CITA
«Haz esto y tendrás la VIDA».
Lc 10, 27-28.
Amor con amor se paga
« ¡Escucha: AMA!»
S.Son
« ¡Ámame/ámate/ámale!»
S.Son
Cicerón, «Legum servi sumus, ut liberi esse possimus», es decir, «Somos siervos de las leyes, para poder ser libres» (De legibus, II, 13).
Filón de Alejandría: «Existen, por decirlo así, dos doctrinas fundamentales, a las que se subordinan las innumerables doctrinas y leyes particulares: en lo que a Dios se refiere, el mandamiento de la adoración divina y de la piedad; por lo que hace al hombre, el mandamiento del amor al prójimo y de la justicia» (Sobre los distintos mandamientos II, § 63).
Didajé: “Dos caminos hay, uno de la vida y otro de la muerte. La diferencia entre ambos es enorme. La ruta de la vida es así: Amarás ante todo a Dios tu Creador y luego a tu prójimo como a ti mismo; todo cuanto no quieres que se haga a ti, no lo hagas a otro. El contenido de estas palabras significa: bendecid a los que os maldicen, orad por vuestros enemigos, ayunad por los que os persiguen. ¿Qué hay en efecto de sorprendente si amáis a los que os aman? ¿No hacen otro tanto los gentiles? Pero vosotros amad a quienes os aborrecen y a nadie tendréis por enemigo. Absteneos de apetitos corpóreos. Si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, vuelve hacia él la otra y serás perfecto. Si alguien te contratare para una milla, acompáñalo por dos; si alguien te quitare la capa dale también la túnica… A todo aquel que te pidiere, dale, y no lo recrimines para que te lo devuelva, porque el Padre quiere que todos participen de sus dones”.
San Clemente de Roma «Seamos una porción santa; practiquemos todo lo que exige la santidad» ()
San Ignacio: considera a Cristo en nuestros prójimos; considéralos como a superiores, cédeles el paso.
San Policarpo, Quien posee la caridad esta muy lejos de todo pecado (Carta a los Filipenses,3,1).
San Juan Crisóstomo Nada puede hacerte tan imitador de Cristo como la preocupación por los demás. Aunque ayunes, aunque duermas en el suelo, aunque por así decir te mates, si no te preocupas del prójimo poca cosa hiciste, aun distas mucho de Su imagen (Hom. sobre la la Epistola a los Corintios).
S. Agustín, «El amor de Dios es lo primero que se manda, y el amor del prójimo lo primero que se debe practicar. (…) Tú, que todavía no ves a Dios, amando al prójimo te harás merecedor de verle a Él. El amor del prójimo limpia los ojos para ver a Dios, como dice claramente Juan: Si no amas al prójimo, a quien ves, ¿cómo vas a amar a Dios, a quien no ves? (cfr 1 Jn 4,20)» (In Ioannis Evangelium 17,8).
Amamos a Dios y al prójimo con la misma caridad. Pero debemos amar a Dios por si mismo, y al prójimo por Dios (en Catena Aurea, vol III, p. 92).
Ama y haz lo que quieras.
Nihil tam durum quod non amoris igne vincatur; Ninguna cosa hay tan dura, que no la ablande el amor constante, (Lib. de Mor. Eccl. c. 22).
El que reúne todas las demás virtudes y no tiene caridad es como el que transporta el polvo contra el viento (Sermón sobre la humildad y temor de Dios).
(Hemos de amar a todos), no porque son hermanos, sino para que lo sean; para andar siempre con amor fraterno: hacia el que ya es hermano, y hacia el enemigo para que venga a ser hermano (Coment. I Epistola S. Juan,10,7).
Ningún pecador, en cuanto tal, es digno de amor; pero todo hombre, en cuanto tal, es amable por Dios (Sobre la doctrina cristiana,1,1,27).
Si quieres amar a Cristo, extiende tu caridad a toda la tierra, porque los miembros de Cristo estan por todo el mundo (Coment. I Epist. S. Juan,10, S).
Cuanto más ames más subirás (Coment. sobre el Salmo 83).
La morada de la caridad es la humildad (Sobre la virginidad,51).
¿Cuándo vamos a poder poseer semejante caridad? No desesperes tan pronto: quizás ha nacido ya, pero no ha alcanzado aun su perfección; aliméntala, no sea que se ahogue (Coment. a la I Epistola de Juan,5,12).
Cuanto más amo, me siento todavía más deudor (Epístola 192).
San Pedro Crisólogo, La fuerza del amor no mide las posibilidades. Ignora las fronteras. El amor no discierne, no reflexiona, no conoce razones. El amor no se resigna ante la imposibilidad, no se intimida ante ninguna dificultad (Sermón 147).
San Leon Magno, Practiquemos la caridad, sin la cual todas las demás virtudes pierden su brillo (Sermón 72 sobre la Ascensión del Señor).
Cesareo de Arlés Si tienes amor, posees a Dios, y si posees a Dios ¿qué te falta? ¿Qué posee el rico si le falta el amor? ¿Qué le falta al pobre si tiene amor? A lo mejor tú piensas que aquel que tiene sus arcas llenas de oro es rico… Te equivocas, porque el que es rico de verdad es aquel en quien Dios tiene su morada. Sermón: Es rico aquel en quien Dios habita nn. 22-25
San Gregorio Magno, Entra, pues, a las bodas sin el vestido nupcial quien cree en la Iglesia, pero no tiene caridad (en Catena Aurea, volt 111, p. 66).
