CITA
Confiar es compartir
“Mejor es necesitar menos, que tener más”
Sólo se gana lo que se da; lo que se guarda se pierde.
Por dar limosna, no se venda la bolsa
«Hay mayor felicidad en dar que en recibir»
Hech 20, 35
«Quien ama el dinero nunca se sacia;
quien ama la abundancia no le saca provecho.»
Eclesiastés 5,9
«Quien da limosna ofrece sacrificios de alabanza.»
Eclesiástico 35, 2
“No se fija en las apariencias ni en la buena estatura. Porque Dios no ve como los hombres, que ven la apariencia.
El Señor ve el corazón”.
Samuel 16,7
“…a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos despide vacíos”.
Lucas 2, 48.53
«El que se pone a la búsqueda de Dios
y vende todo lo que posee
salvo el último dinero
es sin duda un loco.
Es precisamente con el último dinero
con el que se puede ver a Dios!»
Proverbio chino
«Dar todo para tenerlo TODO»
San Son
«Compartir lo que tienes para vivir, da sentido a tu existir»
San Son
Marco Tulio Cicerón «Estar contentos con lo que poseemos es la más segura y mejor de las riquezas.» –
Seneca «Compra solo lo necesario, no lo conveniente. Lo innecesario, aunque cueste solo un céntimo, es caro.» –
«El pobre carece de muchas cosas; pero el avaro, carece de todo. «
San Paulino de Nola: no seamos avaros de nuestros bienes como si nos perteneciesen, sino negociemos con ellos como con un préstamo. (Carta 34,2-4: CSEL 29, 305-306.).
S. Ambrosio: Dios no se fija tanto en lo que damos, cuanto en lo que reservamos para nosotros.
San Juan Crisóstomo Pues tú también, según tus fuerzas, cierra las puertas al hacer limosna y sólo la conozca el que la recibe, y, si fuere posible, ni ése. Mas si las abres de par en par, profanas tu misterio…apartémonos de la vanagloria y sólo amemos la gloria de Dios. Homilía 71.
Huyamos la vanagloria para alcanzar la verdadera gloria. (Homilía 71.).
«Poderosas las lágrimas de la viuda; porque pueden abrir el mismo cielo».
Que el temor a la pobreza que pueda sobrevenir, no impida a la voluntad ser generosa en la limosna. (en Catena Aurea, vol. 1P 384).
San Gregorio De Nisa, Sed moderados en el uso de los bienes de esta vida. No os pertenece todo; al menos una parte de estos bienes debe quedar para los pobres, que son amados especialmente por Dios [. . . ]. Usad, pues, de los bienes de la tierra, pero no abuséis de ellos (Sermón I sobre el amor a los pobres).
S. Agustín, “si extiendes la mano para dar, pero no tienes misericordia en el corazón, no has hecho nada. Pero si tienes misericordia en el corazón, aunque no tuvieres nada que dar con tu mano, Dios acepta tu limosna”
El Señor no se fija en que las riquezas sean o no grandes, sino en la piedad de la voluntad. (Sermón 105, A,1).
(La concupiscencia es) el apetito del alma por el que preferimos bienes temporales a los bienes eternos (Sobre la mentira,71).
El oro y la plata son un bien, no porque te hagan bueno, sino porque con ellos puedes obrar el bien (en Catena Aurea, vol. 1P 432).
san León Magno, “Ningún acto de bondad carece de sentido ante Dios, ningún acto de misericordia permanece sin fruto (Sermo de jejunio dec. mens., 90, 3).
San Bernardo: «Avaricia es vivir en la pobreza por miedo a la pobreza.»
Santa Teresa: “aun en esta vida los paga Su Majestad por unas vías que sólo quien goza de ello lo entiende” Vida, 4, 2.
¡Qué caros y tardíos somos de darnos del todo a Dios! (Vida 11,1).
San Francisco de Sales: [. . . 1. nada hace prosperar tanto los bienes temporales como la limosna [. . . ]. (Introd. a la vida devota, III,15).
San José Benito Cottolengo: “Nunca contéis las monedas que dais, porque yo digo siempre: si cuando damos limosna la mano izquierda no tiene que saber lo que hace la derecha, tampoco la derecha tiene que saberlo” (Detti e pensieri, Edilibri, n. 201).
