E Algo + no Domingo XIX do Tempo Ordinario – Ciclo B

CITA

« ¡Cuando “me trago” lo que TU dices, mi vida es Plena!»

S.Son

San Ignacio de Antioquía El Pan eucarístico, fármaco de inmortalidad, antídoto contra la muerte.

San Agustín: La eucaristía es un banquete en el que comemos con Cristo, comemos a Cristo, y somos comidos por Cristo.

San Juan Crisóstomo «Se llama a sí mismo Pan de la Vida, porque encierra en sí nuestra vida toda, tanto la presente como la venidera».

San Ambrosio: El remedio de nuestra necesidad cotidiana.

San Basilio, El comulgar cada dia y participar del cuerpo y sangre de Cristo es bueno y muy util (Epistola 93).

Isaac, el Sirio: Esfuérzate por entrar en el tesoro de tu corazón, y verás el tesoro del cielo. Ya que el uno y el otro son una misma cosa. Considera que los dos tienen la misma entrada.

Juan Casiano exhortaba a sus monjes diciéndoles: «‘Acercaos a Dios, y Dios se acercará a vosotros’, porque ‘nadie puede ir a Jesús si el Padre que lo ha enviado no lo atrae’ (…). En el Evangelio escuchamos al Señor que nos invita para que vayamos hacia Él: ‘Venid a mi todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os haré reposar’».

San Alberto Magno, A todos los que reciben este sacramento de la Eucaristía se les trasmite la plenitud y la abundancia de todas las gracias. (Obras Selectas , Ed. Lumen, 2ª Ed., Bs. As., 1993, Pág. 102-108)

San Juan de la Cruz  Aquesta eterna fonte está escondida / en este vivo pan por darnos vida, / aunque es de noche (Cantar del alma que conoce a Dios por fe).

Santa Teresa, No hay para qué le ir a buscar en otra parte más lejos… que está con nosotros el buen Jesús, que nos lleguemos a Él (C 34,8)

San Lorenzo de Brindisi «Para llevar una vida espiritual, que nos es común con los ángeles y los espíritus celestes y divinos, es necesario el pan de la gracia del Espíritu Santo y de la caridad de Dios» ()

Santo Cura De Ars, Ningun acto enriquece tanto a nuestro cuerpo en orden al cielo, como la Sagrada Comunion (Sermón sobre la Comunion).

Imitación de Cristo: el que ama currit, volat, laetatur, corre, vuela, disfruta ( I. III, cap. V, 4).

Sor Isabel de la Trinidad «Oh Verbo Eterno, Palabra de mi Dios quiero pasar mi vida escuchándote. Quiero ser toda yo enseñable a fin de aprenderlo todo de Ti» ().

Calvino escribió sobre la presencia de Jesucristo en la Eucaristía: «prefiero experimentarla a entenderla».

Teresa de Calcuta: “Para mí, Jesús es mi Dios. Jesús es mi Esposo. Jesús es mi Vida. Jesús es mi único amor… Para mí, Jesús es:… El Pan de Vida, para que sea mi sustento. El Hambriento, para ser alimentado…”.

San Padre Pío de de Pietrelcina Hijos míos, nada es demasiado a la hora de prepararnos para la santa comunión.

Concilio Vaticano II: «La conciencia es el núcleo más secreto y el sagrario del hombre, en el que se siente a solas con Dios, cuya voz resuena en el recinto más íntimo de aquélla» (Gaudium et Spes, 16).

         Eucaristía es «sacramento de piedad, señal de unidad, vínculo de caridad, convite Pascual, en el que se recibe a Cristo, el alma se llena de gracia y se nos da la prenda de la gloria futura»

Catecismo, nº 259«(…) Toda la vida cristiana es comunión con cada una de las Personas divinas, sin separarlas de ningún modo (…)»

El discurso del Pan de Vida anuncia la Eucaristía

1355: En la Comunión, precedida por la oración del Señor y de la fracción del pan, los fieles reciben «el pan del cielo» y «el cáliz de la salvación», el Cuerpo y la Sangre de Cristo que se entregó «para la vida del mundo» (Jn 6, 51).

