CITA
«Admira a quien busca la verdad
y huye de quien dice tenerla».
El poder siempre tiene miedo a perderlo.
La nube es el polvo de sus pies.
Nahún 1, 3
Inclinó el cielo y bajó con nubarrones debajo de sus pies
2 Samuel 22, 10
Vi venir en las nubes del cielo como un hijo de hombre…
Daniel 7,13
Seremos llevados con ellos entre nubes…
1 Tesalonicenses 4,16-17
Mirad: viene entre las nubes.
Apocalipsis 1, 7
« ¡Yo estoy en las “nubes”!»
S.Son
Platón, Hay que tener el valor de decir la verdad, sobre todo cuando se habla de la verdad.
Cicerón, La verdad se corrompe tanto con la mentira como con el silencio.
Orígenes, “cuando pedimos que venga el reino de Dios, lo que pedimos es que este reino de Dios, que está dentro de nosotros, salga afuera, produzca fruto y se vaya perfeccionando…El Reino está cerca. Opúsculo sobre la Oración, 25.
S. Agustín, El templo del Rey tiene unidad; el templo del Rey no está arruinado, ni agrietado, ni dividido. El cemento de las piedras vivas es la caridad (Coment. sobre el Salmo 44).
Santo Tomás de Aquino, Dios es «ipsa summa et prima veritas, la primera y suma verdad» (S. Theol. I, q. 16, a. 5 c).
Es evidente que existe la verdad. Porque el que niega que existe la verdad, conoce que la verdad existe. Si, pues, no existe la verdad, es verdad que la verdad no existe.
Si uno tuviera un hermano rey y se hallara lejos de él, desearía marchar, encontrarse y vivir con él. Siendo Cristo hermano nuestro, debemos desear estar con El, reunirnos con El [:. . ](Sobre el Credo,3,1. c. , p. 60).
Santa Teresa de Jesús: “Rey sois, Dios mío, sin fin, que no es reino prestado el que tenéis”. Camino de Perfección, cap. 22.
Siendo yo sierva de este Señor y Rey, ¿qué mal me pueden ellos hacer a mi?, ¿por qué no he yo de tener fortaleza para combatir con todo el infierno? (Vida,25,20)
Que, a mi parecer, si como ahora entiendo que en este palacio pequeñito de mi alma cabe tan gran Rey, no le dejara tantas veces solo, alguna me estuviera con El, y más procurara que no estuviera tan sucia. (Camino deperfección,28,11).
San Francisco de Sales, Después que lo hayas recibido, invita a tu corazón a rendirle homenaje a este Rey de salud; trata con El de tus asuntos intimos; contémplale en tu interior, donde El ha venido a morar para dicha tuya; finalmente, hazle la mejor acogida posible y compórtate de manera que en todas tus actuaciones se eche de ver que Dios está contigo (Introd. a la vida de vota,2,21)
Alfonso María de Ligorio El rey de la tierra da audiencia pocas veces en el año, mas Vos, en ese Sacramento, a todos nos dais audiencia, de día y de noche, siempre que queremos (Visitas al Stmo. Sacramento,10).
San Josemaría Escriva de Balaguer, A esto hemos sido llamados los cristianos, ésa es nuestra tarea apostólica y el afán que nos debe comer el alma: lograr que sea realidad el reinado de cristo, que no haya más odios ni más crueldades, que extendamos en la tierra el bálsamo fuerte y pacífico del amor” Es Cristo que pasa, 183.
Vamos a ser nosotros soldados fieles de ese Rey de paz, vamos a serle siempre leales y, para eso, procuremos primero que Cristo reine en nuestras vidas, en nuestras inteligencias, en nuestros corazones ().
«Si pretendemos que reine Cristo, hemos de ser coherentes: comenzar por entregarle nuestro corazón. Si no lo hiciésemos, hablar del reinado de Cristo seria vocerío sin sustancia cristiana» ()
Concilio Vaticano II: »El Reino está ya presente misteriosamente en esta tierra; y cuando el Señor venga alcanzará su perfección» Const. Gaudium et spes, 39.