San Bernardo: “En vuestras relaciones con el prójimo quitad los ojos del hombre exterior con su envoltura de barro y no paréis sino en el hombre interior, creado a imagen de Dios, rescatado con la sangre de Cristo, templo del Espíritu Santo, mansión de Cristo, destinado a la eterna bienaventuranza”.
Como él nos ama mucho, quiere también que le amemos mucho: Cúm amat Deus, non aliud vult quam amari; quippenon ad aliud amat, nisi ut ametur( Serm. 63 in Cant.).
El amor se basta, está a gusto consigo mismo, es su propio mérito y su propia recompensa. El amor no quiere otra causa, ni otro fruto que a sí mismo. Su verdadero fruto, es ser. Amo porque amo. Amo para amar…Sobre el Cantar de los Cantares: Amo porque amo. Amo para amar
De todos los movimientos del alma, de sus sentimientos y de sus afectos, el amor es el único que permite a la criatura responder a su Creador, si no de igual a igual, al menos de semejante a semejante (Sermón,83 sobre el Cantar de los Cantares).
San Francisco de Asís “Tenemos que amar mucho el amor del que nos ha amado mucho.”
“¡El amor no es amado; el amor no es amado”‘, “¡Mi Dios y mi todo’”
San Antonio de Padua «Extendemos el amor a Dios amando como Él ama.»
«Con todo tu corazón». ‘Todo’: no puedes guardarte ninguna parte de ti mismo para ti.
¿Quieres poseerlo todo? Dale lo que eres, y te dará lo que Él es. No tendrás nada tuyo; pero lo tendrás a él mismo todo entero siendo tú mismo entero también. Para el Domingo y Fiestas de los Santos: ¿Quieres ser totalmente? Ama totalmente
Santo Tomás de Aquino, El amor conduce a la felicidad. Solo a los que lo tienen se les promete la bienaventuranza eterna. Y sin el todo lo demás resulta insuficiente (Sobre la caridad,1. c. 204).
El amor produce en el hombre la perfecta alegría. En efecto, sólo disfruta de veras el que vive en caridad (Sobre la caridad,1. c. ,205).
La caridad no es sólo «la más noble de todas las virtudes» (excellentisima omnium virtutum), sino también «la forma de todas las virtudes, porque gracias a ella sus actos se ordenan al fin último y debido» (II-II, q. 23, aa. 6 y 8).
Es también característico del amor ir transformando al amante en el amado. (Sobre la caridad,1. c. ,202).
San Vicente Ferrer, Tu, por tanto, que deseas ser útil a las almas del prójimo, primero acude a Dios de todo corazón y pídele simplemente esto: que se digne infundir en ti aquella caridad que es el compendio de todas las virtudes, ya que ella te hera alcanzar lo que deseas (Trat. de la vida espirituai,13).
San Lorenzo Justiniani llama a la caridad madre de las virtudes, puesto que de ella nacen todas las otras. San Alfonso María de Ligorio Sermón 46: Del Amor de Dios.
Santa Catalina de Bolonia decía, que el amor es un lazo de oro, que tiene atadas las almas con Dios;
Tomás de Kempis: La obra exterior sin caridad no aprovecha; mas todo cuanto se hace con caridad, por poco y despreciable que sea, todo es fructuoso (Imitación de Cristo, I,15,1).
San Felipe Neri: ¿Cómo es posible que ame otro que a Dios el que cree en Dios?
Ignacio de Loyola, el amor se debe poner más en las obras que en las palabras.
San Juan de Ávila: «La razón, dice, que empuja mayormente nuestro corazón al amor de Dios, es el considerar profundamente el amor que Él tuvo por nosotros… Esto, además de los beneficios, mueve el corazón a amar; porque el que hace al otro un beneficio, le da algo que tiene; pero el que ama, se entrega a sí mismo con todo lo que tiene, sin que le quede algo más para dar» (Tratado del Amor de Dios n. 1).
Santa Teresa: No nos comunica Dios todo su amor, porque nosotros no damos a Dios todo nuestro afecto.
[. . . ] y crece la caridad con ser comunicada (Vida,7,8).
Amor saca amor (Vida,22,14).
“Mi Amado es para mí y soy para mi Amado”.
Fr. Luis de Granada, Estas seis cosas, entre otras muchas, se encierran en la palabra amor: amar, aconsejar, socorrer, sufrir, perdonar y edificar (Sobre las virtudes teologales,1. c. , p. 401).
San Juan de la Cruz “Al final de la vida seremos juzgados sobre el amor”;
Donde no hay amor, pon amor y sacarás amor (Carta a la M. M. a de la Encarnación, en Vida, BA C, Madrid 1950, p. 1322).
Santa María Magdalena de Pazis, considerando el amor que Dios tuvo a los hombres, se puso un día a tocar la campana, diciendo que quería llamar a todas la gentes de la tierra a amar a un Dios tan amante.
San Francisco de Sales, “el puro amor de Dios destierra y consume todo lo que no es de Dios”.
Esto hacía llorar a san Francisco de Sales, cuando decía: Necesitaríamos tener un amor infinito para amar a nuestro Dios; y empleamos el que tenemos en amar cosas vanas y despreciables.
«Avaros espirituales son los que no se sacian nunca de muchos ejercicios de piedad, para conseguir muy pronto la perfección, según dicen, como si la perfección consistiera en la multitud de cosas que hagamos y no en la perfección con que las llevemos a cabo (…). Dios no ha puesto la perfección en la multiplicidad de los actos que hemos de realizar para agradarle, sino en el modo de realizarlos: no otro que el de hacer lo poco que hagamos según nuestra vocación, es decir, en el amor, por el amor y para el amor». («Sermón del domingo 1º de Cuaresma»)
San Vicente de Paul decía, que el amor se mide por el deseo que tiene el alma de sufrir y de humillarse por agradar a Dios. Dése gusto a Dios, aunque muramos.
