CITA
« ¡Nada por aquí, nada por “Allah” !»
S.Son
S. Ignacio de Antioquía «Lo que necesita el cristianismo, cuando es odiado por el mundo, no son palabras persuasivas, sino grandeza de alma.» (Cartas a los Romanos cap 3, 1-5).
Clemente Romano, “Los discípulos fueron enviados a llevar la Buena Noticia del Señor Jesucristo; Jesucristo fue enviado por Dios. El Cristo, por lo tanto, viene de Dios, y los apóstoles, del Cristo… Henchidos del Espíritu Santo, fueron a llevar la Buena Noticia y la proximidad del Reino de Dios” (Ep. ad Cor . 42).
San Agustín: Los profetas de Dios son aquellos que dicen lo que escuchan de Dios, y un profeta de Dios no es otro que aquel que expresa las palabras de Dios a los hombres que, por su parte, no pueden o no merecen entender a Dios.
Antes de permitir a la lengua que hable, el apóstol debe elevar a Dios su alma sedienta, con el fin de dar lo que hubiere bebido y esparcir aquello de que la haya llenado (Sobre la doctrina cristiana,1,4).
Podemos amonestar con el sonido de nuestra voz, pero si dentro no está el que enseña, va no es nuestro sonido [. . . 1. Os hable El, pues, interiormente, ya que ningún hombre está allí de maestro (Coment. sobre la l. a Epístola de S. Juan).
S. Juan Crisóstomo, «No digas: “No puedo influir en los demás”, pues si eres cristiano de verdad es imposible que no lo puedas hacer (…). Es más fácil que el sol no luzca ni caliente que no que deje de dar luz un cristiano; más fácil que esto sería que la luz fuese tinieblas (…). Si ordenamos bien nuestra conducta, todo lo demás seguirá como consecuencia natural. No puede ocultarse la luz de los cristianos, no puede ocultarse una lámpara tan brillante» (Homilía XX)
«No habría necesidad de predicar si nuestra vida estuviera resplandeciente de virtudes. No serían necesarias las palabras si mostráramos las obras. No habría paganos si nosotros fuéramos verdaderamente cristianos» (Hom. Sobre 1 Tim, 10)
Basilio el Grande (decía la gente de él): «El obispo Basilio predica a todas horas: en las misas, en las reuniones, en las catequesis, y cuando no está hablando con sus labios, está predicando con las buenas obras que hace en favor de los demás».
San Gregorio Magno -escribía – Los manda de a dos para recomendar la caridad porque, a menos que sea entre dos, no hay caridad.
El que no arde en sí, no enciende a otros.
La manera de enseñar algo con autoridad es practicarlo antes de enseñarlo, ya que la enseñanza pierde toda garantía cuando la conciencia contradice las palabras (Moralia,23,23-24).
Quien tiene la misión de decir cosas grandes, está igualmente obligado a practicarlas (en Catena Aurea, vol. VI, p. 101).
San Ambrosio, Recibe de Cristo, para que puedas hablar a los demás. Acoge en ti el agua de Cristo [. . . ]. Llena, pues, de esta agua tu interior, para que la tierra de tu corazón quede humedecida y regada por sus propias fuentes (Carta 2,1-2).
Santa Catalina de Siena: “Nadie se acercó a ella que no se volviese mejor”.
San Francisco de Asís “Predica el Evangelio en todo momento, y si es necesario, usa las palabras” (atribuída).
San Antonio De Padua, En vano se esfuerza en propagar la doctrina cristiana quien la contradice con sus obras (Sermón 1,226).
S. Juan de la Cruz «Callar y obrar».
San Vicente de Paul, La Iglesia se compara a una gran recolección que necesita obreros, pero obreros que trabajen. (Entretiens spirituels aux Missionaires, Ed. du Senil,1960, pp. 905-907).
Santa Teresa De Lisieux, No podré descansar hasta el fin del mundo, mientras haya almas que salvar. (Novissima verba).
Gandhi “Vosotros, cristianos, deberíais ser como la rosa: la rosa no necesita predicar. Sencillamente, difunde su fragancia alrededor. Su perfume es la predicación.”