Catecismo, 671 El Reino de Cristo, presente ya en su Iglesia, sin embargo, no está todavía acabado «con gran poder y gloria» (Lc 21, 27; cf. Mt 25, 31) con el advenimiento del Rey a la tierra. Este Reino aún es objeto de los ataques de los poderes del mal (cf. 2 Te 2, 7) a pesar de que estos poderes hayan sido vencidos en su raíz por la Pascua de Cristo. Hasta que todo le haya sido sometido (cf. 1 Co 15, 28), y «mientras no haya nuevos cielos y nueva tierra, en los que habite la justicia, la Iglesia peregrina lleva en sus sacramentos e instituciones, que pertenecen a este tiempo, la imagen de este mundo que pasa. Ella misma vive entre las criaturas que gimen en dolores de parto hasta ahora y que esperan la manifestación de los hijos de Dios» (LG 48). Por esta razón los cristianos piden, sobre todo en la Eucaristía (cf. 1 Co 11, 26), que se apresure el retorno de Cristo (cf. 2 P 3, 11-12) cuando suplican: «Ven, Señor Jesús» (cf.1 Co 16, 22; Ap 22, 17-20).
El reinado de Cristo ya se ha inaugurado, y no tendrá fin
664: Sentarse a la derecha del Padre significa la inauguración del reino del Mesías, cumpliéndose la visión del profeta Daniel respecto del Hijo del hombre: «A él se le dio imperio, honor y reino, y todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieron. Su imperio es un imperio eterno, que nunca pasará, y su reino no será destruido jamás» (Dan 7, 14). A partir de este momento, los Apóstoles se convirtieron en los testigos del «Reino que no tendrá fin».
672 Cristo afirmó antes de su Ascensión que aún no era la hora del establecimiento glorioso del Reino mesiánico esperado por Israel (cf. Hch 1, 6-7) que, según los profetas (cf. Is 11, 1-9), debía traer a todos los hombres el orden definitivo de la justicia, del amor y de la paz. El tiempo presente, según el Señor, es el tiempo del Espíritu y del testimonio (cf Hch 1, 8), pero es también un tiempo marcado todavía por la «tristeza» (1 Co 7, 26) y la prueba del mal (cf. Ef 5, 16) que afecta también a la Iglesia(cf. 1 P 4, 17) e inaugura los combates de los últimos días (1 Jn 2, 18; 4, 3; 1 Tm 4, 1). Es un tiempo de espera y de vigilia (cf. Mt 25, 1-13; Mc 13, 33-37).
VENGA A NOSOTROS TU REINO
2816 En el Nuevo Testamento, la palabra «basileia» se puede traducir por realeza (nombre abstracto), reino (nombre concreto) o reinado (de reinar, nombre de acción). El Reino de Dios está ante nosotros. Se aproxima en el Verbo encarnado, se anuncia a través de todo el Evangelio, llega en la muerte y la Resurrección de Cristo. El Reino de Dios adviene en la Ultima Cena y por la Eucaristía está entre nosotros. El Reino de Dios llegará en la gloria cuando Jesucristo lo devuelva a su Padre:
Incluso puede ser que el Reino de Dios signifique Cristo en persona, al cual llamamos con nuestras voces todos los días y de quien queremos apresurar su advenimiento por nuestra espera. Como es nuestra Resurrección porque resucitamos en él, puede ser también el Reino de Dios porque en él reinaremos (San Cipriano, Dom. orat. 13).
2817 Esta petición es el «Marana Tha», el grito del Espíritu y de la Esposa: «Ven, Señor Jesús»:
Incluso aunque esta oración no nos hubiera mandado pedir el advenimiento del Reino, habríamos tenido que expresar esta petición , dirigiéndonos con premura a la meta de nuestras esperanzas. Las almas de los mártires, bajo el altar, invocan al Señor con grandes gritos: ‘¿Hasta cuándo, Dueño santo y veraz, vas a estar sin hacer justicia por nuestra sangre a los habitantes de la tierra?’ (Ap 6, 10). En efecto, los mártires deben alcanzar la justicia al fin de los tiempos. Señor, ¡apresura, pues, la venida de tu Reino! (Tertuliano, or. 5).