1373 “Cristo Jesús… está presente de múltiples maneras en su Iglesia… pero, sobre todo, está presente bajo las especies eucarísticas” ().

1392: Lo que el alimento material produce en nuestra vida corporal, la Comunión lo realiza de manera admirable en nuestra vida espiritual. La comunión con la Carne de Cristo resucitado, «vivificada por el Espíritu Santo y vivificante», conserva, acrecienta y renueva la vida de gracia recibida en el Bautismo. Este crecimiento de la vida cristiana necesita ser alimentado por la Comunión Eucarística, Pan de nuestra peregrinación, hasta el momento de la muerte, cuando nos sea dada como viático.

San Juan Pablo II  La Iglesia vive de la Eucaristía. Esta verdad no expresa solamente una experiencia cotidiana de fe, sino que encierra en síntesis el núcleo del misterio de la Iglesia.

La Iglesia vive del Cristo eucarístico, de Él se alimenta y por Él es iluminada. Ecclesia de Eucharistia

«La Eucaristía es el sacramento de la presencia de Cristo, que se entrega a nosotros porque nos ama. Nos ama a cada uno de una manera única y personal en nuestra vida práctica diaria: en nuestras familias, entre nuestros amigos, en el estudio y en el trabajo, en el descanso y la relajación. Nos ama cuando llena de frescura nuestros días, y también cuando en tiempos de sufrimiento nos deja pesar las pruebas. Celebrar la Eucaristía, comer su carne y beber su sangre significa aceptar la sabiduría de la cruz y el camino del servicio «.

El hombre tiene necesidad extrema de saber si merece la pena nacer, vivir, luchar, sufrir y morir, si tiene valor comprometerse por algún ideal superior a los intereses materiales y contingentes, si, en una palabra, hay un «porqué» que justifique su existencia. 5 de agosto de 1979,

Benedecto XVI  san Agustín dice en las Confesiones sobre el Logos eterno, alimento del alma, poniendo de relieve su carácter paradójico, el santo Doctor imagina que se le dice: « Soy el manjar de los grandes: crece, y me comerás, sin que por eso me transforme en ti, como el alimento de tu carne; sino que tú te transformarás en mí ». En efecto, no es el alimento eucarístico el que se transforma en nosotros, sino que somos nosotros los que gracias a él acabamos por ser cambiados misteriosamente. Cristo nos alimenta uniéndonos a él; « nos atrae hacia sí ». Sacramentum Caritaris: Forma eucarística de la vida cristiana n. 70

         La Eucaristía es el medio, el instrumento de esta transformación recíproca, que tiene siempre a Dios como fin y como actor principal: él es la Cabeza y nosotros los miembros, él es la Vid y nosotros los sarmientos. Quien come de este Pan y vive en comunión con Jesús dejándose transformar por él y en él, está salvado de la muerte eterna: ciertamente muere como todos, participando también en el misterio de la pasión y de la cruz de Cristo, pero ya no es esclavo de la muerte, y resucitará en el último día para gozar de la fiesta eterna con María y con todos los santos. (Angelus, 16 agosto 2009)

Papa Francisco, Esta fe nuestra en la presencia real de Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre, en el pan y en el vino consagrados, es auténtica si nos comprometemos acaminar detrás de Él y con Él. Adorar y caminar: un pueblo que adora es un pueblo que camina. Caminar con Él y detrás de Él, tratando de poner en práctica su mandamiento, el que dio a los discípulos precisamente en la última Cena: «Como yo os he amado, amaos también unos a otros» (Jn 13, 34). El pueblo que adora a Dios en la Eucaristía es el pueblo que camina en la caridad. Adorar a Dios en la Eucaristía, caminar con Dios en la caridad fraterna.».. Misa en Marina di Sibari. Sábado 21 de junio de 2014.