Chevrot «El verdadero cristiano es el que enciende a los demás en deseos de serlo.» (El pozo de Sicar», p. 39)
Proverbio chino «Más vale encender un fósforo que maldecir las tinieblas».
San J. Escriva de Balaguer, No lo olvides: tanto mejor convencemos cuanto más convencidos estamos. (Surco, 929)
San Manuel González, ¡Ser apóstol! Aspiración de almas grandes, generosas, heroicas. ¡Ser apóstol! Es llenarse hasta rebosar, de Jesucristo, de su doctrina, de su amor, de su virtud, de su vida y mojar hasta empapar a todo el que nos toque o se nos acerque del agua que nos rebosa. Es hartarse hasta embriagarse del vino del conocimiento y amor intensos de Jesucristo y salir por las calles y plazas ebrios… Es hacerse loco de un solo tema que sea: Jesús crucificado y sacramentado está y no debe estar abandonado…
Óscar Romero: «Es posible que no veamos los resultados finales. Pero ahí está la diferencia entre el maestro de obras y el albañil. Somos albañiles, no maestros de obra, ministros, pero no el Mesías. Somos los profetas de un futuro que no es el nuestro».
S. Pablo VI «El hombre actual escucha a los que dan testimonio más gustosamente que a los maestros, o si escucha a los maestros es porque dan testimonio» (Pablo VI, discurso a los miembros del Consilium de Laicis, 2 de octubre de 1974; AAS 66, 1974, pág. 568; cf. Evangelii nuntiandi, 41; AAS 68, 1976, pág. 31).
“El hombre contemporáneo escucha más a gusto a los que dan testimonio que a los que enseñan porque dan testimonio,”
San Juan Pablo II ¡Anunciad la Palabra con toda claridad, indiferentes al aplauso o al rechazo! (Conf. Episcopal alemana,17-11-1980).
Benedecto XVI Deben hablar en nombre de Jesús y predicar el Reino de Dios, sin preocuparse de tener éxito. El éxito se lo dejan a Dios. Homilía (15-07-2012)
Papa Francisco, Sed misioneros de la misericordia de Dios, que siempre nos perdona, nos espera siempre y nos ama tanto.
Cuando un cristiano está apegado a los bienes, da la mala impresión de un cristiano que quiere tener dos cosas: el cielo y la tierra. Y Jesús indica la cruz y las persecuciones. Esto quiere decir negarse a sí mismo, llevar cada día la cruz… La gratuidad en seguir a Jesús es la respuesta a la gratuidad del amor y de la salvación que nos da Jesús. Qué feo es ver a un cristiano -sea laico, consagrado, sacerdote, obispo- cuando se ve que busca dos cosas: seguir a Jesús y a los bienes, seguir a Jesús y seguir el mundanismo. Esto es un antitestimonio que aleja a la gente de Jesús
Sobrado, El estilo de vida que les propone es tan desafiante y provocativo que pronto las generaciones cristianas lo suavizaron. En el fondo suavizar, en este asunto es claudicar. 2015 .
José Antonio Pagola Esta sociedad necesita como nunca el impacto de hombres y mujeres que sepan vivir con pocas cosas. Creyentes capaces de mostrar que la felicidad no está en acumular bienes. Seguidores de Jesús que nos recuerden que no somos ricos cuando poseemos muchas cosas, sino cuando sabemos disfrutarlas con sencillez y compartirlas con generosidad. Quienes viven una vida sencilla y una solidaridad generosa son los que mejor predican hoy la conversión que más necesita nuestra sociedad.