San Juan Maria Vianney “Jamás será pobre una casa caritativa”. Sermón sobre la limosna.
El hombre de corazón duro es avaro e insensible a las miserias del prójimo; hallará mil excusas para no tener que dar limosna. (Sermón sobre la limosna).
Don Bosco Quiero morir de tal forma que se diga: Don ha muerto sin una moneda en el bolsillo.
San J. Escriva de Balaguer, Dale tú lo que puedas dar: no está el mérito en lo poco o en lo mucho, sino en la voluntad con que lo des (Camino, n. 829).
mucho, sino en la voluntad con que lo des» (Camino, n. 829).
Santa Teresa de Calcuta Debéis dar lo que os cueste alguna cosa. No basta con dar solamente eso de lo que podéis prescindir, sino también de aquello de lo que no podéis ni queréis prescindir, aquellas cosas a las cuales estáis atadas. Entonces vuestro don llegará a ser un sacrificio precioso a los ojos de Dios… A eso yo le llamo el amor en acto. Obras: Un Camino muy simple
«Si das lo que no necesitas, eso no es dar».
Concilio Vaticano II: El Sacro Concilio urge a todos, particulares y autoridades, a que, acordándose de la frase de los Padres: «AIimenta al que muere de hambre, porque, si no lo alimentas, lo matas» según las propias posibilidades, comuniquen y ofrezcan realmente sus bienes, ayudando en primer lugar a los pobres, tanto individuos como pueblos, a que puedan ayudarse por sí mismos (Gandium et spcs,69).
Todos los bienes de la tierra deben ordenarse en función del hombre, centro y cima de todos ellos (Const. Caudium et spes,12).
«Todos los cristianos… han de intentar orientar rectamente sus deseos para que el uso de las cosas de este mundo y el apego a las riquezas no les impidan, en contra del espíritu de pobreza evangélica, buscar el amor perfecto» (LG 42).
Catecismo, 2544: Jesús exhorta a sus discípulos a preferirle a Él respecto a todo y a todos y les propone «renunciar a todos sus bienes» (Lc 14, 33) por Él y por el Evangelio. Poco antes de su pasión les mostró como ejemplo la pobre viuda de Jerusalén que, de su indigencia, dio todo lo que tenía para vivir. El precepto del desprendimiento de las riquezas es obligatorio para entrar en el Reino de los Cielos.
2546: «Bienaventurados los pobres en el espíritu» (Mt 5, 3). Las bienaventuranzas revelan un orden de felicidad y de gracia, de belleza y de paz. Jesús celebra la alegría de los pobres, a quienes pertenece ya el Reino (Lc 6, 20):
El Verbo llama «pobreza en el Espíritu» a la humildad voluntaria de un espíritu humano y su renuncia; el apóstol nos da como ejemplo la pobreza de Dios cuando dice: «Se hizo pobre por nosotros» (2 Cor 8, 9) (S. Gregorio de Nisa).
2547: El Señor se lamenta de los ricos porque encuentran su consuelo en la abundancia de bienes. «El orgulloso busca el poder terreno, mientras el pobre en espíritu busca el Reino de los Cielos» (San Agustín). El abandono en la providencia del Padre del Cielo libera de la inquietud por el mañana (ver Mt 6, 25-34). La confianza en Dios dispone a la bienaventuranza de los pobres: ellos verán a Dios.
San Juan Pablo II “Nuestra humilde entrega –insignificante en sí, como el aceite de la viuda de Sarepta o el óbolo de la pobre viuda– se hace aceptable a los ojos de Dios por su unión a la oblación de Jesús” Homilía en Barcelona, 7-XI-1982.
Benedicto XVI Nadie es tan pobre que no pueda dar algo. (11 de November de 2012).
Papa Francisco, –No es cosa de billetera, sino de corazón… Amar a Dios «con todo el corazón» significa confiar en Él, en su providencia, y servirlo en los hermanos más pobres, sin esperar nada a cambio. Ángelus 2015
Gonzalo Torrente Ballester «Cuando hay dinero por medio es muy difícil la libertad.» –
Jalil Gibrán “Generosidad no es que me des aquello de lo que tengo más necesidad que tú, sino que me des aquello que tú necesitas más que yo” (Aire y Espuma).