         San Juan usa también las locuciones « creer a » Jesús y « creer en » Jesús. « Creemos a » Jesús cuando aceptamos su Palabra, su testimonio, porque él es veraz (cf. Jn 6,30). « Creemos en » Jesús cuando lo acogemos personalmente en nuestra vida y nos confiamos a él, uniéndonos a él mediante el amor y siguiéndolo a lo largo del camino (cf. Jn 2,11 Jn 6,47 Jn 12,44). Lumen Fidei 18,

         «Vivamos la Eucaristía con espíritu de fe, de oración, de perdón, de penitencia, de alegría comunitaria, de preocupación por los necesitados, en la certeza de que el Señor realizará aquello que nos ha prometido: la vida eterna»

Abraham Lincoln Al final, lo que importa no son los años de vida, sino la vida de los años. (1808-1865) Político estadounidense.

Ruiz de Galarreta: «El camino de seguir a Jesús no es sin más una decisión humana, sino una obra del Espíritu; del viento de Dios en nosotros».

Enrique Martínez Lozano Comprender significa caer en la cuenta de que, más allá de la persona en la que nos estamos experimentando, somos Aquello que es consciente, cualquiera que sea el nombre que le demos: consciencia, ser, vida… Comprender, por tanto, equivale a saber que somos vida.

         “El que cree tiene vida eterna”. Al hilo del comentario del domingo pasado, cabe “traducir” tal expresión de este modo: Quien comprende sabe que es vida y vive en plenitud.

Fray Marcos, Si vivimos la misma Vida de Dios, somos ya eternos. Como Jesús vivió esa Vida a la que no puede afectar la muerte.

Dietrich Bonhoeffer «Ser cristiano significa ser hombre, no un tipo de hombre, sino el hombre que Cristo crea en nosotros» ().

Miguel Ángel Munárriz Casajús  El libro del Éxodo es una excelente metáfora de nuestra vida: “Desde la cómoda esclavitud de nuestras pasiones, por el desierto de la vida hacia la casa del Padre”.

Ruiz de Galarreta: «El camino de seguir a Jesús no es sin más una decisión humana, sino una obra del Espíritu; del viento de Dios en nosotros».

Oscar Wilde A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante.

Lo menos frecuente en este mundo es vivir. La mayoría de la gente existe, eso es todo.

Séneca La mayor rémora de la vida es la espera del mañana y la pérdida del día de hoy.

Friedrich Nietzsche Aquel que tiene un porqué para vivir se puede enfrentar a todos los «cómos».

Albert Einstein Hay dos maneras de vivir su vida: una como si nada es un milagro, la otra es como si todo es un milagro.

Los ideales que iluminan mi camino y una y otra vez me han dado coraje para enfrentar la vida con alegría han sido: la amabilidad, la belleza y la verdad.

Solamente una vida dedicada a los demás merece ser vivida

¿Qué sabe el pez del agua donde nada toda su vida?.

Ernest Hemingway  El hombre que ha empezado a vivir seriamente por dentro, empieza a vivir más sencillamente por fuera.

Horacio Carpe Diem (aprovecha el día presente). Palabras que nos recuerdan que la vida es corta y debemos apresurarnos a gozar de ella.

Jonathan Swift¡Ojalá vivas todos los días de tu vida!

León Daudí Es curioso que la vida, cuanto más vacía, más pesa.

José Ortega y Gasset Algunas personas enfocan su vida de modo que viven con entremeses y guarniciones. El plato principal nunca lo conocen.

CONTO

COMBUSTIBLE

Un servidor de combustible al acercarse un cliente para repostar le preguntó: ¿por qué viene Vd., a esta estación de servicio…por obligación o por necesidad? El automovilista contestó: ciertamente por necesidad. Sin el carburante, no podría seguir mi viaje ni llegar a la meta que me he marcado…

Javier Leoz

ANÉCDOTA

EL PADRE

Más de 90 veces hace Juan referencia al Padre. Nuestro concepto de padre tenemos que cambiarlo por el de principio, origen, fundamento, germen, comienzo, razón de ser, realidad última. La última realidad no se puede expresar con palabras ni con imágenes, por eso encontramos en los evangelios tantas aparentes contradicciones. El mismo Jesús dice en otro lugar: “Nadie va al Padre si no es por mí”. Para entenderlo, tenemos que ir más allá de los contrarios.

