CITA
«El Espíritu llena el mundo, y Él, que mantiene todo unido, habla con sabiduría. Aleluya» (Sab 1,7)
«Hay peligrosas novedades,
pero hay mas peligrosas antigüedades».
«Ser tan distintos y vernos tan unidos,
sólo puede ser obra Tuya»
S.Son
San Ireneo de LyonLa gente forma un coro maravilloso para celebrar en distintas lenguas la alabanza de Dios, mientras el Espíritu conduce de nuevo hacia la unidad a las tribus dispersas y ofrece al Padre las primicias de todos los pueblos ( Adv. Haer . III, 17, 2).
San Hipólito «Cuando se rompe un frasco de perfume, su olor se difunde por todas partes, al romperse el cuerpo de Cristo en la cruz, su Espíritu, que mientras vivía poseía en exclusiva, se derramó en los corazones de todos».
San Agustín: Efectivamente, escogió a doce y envió el Espíritu sobre ciento veinte. Esperando la promesa, ellos estaban reunidos orando en una casa, pues deseaban ya con la misma fe lo mismo que con la oración y el ansia espiritual. Eran odres nuevos a la espera del vino nuevo que llegó del cielo. El gran racimo ya había sido pisado y glorificado”. (Sermón 267, 1)
San Gregorio Nacianceno Avergoncémonos de abandonar este don precioso de la paz que nos dejó Cristo al salir de este mundo. La paz es nombre y cosa dulce: es de Dios (Phil. 4, 7)
San Atanasio, «Por el Espíritu Santo participamos de Dios. Por la participación del Espíritu venimos a ser partícipes de la naturaleza divina… Por eso, aquellos en quienes habita el
San Gregorio Magno, «Todo creyente recibe el oficio de pregonero, para anunciar la Buena Nueva. Pero, si no predica, ¿no será semejante a un pregonero mudo? Por esta razón el Espíritu Santo quiso asentarse, ya desde el principio, en forma de lenguas sobre los pastores; así daba a entender que de inmediato hacía predicadores de sí mismo a aquellos sobre los cuales había descendido».
Catecismo, 687 «Nadie conoce lo íntimo de Dios, sino el Espíritu de Dios» (1 Co 2, 11). Pues bien, su Espíritu que lo revela nos hace conocer a Cristo, su Verbo, su Palabra viva, pero no se revela a sí mismo. El que «habló por los profetas» (Símbolo Niceno-Constantinopolitano: DS 150) nos hace oír la Palabra del Padre. Pero a él no le oímos. No le conocemos sino en la obra mediante la cual nos revela al Verbo y nos dispone a recibir al Verbo en la fe. El Espíritu de verdad que nos «desvela» a Cristo «no habla de sí mismo» (Jn 16, 13). Un ocultamiento tan discreto, propiamente divino, explica por qué «el mundo no puede recibirle, porque no le ve ni le conoce», mientras que los que creen en Cristo le conocen porque él mora en ellos (Jn 14, 17).
San Juan XXIII, El 8 de diciembre de 1962, Juan XXIII, en la sesión solemne de clausura de la primera etapa del Concilio, decía que este sería «el nuevo Pentecostés», que hará que «florezca en la Iglesia su riqueza interior y su extensión a todos los campos de la actividad humana». Y Pablo VI: «El Espíritu está aquí, para iluminar y guiar nuestra obra en provecho de la iglesia y de la humanidad entera» (14 de septiembre de 1964).
Pablo VI «Hay que corregir el falso concepto de creyente como un reaccionario obligado, un inmovilista de profesión, un extraño a la vida moderna, un insensible a los signos de los tiempos, un hombre privado de esperanza».