Maimónides, “Debemos observar las leyes de la caridad con más cuidado que incluso todos los demás mandamientos”.
“Nunca hemos visto ni oído que una comunidad judía no cuente con una fundación para la caridad”.
“Nunca nadie se ha hecho pobre haciendo caridad. Ningún daño, ningún mal puede producir la caridad”.
J. A. Pagola «No nos equivoquemos. Estas personas sencillas, pero de corazón grande y generoso, que saben amar sin reservas, son lo mejor que tenemos en la Iglesia. Ellas son las que mantienen vivo el Espíritu de Jesús en medio de otras actitudes religiosas falsas e interesadas, las que creen de verdad en Dios, las que hacen el mundo más humano. De estas personas tenemos que aprender a seguir a Jesús. Son las que más se le parecen» ().
Si aprendemos a mirar el mundo con los ojos de Dios, comprenderemos que los gestos más sencillos son los que mantienen viva la fe de la Iglesia.
Chevrot, “Lo que hayáis hecho por Él, el Padre os lo devolverá”. (En lo secreto”, Patmos, p. 28-29)
José Luis Sicre La viuda es un símbolo magnífico de tantas personas de hoy día que no tienen relación con Jesús, pero se preocupan por la gente necesitada e intentan ayudarlas, sin considerarse ni ser cristianos. Y la preocupación de la viuda no es de boquilla, entrega todo lo que tiene.
Enrique Martínez Lozano La psicología profunda nos enseña que “todos tenemos de todo” porque, más allá de la imagen que mostramos y en la que nos reconocemos, hay otra parte equivalente -la sombra- donde se albergan aspectos ocultos de signo contrario. La sombra no es mala. De hecho, en cuanto somos capaces de reconocerla y de abrazarla, la sombra nos humaniza, regalándonos, a partes iguales, humildad y compasión.
Boff Efecto Mariposa: “el aleteo de las alas de una mariposa en Brasil puede provocar modificaciones atmosféricas hasta culminar en una tempestad en Nueva York. El presupuesto teórico es que todas las cosas están inter-ligadas y van asumiendo elementos nuevos, creando complejidades en el curso de su evolución” ().
Ph. Bosmans «El estado no puede visitar a los enfermos. Las estructuras no pueden ir a pasear con un inválido. ¡Tú sí!» ().
CONTO
CIELO E INFIERNO EN UN PLATO DE ARROZ
Cierto día, un gran sabio religioso le pidió a Dios que le permitiera ver como era el Cielo y el Infierno para compartir su experiencia con los demás hombres.
El sabio de inmediato se sumergió en sueños y mediante el poder de Dios su alma viajó a los diferentes destinos.
Dios decidió mostrarle primero el infierno. Era una gran mansión, cuya única habitación era un largo e infinito comedor. El comedor era tan amplio como una autopista y al frente de cada comensal estaban servidos los mejores y más variados platillos y manjares existentes. El sabio observó detenidamente sus caras y notó que estaban enfermos, y que tenían hambre ya que sus cubiertos eran tan largos como remos, y por más que intentaran estirar sus brazos no alcanzaban a alimentarse.
El sabio simplemente observó detenidamente y en silencio. Imaginaba que el cielo sería totalmente diferente.
Después de observar unos segundos más, Dios decidió mostrarle al sabio el Cielo. El sabio comenzó a mover sus manos mientras ascendía en ese lento trance.
Cuál sería el asombro de ver la misma mansión, y entrar en ella. La única habitación era un gran comedor con las mismas dimensiones y características del infierno. Estaba servida con los mismos platillos ostentosos… Sabía que algo diferente tenía que ocurrir.
Observó que los comensales, a pesar de tener cucharas tan largas como remos se veían saludables, llenos de vigor y felices.. Él sabio se preguntó a sí mismo: ¿Pero cómo están tan felices si ellos por si mismos no pueden aliment….. ?…Ahhhh, es eso. Y observó que cada comensal alimentaba al que estaba en frente
Tomado de Alejandro Illescas, Los cuentos de mis homilías
¿CUÁNTO CUESTA UN MILAGRO?