«El cristiano sin amor al prójimo no es un cristiano real sino pintado».
Santa Margarita María de Alacoque escuchó de labios de Jesús: Mi corazón que tanto ha amado a los hombres y que es tan poco correspondido.
Alfonso María de Ligorio Pero este corazón, Dios no lo quiere a medias; lo quiere entero, sin reserva, 6 para la Novena de Navidad.
San Juan Maria Vianney “Sí, nuestra única ocupación acá en la tierra es la de amar a Dios: es decir, comenzar a practicar lo que haremos durante toda la eternidad. ¿Porqué hemos de amar a Dios? Pues porque nuestra felicidad consiste, y no puede consistir en otra cosa, que en el amor de Dios. (“Sermones Escogidos” domingo XII después de Pentecostés)
Don Bosco «No basta amar», Los jóvenes tienen que darse cuenta que los amamos. «Procura hacerte amar»
Santa Teresita del Niño Jesús “Tu amor me estaba esperando desde la infancia, ha crecido conmigo y al presente es un abismo cuyas profundidades no puedo sondear. El amor llama al amor. Por eso, mi amor me lanza a ti y quisiera colmar al abismo que lo atrae.”
“Todas las grandes verdades de la fe producían en mi alma una felicidad que no era de esta tierra… vislumbraba ya lo que Dios tiene reservado para lo que lo aman (pero no con los ojos del cuerpo, sino con los del corazón). Y viendo que las recompensas eternas no guardan la menor proporción con los insignificantes sacrificios de la vida, quería amar, amar apasionadamente a Jesús y darle mil muestras de amor mientras pudiera…”
En la caridad descubrí el quicio de mi vocación (Manuscritos autobiograficos, Lisieux 1957,227).
«El amor siempre se aprovecha de todo, tanto del bien como del mal». (Sta. Teresita, citando a San Juan de la Cruz)
«Dios no necesita nuestras obras, pero tiene sed de nuestro amor»
Santa Faustina “El verdadero amor a Dios consiste en cumplir la voluntad de Dios. Para demostrar a Dios el amor en la práctica, es necesario que todas nuestras acciones, aún las más pequeñas, deriven del amor hacia Dios.”
“Cuando un alma ama sinceramente a Dios, no debe temer nada en su vida espiritual. Que se someta a la influencia de la gracia y que no ponga límites a la unión con el Señor.”
San J. Escriva de Balaguer, Con frecuencia, los cristianos no hemos sabido corresponder a ese don; a veces lo hemos rebajado, como si se limitase a una limosna, sin alma, fria; o lo hemos reducido a una conducta de beneficencia mas o menos formularla. Expresaba bien esta aberración la resignada queja de una enferma: a mi me tratan con caridad, pero mi madre me cuidaba con cariño. El amor que nace del Corazon de Cristo no puede dar lugar a esa clase de distinciones (Amigos de Dios,229).
El gran privilegio del hombre es poder amar, trascendiendo así lo efímero y lo transitorio. Puede amar a las otras criaturas, decir un tú y un yo llenos de sentido. Y puede amar a Dios, que nos abre las puertas del cielo [. . . ] (Es Cristo que pasa,48).
Este corazón nuestro ha nacido para amar. Y cuando no se le da un afecto puro y limpio y noble, se venga y se inunda de miseria. El verdadero amor de Diosóla limpieza de vida, por tantoóse halla igualmente lejos de la sensualidad que de la insensibilidad, de cualquier sentimentalismo como de la ausencia o dureza de corazón (Amigos de Dios,183).
Santa Teresa de Calcuta No se trata tanto de lo que hacemos como del amor con que lo hacemos, con que nos entregamos. Por esto, la gente que no sabe ni dar ni recibir amor son, aunque tengan muchas riquezas, las personas más pobres de los pobres. Algo bello para Dios: No hay mayor pobreza que no poder amar p,64.
Concilio Vaticano II: Nuestro Señor Jesucristo predico la santidad de vida, de la que El es Maestro y Modelo, a todos y cada uno de sus discípulos, de cualquier condición que fuesen. «Sed, pues, vosotros perfectos como vuestro Padre Celestial es perfecto» (Mt 5,48). Envió a todos el Espíritu Santo, que los moviera interiormente, para que amen a Dios con todo el corazón, con toda el alma, con toda la mente y con todas las fuerzas (Mc 12,30), y para que se amen unos a otros como Cristo nos amo (Jn 13,34 Jn 15,12). (L.G, nº. 40).
Esta caridad no hay que buscarla unicamente en los acontecimientos importantes, sino, ante todo, en la vida ordinaria (Gaudium et spes,38).
Dios es caridad, y el que permanece en la caridad permanece en Dios y Dios en el (I lo 4,16). Y Dios difunde su caridad en nuestros corazones por el Espíritu Santo, que se nos ha dado (cfr. Rm 5,5). Por consiguiente, el primero y mas imprescindible don es la caridad, con la que amamos a Dios sobre todas las cosas y al prójimo por El. Pero, a fin de que la caridad crezca en el alma como una buena semilla y fructifique, todo fiel debe escuchar de buena gana la palabra de Dios y poner por obra su voluntad con la ayuda de la gracia. Participar frecuentemente en los sacramemos, sobre todo en la Eucaristia, y en las funciones sagradas. Aplicarse asiduamente a la oración, a la abnegación de si mismo, al solicito servicio de los hermanos y al ejercicio de todas las virtudes. Pues la caridad, como vinculo de perfección y plenitud de la ley (cfr. Col 3,14 Rm 3,10), rige todos los medios de santificación, los informa y los conduce a su fin. De ahi que la caridad para con Dios y para con el prójimo sea el signo distintivo del verdadero discípulo de Cristo (Lumen gentium,42).