San Juan Pablo II Pentecostés es la plena revelación de lo que tuvo lugar el día de la Resurrección. 01-02-1995
La multiplicidad se manifiesta, por obra del Espíritu Santo, en la unidad, y la unidad contiene en sí la multiplicidad (1 Cor 12,13). Homilía en la clausura del XX Congreso Eucarístico Nacional de Italia, en Milán (22-V-1983)
Benedecto XVI También hoy el Resucitado entra en nuestras casas y en nuestros corazones, aunque a veces las puertas están cerradas. Entra donando alegría y paz, vida y esperanza, dones que necesitamos para nuestro renacimiento humano y espiritual. Sólo él puede correr aquellas piedras sepulcrales que el hombre a menudo pone sobre sus propios sentimientos, sobre sus propias relaciones, sobre sus propios comportamientos; piedras que sellan la muerte: divisiones, enemistades, rencores, envidias, desconfianzas, indiferencias. Sólo él, el Viviente, puede dar sentido a la existencia y hacer que reemprenda su camino el que está cansado y triste, el desconfiado y el que no tiene esperanza. Audiencia General (11-04-2012)
Que en todas las casas y en todos los corazones resuene el anuncio gozoso de la Resurrección de Cristo, para que haga renacer la esperanza. (11-04-2012)
Papa Francisco, “El don precioso que el Espíritu Santo trae a nuestro corazón es la confianza profunda en el amor y en la misericordia de Dios.
El Espíritu Santo nos hace ver de modo nuevo a los demás, como hermanos y hermanas en Jesús, a los que hemos de respetar y amar.
El Espíritu Santo verdaderamente nos transforma y cuenta con nosotros para transformar el mundo en que vivimos.
«Este es otro efecto del Espíritu Santo: el coraje, para anunciar la noticia del Evangelio de Jesús a todos, con confianza en sí mismo (parresía), en voz alta, en todo tiempo y en todo lugar»
“El Espíritu Santo transforma y renueva, crea armonía y unidad, da fuerza y gozo para la misión”.
“De una crisis no se sale igual: salimos mejores o peores”
El perdón libera el corazón y le permite recomenzar; el perdón da esperanza, sin perdón no se construye la Iglesia. El Espíritu de perdón, que conduce todo a la armonía, nos empuja a rechazar otras vías: las de sentido único de quien critica a los demás. El Espíritu, en cambio, nos insta a recorrer la vía de doble sentido del perdón ofrecido y del perdón recibido, de la misericordia divina que se hace amor al prójimo. Pidamos la gracia de que, renovándonos con el perdón y corrigiéndonos, hagamos que el rostro de nuestra Madre la Iglesia sea cada vez más hermoso: sólo entonces podemos corregir a los demás en la caridad. Pidámoslo al Espíritu santo, fuego de amor que arde en la Iglesia (Homilía 4.VI. 2017).
El Espíritu Santo es el gran olvidado de nuestra vida. Yo quisiera preguntaros: ¿cuántos de vosotros rezáis al Espíritu Santo? Es el gran olvidado, ¡el gran olvidado! Y Él es el Don, el Don que nos da la paz, que nos enseña a amar y que nos llena de alegría.
Albert Einstein: “La mente es igual que un paracaídas, sólo funciona si se abre”.
Sobrado, Si celebramos las fiestas de los santos, con mayor motivo la de aquel por el que aquellos existen. Si ensalzamos los santificados, mucho más lo merece el que los santificó. 2021.
Rahner, “El principal problema de la Iglesia en nuestro tiempo, es su mediocridad espiritual. Seguir caminando con resignación y aburrimiento cada vez mayores, caminos comunes de mediocridad espiritual”.
Enrique Martínez Lozano Vivir en paz no depende de nuestra voluntad, sino del “lugar” donde nos situamos… Situarnos en el Testigo hace posible deshacer las “burbujas” de preocupación, miedo, soledad, sufrimiento…, que la mente pensante crea sin cesar. Si permanecemos girando, cavilando o rumiando esas “burbujas”, terminaremos atrapados y quedaremos encerrados en ellas. Al cambiar de “lugar”, nos liberamos y nos descubrimos en “casa”.