Raniero Cantalamessa, Espíritu impuro es, por ejemplo, el espíritu de consumismo que afecta a gran parte de nuestra sociedad, haciéndola esclava de mil necesidades falsas que no satisfacen sus deseos, pero que le crean otros y la dejan perpetuamente descontenta, envidiosa y codiciosa. La Palabra y la Vida-Ciclo B , Ed. Claretiana, Bs. As., 1994, pp. 210-213
Juan Jáuregui, el bastón se ha convertido en un esplendente báculo; las sandalias, en rojos chapines; del manto único se ha pasado a la ornamentación recamada de perlas…, de la austeridad al brillo, de la carencia de medios al poder. ¡Naturalmente! ¡Cómo iba a presentarse ante el mundo la palabra de Dios tan pobremente vestida…
CONTO
CADA UNO RECOGE LO QUE SIEMBRA
Un padre muy enfermo reunió a sus tres hijos junto a su cama. Apenas podía hablar. Con gran dificultad, tomó una pequeña cajita que contenía semillas, y dio una a cada hijo diciéndoles: -“Todo lo que les pase a ellas, os pasará a vosotros”. Y diciendo esto, murió.
Los tres hijos no entendieron estas últimas palabras de su padre. Pensaron que estaba delirando y no sabía lo que se decía. Cada uno guardó la semilla y se marchó a su casa.
El hermano mayor puso su semilla en un frasco de cristal. Y lo colocó en el lugar más visible de la casa. Cada vez que lo mirara, recordaría a su querido padre.
Al hermano mediano se le perdió la semilla por el camino y no se preocupó mucho de buscarla..
Y el hermano menor tuvo curiosidad por saber qué tipo de semilla le había dado su padre antes de morir. Buscó un macetero, preparó la tierra y la plantó con todo cuidado.
Después de muchos cuidado, al cabo del tiempo, creció una rosa roja. Fueron pasando los años y, sin saber cómo, a cada hermano le iba ocurriendo lo mismo que le pasó a su semilla. El hermano mayor cayó enfermo de un extraño mal que lo dejó en cama para siempre, sin poder salir de su casa. El hermano mediano se perdió en medio de la selva cuando estaba haciendo un viaje de vacaciones. Nunca más se volvió a saber de él. En cambio, al hermano menor las cosas le fueron muy bien. Se dedicó a lo que más le gustaba: la pintura. Hizo muchos cuadros y fue conocido en todo el mundo por lo bien que pintaba. Sus obras de arte se podían ver en los mejores museos. Todas ellas estaban firmadas con una pequeña rosa roja dibujada en un extremo. El hermano menor fuel el único que cultivó la semilla. Y por este motivo le ocurrió lo mismo que le pasó a ella: floreció.
Tomado de P, Diego Millán
«USTED NO ME HABLÓ DE DIOS PERO ME LO HIZO VER»
En un hospital una hermana había curado con infinita ternura a un paciente totalmente incrédulo. Nunca le pudo hablar de Dios ni de Jesucristo. Cuando le dieron de alta, este hombre le dijo a la religiosa: «Hermana, usted no me habló de Dios, pero hizo mucho más: me lo hizo ver».
Sabemos que más que predicadores el mundo de hoy necesita testigos. De nada sirven las palabras que no sean una explicación de los hechos concretos, del testimonio de vida que las precede.
Lucas escribe de Jesús que empezó a hacer y predicar.(He 1,1). Primero “hacer” luego “predicar”, es decir, explicar el sentido de sus acciones.
Hoy día el mundo está nauseado de palabras, de discursos bonitos y de buenas intenciones. Ya nadie cree en las palabras. Si el anuncio del evangelio no está precedido de signos claros de amor verdadero, de caridad concreta y de testimonio de que el mismo Cristo está actuando en nosotros, nadie va a creer en lo que anunciamos.
Tomado de P, Chinaglia
ANÉCDOTA
La palabra “enviar” es una traducción del original griego apostello. De ahí viene la palabra apóstol, o enviado.
“Y NO VISTÁIS DOS TÚNICAS”.
Hay que distinguir entre las prendas para vestir en esta época: la túnica, que la bata que está en contacto directo con la piel, y el manto que va encima. Otro signo de radicalidad en el desprendimiento. Algunas personas se colocaban una túnica encima de la otra para dar la impresión de un gran vestido. Aunque aquí la cuestión parece ser el no llevar otra túnica de repuesto (que es necesaria pero no tanto, se puede sobrevivir). Esto indica que se vive con lo estrictamente esencial: nada que haga pensar en lujo o en riqueza. La pobre túnica, sin más indumentos ni atavíos, junto con el bastón y las sandalias se convierten de aquí en adelante en el distintivo de un misionero cristiano. Su predicación será ante todo su testimonio de vida, esta anuncio del Reino de Dios sin palabras.
