CITA
««Dime de qué hablas y te diré quién eres».».
Dicen que tenemos 3 caracteres: el que exhibimos, el que tenemos y el que pensamos que tenemos.
Lo que los demás esperan de nosotros
es Dios mismo quien lo espera
« ¡Mal vicio es el juicio!»
S.Son
“Para nuestros propios defectos somos topos; para los ajenos, linces.”
“Quien tiene caridad y alma pura, de las fallas ajenas no murmura.”
Proverbio La lengua golpea donde el diente duele.
Cicerón, Es propio de los necios ver los vicios ajenos y olvidar los propios. Tusculanus, III, 30
S. Agustín, Los que más prontamente y de manera temeraria juzgan y censuran a los demás son los que prefieren condenar antes que corregir y conducir al bien, y esto denota orgullo y mezquindad… Explicación del Sermón de la Montaña, 19.
“Cambia tu corazón y cambiarán tus obras”
Que yo te conozca, conocedor mío, que yo te conozca como tú me conoces (Confesiones, X, 1, 1).
Doroteo de Gaza. ¿De dónde viene, decía un antiguo Padre, toda esta nuestra manía de juzgarlo todo y a todos, si no es por la falta de amor? Si tuviésemos en nosotros un poco más de amor y de compasión, no nos preocuparíamos en mirar los pecados del prójimo, porque, como dice la Escritura: «El amor todo lo excusa» (1 Corintios 13, 7). Ciertamente, los santos no son ciegos y todos odian el pecado; y, sin embargo, no odian a quien lo comete, no juzgan, sino que le tienen compasión, le aconsejan, le consuelan, tienen cuidado de él como de un miembro enfermo, hacen todo lo posible para salvarlo».
San Bernardo: “El alma humana puede llenarse de muchas cosas, pero ·rebosar sólo en Dios”.
San Francisco de Asís Decía san Francisco a sus hermanos que se puede “crucificar con la boca” y daba un consejo muy útil para moderarnos y contener nuestra lengua: «Dichoso quien no dice nada a espaldas del otro que no se atrevería a decir delante de él».
Ignacio de Loyola, «Todo buen cristiano ha de ser más pronto a salvar la proposición del prójimo, que a condenarla; y si no la puede salvar, inquirirá cómo la entiende, y si mal la entiende, corríjale con amor; y si no basta, busque todos los medios convenientes para que, bien entendiéndola, se salve» (ex. spir. 22)
Santa Teresa de Jesús: «no está el negocio en tener hábito de religión u no, sino en procurar ejercitar las virtudes y rendir nuestra voluntad a la de Dios en todo y que el concierto de nuestra vida sea lo que Su Majestad ordenare de ella, y no queramos nosotras que se haga nuestra voluntad, sino la suya» (Moradas 3,2,6).
“Procuremos siempre mirar las virtudes y cosas buenas que viéremos en los otros y tapar sus defectos con nuestros grandes pecados… tener a todos por mejores que nosotros.”
San Francisco de Sales, “Entretenerse en buscar defectos al prójimo es prueba suficiente de no ocuparse apenas de los suyos propios.”
Catecismo, 2489 «La caridad y el respeto de la verdad deben dictar la respuesta a toda petición de información o de comunicación. El bien y la seguridad del prójimo, el respeto de la vida privada, el bien común, son razones suficientes para callar lo que no debe ser conocido, o para usar un lenguaje discreto. El deber de evitar el escándalo obliga con frecuencia a una estricta discreción. Nadie está obligado a revelar una verdad a quien no tiene derecho a conocerla (cfr Si 27,17; Pr 25,9 – 10)».
Benedicto XVI El programa del cristiano -el programa del buen Samaritano, el programa de Jesús- es un “corazón que ve”. Este corazón ve dónde se necesita amor y actúa en consecuencia (Encíclica Deus caritas est).
Papa Francisco, –Las murmuraciones matan igual y más que las armas.
«Los que viven juzgando al prójimo, hablando mal del prójimo, son hipócritas. Porque no tienen la fuerza, la valentía de mirar los propios defectos.