Alessandro Pronzato Cuando no se sigue el impulso, los ritmos del Espíritu, entonces es cuando nos atrincheramos en casa para hacer el censo de los enemigos. Pan-domingo/b. Pág. 108 ss
Bergson-H La humanidad actual tiene «una cabeza demasiado grande para su alma» (·).
Antoine de Saint-Exupéry, “Si quieres construir un barco, no reunir a hombres para recoger leño, dividir el trabajo y dar ordenes, ¡sino más bien despierta su inquietud por la inmensidad del mar!” El Principito,
CONTO
CON TODO EL CORAZÓN DE JESÚS
Le preguntó el cura párroco a Juanito: «Juanito ¿amas a Dios nuestro Señor? ¡Oh sí, padre. ¿Y lo amas con todo tu corazón? Y Juanito se quedó pensativo. Pero de pronto se iluminó y dio esta respuesta: «No, padre, Mi corazón es demasiado pequeño para amar a Dios. Yo amo a Dios con todo el corazón de Jesús».
¡Estupenda respuesta! En realidad sólo podemos amar a Dios y a nuestros hermanos con el «Amor» que Dios Padre nos infundió enviándonos el Espíritu Santo. Es el Espíritu Santo que nos hace llamar a Dios Abbà, es decir, papá y que nos da también la posibilidad de amar a nuestros hermanos como hijos del mismo padre: Dios. Todo el amor que hay en el mundo proviene del amor del Padre. Por eso, la expresión tradicional, amar al prójimo por amor de Dios, mejor se podría expresar así: amar a Dios CON el amor que Dios nos da.
Tomado de Pedro Chinaglia
LILI Y SU SUEGRA
Hace mucho tiempo, una joven llamada Lili se casó y fue a vivir con el marido y la suegra. Después de algunos días, no se entendía con ella. Sus personalidades eran muy diferentes y Lili fue irritándose con los hábitos de la suegra, que frecuentemente la criticaba.
Los meses pasaron y Lili y su suegra cada vez discutían más y peleaban.
De acuerdo con una antigua tradición china, la nuera tiene que cuidar a la suegra y obedecerla en todo. Lili, no soportando más vivir con la suegra, decidió tomar una decisión y visitar a un amigo de su padre.
Después de oírla, el tomó un paquete de hierbas y le dijo:
«No deberás usarlas de una sola vez para liberarte de tu suegra, porque ello causaría sospechas.
Deberás darle varias hierbas que irán lentamente envenenando a tu suegra.
Cada dos días pondrás un poco de estas hierbas en su comida.
Ahora, para tener certeza de que cuando ella muera nadie sospechará de ti, deberás tener mucho cuidado y actuar de manera muy amigable.
No discutas, ayúdala a resolver sus problemas.
Recuerda tienes que escucharme y seguir todas mis instrucciones».
Lili respondió: «Sí, Sr. Huang, haré todo lo que el señor me pida».
Lili quedó muy contenta, agradeció al Sr. Huang, y volvió muy apurada para comenzar el proyecto de asesinar a su suegra. Pasaron las semanas y cada dos días, Lili servía una comida especialmente tratada a su suegra.
Siempre recordaba lo que el Sr. Huang le había recomendado sobre evitar sospechas, y así controló su temperamento, obedecía a la suegra y la trataba como si fuese su propia madre. Después de seis meses, la casa entera estaba completamente cambiada. Lili había controlado su temperamento y casi nunca la aborrecía.
En esos meses, no había tenido ni una discusión con su suegra, que ahora parecía mucho más amable y más fácil de lidiar con ella.
Las actitudes de la suegra también cambiaron y ambas pasaron a tratarse como madre e hija.
Un día Lili fue nuevamente en procura del Sr. Huang, para pedirle ayuda y le dijo: «Querido Sr. Huang, por favor ayúdeme a evitar que el veneno mate a mi suegra.
Ella se ha transformado en una mujer agradable y la amo como si fuese mi madre. No quiero que ella muera por causa del veneno que le di».