2818 En la oración del Señor, se trata principalmente de la venida final del Reino de Dios por medio del retorno de Cristo (cf Tt 2, 13). Pero este deseo no distrae a la Iglesia de su misión en este mundo, más bien la compromete. Porque desde Pentecostés, la venida del Reino es obra del Espíritu del Señor «a fin de santificar todas las cosas llevando a plenitud su obra en el mundo» (MR, plegaria eucarística IV).
2819 «El Reino de Dios es justicia y paz y gozo en el Espíritu Santo» (Rm 14, 17). Los últimos tiempos en los que estamos son los de la efusión del Espíritu Santo. Desde entonces está entablado un combate decisivo entre «la carne» y el Espíritu (cf Ga 5, 16-25):
Solo un corazón puro puede decir con seguridad: ‘¡Venga a nosotros tu Reino!’. Es necesario haber estado en la escuela de Pablo para decir: ‘Que el pecado no reine ya en nuestro cuerpo mortal’ (Rm 6, 12). El que se conserva puro en sus acciones, sus pensamientos y sus palabras, puede decir a Dios: ‘¡Venga tu Reino!’ (San Cirilo de Jerusalén, catech. myst. 5, 13).
2820 Discerniendo según el Espíritu, los cristianos deben distinguir entre el crecimiento del Reino de Dios y el progreso de la cultura y la promoción de la sociedad en las que están implicados. Esta distinción no es una separación. La vocación del hombre a la vida eterna no suprime sino que refuerza su deber de poner en práctica las energías y los medios recibidos del Creador para servir en este mundo a la justicia y a la paz (cf GS 22; 32; 39; 45; EN 31).
León XIII: El imperio de Cristo se extiende no sólo sobre los pueblos católicos y sobre aquellos que habiendo recibido el bautismo pertenecen de derecho a la Iglesia, aunque el error los tenga extraviados o el cisma los separe de la caridad, sino que comprende también a cuantos no participan de la fe cristiana, de suerte que bajo la potestad de Jesús se halla todo el género humano(Enc. Annum sacrum, 25 mayo 1899).
San Juan Pablo II Para entrar en él (Reino), es necesario convertirse, creer en el Evangelio y liberarse de las potencias del espíritu de las tinieblas, sometiéndose al poder del Espíritu de Dios que Cristo trae a los hombres. (04-09-1991)
Benedicto XVI «Venga tu reino». Es el reino del Padre, reino que ha entrado en el mundo con Cristo; es el reino mesiánico que, por obra del Espíritu Santo, se desarrolla en el hombre y en el mundo para volver al seno del Padre, en la gloria de los Cielos. Audiencia general, Miércoles 4 de septiembre de 1991.
Imponer una verdad, aunque sea la verdad del Evangelio, imponer un camino, aunque sea el de la salvación, no puede ser sino una violación de la libertad religiosa (Discurso, 4 de octubre 2010).
Su reino no es un más allá imaginario, situado en un futuro que nunca llega; su reino está presente allí donde él es amado y donde su amor nos alcanza (Encíclica-31, 30 de noviembre 2007).
No podemos construir el Reino de Dios con nuestras fuerzas. El reino de Dios es un don y precisamente por eso, es grande y hermoso, y constituye la respuesta a la esperanza (Encíclica-31, 30 de noviembre 2007).
Papa Francisco, Jesús se ha hecho el Señor de la historia con la sola omnipotencia del amor (20 nov 2016).
Pagola, El seguidor de Jesús no es «guardián» de la verdad, sino «testigo».
Una iglesia, preocupada por «no ser del mundo» deberá estar atenta a tomar distancia de los poderes influyentes y a no caer en la falsa ilusión de fortalecer el reino de Cristo defendiendo posiciones con diplomacia, poder, dinero o armas. Al mismo tiempo, si quiere «estar en el mundo» como Jesús, deberá escuchar las acertadas palabras de Juan Pablo II a los obispos españoles: «Donde esté el hombre padeciendo dolor, injusticia, pobreza o violencia, allí debe estar la voz de la Iglesia con su vigilante caridad y con la acción de los cristianos». Buenas Noticias Navarra 1985.Pág. 247 s.