Micaela, una niña de ocho años oyó a sus padres decir que su hermanito Andrés estaba muy enfermo y que ellos no tenían el dinero necesario para pagar la operación que podría salvar su vida. «Sólo un milagro puede salvarlo», les oyó decir.
Micaela, fue a su habitación y sacó de un frasco todos sus ahorros. Vació el contenido y con todas las monedas que tenía fue a la farmacia. Esperó con paciencia al farmacéutico que estaba muy ocupado hablando con otro hombre.
Por fin, molesto, le preguntó. – ¿Qué necesitas? – Estoy conversando con mi hermano que vino de Chicago y al que no he visto en mucho tiempo – añadió, sin esperar que la niña respondiera su pregunta.
– Es por mi hermano, dijo la niña – está muy enfermo y quiero comprarle un milagro.- ¿Cómo? – preguntó el boticario.- Se llama Andrés y tiene algo muy malo que le está creciendo dentro de la cabeza. Dice mi papá que sólo un milagro le puede salvar. ¿Cuánto cuesta un milagro?
– Aquí no vendemos milagros, lo siento, pero no puedo ayudarte – contestó éste, con un nudo en la garganta.
– Mire, tengo dinero para pagarlo. Si no es suficiente, conseguiré lo que falte. Dígame cuánto cuesta.
El hermano del farmacéutico era un hombre muy elegante. Se inclinó, y preguntó a la niña:- ¿Qué clase de milagro necesita tu hermano?- No sé, respondió Micaela, mientras sus ojos se llenaban de lágrimas. Lo que sé, es que está muy enfermo y dice mamá que necesita una operación, pero como mi papá no puede pagarla, quiero hacerlo yo con mi dinero.
– ¿Cuánto tienes? – preguntó el señor que venía de Chicago.- Un dólar y once centavos – respondió Micaela con voz apenas audible. Es todo lo que tengo, pero si hace falta, puedo conseguir más.
– ¡Qué casualidad! – dijo sonriendo, un dólar y once centavos es justo lo que cuesta un milagro para tu hermanito. Seguidamente, el hombre recogió el dinero en una mano y con la otra tomó la mano de la niña y le dijo:- Llévame a tu casa. Quiero ver a tu hermano y conocer a tus padres, para ver si tengo la clase de milagro que necesitas.
Aquel hombre bien vestido era el Dr. Armstrong, especialista en neurocirugía, quien realizó la delicada operación. Al poco tiempo, Andrés se había restablecido totalmente.
La madre emocionada comentó: Esta operación fue un milagro. ¿Cuánto habrá costado? Micaela sonrió. Sabía exactamente cuánto costaba un milagro: un dólar y once centavos…
Cuando Jesús les dijo a sus apóstoles que deberíamos ser como niños, se refería a la FE que debemos tener para alcanzar las metas inalcanzables.
“Micaela es un gran ejemplo, ella salió de su casa convencida de conseguir el milagro para su hermano, sólo porque en su Fe e inocencia estaba el verdadero amor de Dios”
Tomado de las homilías de D. Juan Figueiras
LA FUERZA DE LA POBREZA
«¿Quién de vosotros asumirá la responsabilidad de alimentar a los hambrientos», preguntó Buda a sus discípulos cuando el hambre asolaba Shrvasti.
Ratnakar, el banquero, movió la cabeza diciendo:
– «Todas mis riquezas no bastarían para dar de comer a los hambrientos».
Jayasen, el general del Ejército real, respondió:
– «Estaría dispuesto a dar mi propia sangre, pero no tengo comida suficiente en mi casa».
Dharmapal, que poseía muchas hectáreas de tierra, dijo con un suspiro:
– «El demonio de la sequía ha absorvido la humedad de mis campos. No sé cómo pagar los impuestos».
Se levantó entonces Snpriya, la hija del mendigo, hizo una reverencia a todos y dijo humildemente:
– «Seré yo quien dé de comer a los hambrientos».