El Sr. Huang sonrió y señaló con la cabeza:
Lili no tienes por qué preocuparte. Las hierbas que le di, eran vitaminas para mejorar su salud.
El veneno estaba en su mente, en su actitud, pero fue echado fuera y substituido por el amor que pasaste a darle a ella». En la China existe una regla que dice: «La persona que ama a los otros, también será amada» La mayor parte de las veces recibiremos de las otras personas lo que les damos y por eso ten cuidado!!! Acuérdate siempre:
«El plantar es opcional, pero la cosecha es obligatoria, por eso ten cuidado con lo que plantas»
Tomado de Alejandro Illescas
ANÉCDOTA
A LOS CINCUENTA DÍAS, EL ESPÍRITU
«Pentecostés», en griego, significa «día quincuagésimo». El 50 es un número que ya los judíos tenían asimilado desde hace siglos como símbolo de plenitud: una semana de semanas, siete por siete más uno. Es cuando celebran, después de la Pascua-Éxodo, la fiesta de la recolección agrícola y la Alianza que sellaron con Yahvé en el monte Sinaí, guiados por Moisés, a los cincuenta días de su salida de Egipto.
Los cristianos celebramos hoy, siete semanas después de la Pascua de Resurrección de Jesús, su donación del Espíritu a la comunidad apostólica. No como fiesta independiente, sino como culminación de la Pascua: la «Pascua granada», que completa la «Pascua florida».
Tomado de J. Aldazabal
¿CÓMO ES EL ESPÍRITU SANTO»
Viento
La primera imagen con que la Sagrada Escritura nos revela al Espíritu Santo es la del viento. De hecho hoy en el Cenáculo donde estaban reunidos los Apóstoles con María se manifestó en un impetuoso viento que llenó la casa en la que estaban. Además el mismo nombre Espíritu en hebreo, (ruah) significa ‘viento’, ‘soplo’.
Antes de comenzar a narrar la creación del mundo, el libro del Génesis, en sus primeros versículos, dice que sobre las aguas informes aleteaba el ruah, el viento, el soplo. Y luego relata la creación. Con esto se quiere manifestar que el Espíritu tiene una parte activa en la creación y es el que da la vida.
Luego cuando Dios crea al hombre, lo hace tomándolo del barro, y le infunde el soplo de vida, el ruah.
Vemos entonces porque Dios eligió la fiesta de Pentecostés, fiesta de fecundidad para enviar el Espíritu: porque el Espíritu Santo es Dador de Vida, como dice el así llamado Credo largo, el niceno-constaninopolitano.
En este sentido, ¿cómo actúa el Espíritu Santo ahora en nosotros»; ¿Cómo actúa en nosotros el Espíritu que es ‘viento’ de vida» Nos saca de la muerte y nos da la vida de la gracia y obra en nosotros la conformación con Cristo. Todo lo que en lo espiritual puede llevar el nombre de ‘vida’, viene del Espíritu Santo.
Pero además de ser el soplo que da vida al mundo y al alma, el Espíritu es un viento impetuoso que empuja las nubes a cumplir con su cometido y a los barcos hacia alta mar. El Espíritu empuja a las almas a realizar grandes empresas por Dios y a emprender la aventura más hermosa y peligrosa que pueda existir: la búsqueda de la santidad. «¡Duc in altum!», ¡vayamos al mar! ¡aventurémonos en la búsqueda de Jauja, la isla perdida, que es la unión con Dios! En este sentido el Espíritu Santo es energía, vigor, fuerza, ánimo, brío, movilidad y dinamicidad («recibiréis la fuerza, que es el Espíritu Santo», Hech.1,8).
Fuego
Además, el Espíritu Santo hoy también se revela bajo la imagen del fuego, ese fuego que se posa sobre las cabezas de los Apóstoles. También S. Pablo concibe al Espíritu Santo como fuego, y por eso dice: «No extingáis el Espíritu» (1Tes.5,19).