Catecismo, La caridad
2055: Cuando le hacen la pregunta: «¿cuál es el mandamiento mayor de la Ley?» (Mt 22, 36), Jesús responde: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el mayor y el primer mandamiento. El segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos penden toda la Ley y los Profetas» (Mt 22, 37-40). El Decálogo debe ser interpretado a la luz de este doble y único mandamiento de la caridad, plenitud de la Ley:
En efecto, lo de: No adulterarás, no matarás, no robarás, no codiciarás y todos los demás preceptos, se resumen en esta fórmula: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. La caridad no hace mal al prójimo. La caridad es, por tanto, la ley en su plenitud (Rom 13, 9-10).
2093: La fe en el amor de Dios encierra la llamada y la obligación de responder a la caridad divina mediante un amor sincero. El primer mandamiento nos ordena amar a Dios sobre todas las cosas y a las criaturas por El y a causa de El.
2094: Se puede pecar de diversas maneras contra el amor de Dios. La indiferencia descuida o rechaza la consideración de la caridad divina; desprecia su acción preveniente y niega su fuerza. La ingratitud omite o se niega a reconocer la caridad divina y devolverle amor por amor. La tibieza es una vacilación o negligencia en responder al amor divino; puede implicar la negación a entregarse al movimiento de la caridad. La acedía o pereza espiritual llega a rechazar el gozo que viene de Dios y a sentir horror por el bien divino. El odio a Dios tiene su origen en el orgullo; se opone al amor de Dios cuya bondad niega y lo maldice porque condena el pecado e inflige penas.
La Ley nueva, ley del amor:
1972: La Ley nueva es llamada ley de amor, porque hace obrar por el amor que infunde el Espíritu Santo más que por el temor; ley de gracia, porque confiere la fuerza de la gracia para obrar mediante la fe y los sacramentos; ley de libertad, porque nos libera de las observancias rituales y jurídicas de la Ley antigua, nos inclina a obrar espontáneamente bajo el impulso de la caridad y nos hace pasar de la condición del siervo «que ignora lo que hace su señor», a la de amigo de Cristo, «porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer» (Jn 15, 15), o también a la condición de hijo heredero.
Juan Pablo I–, comentando a San Francisco de Sales, escribía que “quien ama a Dios debe embarcarse en su nave, resuelto a seguir la ruta señalada por sus mandamientos, por las directrices de quien lo representa y por las situaciones y circunstancias de la vida que Él permite” A. Luciani, Ilustrísimos señores, pp 127-128.
San Juan Pablo II El amor de Dios no puede por menos de ser «total». Pero sólo Dios puede purificar el corazón humano del egoísmo y «liberarlo» para dotarlo de plena capacidad de amar. Jubileo de los políticos, domingo 5 de noviembre.
“El amor a Dios se adquiere en la fatiga espiritual”
«El amor vence siempre, como Cristo ha vencido. El amor ha vencido. Aunque en ocasiones, ante sucesos concretos pueda parecernos impotentes. Cristo parecía impotente en la cruz. Dios siempre puede más».
La experiencia histórica nos enseña cuán difícil es la realización concreta de este precepto. Y, sin embargo, es el centro de la ética cristiana, como un don que viene del Espíritu y que es necesario pedirle…el Espíritu Santo es el que nos hace caminar en el amor y nos hace capaces de superar todos los obstáculos hacia la caridad. Audiencia General (22-05-1991)
Sólo quien se interesa por el prójimo y sus necesidades muestra concretamente su amor a Jesús. Si se cierra o permanece indiferente al «otro», se cierra al Espíritu Santo, se olvida de Cristo y niega el amor universal del Padre. Audiencia General (20-10-1999)
Benedicto XVI Amor a Dios y amor al prójimo son inseparables, son un único mandamiento. Pero ambos viven del amor que viene de Dios, que nos ha amado primero. Así, pues, no se trata ya de un « mandamiento » externo que nos impone lo imposible, sino de una experiencia de amor nacida desde dentro, un amor que por su propia naturaleza ha de ser ulteriormente comunicado a otros. El amor crece a través del amor.
Puesto que es Dios quien nos ha amado primero (cf. 1Jn 4,10), ahora el amor ya no es sólo un « mandamiento », sino la respuesta al don del amor, con el cual viene a nuestro encuentro. Deus caritas est 1.
«Amor a Dios y amor al prójimo son inseparables, son un único mandamiento. Pero ambos viven del amor que viene de Dios, que nos ha amado primero».
La historia de amor entre Dios y el hombre consiste precisamente en que esta comunión de voluntad crece en la comunión del pensamiento y del sentimiento, de modo que nuestro querer y la voluntad de Dios coinciden cada vez más: la voluntad de Dios ya no es para mí algo extraño que los mandamientos me imponen desde fuera, sino que es mi propia voluntad, habiendo experimentado que Dios está más dentro de mí que lo más íntimo mío Deus Caritas Est nn.16-18.
Para dar amor a los hermanos, es necesario tomarlo del fuego de la caridad divina, mediante la oración, la escucha asidua de la Palabra de Dios y una vida centrada en la Eucaristía. A la soberana Orden de Malta, 09 de febrero de 2013
Si vivimos contra el amor y contra la verdad -contra Dios-, entonces nos destruimos recíprocamente y destruimos el mundo. (Benedicto XVI, Homilía 15.V.2005).