“Un bastón”. El bastón del peregrino tenía múltiples usos, uno de los más importantes era el arma de defensa de los animales o delincuentes que aparecían en el viaje.
“Calzados con sandalias”. También es un implemento necesario para quien recorre largos trechos pedregosos, que calientan con el sol, que tienen espinas u otras cosas que dificultan el caminar normal y saludable.
Tomado de P. Fidel Oñoro, cjm
LAS SANDALIAS
Los judíos contemporáneos a Jesús habitualmente iban descalzos. No obstante disponían de sandalias de cuero resistente para las largas caminatas. La sandalia era símbolo de poder y autoridad. Quien compraba un campo, tomaba posesión de él depositando su sandalia sobre el terreno adquirido. Se descalzaban como signo de humildad y respeto a Dios antes de entrar en el Templo o iniciar la oración.
Tomado de Tiempo Interior
AMÓS
No es un profesional de la profecía ni está vinculado a un santuario. Es un individuo normal, pastor y campesino, pero llamado por Dios para dar a conocer a los suyos la voluntad de Dios
Amós, el “profeta de la justicia social”, ejerció su ministerio profético en el reino del Norte (Israel) a mediados del siglo VIII antes de Cristo (posiblemente, alrededor del año 762), durante el reinado de Jeroboán II. Es una época de prosperidad económica, y de tranquilidad política: COMO HOY
La religión de Amasías es una religión esclava de los intereses, que se arrodilla ante los poderosos y que está completamente cerrada a los retos de Dios. Le dice a Amos que se marche del templo y vaya a su tierra a predicar, Amós anuncia (en un desarrollo que el texto que se nos propone no ha conservado, cf. Am 7,16-17) el castigo para el rey, para Amasías y para toda la nación infiel
Es el más antiguo de los profetas de la Biblia, del siglo VIII, a C. Corría un período de esplendor y bienestar pero cargado de idolatría y de injusticias. Vivía en un pueblecito llamado Técoa, a nueve kilómetros de Belén.
Tomado de P. Félix Jiménez
AZAÑA,
el Primer Ministro de España, el 14 de octubre de 1931 dijo: “España ya no es un país católico”, eso era más una aspiración que un hecho. Hoy, en 2024, es una amarga realidad.
En Irlanda, en España y en Nueva York estamos en un campo misionero y Jesús es nuestro maestro y el maestro de todos aquellos que escuchan, que leen y ponen en práctica la Buena Nueva del Evangelio.
Tomado de P. Félix Jiménez
REVOLUCION-1789
Un ejemplo muy antiguo puede ayudarnos a verlo más claro. Hoy es el 14 de julio, el aniversario de lo que las historias llaman la Revolución Francesa. Hace casi doscientos años -fue en 1789- en Francia tuvo lugar una revolución que eliminó el sistema feudal -el sistema de señores y siervos- y abrió el camino de la democracia, con el lema de la «libertad, igualdad, fraternidad».
Esta revolución, que provocó muchas muertes, trajo consigo una dura persecución para la Iglesia. Y podríamos preguntarnos: esta persecución de la Iglesia, ¿fue por odio al Evangelio? ¿fue por odio a la fe? Yo me atrevería a decir que no. Me atrevería a decir que el motivo fue que LA IGLESIA SE HABÍA INSTALADO EN LA SOCIEDAD DE AQUEL TIEMPO CON MUCHAS RIQUEZAS, EN EL LADO DE LOS SEÑORES. Creyendo, sin duda, que así era más fácil lograr que todo fuera cristiano. Pero -nosotros lo vemos ahora, ellos quizá eran incapaces de verlo- OSCURECIENDO ASÍ LOS VALORES MAS FUNDAMENTALES DEL EVANGELIO. Y diciendo esto no decimos, claro está, que estemos de acuerdo con aquella persecución. Pero es como un aviso: un aviso para que mantengamos siempre el Evangelio limpio, para que el Evangelio que predicamos sea el Evangelio de Jesús, y no nuestras cosas.