Uno de los primeros usos del fuego es el de iluminar. Y por eso también es que se posa sobre la cabeza de los apóstoles y no, por ejemplo, en sus pechos. El Espíritu Santo ilumina la inteligencia del cristiano para que conozca el misterio de Cristo y sepa cómo actuar según los mandatos de Cristo.
Al fuego se lo usa para quemar. En el norte de Argentina se queman grandes extensiones de terreno para que el pasto surja con más fuerza. El fuego purifica y transforma. Cuando el fuego toma una madera primero le hace echar humo porque la purifica de todas sus impurezas. Luego se hace una brasa ardiendo y ya casi no se distingue entre la madera y el fuego: se han hecho una sola cosa. Así también el Espíritu Santo que entra en un alma, primero la purifica quemándole todos los pecados, vicios y defectos. Luego la va convirtiendo en Sí Mismo, hasta que el alma está tan unida al Espíritu que ya no se distingue entre la acción del Espíritu y la del alma. A esto se refería San Juan Bautista cuando decía que Jesús bautizaría con Espíritu Santo y fuego (Lc.3,16). Podría también traducirse legítimamente de esta manera: «con el Espíritu Santo que es fuego».
Y esto se logra por el amor que el alma le profesa al Espíritu y el amor que el Espíritu tiene por el alma. Por eso el fuego es también símbolo del amor que transforma al alma en el Amado. De hecho, el Espíritu, en Dios, es la Persona-Amor. A esto se refería N. S. Jesucristo cuando decía: «He venido a traer fuego sobre la tierra y ¡cuánto desearía que ya estuviese ardiendo!» (Lc.12,49). El fuego que Jesucristo vino a traer a la tierra es el fuego del Espíritu Santo, el fuego del amor.
El cristiano debe dejarse quemar completamente por ese fuego devorador que es el Espíritu Santo, consumirse en el amor a los demás, arder como arde la lámpara del Santísimo, en eterna oración; debe dejarse quemar como se quema el aceite de dicha lámpara. En un muro de las cercanías de mi parroquia leí un graffitti en contra de la Iglesia, irónico e instigando a la persecución religiosa, que decía: «La Iglesia que no arde, no ilumina». A pesar de ser escrita por los enemigos de la Iglesia, sin embargo esa frase es muy cierta. El cristiano que no arde en el fuego del Espíritu Santo no puede convertirse en luz para los demás. También nosotros debemos arder en el fuego del Espíritu Santo para iluminar y dar calor a los demás.
Paloma
Otra de las imágenes que usa la Sagrada Escritura para revelarnos al Espíritu Santo es la paloma: «Bautizado Jesús, salió luego del agua; y en esto se abrieron los cielos y vio al Espíritu de Dios que bajaba en forma de paloma y venía sobre él» (Mt.3,16). Así como la paloma desciende y reposa sobre Cristo, así el Espíritu Santo «desciende y reposa en el corazón purificado de los bautizados» (Catecismo de la Iglesia Católica,701).
Al final del diluvio es una paloma la que vuelve con una rama tierna de olivo en la boca, signo de que la tierra es habitable de nuevo (cf. Gén.8,8-12). Aquí la paloma es símbolo de obediencia, de fidelidad y causa de alegría; también símbolo de vida. El Espíritu nos induce a la obediencia a Dios, a la fidelidad y llena de alegría el corazón del que lo acepta.
Las virtudes de la paloma son: mansedumbre (no se irrita), docilidad (acepta las gracias y las secunda), sumisión (no es rebelde), obediencia, humildad (no busca desordenadamente su propia excelencia), paz, sencillez, simplicidad, ingenuidad, inocencia, candidez, candor, sosiego, quietud, fidelidad. Todo eso es el Espíritu Santo. De hecho, estas características de la paloma son similares a los frutos del Espíritu Santo que enumera San Pablo: «El fruto del Espíritu que es caridad, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, templanza» (Gál.5,22-23).