Si en mi vida falta completamente el contacto con Dios, podré ver siempre en el prójimo solamente al otro, sin conseguir reconocer en él la imagen divina. Por el contrario, si en mi vida omito del todo la atención al otro, queriendo ser sólo « piadoso » y cumplir con mis « deberes religiosos », se marchita también la relación con Dios. (Encíclica Deus Caritas est, nn 16-18)
«El amor al prójimo responde al mandato y al ejemplo de Cristo si se funda en un verdadero amor a Dios» ()
Papa Francisco, Al Señor le complace hacer la comparación de este camino con el amor nupcial. Y esta fidelidad nos impone expulsar los ídolos, descubrirlos, ocultos, en nuestra personalidad, en nuestro modo de vivir; y nos hacen infieles en el amor ().
No se puede amar a Dios sin amar al prójimo y no se puede amar al prójimo sin amar a Dios. ()
«El tiempo de Sínodo en el que estamos nos ofrece una oportunidad para ser Iglesia de la escucha, para tomarnos una pausa de nuestros ajetreos, para frenar nuestras ansias pastorales y detenernos a escuchar. Escuchar el Espíritu en la adoración y la oración… Escuchar a los hermanos acerca de las esperanzas y las crisis de la fe en las diversas partes del mundo, las urgencias de renovación de la vida pastoral y las señales que provienen de las realidades locales».
«Escucha también la melodía de Dios en tu vida, y no limitarte a abrir los oídos, sino abrir el corazón. Y es que, quien canta con el corazón abierto toca el misterio de Dios, incluso sin darse cuenta. Un misterio que es, en definitiva, el amor que despliega su maravilloso, pleno y único sonido en Jesucristo«.
Juan Ramón Jiménez «Cuando no hay amor, todo suena a hueco».
Kierkegaard, “El amor a Dios y el amor al prójimo son como dos puertas que se abren en forma simultánea: imposible abrir una sin abrir la otra, imposible cerrar una sin cerrar, al mismo tiempo, también la otra” (Diario, TI, p. 201).
Pascal “el corazón tiene sus razones que la razón [y el psicoanálisis] no conoce”
Bossuet “Seamos cristianos, es decir, amemos a nuestros hermanos”.
Fray Marcos, En Dios el AMOR se identifica con UNIDAD. El amor en Dios no es una relación entre dos seres, sino identificación absoluta de todos con Él.
Enrique Martínez Lozano El amor del que hablamos aquí no es un movimiento sensible ni un estado emocional. Es la percepción de que nuestra naturaleza esencial –el Fondo que compartimos con todo lo real- es bella y amorosa.
“Cuando comprendes lo que somos, amas lo que es y vives la unidad -el amor- con todo”.
Ruiz de Galarreta «Dios no necesita nada de nosotros, pero tiene hijos que sí nos necesitan».
«El que se acerca al fuego se va calentando».
Padre Arrupe No existe verdadero amor de Dios sin amor al prójimo, y no existe amor del prójimo sin justicia. Tampoco podemos hablar sinceramente de justicia, ni promoverla eficazmente, si la justicia no es una realidad encarnada en nuestras vidas… Veinte preguntas al Padre Arrupe «Vida Nueva», núm 894, pág. 24
J. Lligadas Los mandamientos de Dios son como la revelación de todo lo que él mismo ha puesto en nuestro interior, la revelación de lo que puede hacernos hombres de verdad, que puede llenarnos de la felicidad que anhelamos. Misa Dominical 1985, 21
Ch. Peguy: «El amor de los hombres a Dios y el amor de los hombres entre sí son los dos hijos mellizos del amor de Dios a los hombres».
Orhan Pamuk “Debemos entender que `el otro´ no existe; `el otro´ somos nosotros mismos.” (premio nóbel de literatura 2006)
AMOR A DIOS/AMOR DE DIOS
A la tarde te examinarán en el amor; aprende a amar como Dios quiere ser amado y deja tu condición. San Juan de la Cruz
Ama a Dios y ama a los otros, y el resto de cosas será consecuencia de este amor en plenitud. P. Rodolf Puigdollers i Noblom SchP
Ama a Jesús generosamente. Ámale confiadamente y sin mirar hacia atrás, sin temor. Entrégate totalmente a Jesús … Desea amarle mucho y amar el amor que no es amado. Beata Madre Teresa de Calcuta
Amar a Dios en los hermanos es amar a los hermanos en Dios. SS. Francisco
Amar a Dios es complacerle, y no vale la pena preocuparse por el resto, sabiendo que Dios tendrá cuidado de nosotros más de lo que se puede decir o imaginar. Padre Pío
Amar a Dios es servirle. Servirle en todo momento, en cualquier persona y en todo lugar. Gonga
Amar a Dios y servirle… Amor saca amor. Santa Teresa de Ávila
Amemos a Dios y adorémosle con corazón sencillo y espíritu puro, que eso busca él por encima de todo. San Francisco de Asís
Basta amar al Santo de los Santos, para llegar a ser santos. Santa Margarita María Alacoque
Belleza, todo encanto de la vida pasa… Queda solo eterno el amor, causa de toda obra buena, que nos sobrevive, que es esperanza y religión, porque el amor es Dios. San Giuseppe Moscati
Bienaventurado es, Señor, el que te ama a Ti, al amigo en Ti, y al enemigo por Ti… San Agustín de Hipona
¿Cómo es posible que alguien que ama a Dios pueda amar algo fuera de él?. San Felipe Neri
Danos, Señor, esa lucidez necesaria para que se agudice en nosotros el deseo de Ti (Noel Quesson)
De ahora en adelante sólo a ti te amo…, sólo a ti quiero estar unido…, es a ti a quien busco…, a quien quiero servir… Porque sólo tú eres mi Señor y yo quiero pertenecer solamente a ti… San Agustín de Hipona
Dejémonos transformar en Jesús por la fuerza de su amor y su compasión cfr. F, 57. San Francisco de Asís
Dios mío, te amo, pero… ¡enséñame a amar! San Josemaría Escrivá de Balaguer
«Dios no puede sino darnos su amor.» Hermano Roger, Taize
Dios no encuentra sitio en nosotros para derramar Su amor, porque estamos llenos de nosotros mismos. San Agustín de Hipona.