Fray Marcos, Tú has nacido para ser rey. Para ello solo tienes que ser verdad (auténtico). Jesús dice: soy rey, no: soy el rey. Indicando así que todo el que se identifique con él, será también rey.
Jesús no nos llama a reinar con él sino a servir como él sirvió. Para ello solo tienes que ser fiel a tu verdadero ser.
Miguel de Unamuno «Verdad no es lo que hace pensar, sino lo que hace vivir».
J. M. Cabodevilla nos advierte: “Cuando la Iglesia ha querido hacerse pasar por el Reino, no lo ha logrado. Tiene mucho oro y mucho hierro”.
Mahatma Gandhi La verdad no es otra cosa que Dios.
REFRÁN
Refrán español Cada uno en su casa es rey
Proverbio chino: Siempre queda algo de fragancia en la mano que da rosas.
CONTO
HABÍA UNA VEZ UN REY
Había una vez un rey muy bueno. Pero había tantos niveles entre él y su pueblo que no le conocían. Este pueblo, era desgraciado. Además, el rey enviaba ministros, médicos, maestros, asistentes sociales y hasta curas a las provincias más alejadas. Pero algunos mensajeros del rey no sabían cómo hacer las cosas y otros se aprovechaban para llenarse los bolsillos.
El rey decidió viajar personalmente por su reino. En cada pueblo se le organizaban recepciones, grandes banquetes, fiestas, gobernadores, músicos…
Apelotonado en las grandes avenidas, el pueblo, gritaba ¡Viva nuestro rey! y agitaban banderitas. Pero apenas los últimos cohetes de los fuegos artificiales se apagaban, otra vez se encontraban igual de desgraciados que antes, si no un poco más: ¿Por qué no estaré yo en el pellejo del rey, o al menos en el de alguno de sus cortesanos? El rey reunió su camarilla: Doy a mi primer ministro plenos poderes para gobernar el reino en mi ausencia. Yo, desconocido de todos, viviré en medio del pueblo, trabajando con mis manos.
Al atardecer me reuniré con algunos vecinos. Algún día sabrán quién soy. Naturalmente que intervino el jefe de protocolo para objetar lo que podemos adivinar: el respeto al rey, la mala acogida de un pueblo grosero, y concluyó: – Majestad, cuando hayáis conseguido hacer felices a una docena de vecinos, ¡habréis progresado mucho! Quedarán aún decenas de millones de hombres desgraciados. – Querido amigo – le respondió el rey -, no he esperado a oírte para hacerme la misma objeción… Pero mira lo que he pensado: enseñaré a mi docena de vecinos a hacer lo mismo con tres, cuatro o diez según sus posibilidades. Si cada uno comunica así un poco de su felicidad a sus prójimos toda la gente del reino se transformará.
Hazlo y así se hará. El ejemplo nos viene de lo alto.
Loew-Faizant, Fábulas y Parábolas, Ed.Narcea, Madrid, 1978
Tomado de Anecdonet
ANÉCDOTA
DESCUBRIMIENTO DE UN PAPIRO
En un oasis a 180 kilómetros de El Cairo, se descubrió hace algunos años un fajo de papiros bíblicos. Entre ellos llama la atención el que contiene aquel pasaje de san Juan, donde Poncio Pilato le pregunta a Jesús: “¿Eres tú el rey de los judíos?”. Se trata de una copia, realizada quizás a comienzos del siglo II.
Gustavo Vélez, mxy.
Tomado de Alforjas de Pastoral
PAPIRO J. RYLANDS 52.