Tomado de Fray Marcos

GARANTÍA DE ALIMENTO

Cuando la Segunda Guerra Mundial estaba llegando a su fin, los ejércitos aliados reunieron a muchos huérfanos hambrientos. Fueron colocados en campamentos donde estaban bien alimentados.

A pesar de la excelente atención, durmieron mal. Parecían nerviosos y asustados. Finalmente, a un psicólogo se le ocurrió la solución. A cada niño se le dio un trozo de pan para que lo sostuviera después de que lo acostaran. Este pedazo de pan en particular era para sostenerlo, no para comerlo.

El trozo de pan produjo maravillosos resultados. Los niños se fueron a la cama sabiendo instintivamente que tenían pan para comer al día siguiente. Esa garantía les dio a los niños un sueño reparador y tranquilo. (Charles Allen en su libro La psiquiatría de Dios)

PARA COMPRENDER TRANSUSTANCIACIÓN

Pedimos ayuda a una palabra cercana a ella y que nos es más familiar: la palabra transformación. Transformación significa pasar de una forma a otra, transustanciación pasar de una sustancia a otra. Pongamos un ejemplo. Al ver a una señora salir de la peluquería, con un peinado completamente nuevo, es espontáneo decir: «¡Qué transformación!». Nadie sueña con exclamar: «¡Qué transustanciación!». Claro. Ha cambiado su forma y aspecto externo, pero no su ser profundo ni su personalidad. Si era inteligente antes, lo sigue siendo ahora; si no lo era, lo siento, pero tampoco lo es ahora. Han cambiado las apariencias, no la sustancia.

En la Eucaristía sucede exactamente lo contrario: cambia la sustancia, pero no las apariencias. El pan es transustanciado, pero no transformado; las apariencias (forma, sabor, color, peso) siguen siendo las de antes, mientras que cambia la realidad profunda: se ha convertido en el cuerpo de Cristo. Se ha realizado la promesa de Jesús escuchada al comienzo: «El pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo».

Rainiero Cantalamessa

EL PAN DEL PROFETA ELÍAS (1 Reyes 19,4-8).

El siglo IX a.C. fue de profunda crisis religiosa. El rey de Israel, Ajab, se casó con una princesa fenicia, Jezabel, muy devota del dios cananeo Baal. La gente ya era bastante devota de este dios, al que atribuían la lluvia y las buenas cosechas. Pero el influjo de Jezabel y la permisividad de Ajab provocaron que Yahvé dejase de tener valor para el pueblo. A esto se opuso el profeta Elías, denunciando a los reyes y matando a los profetas de Baal, lo que le habría costado la vida si no llega a huir hacia el sur, al monte Horeb (el Sinaí). El viaje es largo, demasiado largo, y Elías se desea la muerte. Un ángel le ofrece una torta cocida sobre piedras; la come dos veces, y con la fuerza de aquel manjar camina cuarenta días y cuarenta noches hasta el monte en el que tuvo lugar la gran revelación de Dios a Moisés. Este relato se ha usado a menudo en relación con la eucaristía, y por eso se ha elegido para este domingo.

Tomado de J.L.Sicre

CARDENAL LERCARO

Tenía en el frontis del altar de su capilla privada un interrogante interpelador: Si compartimos el pan del cielo, ¿cómo no vamos a compartir el pan de la tierra?.

Tomado de Juan Jáuregui Castelo

AMENAZADOS DE RESURRECCIÓN

Dicen que estoy «amenazado de muerte»… Tal vez. Sea ello lo que fuera estoy tranquilo. Porque si me matan, no me quitarán la vida, Me la llevaré conmigo, colgando sobre el hombro, como un morral de pastor…

A quien se mata se le puede quitar todo previamente, tal como se usa hoy, dicen: los dedos de la mano, la lengua, la cabeza… Se le puede quemar el cuerpo con cigarrillos, se le puede aserrar, partir, destrozar, hacer picadillo… Todo se le puede hacer, y quienes me lean se conmoverán profundamente, y con razón.