El alma que anda en amor, ni cansa, ni se cansa. San Juan de la Cruz
El alma que está enamorada de Dios es un alma gentil, humilde y paciente. San Juan de la Cruz
El amor al prójimo como a sí mismo es inseparable del amor a Dios, porque el prójimo es mi hermano al ser hijo del mismo Padre, que lo ama como a mí. No podemos no amar a quien Dios ama. P. Félix Castro Morales
El amor de Dios y el amor al prójimo son dos hojas de una puerta que sólo pueden abrirse y cerrarse juntas. Sören Kierkegaard
El amor sólo en Jesucristo se ha de poner y no en cosas perecederas y terrestres, y desear sólo que se haga en todo la voluntad de Dios. Santo Hermano Pedro de San José de Betancur
El camino del amor a Dios y a los demás, es la senda auténtica de la vida feliz. P. Llucià Pou Sabaté
El cristiano entra en la iglesia para amar a Dios y sale para amar al prójimo. Autor desconocido
La calificación primaria del misionero no es el amor por las almas, como nos dicen a menudo, sino el amor por Cristo. Vance Havner
El conseguir el perdón de Dios es la necesidad mas urgente de cada persona en la tierra. Norm Lewis
El que no ama, no conoce a Dios, porque Dios es amor. San Juan Evangelista
En el camino del amor divino nunca se puede decir «Basta» P.Pio de Pietralcina
Es de justicia amar a Dios sobre todas las cosas, porque de Él las recibimos y Él nos la conserva todas, junto con el valor máximo: la vida. P. Félix Castro Morales
« fe del Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mí » (Ga 2,20).
« Hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él » (1 Jn 4,16).
La gratitud es expresión más genuina del amor a Dios, y además es la condición para que Dios nos conserve y multiplique sus dones. Si quieres recibir, agradece y pide. P. Félix Castro Morales
La primera expresión del amor a Dios es agradecerle, con la palabra y con la vida, sus innumerables beneficios. P. Félix Castro Morales
«La vida, sin el amor de Dios, es peor que la muerte». San Pío de Pieltrecina
Lo acepto todo por amor de Dios, aun toda esa clase de pensamientos extravagantes que me asaltan. Santa Teresita del Niño Jesús
Puedes intentar servir a Dios sin amarle, pero no puedes amar a Dios sin servirle. Autor desconocido
Nuestra búsqueda de Dios nos causará identificarnos con el trabajo que Él nos ha entregado. Norm Lewis
Nuestro amor para con Dios es probado por esto: ¿lo buscamos a Él, o buscamos sus dones? Madame Guyón
¡Oh soy feliz. Pues puedo decir con verdad, que el único amor de mi corazón ha sido El. Santa Teresa de los Andes
“¡Oh Señor que eres tan adorable y me has mandado amarte, ¿por qué me diste un solo corazón y tan pequeño?. San Felipe Neri
Pido a Jesús que me atraiga a las llamas de su amor. Santa Teresa de Avila
Que tu lema sea: El Amor me ha conquistado, sólo El puede poseer mi corazón. Santa Margarita María Alacoque
Recibimos todo gratuitamente, damos todo gratuitamente, sólo por amor a Dios. Nuestra vida de pobreza es tan necesaria como nuestro trabajo mismo. Beata Madre Teresa de Calcuta
¿Saber que me quieres tanto, Dios mío, y… no me he vuelto loco? San Josemaría Escrivá de Balaguer
Señor, toma este corazón de piedra, y dame un corazón de hombre: un corazón
que te ame, un corazón que se alegre en ti, que te imite y que te complazca.
San Ambrosio
Si alguno dice ‘amo a Dios’ y odia a su hermano, es un mentiroso; porque quien no ama a su hermano a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve (1 Jn 4,20)
Si Dios es amor…, ama a Dios el que ama el amor…, y ama al amor el que ama al hermano… Cuando amamos al hermano con amor verdadero…, le amamos con un amor que viene de Dios… Y el que no ama al hermano, no está en el amor…, y el que no está en el amor no está en Dios porque Dios es amor… San Agustín de Hipona
Si quieres amar a Cristo…, extiende tu amor a todo el mundo…, porque los miembros de Cristo están por todo el mundo… San Agustín de Hipona
Si supieras cuán dulce es amar a Dios, ningún trabajo os parecería intolerable en razón de conseguir este amor. Santa Margarita María Alacoque
Tarde te amé, hermosura tan antigua y tan nueva… ¡Tarde te amé!
Tú estabas dentro de mí y yo fuera…, y por fuera te buscaba… San Agustín
Todo acto de amor es un escalón hacia el amor de Dios. Platón
Todo el bien que hagamos, hay que hacerlo por amor a Dios, y el mal que evitemos hay que evitarlo por amor de Dios. San Francisco de Sales
Todos los lazos y cadenas son rotos fácilmente por el amor de Dios. San Jerónimo
CONTO
AMAR CON EL CORAZÓN DE JESÚS
Le preguntó el cura párroco a Juanito: «Juanito ¿amas a Dios nuestro Señor? ¡Oh sí, padre. ¿Y lo amas con todo tu corazón? Y Juanito se quedó pensativo. Pero de pronto se iluminó y dio esta respuesta: «No, padre, Mi corazón es demasiado pequeño para amar a Dios. Yo amo a Dios con todo el corazón de Jesús».