Significativamente, ésta es la primera palabra de Jesús (y del Nuevo Testamento) que se ha conservado hasta hoy, en un pequeño papiro que se encontró en Egipto en los años 20 del siglo pasado y que se conserva en una biblioteca de Manchester, con el nombre de P. J. Rylands 52. Está escrito en la letra llamada «adriánica» (del tiempo de Adriano) y se debió escribir hacia el año 140 d.C. Ofrezco aquí el texto central, con imagen del papiro, quizá el mayor tesoro de la literatura cristiana primitiva:
«Soy Rey. Para eso he nacido y para eso he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad
אני מלך ΒΑΣΙΛΕΥΣ ΕΙΜΙ ΕΓΩ ΕΙΣ ΤΟΥΤΟ ΓΕΓΕΝΝΗΜΑΙ ΚΑΙ ΕΙΣ ΤΟΥΤΟ ΕΛΗΛΥΘΑ ΕΙΣ ΤΟΝ ΚΟΣΜΟΝ ΙΝΑ ΜΑΡΤΥΡΗΣΩ ΤΗ ΑΛΗΘΕΙΑ
Tomado de X. Pikaza
YO SOY
Una vez más el evangelista Juan emplea un solemne “Yo soy”, sobre el que está construido todo el evangelio. El evangelista san Juan aplica a Jesús esta expresión: “Yo soy”, o la idea de que Cristo es o nosotros somos en Cristo en más de 50 ocasiones
Jn 4,10-15 Yo soy el agua viva
Jn 6,35 Yo soy el pan de vida.
Jn 8,12 Yo soy las luz del mundo.
Jn 10,14 Yo soy el buen pastor y conozco las mías.
Jn 11,25 Yo soy la resurrección y la vida.
Jn 14,6 Yo soy el camino, la verdad y la vida.
Jn 18,5 Yo soy: los soldados por tierra…
Jn 18,37 Yo soy rey.
San Juan recoge la expresión “Yo soy” del AT.
Lo mismo que en tiempos del Éxodo, Dios es: “Yo soy el que soy” y el faraón es un “don nadie”, ahora, ante Pilatos -y ante todos los hombres de poder- Jesús hace suyo este tono (espíritu) vital: Yo soy Rey.
Tomado de Tomás Muro
PONCIO PILATO
Las regiones de Samaría y Judea fueron gobernadas por procuradores romanos ya en tiempos de Jesús. La zona norte (Galilea) fue regentada por Herodes Antipas, hijo de Herodes el Grande.
Poncio Pilato gobernó desde el año 26 al 36. Dictó la sentencia de muerte de Jesús. Aunque el evangelio deja bien a este personaje, fue un gobernador cruel con los judíos, según documentos extrabíblicos. Vivía en la ciudad de Cesarea Marítima. Acudía a la capital de Jerusalén con motivo de la fi esta de Pascua para sofocar posibles rebeliones. Nada más ocupar su cargo hizo ostentación de águilas imperiales y estatuas del emperador, lo que provocó la ira de los judíos. Ahogó en sangre varias revueltas. Construyó un acueducto tomando dinero del tesoro del Templo; acción muy protestada por los judíos. Hizo ejecutar a los participantes en una revuelta, vertiendo su sangre sobre las losas del Templo… Las Actas de Pilato, -un relato de los evangelios apócrifos-, menciona el nombre de su esposa:
Claudia Prócula. Se dice de ella que era cristiana e intercedió por Jesús ante su esposo.
Varias veces fue requerido por el emperador romano para dar cuenta de sus crueldades. Finalmente el emperador le destituyó de su cargo. Parece ser que fue desterrado a Vienne, ciudad romana de las Galias cercana al río Ródano (actual Francia). Murió lleno de remordimientos en esta urbe hacia el año 38 d.C.
Tomado de Tiempo Interior
LA PENA CAPITAL.
El poder de Roma, bajo el que vivían sometidos, les imponía ciertas limitaciones, entre las cuales estaba la de no tener el «ius gladii», o poder para aplicar la pena de muerte. Por eso acuden a Pilato para que crucifique a Jesús. A fin de conseguir su propósito recurrieron a todos los medios a su alcance, incluida la mentira y la calumnia.
Antonio García Moreno
Tomado de Alforjas de Pastoral
MOTIVO Y SENTIDO DE LA FIESTA
No se trata de una fiesta muy antigua, la instituyó Pío XI en 1925. Por eso, cuando se buscan imágenes de Cristo Rey en Internet, aparece una serie de estampitas horribles, de pésimo gusto, en las que siempre lleva una corona en la cabeza. En cambio, el arte románico y el gótico, cuando representan a Jesús en majestad lo hacen como Maestro, con la mano derecha levantada en señal de enseñar, no como Rey.