Yo no me conmuevo gran cosa, porque, desde niño, alguien sopló a mis oídos una verdad inconmovible que es, al mismo tiempo, una invitación a la eternidad: «No temáis a los que pueden matar el cuerpo, pero no pueden quitar la vida».

La vida -la verdadera vida- se ha fortalecido en mí cuando, a través de Pierre Teilhard de Chardín, aprendí a leer el Evangelio: el proceso de la Resurrección empieza por la primera arruga que nos sale en la cara; con la primera mancha de vejez que aparece en nuestras manos; con la primera cana que sorprendemos en nuestra cabeza un día cualquiera, peinándonos; con el primer suspiro de nostalgia por un mundo que se deslíe y se aleja, de pronto, frente a nuestros ojos…

Así empieza la resurrección. Así empieza no eso tan incierto que algunos llaman «la otra vida», pero que en realidad no es la «otra vida», sino la vida «otra»…

Dicen que estoy amenazado a muerte… De muerte corporal a la que amó Francisco.

¿Quién no está «amenazado de muerte?» lo estamos todos desde que nacemos. Porque nacer es un poco sepultarse también…

Amenazado de muerte. ¿Y qué? Si así fuere, los perdono anticipadamente. Que mi cruz sea una perfecta geometría de amor, desde la que puedas seguir amando, hablando, escribiendo y haciendo sonreir, de vez en cuando, a todos mis hermanos los hombres.

Que estoy amenazado de muerte… Hay en la advertencia un error conceptual. Ni yo ni nadie estamos amenazados de muerte. Estamos amenazados de vida, amenazados de esperanza, amenazados de amor…

Estamos equivocados. Los cristianos no estamos amenazados de muerte. Estamos «amenazados» de resurrección. Porque además del Camino y de la Verdad, es el de la Vida, aunque esté crucificada en la cumbre del basusero del Mundo…

Un periodista guatemalteco

Tomado de Mercaba

CHISTE

Dios está mirando Los niños se alinearon en la cafetería de una escuela católica para el almuerzo.

En la cabecera de la mesa había una gran pila de sándwiches. La monja hizo una nota y la puso en la bandeja del sándwich:

«Toma solo UNO. Dios está mirando».

Avanzando más en la línea del almuerzo, en el otro extremo de la mesa había una gran pila de galletas con pepitas de chocolate. Un niño había escrito una nota,

«Toma todo lo que quieras. Dios está mirando los sándwiches».

POEMA

¡Ay que larga es esta vida! / ¡qué duros estos destierros! / ¡esta cárcel, estos hierros / en que el alma está metida! / Sólo esperar la salida me causa dolor tan fiero, / que me muero porque no muero.

Santa Teresa de Jesús

ORACIÓN

EN BUSCA DE DIOS

¡Te necesito, Señor!,

porque sin Ti mi vida se seca.

Quiero encontrarte en la oración,

en tu presencia inconfundible,

durante esos momentos en los que el silencio

se sitúa de frente a mí, ante Ti.

¡Quiero buscarte!

Quiero encontrarte dando vida a la naturaleza que Tú has creado;

en la transparencia del horizonte lejano desde un cerro,

y en la profundidad de un bosque

que protege con sus hojas los latidos escondidos

de todos sus inquilinos.

¡Necesito sentirte alrededor!

Quiero encontrarte en tus sacramentos,

En el reencuentro con tu perdón,

en la escucha de tu palabra,

en el misterio de tu cotidiana entrega radical.

¡Necesito sentirte dentro!

Quiero encontrarte en el rostro de los hombres y mujeres,

en la convivencia con mis hermanos;

en la necesidad del pobre

y en el amor de mis amigos;

en la sonrisa de un niño

y en el ruido de la muchedumbre.

¡Tengo que verte!

Quiero encontrarte en la pobreza de mi ser,

en las capacidades que me has dado,

en los deseos y sentimientos que fluyen en mí,

en mi trabajo y mi descanso

y, un día, en la debilidad de mi vida,

cuando me acerque a las puertas del encuentro cara a cara contigo.