Son comunes en nuestra sociedad actual algunos vicios contrarios a estas cualidades del Espíritu, que debemos desterrar de nosotros:
– La falsedad, el doblez de corazón, la falta de sinceridad, fingimiento, hipocresía, simulación, deslealtad, engaño, impostura, traición.
– La inestabilidad en los juicios, la inconstancia, la falta de criterios propios y justos, la falta de convicciones altas, la facilidad para ser influenciados por otros, incumplimiento.
– La ingratitud, desagradecimiento.
– La superficialidad, la chabacanería (ordinariez en el trato de cosas importantes, rebajándolas).
– Calumnia, murmuración, habladuría.
– Desconfiados, mal pensados: estamos más inclinados a creer en el mal que no vemos que a aceptar el bien que vemos.
Tomado de P. José Antonio Marcone, I.V.E
ATEÍSMO DEL CORAZÓN
Quizás no son muchos los que, entre nosotros, niegan a Dios teóricamente hasta las últimas consecuencias. Sin duda, son muchos más los que prescinden de Dios, son ateos prácticos y viven como si en el fondo Dios no les afectara para nada.
Este «ateísmo del corazón» como lo ha llamado H. Mühlen, está más extendido de lo que sospechamos. Hombres y mujeres que quizás alguna vez pronuncian fórmulas rutinarias, pero que no abren nunca su corazón a Dios. Personas que ya no «escuchan» a nadie en su interior.
Cuántos que se dicen cristianos, se defienden ante Dios con oraciones recitadas de memoria, pero se avergonzarían de hablar con él espontáneamente y de corazón.
Por otra parte, ¿quién encuentra hoy un «rincón» para el silencio, la meditación, el recogimiento y la paz interior? ¿Quién tiene tiempo para orar en medio de las prisas, la agitación, el nerviosismo o el perpetuo cansancio?
Tomado de Jose Antonio Pagola
LOS SIETE DONES DEL ESPÍRITU SANTO
El don de Temor de Dios, que nos ayuda para no apartarnos nunca de Dios, sabiéndonos muy amados por Él.
El don de Ciencia, que nos ayuda a descubrir la presencia de Dios en todo lo que vivimos y a discernir entre el bien y el mal.
El don de Piedad, que nos ayuda a acercarnos confiadamente a Dios, para hablarle con sencillez abriendo nuestro corazón de hijos, con la certeza que nuestro Padre Bueno nos ama y nos perdona.
El don de Consejo, que nos ayuda a escuchar al Señor, a discernir lo que quiere de nosotros y nos capacita para aconsejar a quienes nos piden ayuda.
El don de Fortaleza, que nos ayuda a enfrentar los momentos difíciles, a no caer en las tentaciones y nos da fuerza para vivir en el seguimiento de Jesús y ser sus testigos.
El don de Inteligencia, que nos ayuda a conocer y comprender la Palabra de Dios y la vida de Jesús.
El don de Sabiduría, que nos ayuda a descubrir y vivir la voluntad de Dios, para que nuestra vida se plena y feliz, y otros se puedan encontrar con Él en nosotros
SECOS POR DENTRO
Estaba yo un día sentado cerca del monte Toranzo, a la orilla del río Araviana, saqué del agua una piedra hermosa, dura, redonda y la rompí. Su interior estaba completamente seco. Esta piedra llevaba años dentro del agua, pero el agua no había penetrado en ella.
Lo mismo ocurre con nosotros los cristianos de Nuestra Señora del Pilar. Siempre inmersos en el Espíritu pero, tal vez, por dentro secos.
Tomado de P. Félix Jiménez
10%
Según estimaciones de sicólogos norteamericanos, la mayoría de las personas sólo viven al diez por cien de sus posibilidades.