– «¿Cómo?», gritaron todos sorprendidos. «¿Qué esperanzas puedes tener tú de cumplir esa promesa?..»
– «Soy la más pobre de todos vosotros. Esta es precisamente mi fuerza. Tengo mi arcón y mi despensa en cada una de vuestras casas
R.Tagore
Tomado de Motivaciones
ANÉCDOTA
“GAZOFILACIO” (o lugar en el templo donde se guardaba el dinero de las limosnas)
CÁMARA DEL TESORO
Dentro del recinto del templo, en el llamado atrio de las mujeres, se encontraba una sala -la cámara del tesoro- en la que había trece cepillos en forma de trompeta. Los recipientes servían para recoger las ofrendas con distintos fines, incluso para las ofrendas libres sin ninguna finalidad concreta. Los visitantes del templo no depositaban ellos mismos el dinero en los cepillos, como ocurre entre nosotros, sino que lo entregaban al sacerdote encargado, el cual lo depositaba en el arca correspondiente, según el deseo del donante. Esto explica cómo Jesús pudo advertir la ofrenda de la viuda. Ella indicó la cantidad y su destino al sacerdote y Jesús pudo oírlo. Por los detalles ella aportaba su modestísima cantidad como ofrenda libre sin objetivo concreto, para lo que estaba previsto el cepillo decimotercero. Con el dinero allí recogido se ofrecían los holocaustos; la mujer no quería, pues, sino hacer una obra en honor de Dios. Las ofrendas para ayuda de los pobres se depositaban en otro lugar o se recogían en un bote.
R. Schnackenburg: El Evangelio según San Marcos. El Nuevo Testamento y su Mensaje, Herder, Barcelona (1980).
LIMOSNA,
Palabra griega, significa etimológicamente compasión y misericordia. Circunstancias diversas e influjos de una mentalidad restrictiva han alterado y profanado en cierto modo su primigenio significado, reduciéndolo tal vez a un acto sin espíritu y sin amor.
Tomado de San Juan Pablo II, (28-03-1979)
LIMOSNA
El hebreo no tiene término especial para designar la limosna. Nuestra palabra española viene del griego eleemosyne, que en los LXX designa ora la *misericordia de Dios (Sal 24,5; Is 59,16), ora (raras veces) la respuesta leal del hombre a Dios (Dt 6,25), ora, finalmente, la misericordia del hombre con sus semejantes (Gén 47,29). Esta última sólo es auténtica si se traduce en actos, entre los cuales tiene un puesto importante el apoyo material de los que se hallan en la necesidad. La palabra griega acabará por limitarse a este sentido preciso de «limosna», en el NT y ya en los libros tardíos del AT: Dan, Tob, Eclo. Sin embargo, estos tres libros conocen todavía la eleemosyne de Dios para con el hombre (Dan 9,16; Tob 3,2; Eclo 16,14; 17,29): para toda la Biblia la limosna, gesto de bondad del hombre para con su hermano, es ante todo una imitación de los gestos de Dios, que fue el primero en dar muestras de bondad para con el hombre.
Xavier Léon-Dufour
En África, una de las partes más festivas de la eucaristía es el largo tiempo dedicado a la ofrenda, la colecta. La gente baila por los pasillos durante el ofertorio. No dan mucho pero lo que dan, lo dan con mucha alegría. Piensan, qué privilegio devolverle a Dios.
LOS ESCRIBAS
Eran especialistas en cuestiones religiosas, dedicados desde niños al estudio de la Torá. Tenían gran autoridad y gozaban de enorme respeto entre los judíos. Pero Jesús no se fija en su ciencia, sino en su apariencia externa y sus pretensiones. La descripción que ofrece de ellos no puede ser más irónica, incluso cruel. Forma de vestir (amplios ropajes), presunción (les gustan las reverencias en la calle), vanidad (buscan los primeros puestos en la sinagoga y en los banquetes), codicia (devoran los bienes de las viudas), hipocresía (con pretexto de largos rezos). Todo esto es completamente contrario al estilo de vida de Jesús y a lo que él desea de sus discípulos. Por eso los amonesta severamente: «¡Cuidado con los escribas!».