J. Lligadas Misa Dominical 1985, 15
EL MAYOR ELOGIO
En la losa sepulcral de un niño se lee esta magnífica inscripción:
“Aquí descansa un niño, del cual decían sus compañeros que les era más fácil ser buenos si estaban con él”. ¿Hay elogio mejor que éste?
San Ambrosio saludó con estas palabras a las reliquias de un mártir en el umbral de la catedral de Milán: “Quam bonum ets ut videaris! Justi sanat aspectus. “¡Qué bien el sólo mirarte! ¡El aspecto del justo ya es saludable!”. El muchacho diligente, puntual, siempre amable, y que además vive sinceramente su religión, sirve de apóstol con un ejemplo silencioso.
En el Perú hay una clase de palmera que tiene un follaje muy frondoso. Los indígenas la llaman “tamai caspi”, “árbol de lluvia”. Las hojas de este árbol tienen la particularidad de absorber toda la humedad del aire, y destilarla después en gotas de lluvia que caen al suelo. Por eso tiene en torno suyo el suelo siempre mojado, y cuando mayor es la sequedad es más abundante la lluvia que el árbol despide.
Tú también has de ser benéfico “árbol de lluvia” entre los jóvenes que comienzan a secarse. Tu comportamiento no ha de llamar la atención, no ha de tener nada estrambótico; asimila sin ser notado el rocío vivificador de la gracia y riega con él muchas veces tu propia vida espiritual.
Mons. Tihamér Toth, El Joven y Cristo , Ed. Gladius, Buenos Aires, 1989, Pág. 88-90
PUCCINI
Compuso varias óperas famosas. En 1922 cuando está escribiendo Turandot, se le declaró un cáncer mortal.
Puccini dijo a sus discípulos: «Si yo no termino esta ópera, quiero que ustedes, mis discípulos, la terminen por mí». Poco después moría.
Sus discípulos pusieron manos a la obra y en 1926 se estrenaba en Milán. Todo funcionó a la perfección y cuando se llegó al punto donde el maestro había terminado, el director se paró, se dirigió al público y llorando dijo: «Hasta aquí el trabajo del maestro». Un gran silencio embargó el teatro. El director cogió la batuta y entre lágrimas y sonrisas exclamó: «Y aquí comienza el trabajo de sus discípulos».
CHISTE
4 COSAS QUE DIOS NO SABE
“Dios no puede entender cuatro cosas: no sabe cuántas congregaciones de monjas hay; lo que piensan los jesuitas; cuánto dinero tienen los salesianos… ¡Y de qué se ríen los focolares!”, expresó ante miembros del movimiento fundado por Chiara Lubich.
Papa Francisco
Tomado de Vida nueva
EVANGELIZANDO
Un día un misionero cristiano, salió a evangelizar a unas montañas. Después de esto iba en la selva y ltenía demasiado hambre, entonces mira a lo lejos una cabaña donde hay muchas manzanas, y él las mira, y dice que delicia, acercándose tomó una y se la iba a comér cuando se recuerda que hay que darle gracias a Dios por la comida de cada día.
Entonces orando dice: El señor es mi pastor nada me faltará. Y el Dueño de la casa aparece соn un rifle y le dice: ¡¡Y en verdes pastos te hará descansar!!
POEMA
«Ya sabes lo que hay que hacer en este mundo:
andar como un arado, andar entre la tierra».
Blas de Otero (1919-1979), poeta profundamente comprometido con la condición humana y con su tiempo, y cuya poesía reclama hombres en paz en un mundo justo y libre, lo dijo con gemido del alma sumida en lo terreno
ORACIÓN
IRRADIAR A CRISTO
Jesús mío, ayúdame a esparcir tu fragancia dondequiera que yo vaya, inunda mi alma con tu Espíritu y tu Vida; penetra en todo mi ser y toma posesión de tal manera, que mi vida no sea en adelante sino una irradiación de la tuya.