«cada vez que juzgamos a nuestros hermanos en nuestro corazón, o peor, cuando lo hablamos con los demás, somos cristianos homicidas». Homilía en Santa Marta, 13.IX.13
Aprender a discernir, “no supone solamente una buena capacidad de razonar o un sentido común, es también un don que hay que pedir”. (Gaudete et exsultate 166)
M. Quoist: «Tengo miedo de mis actividades que me hacen creer que me entrego; tengo miedo de lo que doy, pues me esconde lo que no doy».
El Quijote Así que es menester que el que vee la mota en el ojo ajeno vea la viga en el suyo41, porque no se diga por él: «espantóse la muerta de la degollada42»; y vuestra merced sabe bien que más sabe el necio en su casa que el cuerdo en la ajena.
Anthony de Mello, “Tienes que entender que la distancia más corta entre un ser humano y la verdad es una historia”.
Erasmo de Rotterdam decía muy gráficamente, en una época histórica marcada por la necesidad urgente de reforma en la Iglesia: «Yo veo muchos Luteros, pero verdaderamente evangélicos, ninguno o muy pocos».
Bernard Shaw «los mejores reformadores que conoce el mundo son aquellos que comienzan por reformarse a sí mismos».
H. Bergson, lo que se necesita es un «plus de corazón».
Machado: “tu verdad no, la verdad y ven conmigo a buscarla, la tuya quédatela”.
Oscar Wilde “Cuando me da por pensar de noche en mis defectos, me quedo dormido inmediatamente.”
François de La Rochefoucauld “Si no tuviéramos defectos no sentiríamos tanto placer descubriendo los de los demás.”
Rey Federico II el Grande “Los grandes hombres no son grandes a todas horas ni en todas las cosas.”
“Es imposible que un príncipe pueda ocultar sus defectos a los ojos del pueblo.”
Gandhi “Puesto que yo soy imperfecto y necesito la tolerancia y la bondad de los demás, también he de tolerar los defectos del mundo hasta que pueda encontrar el secreto que me permita ponerles remedio.”
Miguel de Unamuno “No nos molestan aquellos defectos que nosotros no tenemos.”
Miguel de Cervantes “¿Qué locura o qué desatino me lleva a contar las ajenas faltas, teniendo tanto que decir de las mías?”
Buda “Es fácil ver las faltas de los demás, pero ¡qué difícil es ver las nuestras propias! Exhibimos las faltas de los demás como el viento esparce la paja, mientras ocultamos las nuestras como el jugador tramposo esconde sus dados.”
Epicteto de Frigia “Si te dicen que alguien habló mal de ti, no te defiendas, sino di: parece que no conoce mis otros defectos porque, si no, no habría mencionado solamente ésos.”
ALGUNAS CITAS SOBRE “HABLAR MUCHO”
Rabindranath Tagore “Ese que habla tanto está completamente hueco, ya sabes que el cántaro vacío es el que más suena.”
Confucio “El noble no expresa nunca su parecer sobre las cosas que no comprende. Busca la máxima precisión en sus palabras; esto es lo más importante.”
Tales de Mileto “Muchas palabras no son signo de ánimo prudente.”
Zenón de Citio “Recordad que la naturaleza nos ha dado dos oídos y una boca para enseñarnos que vale más oír que hablar.”
Publio Siro “El hombre que no sabe callar tampoco sabe hablar.”
Epicuro de Samos “La manía de hablar siempre y sobre toda clase de asuntos es una prueba de ignorancia y de mala educación, y uno de los grandes azotes del trato humano.”
CONTO
LOS TRES FILTROS
Un discípulo llegó muy agitado a la casa de Sócrates y empezó a hablar de esta manera:
– “¡Maestro! Quiero contarte cómo un amigo tuyo estuvo hablando de ti con malevolencia…”
Sócrates lo interrumpió diciendo: -“¡Espera! ¿Ya hiciste pasar a través de los Tres Filtros lo que me vas a decir?