No es preciso añadir que los discípulos le hicieron poco caso a Jesús y terminaron vistiendo como los escribas, exigiendo reverencias y besos de anillo, ocupando primeros puestos, y devorando bienes de viudas, viudos y casados. Por desgracia, de este evangelio no se puede decir: «Cualquier parecido con la realidad actual es pura coincidencia», aunque debemos reconocer que la situación ha mejorado bastante.
Tomado de J.L. Sicre
ELÍAS,
cuyo nombre significa “mi Dios y el Señor”, lo que, por sí solo, constituye un programa de vida, actúa en el Reino del Norte (Israel) durante el siglo IX a. C., en un tiempo en el que la fe yahvista es puesta en cuestión por la preponderancia que los dioses extranjeros (especialmente Baal) asumen en la cultura religiosa de Israel. Probablemente, estamos ante un intento de abrir Israel a otras culturas, a fin de facilitar el intercambio cultural y comercial. Pero esas razones políticas y económicas no son entendidas ni aceptadas por los círculos religiosos de Israel. El ministerio profético de Elías se desarrolla sobre todo durante el reinado de Acab (873-853 a. C.), aunque su voz ya se había hecho oír en el reinado de Ocozías (853-852 a.C.). Elías es el gran defensor de la fidelidad a Yahvé. Él aparece como el representante de los israelitas fieles que rechazan la coexistencia de Yahvé y de Baal en el horizonte de la fe de Israel. En un episodio dramático, el mismo profeta llegó a desafiar a los profetas de Baal a un duelo religioso que terminó con una masacre de cuatrocientos profetas de Baal en el monte Carmelo (Cf. 1 Re 18). Ese episodio es, ciertamente una presentación teológica de esa lucha sin tregua entre los fieles a Yahvé y los que abren el corazón a influencias culturales y religiosas de otros pueblos.
Tomado de Dehonianos
DOS “LEPTÁ”.
Si queremos hacernos una idea del valor aproximado de su ofrenda, dieciséis leptá equivalían a un denario, que es lo que recibía un obrero por un día de trabajo (ver Mt 20,2). Su ofrenda equivale, pues, a la octava parte de un jornal.
Tomado de Alforjas de pastoral
UNA LIMOSNA Y UN CONSEJO
Una vez, en Sitges, le pidió a Santiago Rusiñol limosna un pobre que exhibía la nariz roja de los borrachos empedernidos.
Le dio una peseta y un consejo:
“Toma, y ahora no te la malgastes en pan”.
Tomado de Motivaciones
SITUACIÓN FINANCIERA
En tiempos de Jesús la riqueza estaba formada por posesiones materiales: campos, almacenes de trigo, vino y aceite… y rebaños. En la ciudad de Séphoris, a escasos cuatro kilómetros de Nazareth, habitaban ricos terratenientes y la nobleza que rodeaba al rey Herodes Antipas, hijo de Herodes el Grande. Estas personas acumulaban grandes riquezas y explotaban a los campesinos, que malvivían pagando excesivos impuestos. Se calcula que Herodes el Grande tenía una fortuna estimada en 900 talentos de oro. Al cambio unos 1.700 millones de euros, aunque es muy difícil traducir cantidades. Excepcionalmente había familias que llegaban a acumular dinero en monedas de plata y oro. Quien poseía un tesoro de monedas solía depositarlo en ánforas que enterraban en el campo, practicando un hoyo en lugar secreto. Quienes disponían de muchísimo dinero lo invertían en el «Tesoro del Templo», que en aquellos tiempos era una de las «entidades financieras» más prósperas de Oriente Medio. Esta especie de «banco» ya abonaba intereses por las cantidades depositadas y cobraba comisiones. Frente a todo ello, Jesús alaba a viuda que ha echado: 2 letón (leptón: moneda griega de menor valor. Está hecha de cobre y tenía un valor equivalente a unos 10 céntimos de euro.).
Tomado de Tiempo interior
HOMBRE PRÓDIGO
En su Ética a Nicómaco, Aristóteles define el hombre pródigo como aquel que se arruina por su gusto, de forma que la prodigalidad viene a ser una especie de destrucción de sí mismo, dado que sólo se vive con lo que se tiene.