Quédate en mi corazón con una unión tan íntima, que las almas que tengan contacto con la mía, puedan sentir en mí tu presencia y que, al mirarme, olviden que yo existo y no piensen sino en Ti.
Quédate conmigo. Así podré convertirme en luz para los otros.
Esa luz, oh Jesús, vendrá de Ti; ni uno solo de sus rayos será mío: yo te serviré apenas de instrumento para que Tú ilumines a las almas a través de mí.
Déjame alabarte en la forma que es más agradable, llevando mi lámpara encendida para disipar las sombras en el camino de otras almas.
Déjame predicar tu nombre con palabras o sin ellas… con mi ejemplo, con la fuerza de tu atracción, con la sobrenatural influencia evidentemente del amor que mi corazón siente por Ti.
Oración escrita por San John Henry Newman
MI EQUIPAJE SERÁ LIGERO,
para poder avanzar rápido.
Tendré que dejar tras de mí la carga inútil:
las dudas que paralizan
y no me dejan moverme.
Los temores que me impiden
saltar al vacío contigo.
Las cosas que me encadenan y me aseguran.
Tendré que dejar tras de mí
el espejo de mí mismo,
el “yo” como únicas gafas,
mi palabra ruidosa.
Y llevaré
todo aquello que no pesa:
Muchos nombres con su historia,
mil rostros en el recuerdo,
la vida en el horizonte,
proyectos para el camino.
Valor si tú me lo das,
amor que cura y no exige.
Tú como guía y maestro,
y una oración que te haga presente:
“A ti, Señor, levanto mi alma, en ti confío,
no me dejes. Enséñame tu camino,
Mira mi esfuerzo. Perdona mis faltas.
Ilumina mi vida, porque espero en ti».
José María R. Olaizola
MEDITACIÓN
CAMINAR CON LA PALABRA
Si hay que llevar el mensaje de Jesús, sólo es posible hacerlo con un estilo: estilo que sólo es posible aprenderlo de Jesús en persona. La iniciación es dura. Es preciso que el discípulo se presente despojado y desprovisto de todo ante la Palabra que lleva y ante aquellos a quienes la dirige. No sólo será el servidor de la Palabra y de sus hermanos, sino que, por así decirlo, también su pobre, su mendigo. El discípulo se entrega en cuerpo y alma al misterioso poder recibido de Jesús -la Palabra y el poder sobre los espíritus malos- y, en su indigencia, se dedica por completo. La Palabra es su tesoro y está contento. Es la única actividad, la única iniciativa que Dios emprende a través de su pobreza, contra toda expectativa, más allá de cualquier posibilidad; iniciativa y poder a los que se abandona sin retener nada para sí.
Sólo lo indispensable, lo que permite ir de un pueblo a otro mendigando la Palabra que viene de Dios, el milagro que pertenece al Espíritu, el éxito de un ministerio que le supera, el pan y el refugio que otros le concederán o le negarán. Todo le escapa, todo lo toma Dios a su cargo y le transporta a ese mundo maravilloso donde el Espíritu lo dirige todo de manera infalible; donde la Palabra abre los corazones más cerrados y más duros; donde el poder del Espíritu, a través de las manos de los discípulos, se transforma en milagros; donde la pobreza no es obstáculo y ya no pide ser saciada, porque es el único camino, la única vía y bienaventuranza que nos hace disponibles para las maravillas de Dios. El camino fatigoso de la Iglesia -y el de cada uno de nosotros- está sometido a las mismas exigencias. La gracia se sirve, como de pasada, de las dotes humanas, pero no se apoya en ellas, ni se pone nunca en marcha a partir de ellas
A. Louf, Solo l’amore vi bastera Commento spirituale al Vangelo di Marco, Casale Maní. [Al] 1987, 138s).
CANTO
Alma Misionera (En Vivo) –
https://youtu.be/sNYI9ksztC0 Athenas