¡Estupenda respuesta! En realidad sólo podemos amar a Dios y a nuestros hermanos con el «Amor» que Dios Padre nos infundió enviándonos el Espíritu Santo. Es el Espíritu Santo que nos hace llamar a Dios Abbà, es decir, papá y que nos da también la posibilidad de amar a nuestros hermanos como hijos del mismo padre: Dios. Todo el amor que hay en el mundo proviene del amor del Padre. Por eso, la expresión tradicional, amar al prójimo por amor de Dios, mejor se podría expresar así: amar a Dios CON el amor que Dios nos da.
Tomado de Pedro Chinaglia Salesiano (SDB)
LA PIEDRA FILOSOFAL
Un hermano lego sentía una gran admiración hacia San Buenaventura, impresionado por sus conocimientos. Un día, no pudo contenerse, y le dijo:
– ¡Dichoso vos, padre Buenaventura, que sois maestro de teología y conocéis tantas cosas que yo ni siquiera entiendo…! ¡Dichoso vos!.
El santo sonrió y repuso.
– Mira, querido, si una viejecita ignorante ama a Dios más que yo y hace su voluntad con mayor amor que el mío, créeme, es más dichosa que yo con toda mi ciencia.
Continúa con un breve pensamiento sobre la anécdota…
En los sueños de la mitología griega se cuenta que Midas, hijo de Gordio, antiguo rey de Frigia en la Tracia, había recibido de un dios la facultad de convertir en oro todo lo que tocaba. Los alquimistas medievales buscaron, sin resultado, la “piedra filosofal”, capaz de cambiar en el precioso metal cualquier cosa que rozara.
Los cristianos tenemos esa piedra misteriosa. El amor de Dios convierte en gloria todo lo que hacemos.
Ese es el secreto de la vida de María y de tantas almas santas que ha habido y hay en el mundo.
Agustín Filgueiras Pita.
ANÉCDOTA
Este texto está considerado el «credo» del pueblo hebreo.
La Torá contiene 613 preceptos. 365 -tantas como los días del año- prohibiciones y 248 -según el supuesto número de miembros del cuerpo- prescripciones positivas.
Jesús responde recitando la “shemá”,
Jesús no dice que le amemos a él ni que amemos a Dios ni que ames al prójimo como a ti mismo, sino que ames a los demás como él te ha amado a ti.
Esta capacidad de salir de la individualidad e identificarme con Dios y con el otro, es lo que llamamos amor.
LAS FILACTERIAS
Eran unas pequeñas correas o cintas que se ataban a la frente y al brazo izquierdo, y que llevaban una cajita cada una, con distintos textos bíblicos: los dos del Dt de la shemá, más Ex 13,1-10.11-16; en la época del Señor los fariseos las llevaban más anchas para parecer más observantes de la Ley (cfr Mt 23,5). La mezuzah es una cajita, fijada en las jambas de las puertas, que contiene un pergamino o papel con los dos textos mencionados del Dt; los judíos la tocan con los dedos, que luego besan, al salir y al entrar en la casa. Tan importante es que los judíos piadosos lo escriben en las jambas de las puertas (incluso hoy) y se lo atan a la frente.
El texto va aún más allá, cuando el letrado afirma que estos dos comportamientos son más importantes que los sacrificios y los ritos religiosos.
Los escribas La pureza en el cumplimiento de la Ley debía tener su reflejo en la pureza y corrección de la Ley de Yahvé puesta por escrito. Los «escribas» judíos de tiempos de Jesús eran muy meticulosos en la caligrafía de los textos. En la actualidad ocurre lo mismo. La Ley de Yahvé debe ser escrita sin error ni mancha.
Los escribas no sólo se dedicaban a poner por escrito la Torá (Ley). Junto con los doctores de la Ley tenían gran relevancia social en tiempos de Jesús de Nazareth porque interpretaban la ley escrita. Los escribas nacieron como grupo social en la época del Exilio, cuando un número considerable de israelitas se vieron en Babilonia; en una tierra lejana y con una religión extranjera. Siempre se distinguieron por una lucha incansable para preservar a la religión judía de elementos extraños. Este era su principal cometido.
Tomado de Tiempo Interior
SO-FER (“escriba”)
gozaba de prestigio intelectual en Israel, ya que estaba consagrado a estudiar, interpretar y aplicar la Ley. Su intervención en cuestiones de legislación civil, religiosa y ritual le daba autoridad y respeto.
Tomado de Fr. Rubén Omar Lucero Bidondo O.P.
LOS ESCRIBAS
La pureza en el cumplimiento de la Ley debía tener su reflejo en la pureza y corrección de la Ley de Yahvé puesta por escrito. Los «escribas» judíos de tiempos de Jesús eran muy meticulosos en la caligrafía de los textos. En la actualidad ocurre lo mismo. La Ley de Yahvé debe ser escrita sin error ni mancha. Los escribas no sólo se dedicaban a poner por escrito la Torá (Ley).
Junto con los doctores de la Ley tenían gran relevancia social en tiempos de Jesús de Nazareth porque interpretaban la ley escrita.
Los escribas nacieron como grupo social en la época del Exilio, cuando un número considerable de israelitas se vieron en Babilonia; en una tierra lejana y con una religión extranjera. Siempre se distinguieron por una lucha incansable para preservar a la religión judía de elementos extraños. Este era su principal cometido.
