CITA
« ¿Harto de llenarme de cosas que no me sacian?
Nos Morimos de hambre teniendo la barriga llena»
« ¿Vivo como Tú o” vivo como un cura”?»
S.Son
“¿Trabajo para vivir o vivo para trabajar?”.
Refrán oriental: Cuando el dedo señala la luna, el tonto se queda mirando el dedo.
San Ignacio de Antioquía “No tengo deleite en el alimento de la corrupción o en los deleites de esta vida. Deseo el pan de Dios, que es la carne de Cristo, que era del linaje de David; y por bebida deseo su sangre, que es amor incorruptible”. (Carta a los Romanos 7)
San Agustín: Comer a Cristo es comer la vida. (Obras de San Agustín, B.A.C. Tomo X, Madrid 2da edición, 1965, pg. 594-596).
(La concupiscencia es) el apetito del alma por el que preferimos bienes temporales a los bienes eternos (Sobre la mentira,71).
Tú, al que llenas de ti, lo elevas; mas, como yo aún no me he llenado de ti, soy todavía para mi mismo una carga (Confesiones,10).
Cada uno es lo que es su amor. . . ¿Amas la tierra? Te harás tierra. ¿Amas a Dios? Serás Dios (Trat. Evang. S. Juan,2).
San Isaac, el Sirio: Esfuérzate por entrar en el tesoro de tu corazón, y verás el tesoro del cielo. Ya que el uno y el otro son una misma cosa. Considera que los dos tienen la misma entrada.
San Juan Crisóstomo, Para el goloso, su dios es el vientre; para el lascivo, su tesoro es la impureza [. . . ]: cada uno es esclavo del que le ha vencido. Tiene su corazón donde tiene su tesoro (en Catena Aurea, vol. 1P 386).
San Ambrosio «¿cómo puede morir quien se alimenta de la vida?» ()
Santo Tomás, [. . . ] las cosas espirituales, precisamente cuando se poseen, es cuando con más fuerza se desean (Sobre el Padrenuestro,1. c. 152).
Balduino de Ford, abad: Para todos los que le reciben es dulzura deliciosa. Únicamente él puede colmar todos los anhelos del hombre… y se adapta de manera diferente a unos y a otros, según sus tendencias, sus deseos y apetitos… El Sacramento del Altar III, 3 : PL 204, 768-769
San Juan De La Cruz, Cuanto más conoce el alma a Dios, tanto más le crece el deseo de verlo y la pena de no verlo (Cántico espiritual,6,2).
Santa Teresa, Todo es nada, y menos que nada, lo que se acaba y no contenta a Dios (Vida,20,26).
Santa Teresa de Calcuta: él mismo se hizo «pan de vida» con el fin de satisfacer nuestra hambre con su amor, y luego, como si esto no fuera suficiente para él, se convirtió él mismo en hambriento, en indigente, en desalojado, con el fin de que vosotros y yo, pudiéramos satisfacer su hambre con nuestro amor humano. Porque para esto hemos sido creados, para amar y ser amados. (trad. Jesús, aquel al que invocamos, p. 85)
“Para mí, Jesús es mi Dios. Jesús es mi Esposo. Jesús es mi Vida. Jesús es mi único amor… Para mí, Jesús es:… El Pan de Vida, para que sea mi sustento. El Hambriento, para ser alimentado…”
Catecismo, nº 1392: Lo que el alimento material produce en nuestra vida corporal, la Comunión lo realiza de manera admirable en nuestra vida espiritual.
San Juan Pablo II, Además del hambre física, el hombre lleva en sí también otra hambre, un hambre más fundamental, que no puede saciarse con un alimento ordinario. Se trata aquí de un hambre de vida, un hambre de eternidad. Viaje apostólico a Polonia. Encuentro de oración con los sacerdotes y religiosos. Sábado 31 de mayo de 1997.