¿Por qué quiso Pío XI subrayar este aspecto? Para comprenderlo hay que recordar la fecha de la institución de la fiesta: 1925. La Primera Guerra Mundial ha terminado hace siete años. Alemania, Francia, Italia, Rusia, Inglaterra, Austria, incluso los Estados Unidos, han tenido millones de muertos. La crisis económica y social posterior fue tan dura que provocó la caída del zar y la instauración del régimen comunista en Rusia en 1917; la aparición del fascismo en Italia, con la marcha sobre Roma de Mussolini en 1922, y la del nazismo, con el Putsch de Hitler en 1923. Mientras en los Estados Unidos se vive una época de euforia económica, que llevará a la catástrofe de 1929, en Europa la situación de paro, hambre y tensiones sociales es terrible.
Ante esta situación, Pío XI no hace un simple análisis socio-político-económico. Se remonta a un nivel más alto, y piensa que la causa de todos los males, de la guerra y de todo lo que siguió, fue el “haber alejado a Cristo y su ley de la propia vida, de la familia y de la sociedad”; y que “no podría haber esperanza de paz duradera entre los pueblos mientras los individuos y las naciones negasen y rechazasen el imperio de Cristo Salvador”. Por eso, piensa que lo mejor que él puede hacer como Pontífice para renovar y reforzar la paz es “restaurar el Reino de Nuestro Señor”. Las palabras entre comillas las he tomado del comienzo de la encíclica Quas primas, con la que instituye la fiesta.
La posible objeción es evidente: ¿se pueden resolver tantos problemas con la simple instauración de una fiesta en honor de Cristo Rey?, ¿conseguirá una fiesta cambiar los corazones de la gente? Los noventa años que han pasado desde entonces demuestran que no.
Por eso, en 1970 se cambió el sentido de la fiesta. Pío XI la había colocado en el mes de octubre, el domingo anterior a Todos los Santos. En 1970 fue trasladada al último domingo del año litúrgico, como culminación de lo que se ha venido recordando a propósito de la persona y el mensaje de Jesús.
Ahora, la celebración no pretende primariamente restaurar ni reforzar la paz entre las naciones sino felicitar a Cristo por su triunfo. Como si después de su vida de esfuerzo y dedicación a los demás hasta la muerte le concedieran el mayor premio.
Tomado de J.L.Sicre
LA SHEKINÁ
La Presencia, la Inhabitación (del verbo Shakán, habitar, morar) no es una palabra que aparezca en la Biblia Hebrea. Es una palabra de la tradición espiritual rabínica, una palabra mística que nos habla de la Presencia especialísima de Dios en medio de su Pueblo. Dios ha prometido su presencia al pueblo del desierto: “Hazme un santuario y moraré en medio de ellos” (Ex 25,8); “Moraré en medio de los hijos de Israel, y seré su Dios” (Ex 29,45). En todas las marchas, Dios, por la Nube y el Fuego, marcaba la ruta y el lugar del campamento (Ex 40,34-38); la Gloria del Señor les acompañaba.
“Los Sabios han dicho que Dios está más dispuesto a escuchar los rezos de una congregación que los de un individuo aislado, más aún, los Sabios sostienen que cuando diez o más judíos están rezando conjuntamente – Minián -, la «Presencia Divina» – Shekiná – está con ellos” (Plegaria y liturgia en el judaísmo, Internet). Ese “quórum” de diez varones adultos (superior a 13 años), el minián, acaso sea una tradición que Jesús ha conocido. En tal hipótesis la frase de Jesús “Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mt 18,20) remodela el sentido de comunidad. Pero lo importante es que la comunidad está constituida por el “nombre de Jesús”, y de allí toma su eficacia.
Tomado de P. Rufino Mª Grández, ofmcap.
¿A CUAL REINO?
Cuéntase que el rey de Prusia, al visitar una escuela rural, cuando los niños habían dicho que toda cosa pertenece a uno de los tres reinos: mineral, vegetal o animal, les preguntó:
—Y yo, ¿a cuál reino pertenezco?