Tomado de Tiempo Interior
CON TODA TU ALMA
Cuentan que el rabí Akiba cuando le llevaban al martirio y le arrancaban ya la carne a pedazos, era la hora del Shemá, y que se puso a recitarlo. Sus discípulos quisieron impedir este esfuerzo a su martirizado maestro, pero él les dijo: «A lo largo de toda mi vida me ha preocupado saber si este versículo ‘con toda tu alma’, incluía la entrega de la vida (el alma); y ahora que ya lo sé y lo estoy cumpliendo, ¿no lo voy a recitar?»
Tomado de MSC
Muchos hebreos, en Auschwitz, iban hacia la muerte con estas palabras en los labios: Shema, Israel.
En un manuscrito, encontrado en 1952 junto a uno de los hornos crematorios, está descrito un episodio dramático.
Un rabino, proveniente de Francia, Moshe Friedman, antes de ir a la muerte se acercó a un alto funcionario nazi y, habiéndose aproximado junto al bávaro, «con voz leonina» le anunció el castigo divino por todo lo que hacían a su pueblo; en consecuencia, se puso el sombrero en la cabeza y «con infinito arrojo» se puso a proclamar: «¡Shema, Israel!» Todos los demás hebreos le siguieron gritando a su vez: ¡Shema, Israel!
Y, escribe el testigo de la escena, que un extraordinario sentido de lo sobrenatural se apoderó de todos los presentes.
Tomado de MSC
CHISTE
Una profesora de catecismo estaba explicando los Diez Mandamientos a sus pupilos de 5 y 6 años. Después de explicar el mandamiento de ‘Honrar a tu Padre y Madre,’ les preguntó, – ‘¿Hay algún mandamiento que nos enseñe como tratar a nuestros hermanos y hermanas?’ Un muchachito (el mayor de su familia) contestó, ‘No matarás.’
POEMA
“La lengua del amor
a quien no sabe lo que es amor
¡Qué bárbara parece!”
(Lope de Vega)
LO QUE DEBES AMAR
Debes amar la arcilla
que va en tus manos.
Debes amar tu arena
hasta la locura.
Y si no,
no la emprendas que será en vano.
Sólo el amor
alumbra lo que perdura,
sólo el amor
convierte en milagro el barro.
Debes amar el tiempo
de los intentos.
Debes amar la hora
que nunca brilla.
Y si no,
no pretendas tocar lo yerto.
Sólo el amor
engendra la maravilla,
sólo el amor
consigue encender lo muerto.
Tomado de Pastoral sj
ORACIÓN
AMARTE Y AMARNOS
Si me olvido del amor y de la justicia,
me separo de Ti, Dios mío,
y todo lo que haga, aunque te lo ofrezca,
no puede agradarte.
Mi culto es paja e idolatría
Si me olvido de tu mandato,
de amarte con todo mi ser y fuerzas
y de amar al prójimo de igual manera,
¿de qué me sirven mis saberes,
títulos y creencias?
Si me olvido de tus tiernas preferencias,
¿de qué me sirve lo demás?,
¿dónde pongo mi centro, eje y meta?
Me pierdo sin remedio.
Soy persona hueca y vacía.
Aunque me haga a holocaustos y sacrificios,
penitencias, rezos y obediencias,
no estaré mas cerca de tu casa solariega.
Sólo tu mandato de amarte y amarnos
es senda clara y segura.
Para creer en Ti
necesito creer en el amor y la justicia,
en tus tiernas preferencias.
Y vale mucho más creer en estas cosas
que pronunciar o adorar tu nombre con osadía.
Fuera del amor y de la justicia,
de tus tiernas preferencias,
es imposible que yo, con mi historia,
aunque te llame Padre y me considere hijo,
pueda llegar a tu casa solariega..
¡Llévame por tus sendas y caminos
aunque me haga el torpe,
me despiste
o resista!!
Florentino Ullibarri
MEDITACIÓN
Aceptamos que el «amar al Señor Dios con todo el corazón» es el primer mandamiento de la ley; pero no hay razón para que pensemos que ese mandato tenga algo que ver con unos extranjeros vigilados, controlados, desplazados, deportados en nombre de nuestro bienestar; podemos amar a Dios y desentendernos de esos hijos suyos que, por no tener papeles, han dejado de ser hijos suyos. Ocuparse de ellos sería ‘buenismo’ indigno de personas razonables.
Aceptamos eso de «amar al prójimo como a uno mismo»; pero es evidente que unos extranjeros sin dinero no son «prójimo» nuestro, y mucho menos son «nosotros mismos»: gentes así son sólo una amenaza para nuestro trabajo, para nuestra identidad, para nuestra seguridad; y como una amenaza han de ser apartados de nuestra vida. Cualquier otra disposición sería mero sentimentalismo.
Puede que bosques, fronteras y pobres nada tengan que ver con el evangelio de nuestra eucaristía. Puede que consigamos amar a Cristo sin amar su cuerpo que son los pobres. Puede que consigamos comulgar con Cristo y subvencionar a quienes añaden sufrimientos atroces a su pasión. Si así fuese, si nuestra misa nada tiene que ver con los caminos de los pobres, mucho me temo que tampoco tenga algo que ver con el camino que es Cristo Jesús.
(Santiago Agrelo)
Tomado de Alforjas de Pastoral
CANTO
Verónica Sanfilippo / Vivir en el Amor
Al Amor Más Sincero Javi Sánchez
Escucharte Hablar | Marcos Witt
Jesús Adrián Romero – Silencio Interno
VIDEO
Cuerdas