Benedicto XVI: Jesús, verdadero pan de vida que sacia nuestra hambre de sentido, de verdad, no se puede «ganar» con el trabajo humano; sólo viene a nosotros como don del amor de Dios, como obra de Dios que es preciso pedir y acoger. Ángelus (05-08-2012)
Papa Francisco “hoy se nos plantea el desafío de responder adecuadamente a la sed de Dios de mucha gente, para que no busquen apagarla en propuestas alienantes o en un Jesucristo sin carne y sin compromiso con el otro”. (EG 89)
Sobrado, ¿Qué es la eternidad sino ser uno con él y, en él, con el Padre? 2018.
Fe adulta, Creer en él no es algo teórico. Implica vivir como él vivió. Y quien sigue sus pasos, camina hacia la auténtica Vida.
Fray Marcos El único alimento para la Vida es Jesús. Vivir como vivió Jesús te dará la Vida.
Enrique Martínez Lozano creer no significa tanto adhesión mental cuanto confianza inquebrantable.
Tomás Muro, El consumismo es volver a la «olla» de Egipto
CONTO
LAS PERLAS O EL REY
En una ocasión, un gran rey cruzaba el desierto. Lo seguían sus ministros. De pronto, uno de los camellos se desplomó a tierra y se rompió el baúl que cargaba en su joroba. Una lluvia de joyas, perlas preciosas y diamantes se desparramó sobre la ardiente arena. El rey dijo a sus ministros:
– “Señores, yo sigo adelante. Ustedes, si quieren, pueden quedarse aquí. Todo lo que recojan, será suyo”. Y continuó su viaje sin parpadear, pensando que ya nadie lo seguiría. Al cabo de un rato, se da cuenta de que alguien viene detrás de él. Vuelve la mirada hacia atrás y ve que es uno de sus ministros. El rey le pregunta:
– “¿Qué no te importan las perlas y diamantes de tu rey? Podrías ser rico toda tu vida…”
Y el ministro replica:
– “Me importa más mi rey que todas las perlas de mi rey”.
Firdusi poeta persa
Tomado de Catholic.net
ANÉCDOTA
Antiguamente, más o menos por los siglos XVIII, XIX y comienzos del XX, se decía que había curas de “Misa y olla”… ¿Y hoy?
Tomado de Tomás Muro
FAMOSA PINTADA DE LOS JÓVENES DEL 68:
Nos habéis llenado la barriga, pero no nos habéis dado razones para vivir.
MAMÁ, MÍRAME SOY EMILY
José Luis Martín Descalzo cita una escena de “Nuestra Ciudad” de Thornton Wilder, en la que describe cómo un día autorizaban a los muertos a regresar a la vida y vivir un solo día con los vivos. Nadie quiso volver, salvo la niña Emily que, a pesar de que todos la desaconsejaban, ella quiso hacer la experiencia de revivir el día en que cumplió nueve años. “Y ahí la vemos, con sus nueve aos recién cumplidos, bajando las escaleras de la casa, con su vestido nuevo y sus rizos recién peinados, esperando el grito de alegría que dará su madre cuando la vea tan guapa. Pero su madre está ocupadísima en preparar la tarta del aniversario y la merienda, a la que vendrán todas las amigas de su hija. Y ni siquiera mira a la pequea. “Mamá, mírame” grita Emily, “soy la nia que hoy cumple nueve aos”. Pero la madre, sin mirarla, respondi: “Muy bien, guapa, siéntate y toma tu desayuno”. Emily repite: “Pero mamá, mírame, mírame”. Pero su madre tiene tanto que hacer que ni la mira. Luego vendrá su padre, preocupado por tantísimos problemas económicos. Y tampoco él mirará a su hija. Y no la mirará tampoco su hermano mayor, volcado en sus asuntos. Y Emily suplicará en el centro de la escena: “Por favor, que alguien se fije en mí. No necesito ni de pasteles ni de dinero. Slo que alguien me mire”. Pero es inútil. Los hombres, ahora lo descubre, no se miran, no reparan los unos en los otros. Porque no les interesa a ninguno lo del otro. Y, llorando, regresa Emily al mundo de los muertos, ahora que ya sabe que estar vivo es estar ciego y pasar junto a lo más hermoso sin mirarlo”.