Ven el diez por cien de la belleza del mundo que los rodea. Escuchan el diez por cien de la música, la poesía y la vida que hay a su alrededor. Sólo están abiertos al diez por cien de sus emociones, su ternura y su pensamiento. Su corazón vibra sólo al diez por cien de su capacidad de amar. Son personas que morirán sin haber vivido realmente. Algo semejante se podría decir de muchos cristianos. Morirán sin haber conocido nunca por experiencia personal lo que podía haber sido para ellos la vida creyente.
Tomado de JOSE ANTONIO PAGOLA
BUENAS NOTICIAS NAVARRA 1985. Pág. 61 s.
EL MAYOR PODER NO USADO
Resulta que un americano tenía un visitante de Inglaterra. Querría mostrarle las maravillas de este país y lo llevó para ver la Catarata de Niágara. “Ven,” le dijo, “te mostraré el mayor poder no usado en el mundo.” Desde arriba podía apreciar la extensión de la Catarata, mirando desde el lado estadounidense hasta Canadá. Fueron abajo donde el agua hizo un ruido fuerte. El americano explicó sobre la cantidad enorme de agua y su fuerza. Casi tuvo que gritar cuando concluyó, “Aquí es el mayor poder no usado en el mundo.” El visitante fue impresionado; no había algo semejante en su país. Pero, como un buen inglés, pensó un poco más profundamente. “Sí,” le dijo a su huésped, “el poder aquí es grande, pero hay algo mucho mayor. El mayor poder no usado en el mundo es el Espíritu Santo del Dios Vivo.” El inglés tiene razón. Hoy estamos celebrando la Fiesta del Espiritu Santo, Pentecostés. Nos hace recordar un poder que apenas hemos utilizado.
En la lecturas vemos algunas cosas que el Espíritu Santo hace posibles:
· Comunicación en un lenguaje más profundo que palabras.
· Paz interior.
· Perdón de pecados.
· Unidad de personas que eran enemigos.
· Todo don valioso.
· Renovación de la tierra.
Tomado de Padre Felipe Bloom
CHISTE
No estoy gordito, solo estoy ampliando el templo del Espíritu Santo
JAIMITO Y LA BICICLETA
Jaimito estaba andando en bicicleta cuando pasa por frente de la iglesia, en eso lo alcanza a ver el cura del barrio y le dice:
Ven Jaimito, hace mucho que no vienes a la iglesia, vamos a rezar un «Padre Nuestro».
Jaimito con cara de preocupación le contesta:
No padre, no puedo, me van a robar la bicicleta.
El padre lo toma de la mano y le dice:
Pasa hijo, el Espíritu Santo te cuida la bicicleta.
Una vez terminado el «Padre Nuestro», Jaimito dice:
En el nombre del Padre, del Hijo, amén.
El cura lo mira y le dice:
No Jaimito, ¿ya te has olvidado de orar?, a ver, repítelo de nuevo.
En el nombre del Padre, del Hijo, amen.
Nooooo, dice desesperado el cura al ver que Jaimito insistía con lo mismo.
Dices en el nombre del padre, del Hijo, Amén, ¿y el Espiritu Santo?
A lo que Jaimito lo mira intrigado y responde:
¿Ya se olvidó que me está cuidando la bicicleta?
POEMA
“LLAMA DE AMOR VIVA”
¡Oh llama de amor viva,
que tiernamente hieres
de mi alma en el más profundo centro!
pues ya no eres esquiva,
acaba ya si quieres;
rompe la tela de este dulce encuentro.
¡Oh cauterio suave!
¡Oh regalada llaga!
¡Oh mano blanda! ¡Oh toque delicado,
que a vida eterna sabe
y toda deuda paga!,
matando muerte en vida la has trocado.
¡Oh lámparas de fuego
en cuyos resplandores
las profundas cavernas del sentido
que estaba oscuro y ciego
con extraños primores
calor y luz dan junto a su querido!
¡Cuán manso y amoroso
recuerdas en mi seno
donde secretamente solo moras
y en tu aspirar sabroso
de bien y gloria lleno
cuán delicadamente me enamoras!