(Teilhard de Chardin)

Tomado de Rezando voy

MEDITACIÓN

“Cuando escuchas: „Nadie viene a mí si no es atraído por el Padre‟, no pienses que es atraído en contra de su voluntad.  También el amor es una fuerza que atrae al alma.

No tenemos que temer la censura de cuantos están a pesar de las palabras, pero son incapaces de entender las cosas de Dios. Ellos podrían decirnos a propósito de esta afirmación del Evangelio: ¿Cómo es que yo puedo creer con libre voluntad si soy atraído?

Yo les respondo: No solamente es atraído por medio de la voluntad, sino también por el placer. ¿Qué significa ser atraído por el placer? „Pon en el Señor tu alegría, y él te dará lo que pide tu corazón‟ (Salmo 36,4). Hay  un cierto placer del corazón para el cual es dulce aquel pan celestial.

Si el poeta puede decir: „cada cual es atraído por su placer‟ (Virgilio, El., 2) –dice placer, no necesidad; alegría y no obligación-, ¿con cuánta mayor razón no podemos decir que es atraído por Cristo el hombre que encuentra su deleite en la verdad, en la felicidad, en la justicia, en la vida eterna, en todo aquello, en fin, que es el propio Cristo? Si los sentidos del cuerpo tienen sus placeres, ¿por qué razón el alma no habría de tener los suyos?”.

(San Agustín, Comentario sobre Juan 26.4)

LA DIFICULTAD DEL CAMINO

1. – Si Elías hubiera vivido en nuestros tiempos le habríamos enviado a un siquiatra, porque lo que tenía era una gran depresión, cansado del trabajo que Dios le había encomendado, harto de los hombres y de si mismo, con una gran angustia por la persecución de Jezrael, que no encuentra otra solución a sus problemas que la muerte, y sin ánimo más que para estar tumbado y dormir.

Pero Dios no le deja solo. Le deja dormir velando su sueño, le da fuerzas dándole alimento y le anima a caminar porque Él va a estar constantemente a su lado.

2. – También a nosotros se nos hace insoportable el camino, hartos de luchar, hartos de los demás y de nosotros mismos, hasta enfadados con Dios… y el camino de la vida se nos hace largo.

* Largo porque en vez de caminarlo lo dormimos y así siempre estamos en el mismo sitio con todo el camino por hacer.

* Largo porque no miramos más que las piedras con que tropezamos, cuando deberíamos mirar hacia arriba, hacia esa cima cada vez más cercana de esa vida que Jesús nos promete y que ya llevamos dentro por nuestra Fe en Él.

* Largo porque no sabemos gozar de las pequeñas maravillas que bordean el sendero: la florecilla silvestre, el arroyuelo cantarín, la mariposa llena de color, una bonita amistad.

* Largo porque lo andamos sin alegría… y cantando se pasa mejor en la vida.

* Largo porque nos empeñamos en caminarlo en ayunas, sin acudir al pan que da vida y energía, y que Jesús nos ha dejado en la Eucaristía

* Largo sobre todo porque nos empeñamos en recorrerlo solos, lejos de una mano amiga que nos ayude en las cuestas arriba.

“Tabi wa michizure” dice el dicho japonés. El camino se hace suave o se hace insoportable dependiendo del compañero que lo comparte con nosotros. Y Jesús se ha hecho nuestro compañero.

3. – Jesús no nos va a llevar por autopistas bien asfaltadas. Jesús es pastor y nos lleva por senda de montaña. Pero va delante, haciendo el camino, y dándonos la mano para que la subida se nos haga suave y agradable. “El que quiera venir conmigo que me siga…”, porque él va delante.

Pidamos en la Eucaristía que sepamos encontrar en ella el alimento que nos da energía y vitalidad, y que también encontremos al compañero de nuestro largo camino.

José María Maruri, S. J.

CANTO

«Yo soy el pan de vida» – Música Católica Coro Cantaré

Pan de vida JAR

https://youtu.be/GCDnmuITSME

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