CITA
«¡Tus amores son más dulces que el vino! »
(Cantares 1, 2).
« La alegría es señal inequívoca de que la vida triunfa»
Henri Bergson
« La felicidad que te va a embriagar, está al llegar »
S.Son
San Cipriano, ¿… A los judíos les faltaba la gracia espiritual, les faltó el vino. (Carta 63, 12 CSEL 3 2, 711).
San Atanasio, «Cristo, la fe, convierte la vida del cristiano en una fiesta continua».
San Máximo de Turín, Fue allá no para beber vino, sino para darlo.
S. Agustín, «Si un marido dice ser casto y fiel a la mujer, se le ríen y le dicen que no es un hombre. Hasta este punto ha llegado la perversidad humana, que quien ha sido vencido por la libido es tenido como un hombre, mientras que no sería un hombre quien la vence. Es como si asistiendo a un espectáculo en el anfiteatro se tuviese como más fuerte al que permanece tendido bajo el vientre de la fiera, más bien que quien triunfa sobre ella» (Sermones 9,12).
San Cirilo de Alejandría: Si dieres el pan triste, el pan y el mérito perdiste (Coment. sobre el Salmo 48).
San Gregorio Magno, Entra, pues, a las bodas sin el vestido nupcial quien cree en la Iglesia, pero no tiene caridad (en Catena Aurea, vol. lll, p. 66).
Santo Tomás de Aquino, Las fiestas se han hecho para promover la alegría espiritual, y esa alegría la produce la oración; por lo cual en día festivo se han de multiplicar las plegarias (Sobre los mandamientos,1 c. ,245).
Santa Teresa de Jesús: Es un cielo, si le puede haber en la tierra, para quien se contenta con sólo contentar a Dios y no hace caso de contento suyo. (Camino de perfección,13,7).
Alfonso María de Ligorio “¿Por qué tendrán tanta eficacia los ruegos de María ante Dios? Las oraciones de los santos son oraciones de siervos, en tanto que las de María son oraciones de Madre, de donde procede su eficacia y carácter de autoridad; y como Jesús ama inmensamente a su Madre, no puede rogar sin ser atendida (…)”. Sermones abreviados, Sermón 48: De la confianza en la Madre de Dios.
San Alberto Hurtado, Sj, La fe, ¡base de toda vida cristiana! El primer contacto del hombre con Dios es por la fe. «¡Sin fe es imposible complacer a Dios!» (Heb 11,6). ¿Cómo obtenerla? Pedirla, suplicarla, actuarse; humildad de corazón. Realizar la verdad, porque «el que obra la verdad, va a la luz» (Jn 3,21). (Un disparo a la eternidad, Universidad Católica de Chile, 2004, pp. 249-256)
Catecismo, 144: La obediencia de la fe.Obedecer («ob-audire») en la fe, es someterse libremente a la palabra escuchada, porque su verdad está garantizada por Dios, la Verdad misma. De esta obediencia, Abraham es el modelo que nos propone la Sagrada Escritura. La Virgen María es la realización más perfecta de la misma.
1335 … El signo del agua convertida en vino en Caná (cf Jn 2,11) anuncia ya la Hora de la glorificación de Jesús. Manifiesta el cumplimiento del banquete de las bodas en el Reino del Padre, donde los fieles beberán el vino nuevo (cf Mc 14,25) convertido en Sangre de Cristo.
1613: En el umbral de su vida pública, Jesús realiza su primer signo —a petición de su Madre— con ocasión de un banquete de boda. La Iglesia concede una gran importancia a la presencia de Jesús en las bodas de Caná. Ve en ella la confirmación de la bondad del matrimonio y el anuncio de que en adelante el matrimonio será un signo eficaz de la presencia de Cristo.
2618. El Evangelio nos revela cómo María ora e intercede en la fe: en Caná (cf Jn 2, 1-12) la madre de Jesús ruega a su Hijo por las necesidades de un banquete de bodas, signo de otro banquete, el de las bodas del Cordero que da su Cuerpo y su Sangre a petición de la Iglesia, su Esposa. Y en la hora de la nueva Alianza, al pie de la Cruz (cf Jn 19, 25-27), María es escuchada como la Mujer, la nueva Eva, la verdadera «madre de los que viven».
San Juan Pablo II «Habrá a veces que dejar esquemas atrofiados para ir allí donde se inicia la vida; donde vemos que se producen frutos de vida «según el Espíritu» (Rom. 8), decía Juan Pablo II a los Obispos europeos.
Benedicto XVI «María, propiamente, no hace una petición a Jesús; simplemente le dice: ‘No tienen vino’. No le pide nada en particular, y mucho menos, que Jesús utilice su poder, que realice un milagro produciendo vino. Sencillamente, informa a Jesús y le deja decidir lo que conviene hacer» ()
Papa Francisco, El vino nuevo no faltará jamás ().
“La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida de todos los que encuentran a Jesús”. Evangelii gaudium
Sí, Madre, nos comprometemos a hacer lo que Jesús nos diga. Y lo haremos con esperanza, confiados en las sorpresas de Dios y llenos de alegría.
Talmud: “Donde no hay vino, no hay alegría.”
Pagola, «La Torá lo impregnaba todo en la vida del pueblo en los tiempos de Jesús. Era el signo de identidad de Israel… Jesús nunca despreció la Ley, pero un día enseñaría a vivirla de una manera nueva, escuchando hasta el fondo del corazón de un Dios padre que quiere reinar entre sus hijos e hijas procurando para todos una vida digna y dichosa»
«In vino veritas.» «En el vino (está) la verdad». Plinio «el viejo».
“El mejor vino no es necesariamente el más caro, sino el que se comparte.” George Brassens.
“Donde no hay vino no hay amor.” Eurípides.
“El vino hace la vida más fácil y llevadera, con menos tensiones y más tolerancia.” Benjamin Franklin.
“Si bien la penicilina cura a los hombres, el vino les hace felices.” Sir Alexander Fleming.
“El hombre debe al vino ser el único animal que bebe sin sed.” Plinio el Joven.
“El vino da brillantez a las campiñas, exalta los corazones, enciende las pupilas y enseña a los pies la danza.” José Ortega y Gasset.
“El ánfora guarda siempre el aroma del primer vino que guardó.” Quinto Horacio Flaco.
«El vino es una cosa maravillosamente apropiada para el hombre si, en tanto en la salud como en la enfermedad, se administra con tino y justa medida.» Hipócrates.
«Viva el buen vino, que es el gran camarada para el camino.» Pío Baroja.
“Con pan y vino se anda cualquier camino.”
“El vino es la única obra de arte, que se puede beber.” Luis Fernando Olaverri.
«El vino es el amigo del sabio y el enemigo del borracho. Es amargo y útil como el consejo del filósofo, está permitido a la gente y prohibido a los imbéciles. Empuja al estúpido hacia las tinieblas y guía al sabio hacia Dios.» Avicena
«El mayor mal del vino es que empieza por agarrarse a los pies: es un luchador habilidoso.» Plauto
«Los hombres son como los vinos: la edad agria los malos y mejora los buenos.» Marco Tulio Cicerón
«Ten cuidado de confiar en alguien a quien no le guste el vino.» Karl Marx
«Aquel al que no le gusta el vino, ni el canto, ni la mujer será un necio toda su vida.» Martín Lutero
«El buen vino es una excelente y jovial criatura de Dios, cuando se hace de él un uso moderado.» William Shakespeare
«Se templado en el beber, considerando que el vino demasiado ni guarda secreto ni cumple palabra.» Cervantes
«Para conocer el origen y la calidad del vino no hay necesidad de beber todo el barril.» Oscar Wilde
Bebed porque sois felices, pero nunca porque seáis desgraciados. – Gilbert Keith Chesterton
Bebo porque tengo vergüenza. ¿Vergüenza de qué? Vergüenza de beber. – El Principito
El vino alegra el corazón del hombre y la alegría es la madre de todas las virtudes. – Johann Wolfgang von Goethe
Clases de vino sólo hay dos: el buen vino y el vino mejor. – Refrán Pero tu carne es pan, tu sangre es vino. – Rubén Darío
Los ingleses tienen el milagroso poder de convertir el vino en agua. –Oscar Wilde
El amor es la vida llena, igual que una copa de vino. – Tagore
A los gallegos nos gustan nuestros vinos. Quizás porque tienen más ganas de hablar que nosotros, o porque tienen un sabor fugitivo y, buscándoselo, rememoramos tiempos, lugares, amores, despedidas… – Alvaro Cunqueiro
Llenáronse de regocijo los pechos porque se llenaron las tazas de generosos vinos que, cuando se trasiegan por la mar, de un cabo a otro, no hay néctar que se les iguale. – Miguel de Cervantes Saavedra
CONTO
LA ANCIANA Y EL RECIPIENTE DE VINO.
Una anciana encontró un recipiente vacío que había sido llenado con el mejor de los vinos y que aún retenía la fragancia de su antiguo contenido.
Ella insaciablemente lo llevaba su nariz, y acercándolo y alejándolo decía:
-¡Que delicioso aroma¡ ¡Qué maravilloso debió haber sido el vino que dejó en su vasija tan encantador perfume¡
Esopo.
Tomado de Mi cuento de cada día
EL AGUA QUE REFLEJABA A DIOS
“Ya estoy cansada de ser fría y de correr río abajo. Dicen que soy necesaria. Pero yo preferiría ser hermosa. Y encender entusiasmos. Y hacer arder el corazón de los enamorados. Y ser roja y cálida.
“Quisiera ser fuego y llama”. Así pensaba el agua de un río de montaña. Y como quería ser fuego, decidió escribir una carta a Dios para pedirle que cambiara su identidad.
“Querido Dios: Tú me hiciste agua. Pero quiero decirte que me he cansado de ser transparente. Prefiero el color rojo para mí. Desearía ser fuego. ¿Puede ser? Tú mismo, Señor, te identificaste con una zarza ardiendo y dijiste que habías venido a poner fuego a la tierra. No recuerdo que nunca te compararas con el agua. Por eso, creo que comprenderás mi deseo. Necesito este cambio para mi realización personal…”.
El agua salía todas las mañanas para ver si llegaba la respuesta de Dios. Una tarde pasó una lancha y dejó caer al agua un sobre muy rojo.
El agua lo abrió y leyó: “Querida hija: Me apresuro a contestar tu carta. Parece que te has cansado de ser agua. Yo lo siento mucho porque no eres una agua cualquiera. Tu abuela fue la que me bautizó en el Jordán, y yo te tenía destinada a caer sobre la cabeza de muchos niños. Tú preparas el camino del fuego. Mi Espíritu no baja a nadie que haya sido lavado por ti. El agua siempre es primero que el fuego…”.
Mientras el agua estaba embebida leyendo la carta, Dios bajó a su lado y la contempló en silencio. El agua se miró a sí misa y vio el rostro sonriente de Dios reflejado en ella.
Y Dios seguía sonriendo, esperando una respuesta.
El agua comprendió que el privilegio de reflejar el rostro de Dios sólo lo tiene el agua limpia…Suspiró y dijo: “Sí, Señor. Seguiré siendo agua. Seguiré siendo tu espejo. Gracias”.
María Dolores Torres
MILAGRO MODERNO
Un borracho fue convertido por el Señor. Un día, después de su conversión, un escéptico se mofó de él diciéndole: —¿Crees tú que Cristo hizo que el agua se volviera vino?
La rápida y acertada respuesta de aquel que había sido un beodo fue: —No sé qué decirte…; pero lo que sí sé es que en mi hogar Cristo hizo que el vino se volviera pan.
Tomado de 500 ilustraciones
ANÉCDOTA
LA ALEGRÍA VALE MÁS QUE EL AYUNO.
Martín Descalzo se quedó conmovido al leer una página de Julien Green sobre S. Francisco.
«Me he detenido en una página conmovedora. Es aquella en la que, tras contar los severos ayunos que él y sus frailes hicieron en Rivo Torto, una noche, durmiendo ya, oyó los lamentos de un fraile que gemía. Se levantó. «¿Qué te pasa, hermano?» le preguntó «Lloro porque me muero de hambre.» Y entonces Francisco: despertó a los demás hermanos y les explica que el ayuno está muy bien, pero que no pueden dejar que un hermano sufra tanto. Y como se sentiría avergonzado en comer él solo, es necesario que todos los compañeros se levanten y se pongan junto a comer con él.. Y el hambre del hermano se convirtió en una fiesta, aunque la comida estuvo compuesta sólo de pan y unos pocos rábanos, pero bien regados por la alegría.
Hay una expresión muy aclaradora del profeta Oseas(6,6): «yo quiero misericordia , no sacrificios» Jesús citó estas palabras de Oseas cuando le criticaban porque no hacía ayunar a sus discípulos «Me gusta más la compasión que no el culto» (Mt 9,13 y también «Prefiero la bondad a los sacrificios» (Mt 12,17).
Francisco se dio cuenta que el ayuno de sus frailes era a veces excesivo y sabía resolver ciertas situaciones. Quiso satisfacer el hambre de aquel fraile hambriento pero sin dejarlo mal parado frente a sus hermanos más robustos que él.. Francisco satisfizo su hambre sin humillarlo.
Tomado de P. Chinaglia
EL FESTÍN DE BABETTE
El Papa Francisco tiene una película favorita, El festín de Babette, e incluso la menciona en Amoris Laetitia.
Dos jóvenes viven en un pueblecito de Jutlandia con su padre, un pastor protestante muy austero y sombrío, creador de su propia religión. En su religión todo es pecado, todo está prohibido, no hay placer humano por inocente que sea, hasta una comida sabrosa, que no esté prohibido.
Las dos jóvenes renuncian al matrimonio y rechazan dos pretendientes. A la muerte de su padre, en lugar de dar un giro a sus vidas, deciden continuar su tarea.
Un buen día uno de los pretendientes les pide que den cobijo a Babette que huye de la guerra. Sólo quiere una cama y comida, tranquilidad y silencio, a cambio de hacer todos los trabajos de la casa. La acogen y abraza los sacrificios, el aburrimiento y la rutina de sus vidas.
A Babette le toca la lotería, nuevas posibilidades se abren en su vida, pero decide quedarse y ofrecer á las dos hermanas y a los 10 habitantes del pueblo una cena para la que ha encargado los mejores vinos, los mejores pescados, todos los productos más caros del mercado. Los invitados, escandalizados creen que es una invitación del mismísimo demonio, hacen voto de silencio, no alabarán ninguno de los manjares consumidos. Sólo el general, antiguo prometido de una de las hermanas, se maravilla, alaba y goza ante semejante y loco dispendio.
La religión del pastor y de las hermanas había empobrecido la vida de esas gentes, había castrado todo sentimiento , reducida a sacrificios, ascesis y noes, había matado el amor, la alegría, el sexo, la belleza…
Babette, en una comida, les descubrió la grandeza de Dios, la bondad de los sentimientos, el calor de los abrazos, la expresión de la palabra y la alegría del amor. No hay que renunciar a las alegrías de esta vida porque ya tendremos alegría en la vida del más allá. No hay que quemar este hoy para preparar el mañana.
Tomado de P. Félix Jiménez
TINAJAS:
El número seis simboliza lo incompleto -el siete es la plenitud-, la incapacidad de la ley para unir al hombre con Dios.
Cada tinaja hacía «unos cien litros»–¿cien preceptos?–. Como tenían más de seiscientos…
«Llenad las tinajas de agua». Jesús sabe que las tinajas están vacías y hace tomar conciencia de ello a los sirvientes, que las llenan de agua. ¿Por qué no nos damos cuenta del vacío desolador que hay en la mayoría de los ritos y de las estructuras eclesiásticas actuales? ¿O pensamos que los obreros, intelectuales y jóvenes han abandonado en masa la Iglesia por casualidad o por maldad, o simplemente por comodidad? ¿Qué respuestas estamos dando a sus vidas concretas para ahora?
Las tinajas nunca van a contener el vino-amor que ofrece Jesús. Los sirvientes «habían sacado el agua». El agua se convertirá en vino fuera de ellas. La ley se interponía y se interpondrá siempre entre el hombre y Dios. Falta de espíritu, mata. Con el Mesías no habrá intermediarios: el vino, que es el amor, establecerá una relación personal e inmediata entre Dios y el hombre. No basta con reformas, es necesario cambiar los fundamentos en que se asienta la institución. Es lo de los pellejos viejos y vino nuevo (Mt 9,17). Las leyes jamás podrán purificar: son externas. Jesús sí: con un vino-amor que penetra dentro del corazón del hombre y le convierte en criatura nueva.
«Llevádselo al mayordomo». Representa a la clase dirigente religiosa. No sabía que faltaba el vino. Los jefes -los obispos y los sacerdotes-, cuando sólo piensan en sí mismos, están incapacitados para entender las necesidades del pueblo. Dirigen una institución religiosa, de la que viven. Sólo el pueblo comprometido siente que la situación es insostenible. No caigamos en el error de creer que esto sucedió hace dos mil años y que, por tanto, todos aquellos malos dirigentes ya se han muerto.
Jesús también ofrece su vino-amor a los dirigentes, representados aquí por el mayordomo; pero ellos no quieren reconocerlo. Creen que la situación en que viven es la definitiva, la perfecta, y que no tienen nada que esperar ni que cambiar. Creen que su institución no necesita mejora, cuando la realidad es que hace agua por todas partes. El mayordomo constata que el vino que le ofrecen es de mejor calidad, y no se lo explica. Tampoco intenta ahondar mucho en el asunto. Para él las cosas están claras, no duda ni por un momento que lo antiguo pueda superarse. Está incapacitado para entender la novedad del Mesías.
Esta boda-alianza anuncia la formación de una nueva comunidad, donde la experiencia del amor del Padre producirá la plenitud de vida. En ella queda superado el obstáculo de la ley, que deformaba la imagen de Dios e impedía al hombre su plena realización por el camino único del amor.
Tomado de Francisco Bartolome Gonzalez
Acercamiento A Jesus De Nazaret – 1
“GLORIA” “SANTIDAD”
El concepto de “gloria” de Dios está en íntima relación con el de “santidad” en los textos del Antiguo Testamento, especialmente en el libro del profeta Ezequiel. Entre los dos conceptos existe una relación complementaria: son dos aspectos de una misma realidad.
La «santidad» de Dios se refiere a su trascendencia: Dios está más allá de toda realidad humana. Por su parte, la «gloria» de Dios expresa esa misma trascendencia en cuanto presente en la historia de la humanidad y la historia del pueblo de Israel; la gloria de Dios es su trascendencia, hecha historia.
La manifestación de la gloria de Dios se da para que sea acogida por el ser humano. El texto evangélico concluye de esa manera: Jesús manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él. Y “éste fue el principio de las señales” (v. 11a).
La presente “señal” se sitúa en un banquete de bodas. El evangelio prolonga así la temática del comienzo del capítulo 62 de Isaías, en el que se anuncia el desposorio de Dios con su pueblo, misterio de comunión esponsalicia que plenifica al pueblo.
Tomado de Servicio Bíblico Latinoamericano 2004
JESÚS COMENZÓ SUS SIGNOS».
El signo es aquella realidad a través de la cual podemos conocer otra realidad que está manifestada o simbolizada en el signo. Un dicho oriental afirma: «Cuando el dedo señala la luna, el idiota mira el dedo». El signo de las bodas de Cana es un dedo que señala una realidad más sublime que la trasciende. Todos los escrituristas están de acuerdo en que estamos ante una narración simbólica, un recurso literario para proclamar un hondo mensaje teológico. Todo esto significa que para el creyente, a quien van dirigidos los signos del evangelio, no tiene importancia el hecho de que las narraciones de estos signos sean un recurso literario o reflejen una realidad, ni importan tampoco los detalles de la narración. Lo importante es el mensaje que está entrañado en el signo.
Atilano Alaiz
Tomado de Alforjas de Pastoral
LAS BODAS EN ORIENTE
Comienzan al oscurecer, con la conducción de la novia a casa del esposo, acompañada de un cortejo de jóvenes, familiares e invitados, a los que fácilmente se viene a sumar, en los villorrios, todo el pueblo, y prolongándose las fiestas varios días (Gen 29:27; Jue 14:10.12.17; Tob 9:12:Tob_8:20 en los LXX; Tob_10:1).
En las bodas de los pueblos, los menesteres de la cocina y del banquete son atendidos por las hermanas y mujeres familiares o amigas. Es lo que aparece aquí en el caso de María. A ellas incumbe atender a todo esto.
El vino es tan esencial en un banquete de bodas en Oriente, que dice el Talmud: “Donde no hay vino, no hay alegría.”
Según la Mishna, la duración de las bodas era de siete días si la desposada era virgen, y tres si era viuda. Durando las bodas varios días, los invitados se renuevan. Los escritos rabínicos suponen la posibilidad de la llegada de huéspedes inesperados.
Manuel de Tuya
Tomado de MSC
“NO ME CASO CON NADIE”
Un Instituto de Estudios sobre la Familia, con base en Estados Unidos, ha previsto que “el matrimonio está desapareciendo en Gran Bretaña y es probable que se extinga en algún momento de la segunda mitad de este siglo”. El instituto vaticina que tal cosa ocurrirá justo en 2062, vaya usted a saber por qué.
En España, la caída de la nupcialidad se observa con pavor contemplando las cifras del Instituto Nacional de Estadística: de los 271.347 matrimonios constituidos en 1975 a los 148.588 del año 2021. El matrimonio está en crisis: la gente se casa menos y con más edad y las uniones se rompen con más asiduidad. Menudo desafío para los agentes de pastoral juvenil.
“No me caso con nadie” ha dejado de ser una frase metafórica para tomarse al pie de la letra: cada vez hay más personas que no consideran la posibilidad de mantener una pareja estable en la que criar a los hijos. Ni siquiera se considera la posibilidad de tener descendencia: hasta ese punto ha llegado la desesperanza en nuestras sociedades tecnologizadas. Se hace urgente que los políticos tomen conciencia de este problema y que los creyentes devolvamos la esperanza, al menos, a la caja donde Pandora la encerró atemorizada, según el mito.
La tarea del cristiano es, hoy más que nunca, devolver la esperanza a este mundo. Y ahí sí que no me caso con nadie.
(Javier Rubio)
Tomado de Pastoral sj
CHISTE
QUE NO LA TOQUE EL NIÑO
Cuenta este chiste que, al día siguiente de las bodas de Caná, el buen José tenía ese dolor de cabeza característico del que ha bebido algo de más. Y que, al levantarse, dijo a su mujer: «María, tráeme un vaso de agua bien fría…. pero, por favor, que no la toque el niño».
Encontré una billetera en el suelo con 1000€ dentro. Al principio iba a quedármela, en lugar de devolverla, pero luego pensé, ¿qué haría Jesús? Así que la convertí en vino.
POEMA
«NO TIENEN VINO»
La verdad es que no tenemos vino.
Nos sobran las tinajas,
y la fiesta se enturbia para todos,
porque el sino es común y la sola sala es ésta.
Nos falta la alegría compartida.
Rotas las alas, sueltos los chacales,
hemos cegado el curso de la vida
entre los varios pueblos comensales.
¡Sangre nuestra y de Dios, vino completo,
embriáganos de Ti para ese reto
de ser iguales en la alteridad.
Uva pisada en nuestra dura historia,
vino final bebido a plena gloria
en la bodega de la Trinidad!
(Pedro Casaldáliga)
Tomado de Servicio Bíblico Latinoamericano 2004
ORACIÓN
NO TENEMOS VINO
Para nuestras reuniones más queridas
donde festejamos lo que Tú nos das;
para los encuentros fraternos
en los que haces crecer nuestros amores,
no tenemos vino.
Para las manifestaciones de protesta
pidiendo paz, trabajo y justicia;
para la fiesta del compromiso humano
donde celebramos triunfos y fracasos,
no tenemos vino.
Para los espacios sacramentales
que reviven y actualizan tu presencia;
para vivir con alegría, cualquier día,
la invitación a tu cena y eucaristía,
no tenemos vino.
Para el anuncio de tu buena noticia
con nuestras torpes palabras humanas;
para testimoniar tu reino fraterno
soñado como un banquete de puertas abiertas,
no tenemos vino.
Para la alianza de todas las civilizaciones,
del mundo rico con el mundo pobre;
para las bodas de tus hijos e hijas
que recrean tu proyecto de gozo y vida,
no tenemos vino.
Para el abrazo solidario con los inmigrantes
que reclaman los derechos más elementales;
para nuestras celebraciones de cada día
sencillas, íntimas, queridas,
no tenemos vino.
Y por eso andamos tristes y apocados,
sin gracia y con la ilusión apagada.
Nos falta la alegría compartida
aunque abunden jarras y tinajas.
¡No tenemos vino!
¡Haced lo que él os diga!
Florentino Ulibarri
MEDITACIÓN
¿CÓMO VIVIR UNA FE BIEN HUMORADA?
· No seas tóxico, no amargues ni te amargues: porque hay cristianos cuya opción parece ser la de una Cuaresma sin Pascua, dice el Papa. No contagies desaliento, ni bulos, ni tristeza. Procura ser moderadamente jovial, positivo.
· Disfruta las pequeñas alegrías: haz una lista diaria de lo que puedes disfrutar cada mañana: puedes ver, andar, leer, orar, amar, pasear, contemplar la naturaleza, respirar, cantar, etc. Son inacabables las posibilidades de disfrute.
· Ten una visión positiva del momento actual: porque todo parece que induce al pesimismo y los cambios que se están dando en el mundo no van en la dirección de la alegría. Pero aprende a ver, entre tanta mala noticia, la evidencia de que el bien surge imparable en muchos escenarios.
Decía san Francisco a sus hermanos: “No va bien al creyente presentarse triste ante los hombres, sino siempre amable, Tus pecados examínalos en tu cuarto y llóralos ante Dios. Pero cuando vuelvas a estar con tus hermanos, alégrate con ellos”. Ya decimos que se atrapan más moscas con una gota de miel que con un barril de vinagre. Pongamos amabilidad en nuestra vida y la mejor cara posible ante las situaciones, eso ayudará a una buena convivencia y será más fácil hablar de Jesús.
Aquel gran maestro espiritual que fue Tony de Mello decía en uno de sus textos: «¿Qué es lo que hace un Maestro?», preguntó un visitante de solemne aspecto. «Enseñar a la gente a reír», le respondió el Maestro con toda seriedad. Quizá los evangelios no enseñen a reír pero globalmente es un libro bien humorado, capaz de decir que merece la pena sacar el vino guardado hasta ahora para celebrar con Jesús la gran fiesta de la vida. ¿Quién nos lo podrá impedir?
Fidel Aizpurúa Donazar
19 de enero 2025
CANTO
Kairy Marquez – Tiempo de Celebrar
María Tu Amor | Athenas
VIDEO
Jesús convierte el agua en vino | The Chosen