San Juan de la Cruz
ORACIÓN
INVOCACIÓN AL ESPÍRITU
Ven, Espíritu Santo,
a fin de que el Dios de Jesús
sea también el Dios único de mi vida.
Que ningún dios de poder
pretenda hacerme a su imagen dominadora.
Que el Dios del servicio se transparente
en todos los rasgos de mi existencia temporal.
Dame, Espíritu Santo,
la firmeza en el amor que da vida.
Dame la comunión en el fracaso de la Cruz,
el fracaso que pone en evidencia
la mentira de todos los triunfos
basados en la violencia,
en el orgullo de creernos mejores que los demás,
o en el afán de querer imponer lo nuestro a los otros.
Ven, Espíritu Santo,
íntimo conocedor de Jesús,
y llena con abundancia nuestros corazones
de su sencillez, de su humildad y de su pobreza,
que nacen de la gran riqueza
del amor del Padre.
Ven, Espíritu de madurez,
y recrea en las entrañas de todo ser humano
la armonía que destierra nuestras estridencias.
Siembra en todo corazón
esa paz que no puede desarraigar
ninguna amenaza o temor
Ven, Espíritu del Resucitado,
y resucítanos.
Pon en pie la alegría incomparable
de sabernos hijos en el Hijo,
enviados en el Enviado,
amados en el Amado
y glorificados en quien es la Gloria del Padre.
Ven, Espíritu del Silencio.
El silencio que todo lo contiene
y que es fuente inagotable de todo ser y todo crear.
Abre, dentro de cada uno de nosotros,
aquella hambre y sed de felicidad y de belleza
que sólo tú puedes saciar.
Recreación según el texto de A.L.B.
Tomado de Lasalle
MEDITACIÓN
«Cuando el vivir diario, amargo, decepcionante y aniquilador se vive con perseverancia hasta el final, con una fuerza cuyo origen no podemos abarcar ni dominar…
Cuando uno corre el riesgo de orar en medio de las tinieblas silenciosas sabiendo que siempre somos escuchados, aunque no percibimos una respuesta que se pueda razonar o disputar…
Cuando uno acepta y lleva libremente una responsabilidad sin tener claras perspectivas de éxito y de utilidad…
Cuando se experimenta la desesperación y misteriosamente se siente uno consolado sin consuelo fácil…
Cuando se da una esperanza total que prevalece sobre las demás esperanzas particulares y abarca con su suavidad y silenciosa promesa todos los crecimientos y todas las caídas…
Entonces el Espíritu de Dios está trabajando. Allí está Dios. Allí es Pentecostés».
Rahner-K
¿Y DÓNDE ESTÁ?
— Allí donde hay un corazón inocente, incapaz de engaño o maldad, allí está el Espíritu Santo.
— Allí donde nace un amor sincero, sin dolo, limpio y alegre, allí está el Espíritu Santo, allí está el Espíritu Santo.
— Allí donde un fuego arrebatado en venganza se convierte en brisa suave y honda de perdón, allí está el Espíritu Santo.
— Allí donde la indiferencia egoísta y helada hacia el hermano se transforma en cálida acogida, allí está el Espíritu Santo.
— Allí donde se toma una decisión heroica en la honda paz del corazón, allí está el Espíritu Santo.
— Allí donde una frase de la Escritura cien veces más oída de repente adquiere nuevo sentido, allí está el Espíritu Santo.
— Allí donde ni razas ni lenguas crean fronteras entre los hombres, allí está el Espíritu Santo.
Abramos puertas y ventanas del corazón para que el Espíritu de Jesús entre y lo oxigene todo y nos llene de amor. Ese amor nos hará comprender a todos y que todos nos comprendan.
José María Maruri, S. J.
CANTO
Espíritu Santo | Ven, Espíritu Divino
Celinés – Nuevo Pentecostés
Sopla (Veronica Sanfilippo)
VIDEO
El poder de la Iglesia: el Espíritu Santo por Dani Cuesta, SJ