-“¿Los Tres Filtros…?”
-“Sí” – replicó Sócrates. El primer filtro es la VERDAD. –“¿Ya examinaste cuidadosamente si lo que me quieres decir es verdadero en todos sus puntos?”
-“No… lo oí decir a unos vecinos…”
-“Pero al menos lo habrás hecho pasar por el segundo Filtro, que es la BONDAD: ¿Lo que me quieres decir es por lo menos bueno?”
-“No, en realidad no… al contrario…”
-“¡Ah!” – interrumpió Sócrates.- “Entonces vamos a la último Filtro. ¿Es NECESARIO que me cuentes eso?”
– “Para ser sincero, no…. Necesario no es.”
– “Entonces -sonrió el sabio- Si no es verdadero, ni bueno, ni necesario… sepultémoslo en el olvido…”
ANÉCDOTA
LA ESPADA DE DAMOCLES
La espada de Damocles es definida por el diccionario de la Real Academia Española como «Amenaza persistente de un peligro». Cada decisión, cada medida puede ser la última… por eso debemos vivir en presente y tomar la mejor decisión de las posibles en cada paso de nuestra vida.
Damocles fue, al parecer, un cortesano excesivamente adulador en la corte de Dionisio I, un tirano de Siracusa, Sicilia del siglo IV a. C. Propagó que Dionisio era realmente afortunado al disponer de tal poder y riqueza. Dionisio, deseoso de escarmentar al adulador, se ofreció a intercambiarse con él por un día, de forma que pudiera disfrutar de primera mano su suerte. Esa misma tarde se celebró un opíparo banquete donde Damocles gozó siendo servido como un rey.
Sólo al final de la comida miró hacia arriba y reparó en la afilada espada que colgaba atada por un único pelo de crin de caballo directamente sobre su cabeza. Inmediatamente se le quitaron las ganas de los apetitosos manjares que le sirvieron y las hermosas mujeres que había pedido, y pidió al tirano abandonar su puesto, diciendo que ya no quería seguir siendo tan afortunado.
Horacio hace alusión a la espada de Damocles en uno de sus poemas:
Para aquel que ve una espada desenvainada sobre su impía cabeza, los festines de Sicilia, con su refinamiento, no tendrán dulce sabor, y el canto de los pájaros, y los acordes de la cítara, no le devolverán el sueño, el dulce sueño que no desdeña las humildes viviendas de los campesinos ni una umbrosa ribera ni las enramadas de Tempe acariciada por los céfiros.
Horacio, Odas III, 1 (ver libro)
Tomado de Anecdonet
CONTENTARSE CON LO QUE BASTA
No necesitas adular cuando no buscas más de lo que tienes.
La adulación nace de la necesidad creada.
Estaba Diógenes comiendo lentejas, cuando le vio el filósofo Aristipo, quien le dijo:
–– «Si aprendieras a ser sumiso al rey, no tendrías que comer lentejas».
A lo que Diógenes replicó:
–– «Si hubieras tú aprendido a comer lentejas, no tendrías que adular al rey».
Tomado de Anecdonet
APRENDER A HABLAR Y TAMBIÉN A CALLAR
DOBLE TRABAJO, DOBLE PAGA
Una vez se le acercó a Isócrates un joven que, con gran derroche de palabras vanas, pidió ser admitido como discípulo.
Se dice que Isócrates lo admitió, pero quiso cobrarle el doble que al resto de los alumnos. Ante las protestas del candidato, el maestro repuso: “Contigo el trabajo es doble: a ti debo enseñarte primero a callar y, cuando hayas aprendido esto, a hablar correctamente”.
Tomado de Anecdonet
COHERENCIA.
Hace unas semanas fue noticia que una actriz, bastante bien valorada, había publicado tiempo atrás unos comentarios en redes sociales que presuntamente resultaban inaceptables. Esto provocó sorpresa en muchos que hasta ese momento la habían ensalzado y en pocos días vio anuladas sus apariciones públicas. Más allá de las circunstancias de este hecho, esta situación se produce con bastante frecuencia, no sólo en el ámbito público o redes sociales, sino también en nuestro entorno más cercano: tenemos muy buena opinión de una persona, pero un día leemos o escuchamos lo que dice respecto a algún tema y nos sorprende negativamente, y nos sentimos engañados.
Tomado de ACG
CHISTE
HABLAR CUANDO TOCA
Esto es un partido de fútbol americano en Texas, en el que aparecen dos monjas y se sientan silenciosamente detrás de un par de hinchas.
Pero estos dos tíos resulta ser una pareja de bandarras, y al ver que las monjas se han sentado detrás suyo, uno le dice al otro en voz bien alta:
– ¿Sabes qué es lo que más me gusta de Dallas? Que en toda la ciudad no hay más que diez católicos.
Y su amigo le contesta, también a voz en grito:
– Pues a mi me gusta Houston mucho más, allí tan solo hay dos católicos.
Y entonces una de las monja se inclina hacia delante y, mientras le pone una mano en el hombro a cada uno de los gamberros, les dice:
– Me alegro por ustedes, hermanos, porque el infierno les va a encantar, alli no hay ningun católico.
UN CHISTE (MALO) SOBRE UN NIÑO LOCUAZ (Demasiada comunicación)
Un padre aburrido de su pequeño de nueve años, comenta con su esposa:
– ¡Qué pesado es este niño!, ¡no para de hablar!
– Menos mal que dentro de poco sera adolescente y ya no podremos comunicarnos con él…
Tomado de Anecdonet
POEMA
Este evangelio, en verso, suena así
Juzgamos a los hermanos
con orgulloso desprecio:
Contemplamos sus acciones
y sólo vemos defectos.
Pensamos tener la luz
y estamos “ciegos” por dentro.
Tenemos que aprender mucho
y nos creemos “maestros”.
Vemos en ojos ajenos
“pajas” que se lleva el viento,
y no vemos en los nuestros
fuertes “vigas” de cemento
Tú, Señor, hoy nos invitas
a poner al descubierto
la verdad de nuestras obras,
deseos y sentimientos.
El valor de una persona
tiene marcado su precio:
Es el “corazón” quien dice
si estamos sanos o enfermos…
Si el árbol de nuestra vida
está mustio, triste y seco,
coloca, Dios Jardinero,
en su corteza, un injerto.
Con tu amor y tu perdón,
con tu alegría y tus besos
seremos “árboles sanos”
cargados de frutos buenos.
(Compuso estos versos José Javier Pérez Benedí)
Tomado de Alforjas de pastoral sj
ORACIÓN
«Mira, Señor, ahí está el otro, con el que no me entiendo. Él te pertenece; tú le has creado. Si tú no le has querido así, al menos le has dejado ser como es. Mira, Dios mío, si tú le soportas, le quiero yo aguantar y soportar, como tú me soportas y aguantas».
Karl Rahner
MEDITACIÓN
AMA, DE TODOS MODOS
Si las personas son irrazonables, inconsecuentes y egoístas, ámalas de todos modos.
Si haces el bien, te acusarán de tener oscuros motivos egoístas, haz el bien de todos modos.
Si tienes éxito y te ganas falsos amigos y enemigos verdaderos, lucha de todos modos.
El bien que hagas hoy será olvidado mañana, haz el bien de todos modos.
La sinceridad y la franqueza te hacen vulnerables, sé sincero y franco de todos modos.
Lo que has tardado años en construir puede ser destruido en una noche, vuélvelo a construir de todos modos.
Alguien que necesita ayuda de verdad puede atrasarte si le ayudas, ayúdale de todos modos.
Da al mundo lo mejor que tienes y te golpearán
a pesar de ello, Dios conoce nuestras debilidades y nos ama de todos modos.
santa Teresa de Calcuta
Tomado de Pastoral sj
CANTO
NO JUZGUES HERMANA GLENDA
Cuida tu corazón MARTÍN VALVERDE
VIDEO
CORTOMETRAJE EL JUZGAR A LOS DEMAS