s a levar os froitos da expere3incia que temos de Deus, compartindo a graza recibida”

 (Francisco. Do libro da Cáritas para Coresma/Pascua 2022)

CONTO

Durante años fui un neurótico. Era un ser angustiado, deprimido y egoísta. Y todo el mundo insistía en decirme que cambiara. Y no dejaban de recordarme lo neurótico que yo era. Y yo me ofendía, aunque estaba de acuerdo con ellos, y deseaba cambiar, pero no acababa de conseguirlo por mucho que lo intentara. Lo peor era que mi mejor amigo tampoco dejaba de recordarme lo neurótico que yo estaba. Y también insistía en la necesidad de que yo cambiara. Y también con él estaba de acuerdo, y no podía sentirme ofendido con él. De manera que me sentía impotente y como atrapado.

Pero un día me dijo: «No cambies. Sigue siendo tal como eres. En realidad no importa que cambies o dejes de cambiar. Yo te quiero tal como eres y no puedo dejar de quererte». Aquellas palabras sonaron en mis oídos como música: «No cambies. No cambies. No cambies… Te quiero…». Entonces me tranquilicé. Y me sentí vivo. Y, ¡Oh, maravilla!, cambié.

——————————————-

Ahora sé que en realidad no podía cambiar hasta encontrar a alguien que me quisiera, prescindiendo de que cambiara o dejara de cambiar.

Anthony de Mello

«CONSERVA TU TENEDOR»

Había una mujer que había sido diagnosticada con una enfermedad incurable y a la que le habían dado solo tres meses de vida. Así que empezó a poner sus cosas «en orden», contactó a su sacerdote y lo citó en su casa para discutir algunos aspectos de su última voluntad. Le dijo qué canciones quería que se cantaran en su misa de cuerpo presente, qué lecturas hacer y con qué traje deseaba ser enterrada. La mujer también solicitó ser enterrada con su Biblia favorita. Todo estaba en orden y el sacerdote se estaba preparando para irse cuando la mujer recordó algo muy importante para ella.

– «Hay algo más», dijo ella exaltada.

– «¿Qué es?», respondió el sacerdote.

– «Esto es muy importante, -continuó la mujer- quiero ser enterrada con un tenedor en mi mano derecha».

El sacerdote se quedo impávido mirando a la mujer, sin saber exactamente qué decir.

– «Eso lo sorprende, ¿no?», pregunto la mujer.

– «Bueno, para ser honesto, estoy intrigado con la solicitud,» dijo el sacerdote. La mujer explicó:

– «En todos los años que he asistido a eventos sociales y cenas de compromiso, siempre recuerdo que cuando se retiraban los platos del platillo principal, alguien inevitablemente se agachaba y decía, ’Quédate con tu tenedor’. Era mi parte favorita porque sabía que algo mejor estaba por venir… como pastel de chocolate o pay de manzana.

¡Algo maravilloso y sustancioso! Así que quiero que la gente me vea dentro de mi ataúd con un tenedor en mi mano y quiero que se pregunten ‘¿Para qué con el tenedor?’. Después quiero que usted les diga: ‘Se quedó con su tenedor porque lo mejor está por venir'».

Los ojos del sacerdote se llenaron de lágrimas de alegría mientras abrazaba a la mujer despidiéndose. Él sabía que esta sería una de las últimas veces que la vería antes de su muerte. Pero también sabía que la mujer tenía un mayor concepto del Cielo que él. Ella sabía que algo mejor estaba por venir.

En el funeral la gente pasaba por el ataúd de la mujer y veían el precioso vestido que llevaba, su Biblia favorita y el tenedor puesto en su mano derecha. Una y otra vez el sacerdote escuchó la pregunta «¿Qué onda con el tenedor?» y una y otra vez el sonrió.

Durante su mensaje el sacerdote les platicó a las personas la conversación que había tenido con la mujer poco tiempo antes de que muriera. También les habló acerca del tenedor y qué era lo que simbolizaba para ella.

El sacerdote les dijo a las personas como él no podía dejar de pensar en el tenedor y también que probablemente ellos tampoco podrían dejar de pensar en él. Estaba en lo correcto. Así que la próxima vez que tomes en tus manos un tenedor, déjalo recordarte que lo mejor está aún por venir…

MSC

ANÉCDOTA

En compañía de una amiga francesa, el poeta Rainer María Rilke iba todos los días a la Universidad. En el camino, en un rincón, encontraba siempre a una pobre mendiga que pedía limosna a los viandantes. La viejecita, como una estatua sentada en su sitio habitual, permanecía inmóvil, tendida la mano y fijos los ojos en el suelo.

Rilke nunca le daba nada, al contrario de su compañera que casi siempre solía dejar caer en su mano alguna moneda. Un día la joven francesa, le preguntó: ¿Por qué no le das nunca nada a esta pobrecilla? -Creo que hemos de darle algo a su corazón, no a sus manos-, respondió el poeta.

Al día siguiente, Rilke llevó una espléndida rosa entre abierta, la puso en la mano de la mendiga e hizo ademán de continuar. Entonces sucedió algo inesperado: La mendiga alzó los ojos, miró al poeta, se levantó del suelo con mucho trabajo, tomó la mano del hombre y la besó. Acto seguido, se fue, estrechando la rosa contra su pecho.

Nadie la volvió a ver durante toda la semana. Pero ocho días después, la mendiga de nuevo apareció sentada en el mismo rincón de la calle. Inmóvil y silenciosa como siempre. ¿De qué habrá vivido esta mujer en estos días en que no recibió nada, inquirió la joven francesa? De la rosa, respondió el poeta.

Tomado de las homiías de D. Juan

Un famoso médico psiquiatra decía en cierta ocasión: “Cuando un enfermo empieza a escucharme o a escuchar de verdad a otros…entonces, está ya curado”.

Tomado de P. Juan Jáuregui Castelo

CANTO

Athenas – Qué Bien Se Está Aquí –

https://youtu.be/h7jD4hNl5UE instr

LLEVAME A LA MONTAÑA Jesus Adrián Romero

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *