E Algo + no Domingo de Ramos

CITAS

“Cuanto menos es uno, más se encarga Él de todo”.

Madre Maravillas de Jesús

Marco Tulio Cicerón Cuando aspiras a alcanzar el puesto más alto, recuerda que es honorable la segunda, o tercera posición.

San Agustín Si hay que escoger una palabra para designar la

vida espiritual sería el amor; si dos, sería el amor y la humildad.

Quiercy «no hay, ni hubo ni habrá hombre alguno por quien no haya padecido Cristo» (Cc en el año 853: DS 624).

San Gregorio de Nisa, El que asciende no deja nunca de ir de comienzo en comienzo, mediante comienzos que no tienen fin. Jamás el que asciende deja de desear lo que ya conoce (hom. in Cat. 8

s. Juan Pablo II Quien cree en Jesús crucificado y resucitado lleva la cruz en triunfo, como prueba indudable de que Dios es amor.(Homilía domingo 24 de marzo de 2002)

Benedicto XVI Es un camino hacia la altura de la Cruz, hacia el momento del amor que se entrega. El fin último de su peregrinación es la altura de Dios mismo, a la cual él quiere elevar al ser humano. (Homilía del Papa en la Plaza de San Pedro el domingo 17 de abril de 2011)

Soren Kierkegaard- “Nuestro tiempo morirá, no por el pecado, sino por la falta de pasión”

John Spong “La mayor parte de las iglesias morirán de aburrimiento antes que por las controversias”,

Ben Arabí Yo sigo la religión del amor con independencia del lugar al que se dirija su caravana. Pues el amor es para mí religión y fe ()

Angelus Silesius, “¡Empieza a florecer, cristiano congelado!” “La primavera está al alcance de la mano. ¿Cuándo florecerás si no es aquí y ahora?”

Pagola «No te bajes de la cruz. No nos dejes solos en nuestra aflicción. ¿De qué nos serviría un Dios que no conociera nuestros sufrimientos? ¿Quién nos podría entender?».

Pascal: «Cristo está en agonía, en el huerto de los olivos, hasta el fin del mundo. No hay que dejarle solo en todo este tiempo».

Sta. Rosa de Lima, Fuera de la Cruz no hay otra escala por donde subir al cielo (vida)

C.S.Lewis «¿Te crees sabio? Entonces hay un burro dentro de tu chaleco» ()

Pseudomacario, «Cuando fatigues y canses tu cuerpo, acuérdate del Cuerpo del Señor, cómo fue golpeado por Pilatos y se fatigaba en los caminos».

         «Cuando camines, acuérdate que los pies del Señor estaban llenos de polvo en el tiempo que pasó sobre la tierra».

         «Cuando llenes tus ojos con lágrimas, acuérdate que el Señor lloró tu caída, orando ante el Padre con fuerte grito y muchas lágrimas, para que fueras arrancado de la muerte».

         «Cuando los hombres se burlen de ti, presta atención a sus bofetadas y a sus golpes, y soporta en tu humildad».(Homilía VI, 4.2)

Santo Tomás Moro Nada hay tan eficaz para la salvación y para la siembra de todas las virtudes en un corazón cristiano, como la contemplación piadosa y afectiva de cada uno de los sucesos de la Pasión de Cristo ().

Karl Rahner: «Creo que ser cristiano es la tarea más sencilla, la más simple y, a la vez, aquella pesada “carga ligera” de que habla el evangelio. Cuando uno carga con ella, ella carga con uno, y cuanto más tiempo viva uno, tanto más pesada y más ligera llegará a ser. Al final solo queda el misterio. Pero es el misterio de Jesús».

Cuando percibas los aplausos del triunfo, que suenen también en tus oídos las risas que provocaste con tus fracasos. San Josemaría Escrivá de Balaguer

Cuando somos grandes en humildad, estamos más cerca de lo grande. Rabindranath Tagore

“Cuando más vacíos estamos de la hinchazón de la soberbia más llenos estamos del amor” San Agustín

Humildad es recibir la alabanza y pasarla a Dios sin tocarla. Autor desconocido

La humildad es algo muy extraño. En el momento mismo en el que creemos tenerla ya la hemos perdido. San Agustín de Hipona 

«La humildad es el camino de la verdad» San Bernardo de Claraval.

La humildad es el hilo con el que se encadena la gloria. Proverbio árabe

La humildad es la etiqueta que exige el ceremonial para las audiencias con Dios. P.  Alfonso Milagro

La humildad es la llave de la sabiduría. San Beda

La humildad hace al hombre capaz de Dios. Santo Tomás de Aquino

La humildad no consiste en pensar que eres poca cosa, sino en no pensar en ti. Andrew Murray

Mira qué humilde es nuestro Jesús: ¡un borrico fue su trono en Jerusalén!… San Josemaría Escrivá de Balaguer

Nada es tan bajo y vil como ser altivo con el humilde. Lucio Anneo Séneca

No eres humilde cuando te humillas, sino cuando te humillan y lo llevas por Cristo. San Josemaría Escrivá de Balaguer

Para hacerse grande hay que comenzar por hacerse pequeño. San Agustín

”Si de veras deseas progresar en la vida interior, sé humilde» San Josemaría Escriva de Balaguer. Amigos de Dios 131.

CONTOS

SIN ÉL ERES SÓLO UN ASNO

         El asno todavía se sentía envuelto en el resplandor del día más glorioso de su vida. Nunca hasta entonces había experimentado tanta excitación y había sentido tanto orgullo.

         A la mañana siguiente salió del establo y se dirigió a la ciudad. Junto al pozo encontró un grupo de personas y pensó: ahora me voy a exhibir delante de estas gentes. Nadie le prestó la menor atención y siguieron llenando sus cántaros.

         “Echen sus túnicas y sus capas”, les dijo enfadado. ¿No saben quién soy?

         Le miraron entre carcajadas, le dieron unos azotes y lo mandaron a paseo.

         “Paganos miserables”, dijo para sus adentros.

         “Iré al mercado donde hay buena gente, seguro que me recordarán”. Pero nadie le hizo caso y siguió caminando.

         “Los ramos de olivo. ¿Dónde están los ramos de olivo?”, gritó.

         “Ayer me aclamaban con ramos de olivo”.

         Herido y decepcionado, el asno volvió al establo, a casa, junto a su madre.

         “Tonto”, le dijo su madre con ternura.

         ¿No te das cuenta de que sin ÉL, tú no eres más que un asno cualquiera?

         Sin ÉL eres sólo un asno.

Tomado de P. Félix Jiménez

ALGUIEN TE HIZO DAÑO?

«Nos cuesta más perdonar cuando sabemos que tenemos la razón y que el otro es el que está actuando mal. Pero: todos hemos pecado contra Dios infinitamente más de lo que nadie podría jamás pecar contra nosotros».

Un buen día Pedrito llegó de la escuela que echaba fuego. Entró a su casa dando patadas en el suelo, gritando y vociferando.

Su papá le pregunta qué le pasa. Pedrito, muy irritado, le dice: «¡Papá, te juro que tengo mucha rabia! Raulín no debió hacerme lo que me hizo. ¡Por mí, que se muera! ¡Le deseo todo el mal del mundo! ¡Es más, tengo ganas de matarlo!» Y conste, Pedrito estaba hablando del que hasta poco antes había sido su mejor amigo.

El papá, hombre sencillo y sabio, escuchaba con calma a su hijo, quien continuaba lanzando improperios. «¡Imagínate que el burro de Raulín me humilló delante de todo el mundo! ¡Eso no se lo acepto! ¡Ojalá se enferme y no pueda ir más nunca a la escuela!»

Así las cosas, el padre se fue al patio, cogió un saco de carbón y le dijo a su hijo: «Ves esa camisa blanca que está en el tendedero? Hazte de cuenta que esa camisa es Raulín, y que cada uno de estos pedazos de carbón son esas cosas malas que le deseas a tu amigo. Tírale todo el carbón que hay en el saco, hasta el último pedazo. Yo vuelvo luego».

Pedrito lo tomó como un juego y comenzó a lanzar carbones, pero como la tendedera estaba lejos, pocos acertaron la camisa. Una hora después, el padre regresó: «Qué tal te sientes?»

«Cansado pero contento. Logré que algunos pedazos dieran en el blanco».

El papá tomó al hijo de la mano y le dice: «Vamos a mi cuarto, quiero enseñarte algo».

Ahí lo pone frente a un espejo de cuerpo entero. Pedrito se llevó tremendo susto. Estaba totalmente negro.

Solamente se le veían los dientes y los ojos.

«Hijo mío, la camisa en el tendedero apenas quedó un poco sucia, pero ni remotamente comparable a lo sucio que tú quedaste. Así es el mal que deseamos a otros, se nos devuelve y se nos multiplica en nosotros mismos.

«Por más que queremos o podamos perturbar la vida de alguien con nuestros malos deseos, la suciedad siempre queda en nosotros mismos».

¡Cuántos de nosotros lanzamos improperios contra otras personas, sin saber que esos mismos improperios nos dañan mucho más a nosotros mismos! La Sagrada Escritura nos dice que la ira lleva a la injusticia: «El hombre violento provoca querellas, el hombre airado multiplica los delitos» (Prov 29, 22). Más aún, la ira mina la salud: «Envidia y malhumor los días acortan, las preocupaciones traen la vejez antes de tiempo» (Eclo 30, 24). La ira impide la misericordia divina y atrae el juicio de Dios.

Tomado de MSC

ANÉCDOTA

¡SI NO OYES, TE INCLINAS!

Siendo obispo auxiliar a principios de los años sesenta, durante una de las visitas pastorales a un pueblo de la diócesis de Cracovia, un niño le saludó dándole un pequeño discurso de bienvenida, como era costumbre.

Wojtyła le dijo que hablara un poco más alto pues no le oía, y el chaval le espetó gritándole a viva voz:

-¡Pues si no oyes, te inclinas!

Hubo consternación entre los asistentes. Wojtyła se inclinó y escuchó con atención lo que le decía y después durante la homilía comentó:

-Uno de los más pequeños de vuestra comunidad parroquial ya al principio de nuestro encuentro me ha recordado que debo inclinarme para escuchar lo que quiere decirme. Sí, yo ahora en mi servicio pastoral me inclino ante vosotros…

(“Dos Papas santos. Juan XXIII-Juan Pablo II”. Darío Chimeno y José María Navalpotro. Ed. Palabra)

SEGUIR A CRISTO

Antes del cristianismo no aparece esta virtud en el catálogo de las virtudes; es una virtud nueva, la virtud del seguimiento de Cristo. Pensemos en la Carta a los Filipenses, en el capítulo dos: Cristo, siendo de condición divina, se humilló, aceptando la condición de esclavo y haciéndose obediente hasta la cruz (cf. Flp 2, 6-8). Este es el camino de la humildad del Hijo que debemos imitar. Seguir a Cristo quiere decir entrar en este camino de la humildad.

(Benedicto XVI, Encuentro clero de Roma 23/2/2012)

¿Y tú, qué lugar ocupas?

Le preguntó un sacerdote a un chaval: ¿Cuántos hermanos sois?

-Cuatro.

¿Y tú, qué lugar ocupas?

– Ninguno.

Tomado de anecdonet

TRES FIESTAS DE PASCUA

El Evangelio de Juan refiere que Jesús celebró tres fiestas de Pascua durante el tiempo de su vida pública: una primera en relación con la purificación del templo (2,13-25); otra con ocasión de la multiplicación de los panes (6,4); y, finalmente, la Pascua de la muerte y resurrección (p.ej. 12,1; 13,1), que se ha convertido en «su» gran Pascua, en la cual se funda la fiesta cristiana, la Pascua de los cristianos. Los Sinópticos han transmitido información solamente de una Pascua: la de la cruz y la resurrección; para Lucas, el camino de Jesús se describe casi como un único subir en peregrinación desde Galilea hasta Jerusalén.

Es ante todo una «subida» en sentido geográfico: el Mar de Galilea está aproximadamente a200 metros bajo el nivel del mar, mientras que la altura media de Jerusalén es de 760 metros sobre el nivel del mar. Como peldaños de esta subida, cada uno de los Sinópticos nos ha transmitido tres profecías de Jesús sobre su Pasión, aludiendo con ello también a la subida interior, que se va desarrollando a lo largo del camino exterior: el ir caminando hacia el templo como el lugar donde Dios quiso «establecer» su nombre, como se describe en el Libro del Deuteronomio (12,11; 14,23)

La exclamación: » ¡Hosanna!». Originalmente, ésta era una expresión de súplica, como: » ¡Ayúdanos!».En el séptimo día de la fiesta de las Tiendas, los sacerdotes, dando siete vueltas en torno al altar del incienso, la repetían monótonamente para implorar la lluvia. Pero, así como la fiesta de las Tiendas se transformó de fiesta de súplica en una fiesta de alegría, la súplica se convirtió cada vez más en una exclamación de júbilo (cf. Lohse, ThWNT, IX,p. 682).

La palabra había probablemente asumido también un sentido mesiánico ya en los tiempos de Jesús. Así, podemos reconocer en la exclamación «¡Hosanna!» una expresión de múltiples sentimientos, tanto de los peregrinos que venían con Jesús como de sus discípulos: una alabanza jubilosa a Dios en el momento de aquella entrada; la esperanza de que hubiera llegado la hora del Mesías, y al mismo tiempo la petición de que fuera instaurado de nuevo el reino de David y, con ello, el reinado de Dios sobre Israel.

(RATZINGER, J. – BENEDICTO XVI, Jesús de Nazaret, Segunda Parte, Ediciones Encuentro, Madrid, 2011, p. 11 – 22)

CHISTE

         Cuando me hacen un cumplido, tengo necesidad de compararme con el jumento que llevaba a Cristo el día de ramos. Y me digo: ¡Cómo se habrían reído del burro si, al escuchar los aplausos de la muchedumbre, se hubiese ensoberbecido y hubiese comenzado -asno como era- a dar las gracias a diestra y siniestra…! ¡No vayas tú a hacer un ridículo semejante…!

(Juan Pablo I, «Ilustrísimos Señores», p. 59)

POEMA

Ni en coche,

porque no los había;

ni a caballo,

que es lo que se creía y quería;

ni en camello,

tan apto para mercancías y comercio;

ni en carroza,

que es sólo para sus señorías;

ni a pie,

porque no hubiera merecido reseña…

Fue en pollino prestado,

Para mostrar quién era

y para que lo recordara la historia.

Y la gente se concentró:

gritó, cantó, bailó,

sacó lo mejor de sí  misma;

de eso se trataba y Dios así lo quería.

Alfombraron el camino

con sus mantos peregrinos;

cortaron palmas, flores,

y ramas de laurel y olivo;

aplaudieron con ganas

al que los había reunido;

sus gritos se oyeron en el cielo,

en el único templo del pueblo

y en los palacios de los señores dueños.

Y temblaron los cimientos de la tierra

mientras Dios reía.

Y tan mal les sentó

que el pueblo despertara de su sueño

e hiciera manifestación,

que decidieron matar,

en nombre de Dios, de la paz y del bienestar,

al hombre que traía la esperanza y la osadía

a los parias de toda la historia.

Desde entonces,

todos los años hay intentos y escaramuzas

al llegar la primavera

y terminarse la cuaresma,

o cuando los pueblos reciben una sacudida

o aparece un profeta

en el reverso de la historia.

Pero todavía ninguna procesión

ha logrado ser como aquella manifestación,

aunque se haga con palmas benditas

y cantando cantos de Iglesia.

¡Bendito seas, Jesús de Nazaret,

nuestro hermano y Mesías!

Florentino Ulibarri

ORACIÓN

TU MANO APRETADA

No pida yo nunca estar libre de peligros,

sino denuedo para afrontarlos.

No quiera yo que se apaguen mis dolores,

sino que sepa dominarlos mi corazón.

No busque yo amigos

por el campo de batalla de la vida

sino más fuerza en mí.

No anhele yo,

con afán temeroso, ser salvado

sino esperanza de conquistar,

paciente, mi libertad.

¡No sea yo tan cobarde, Señor,

que quiera tu misericordia en mi triunfo,

 sino tu mano apretada en mi fracaso!

Rabindranath Tagore

PORQUE VIVES DEPRISA

Porque vives deprisa

porque tienes fronteras

porque pones condiciones

porque sospechas de Dios

porque aborreces el riesgo

porque ignoras a los demás

porque huyes del silencio

porque prefieres tener a ser

porque pactas con el confort

porque tienes miedo al compromiso

porque desiertas los caminos que suben

porque regateas con tu juventud

porque hablas más que haces

porque olvidas que eres nómada

porque no te das a lo difícil.

No sabrás ni hoy ni nunca,

por más que lo intentes,

por mucho que quieras,

para qué vale la vida,

para qué sirve el corazón;

no sabrás, de verdad,

ni el sabor de la paz,

ni el precio de la alegría,

ni el sentido de las lágrimas,

ni el misterio de las cosas,

ni el gusto de la vida,

ni el encanto de la amistad,

ni el valor del silencio,

ni el milagro del amor.

Te pasarás la vida, ¡triste vida!,

improvisando, corriendo, hambreando, huyendo de ti,

lejano, desterrado, de visita, de sobra, ridículo,

fracasado, esclavo, aburrido, desarraigado,

vacío, inútil, viejo…

con la vida tristemente vacía,

inmensamente sin sentido.

Pero…

SI la obra de tu vida puedes ver destrozada

y sin perder palabra, volverla a comenzar,

o perder en un día la ganancia de ciento

sin un gesto o un suspiro.

SI puedes ser amante y no estar loco de amor,

si consigues ser fuerte sin dejar de ser tierno

y sintiéndote odiado, sin odiar a tu vez,

luchar y defenderte.

SI puedes soportar que hablen mal de ti

los pícaros, los que pretenden enfadarte,

y oír como sus lenguas falaces te calumnian,

sin tú caer en la trampa y hacer lo mismo.

SI puedes seguir digno aunque seas popular,

si consigues ser pueblo y dar consejo a los reyes,

si a todos tus amigos amas como un hermano,

sin que ninguno te absorba.

SI sabes observar, meditar, conocer,

sin llegar a ser nunca destructor o escéptico;

soñar, mas no dejar que el sueño te domine;

pensar, sin ser sólo un pensador.

SI puedes ser severo sin llegar a la cólera,

si puedes ser audaz, sin pecar de imprudente,

si consigues ser bueno y lograr ser un sabio,

sin ser soberbio ni pedante.

SI alcanzas el triunfo después de la derrota,

y acoges con igual calma esas dos mentiras.

Si puedes conservar tu valor, tu cabeza tranquila,

cuando otros a tu alrededor la pierden.

Entonces los reyes, los dioses,

la suerte y la victoria,

serán ya para siempre tus sumisos esclavos,

y lo que vale más que la gloria y los reyes:

serás hombre, hijo mío.

Rudyard Kipling

MEDITACIÓN

FRACASO:

FRACASO NO SIGNIFICA QUE SOMOS UNOS FRACASADOS.

Significa que todavía no hemos tenido buen éxito.

FRACASO NO SIGNIFICA QUE NO HEMOS LOGRADO NADA Significa que hemos aprendido algo.

FRACASO NO SIGNIFICA QUE HEMOS ACTUADO COMO NECIOS Significa que hemos tenido mucha fe.

FRACASO NO SIGNIFICA QUE HEMOS SUFRIDO EL DESCRÉDITO Significa que estuvimos dispuestos a probar.

FRACASO NO SIGNIFICA FALTA DE CAPACIDAD

Significa que debemos hacer las cosas de distinta manera.

FRACASO NO SIGNIFICA QUE SOMOS INFERIORES

Significa que no somos perfectos.

FRACASO NO SIGNIFICA QUE HEMOS PERDIDO NUESTRA VIDA Significa que tenemos buenas razones para empezar de nuevo.

FRACASO NO SIGNIFICA QUE DEBEMOS ECHARNOS ATRÁS Significa que tenemos que luchar con mayor ahínco.

FRACASO NO SIGNIFICA QUE JAMÁS LOGRAREMOS NUESTRAS METAS Significa que tardaremos un poco más en alcanzarlas.

FRACASO NO SIGNIFICA QUE DIOS NOS HA ABANDONADO

¡Significa que DIOS tiene una idea mejor!

Alejandro Illescas, Los cuentos de mis homilías

Escucha con atención la Pasión, pero ve más allá del relato.
Deja que te empape el misterio de la VIDA, manifestado en Jesús.
Su muerte es el signo inequívoco del amor absoluto.
La VIDA es más fuerte que la muerte en Jesús y en todo el que la viva.
La VIDA está ya en ti, pero puede que no la hayas descubierto.
Aprovecha estos días para ahondar en tu propio pozo y descubrirla.

Para profundizar

Vivir lo que vamos a celebrar no es tan sencillo

Llevamos tanto tiempo acomodándolo

Que resulta imposible llenarlo de sentido

Entra Jesús triunfante y va a la muerte

Pero nadie aceptamos que es muerte de verdad

Y la hemos convertido en un salvoconducto

Para alcanzar la gloria que es lo nuestro

Esa necesidad de gloria es concesión al ego

Que de manera astuta se sale con la suya

La muerte por amor es la meta absoluta

Aniquilado el ego, solo queda lo eterno

Ni Jesús entregado necesita otra gloria

Ni nosotros encontrar otra meta

Si el Dios de Jesús hubiera organizado el calendario

Solo había una fiesta: la del Viernes

Jesús allí consuma su carrera

Y allí alcanza la Gloria pues no hay otra

Dar otra gloria a Jesús es engañarnos

Dos mil años y aún vivimos en la inopia

Entregarme sin esperar un premio

Será mi meta pues he llegado al límite

Seguir buscando cinco pies al gato

Será frustrante pues solo tiene cuatro

Si intentas comprender lo que has leído

Es que aún estás muy lejos de vivirlo

No rumies más y quédate en silencio

Tal vez descubras la esencia de lo humano

 Fray Marcos

¿SOY YO COMO UNO DE ELLOS?

         También hemos oído otro nombre: Judas. Treinta monedas. ¿Yo soy como Judas? Hemos escuchado otros nombres: los discípulos que no entendían nada, que se durmieron mientras el Señor sufría. Mi vida, ¿está adormecida? ¿O soy como los discípulos, que no entendían lo que significaba traicionar a Jesús? ¿O como aquel otro discípulo que quería resolverlo todo con la espada? ¿Soy yo como ellos? ¿Soy yo como Judas, que finge amar y besa al Maestro para entregarlo, para traicionarlo? ¿Soy yo, un traidor? ¿Soy como aquellos dirigentes que organizan a toda prisa un tribunal y buscan falsos testigos? ¿Soy como ellos? Y cuando hago esto, si lo hago, ¿creo que de este modo salvo al pueblo?

         ¿Soy yo como Pilato? Cuando veo que la situación se pone difícil, ¿me lavo las manos y no sé asumir mi responsabilidad, dejando que condenen – o condenando yo mismo – a las personas?

         ¿Soy yo como aquel gentío que no sabía bien si se trataba de una reunión religiosa, de un juicio o de un circo, y que elige a Barrabás? Para ellos da igual: era más divertido, para humillar a Jesús.

         ¿Soy como los soldados que golpean al Señor, le escupen, lo insultan, se divierten humillando al Señor?

         ¿Soy como el Cireneo, que volvía del trabajo, cansado, pero que tuvo la buena voluntad de ayudar al Señor a llevar la cruz?

         ¿Soy como aquellos que pasaban ante la cruz y se burlaban de Jesús : «¡Él era tan valiente!… Que baje de la cruz y creeremos en él»? Mofarse de Jesús…

         ¿Soy yo como aquellas mujeres valientes, y como la Madre de Jesús, que estaban allí y sufrían en silencio?

         ¿Soy como José, el discípulo escondido, que lleva el cuerpo de Jesús con amor para enterrarlo?

         ¿Soy como las dos Marías que permanecen ante el sepulcro llorando y rezando?

         ¿Soy como aquellos jefes que al día siguiente fueron a Pilato para decirle: «Mira que éste ha dicho que resucitaría. Que no haya otro engaño», y bloquean la vida, bloquean el sepulcro para defender la doctrina, para que no salte fuera la vida?

         ¿Dónde está mi corazón? ¿A cuál de estas personas me parezco? Que esta pregunta nos acompañe durante toda la semana.

PAPA FRANCISCO

 (XXIX Jornada Mundial de la Juventud, Domingo 13 de abril de 2014)

CANTO

Jesús El Señor (En Vivo) Jesus Adrian Romero

Juanlu de Castro – Domingo de Ramos

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