Los niños no hallaban cómo contestar a esta pregunta; pero una graciosa niña resolvió la dificultad contestando:
—Vos pertenecéis al reino de Dios.
El rey quedó muy contento con la viveza de la niña y profundamente emocionado por la verdad que ella había expresado.
Tomado de 500 ilustraciones
REY Y SÚBDITO
Federico el Grande, rey de Prusia, caminaba un día por las afueras de Berlín, cuando tropezó con un hombre muy anciano.
–– “¿Quién eres?” –preguntó Federico, por simple curiosidad, cuando los dos se detuvieron.
–– “Soy un rey” –contestó el anciano.
–– “¿Un rey? ¿Sobre qué principado reinas?”.
–– “Sobre mí mismo –fue la orgullosa respuesta–. Yo me gobierno a mí mismo porque me domino a mí mismo. Soy mi propio súbdito”.
Tomado de Motivaciones
En los tiempos de la persecución del presidente Calles de Méjico, en 1926-29, los cristianos morían gritando: Viva Cristo Rey y la virgen de Guadalupe.
Tomado de P. Félix Jiménez
CHISTE
LA VERDAD
La maestra de la escuela dominical le pregunta a Pepito: — Pepito, dime la verdad, ¿dices tus oraciones antes de comer?
Pepito sonríe con orgullo:
—No, señorita, no hay necesidad, mi mamá cocina muy bien.
POEMA
¿Tu verdad? No, la Verdad,
y ven conmigo a buscarla.
La tuya, guárdatela
A. Machado Proverbios y Cantares LXXXV
ORACIÓN
MI REY, MI SEÑOR, MI TODO
¿Quién va a seguir a un rey
que porta en su cabeza una corona de espinas?
¿Quién obedecería a un soberano
al que dan palizas soldados del último ejército?
¿Quién se humillaría ante un trono
que es la cruz donde mueren los delincuentes?
Pero si levanto la vista no puedo
dejar de mirar tu entrega majestuosa
Sé que tus heridas son la prueba
del inmenso poder del servicio.
Tu vida arrebatada
es la fuente de la mía, de mi vida eterna.
¿Qué sería de mí sin ti,
mi rey, mi Señor, mi todo?
Ayúdame a construir tu reino,
a ser tu reino, a ser de tu reino.
(Javi Montes, SJ)
MEDITACIÓN
Jesús está hablando de la autenticidad de su ser.
Falso es todo aquello que aparenta ser lo que no es.
Ser Verdad es ser lo que somos, sin falsearlo.
El objetivo de tu vida es descubrir tu verdadero ser
y manifestarlo en todo momento.
Fray Marcos
CÓMO DAR TESTIMONIO
¿Cómo dar testimonio en nuestra sociedad de la verdad de que esta vida nuestra, tan herida, tendrá futuro?
· Sé compasivo: que te conmuevan y te muevan las situaciones de los frágiles. Que haya eco y respuesta al dolor ajeno en tu comportamiento. Que te importen las lágrimas que nadie consuela.
· Sé tolerante: no insultes, no desprecies, no ridiculices, no inventes bulos. Trata de hacer con todos una convivencia grata. Siembra buen humor en tu entorno. Siembra alegría.
· Sé espiritual: cultiva tu interioridad, ama la belleza sencilla, aprende a disfrutar con poco. Reza con confianza. Ten algún rato de silencio. No estés todo el día colgado del teléfono. Lee.
Este testimonio podemos darlo cualquiera de nosotros en nuestra vida diaria. No se trata de hacer cosas notables, sino de tener un corazón lleno de humanidad. Cuando al final del día puedas responder positivamente a esta pregunta ¿he sido hoy humano?, habrás dado testimonio de la misma verdad de Jesús. Si los planteamientos humanos han quedado lejos, tienes que reiniciar el trabajo.
Fidel Aizpurúa Donazar
CANTO
Por la Eternidad Maxi Larghi
A Cristo, el Soberano Rey – ft. Verónica Sanfilippo
Majo Solís ft. Horizonte – Rey de Mi Corazón (Bueno es Dios)
VIDEO
¿AL SERVICIO DE QUÉ CAUSA, VIVES TU VIDA?