+ César Franco
Tomado de Mercaba
EN ESPAÑA HAY CUATRO VECES MÁS VIUDAS QUE VIUDOS
Una persona viuda es aquélla que ha perdido a su cónyuge por haber fallecido y no ha vuelto a casarse. Y normalmente son más las mujeres las que quedan viudas (en España hay cuatro veces más viudas que viudos).
ACG
Tomado de Alforjas de pastoral
«ANAWIN»:
En hebreo esta palabra quiera decir los «pobres de Yahvéh», los que esperan todo de Dios y sólo en Él, aún poniendo todo lo posible de su parte.
Es también llamado el «resto fiel», o el «pequeño resto», que iba a recibir al Mesías Salvador.
Tomado de Catholic.net
CHISTE
¿QUÉ DARÍAS?
Un pastor le pregunta a uno de sus miembros en un estudio bíblico, ‘Hermano García, si usted tuviera cinco gallinas, las daría para la obra del Señor?’ Contesta García, ‘AMÉN.’ Le dice el pastor, ‘Hermano García, y si tuviera dos caballos, los daría para la obra del Señor?’ A lo que contesta García, ‘AMÉN.’ Por último, le pregunta el pastor, ‘Hermano García, si tuviera una vaca, ¿la daría para la obra del Señor?’ A lo que contesta el hermano García, ‘¡NOOOOOOO! Eso es lo único que tengo.’ (Los cristianos en ocasiones estamos dispuestos a dar de lo que no tenemos, pero de lo que tenemos no queremos dar nada para la obra de Dios.)
POEMA
Para venir a poseerlo todo
no quieras poseer algo en nada.
Para venir a serlo todo
no quieras ser algo en nada.
San Juan de la Cruz, Monte de perfección
ORACIÓN
OFRENDA DE AMOR
Yo me ofrezco Señor como victima
de holocausto a tu amor misericordioso.
Yo recibo, Señor de tu infinito amor,
la posesión eterna de Ti mismo.
Consúmeme sin cesar, y haz mi alma desbordar
de tu ternura infinita.
Cada latido Señor,
desde mi corazón,
sea un renovar de esta ofrenda.
Hasta la eternidad!
Santa Teresita del Niño Jesús.
PADRE, ME PONGO EN TUS MANOS
Padre, me pongo en tus manos,
haz de mí lo que quieras,
sea lo que sea, te doy las gracias.
Estoy dispuesto a todo,
lo acepto todo,
con tal de que tu voluntad se cumpla en mí,
y en todas tus criaturas.
No deseo nada más, Padre.
Te confío mi alma,
te la doy con todo el amor
de que soy capaz,
porque te amo.
Y necesito darme,
ponerme en tus manos sin medida,
con una infinita confianza,
porque Tú eres mi Padre.
Charles de Foucauld
MEDITACIÓN
EL TESORO DE LOS POBRES
Pero llegó una viuda pobre y echó unos céntimos
No es oro todo aquello
que a nuestros ojos luce-brilla;
debajo de brillos de oro
se esconde mucho pobre.
Debajo de grandes trajes
existen pequeñas personas;
que no te engañe la presencia
ni las palabras te cautiven.
Aprende a mirar hondamente
que en los frascos pequeños
están las buenas esencias,
y en vidas que nada se vanaglorian
se encuentra mucha ciencia;
y, si no, mira para nosotros,
mira para la gente trabajadora
(ama de casa, etc….):
¡Cuantas riquezas preciosas
en su humilde presencia!
El trabajo, la acogida,
gratuidad a manos llenas,
y el humor irónico,
la fuerza de la resistencia.
Ajustes de privacidad
Que no te roben los ricos
-hechos a tanto robar-
la conciencia de llevar
un importante tesoro.
El rico te dará siempre
de aquello que le sobra:
cosas sin corazón;
el pobre, puesto que es pobre,
en cada cosa que da
algo de vida pone.
Manolo Regal; Un caxato pa o camiño; pp 221-222
CANTO
Nada te turbe / Taizé –
https://youtu.be/gbJYxb5ovzU Eric Costa + Coro
Johan y Sofi – Si Te Tengo A Ti Lo Tengo Todo