José Luis Martín Descalzo (Razones para la alegría pág. 126)
El caso de Emily, sabemos que es una ficción literaria, pero que tiene una historia real. Son muchos los que a nuestro lado están necesitados de que los veamos, les miremos y nos fijemos en ellos. Y esto es lo maravilloso del Evangelio de estos domingos en su discurso del Pan de Vida. Es importante que Jesús dé de comer a tanta gente con hambre. Pero, tal vez lo más importante es que Jesús “levant los ojos, y vio a la gente…” No habrá milagro, si primero no tenemos ojos para ver a los demás.
Tomado de P. Juan Jáuregui Castelo
CHISTE
“EL PAN QUE HABLA”
Llegó un circo a una ciudad, y en cartelera coloca “el pan que habla”. Toda la gente decidió ir a ver al pan que habla, así que en la noche el circo estaba repleto. Cuando salió el presentador, este dice: “Esta noche no pudo llegar el pan que habla por problemas de panadería, pero mañana se lo tendremos”.
Al otro día lo mismo, y así varios días. A casi un mes, sale el presentador y la comenzó a gritar:
¡Queremos al pan que habla! ¡Queremos al pan que habla!
Entonces el presentador dice:
Hoy lo tenemos, pero necesitamos a un miembro del público.
Y sale un caballero, y traen una piscina, y la colocan en medio de la carpa.
Entonces, le pasan un pan al caballero y le dicen:
Sumérjalo unos segundos, ahora sáquelo, ¿cómo está el pan?
¡Está blando…!
POEMA
Se dice que “cuando el sabio
está señalando el cielo,
el hombre ignorante y tonto
se queda mirando al dedo.
Esto nos pasa a nosotros,
Señor, cuando no sabemos
interpretar el sentido,
la esencia de tu Evangelio.
Los judíos te buscaban
porque les diste alimento.
Sólo querían el pan
que sacia el hambre del cuerpo
“Yo soy el Pan de la vida.
Todo el que sale a mi encuentro,
no volverá a tener hambre,
dijiste, Señor, al Pueblo.
Pero el Pueblo no creyó,
porque la fe corre riesgos.
Exige venderlo todo,
marchar en tu seguimiento.
Cuando, Señor, nos quedamos
en devociones y rezos,
cuando falla el compromiso,
regamos fuera del tiesto
Hoy, Señor, comulgaremos
el Pan de tu Sacramento.
Como Tú, queremos ser
pan para todos hambrientos.
Tomado de Alforjas de pastorla
ORACIÓN
¿SE PUEDE CREER DESDE EL BIENESTAR?
Señor,
¡cuántas veces,
consciente o inconscientemente,
idealizamos y anhelamos
el bienestar, el bien vivir!
Lo importante,
en nuestra escala de valores,
en nuestro proyecto de vida,
en nuestro programa,
en nuestro compromiso,
en nuestro horizonte…
es vivir cada vez mejor:
tener salud, dinero y amor,
trabajo y vivienda,
descanso y vacaciones,
protección y seguridad,
derechos adquiridos,
y una economía saneada
libre de preocupaciones…
pues solo así logramos
el reconocimiento de los demás,
la autoafirmación personal
y, en definitiva, la felicidad.
Pero el bienestar
nos lleva, temprano o tarde,
a un modo de vivir superficial,
insensible, y ciego
para las dimensiones más profundas
del ser humano;
y, entonces, nuestra fe se desvirtúa.
Desde él solo queda sitio
para un dios milagrero
y una religión centrada
en lo individual y privado,
donde la fe y la espiritualidad
se convierten, con frecuencia,
en mero alivio de frustraciones
y de problemas personales.
Y pronto, Señor,
te convertimos en un elemento más
de seguridad personal
al servicio
de nuestro ideal de bienestar.
Señor,
hoy necesitamos
escuchar nuevamente
tus palabras
junto al lago de Tiberíades,
creérnoslas
y hacerlas alimento saludable
para no desfallecer en el camino
y tener la vida que nos prometiste.
Vosotros me buscáis
porque comisteis hasta saciaros.
Trabajad, no por el alimento que perece,
ni por los manás de moda,
sino por el pan que perdura
y da vida verdadera.
Florentino Ullibarri
CANTO
Lléname – Marcos Witt feat. Harold y Elena
https://youtu.be/cVQJZjvWG0Y Versión Orgánica