E Algo + no Domingo de Corpus

CITA

San Juan María Vianney solía decir a sus parroquianos: «Venid a la Comunión… Es verdad que no sois dignos, pero la necesitáis» (Bernad Nodet, Le curé d’Ars. Sa pensée – Son coeur, ed. Xavier Mappus, París 1995, p. 119).

Rainiero Cantalamessa Quién, en la comunión, pretende ser todo fervor por Cristo, después de que en casa acaba de ofender o herir a un prójimo sin pedirle disculpas, o sin estar decidido a pedírselas, se parece a alguien que se pone en puntas de pie para besar en la frente a un amigo y no se da cuenta de que le está pisando los pies con sus zapatos reforzados: «Tú adoras a Cristo en la Cabeza -escribe san Agustín – y lo insultas en los miembros de su cuerpo Él ama su cuerpo; si tu te has separado de su cuerpo, él, la cabeza, no. Desde lo alto, te grita: Tú me honras inútilmente” (La Palabra y la Vida-Ciclo B , Ed. Claretiana, Bs. As., 1994,  pp. 139-144)

Papa Francisco La Eucaristía no es un premio para los buenos, sino que es fuerza para los débiles, para los pecadores. Es el perdón, es el viático que nos ayuda a dar pasos, a caminar.

PENSAMENTO

Un deseable epitafio para mi tumba: “Aquí yace un hombre que quiso vivir muriendo, morir amando y amar sirviendo”.

CONTO

Érase un muchacho que siempre llegaba tarde a casa cuando salía de la escuela. Los consejos y reprimendas no surtían ningún efecto. Finalmente, un día, su padre le llamó al orden y le dijo: «la próxima vez que llegues tarde, cenarás pan y agua. ¿Está claro?» El hijo lo entendió perfectamente.

Pocos días después el muchacho llegó a casa más tarde que nunca. Sus padres no le dijeron nada. Cuando se sentaron a cenar vio que los platos de sus padres estaban llenos y en el suyo había sólo un trocito de pan y un vaso de agua. Miró al pan y luego al agua. El padre esperó un rato para que el hijo interiorizara el castigo. Luego tomó el plato del hijo y se lo puso delante de él. Cogió su plato y lo puso enfrente de su hijo y se pusieron a cenar.

Años más tarde, ese mismo muchacho al recordar aquel episodio de su vida comentaba: «Toda mi vida he sabido cómo es Dios por lo que hizo mi padre aquella noche».

Hermosa lección en la que el padre se impone el castigo que su hijo merece. Una lección sin palabras. Una lección sobre Dios que el hijo nunca olvidó.

CANTO

Pan do Ceo

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