CITAS
Si quieres que te quieran, quiere
Alejandro Illescas
Todo el que ha alcanzado la iluminación, ilumina.
Carta a Diogneto: “Los cristianos no se distinguen de los demás hombres ni por el país ni por la lengua ni por el modo de vestir. No viven en ciudades reservadas para ello solos, no hablan un dialecto especial, su tipo de vida no tiene nada de particular… Siguen las costumbres locales en su modo de vivir y, al mismo tiempo, testimonian las leyes extraordinarias y realmente paradójicas de su república espiritual… En una palabra, lo que el alma es en el cuerpo, los cristianos lo son en el mundo”
Paulo VI: «Un catolicismo cómodo y quieto no es verdadera interpretación de la vocación cristiana. No pertenezcáis al grupo de católicos dimisionarios, apáticos, ocasionales, conformistas» (1-VI-1969).
Concilio Vaticano II, Son innumerables las ocasiones que tienen los laicos para ejercer el apostolado de la evangelización y la santificación. El mismo testimonio de su vida cristiana y las obras hechas con sentido sobrenatural tiene eficacia para atraer a los hombres hacia la fe y hacia Dios: “alumbre así vuestra luz ante los hombres para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos (Mt 5, 16) (Decreto Apostolicam actuositatem, n. 6).
Juan Pablo II Cristo, luz del mundo, os está enviando hoy a vosotros hermanos y hermanas, descendientes de los antepasados, os está enviando a vosotros en el camino de la vida. Éste es el camino de verdad, es el camino de siempre y de la nueva evangelización. Homilía (11-08-1993)
Benedicto XVI Unidos a él, los cristianos pueden difundir en medio de las tinieblas de la indiferencia y del egoísmo la luz del amor de Dios, verdadera sabiduría que da significado a la existencia y a la actuación de los hombres. Ángelus (06-02-2011)
Francisco «Tenemos por tanto una tarea y una responsabilidad por el don recibido: la luz de la fe, que está en nosotros por medio de Cristo y de la acción del Espíritu Santo, no debemos retenerla como si fuera nuestra propiedad. Sin embargo, estamos llamados a hacerla resplandecer en el mundo, a donarla a los otros mediante las buenas obras. ¡Y cuánto necesita el mundo de la luz del Evangelio que transforma, sana y garantiza la salvación a quien lo acoge! Esta luz debemos llevarla con nuestras buenas obras». (Ángelus, SS Francisco, 5 de febrero de 2017).
Si sois pobres de espíritu, si sois mansos, si sois puros de corazón, si sois misericordiosos… seréis la sal de la tierra y la luz del mundo.
Paul Claudel Es delicioso quedar inmersos en esta especie de luz líquida que nos hace seres diferentes y en ascuas
Fray Marcos Déjate iluminar e iluminarás. Preocúpate de ser una persona salada
Debemos de tener cuidado de iluminar, no deslumbrar.
P. Evdokimov: «Los cristianos han hecho todo lo posible para esterilizar el evangelio; se diría que lo han sumergido en un líquido neutralizante. Se amortigua todo lo que impresiona, supera o invierte. Convertida así en algo inofensivo, esta religión aplanada, prudente y razonable, el hombre no puede sino vomitarla». El amor loco de Dios.
Franz Jalics, «A Dios no debemos atraerlo o alcanzarlo. No tenemos que esforzarnos por lograr que venga a nosotros. Ya está aquí, pero no nos percatamos de ello. No necesitamos mostrar mayor rendimiento, sino volvernos más receptivos. No nos hace falta una nueva emisora, sino una antena para poder reaccionar frente a las ondas cortas apenas detectables» Ejercicios de contemplación, 52
Alfred Adler El individuo que no se interesa por sus semejantes es quien tiene las mayores dificultades en la vida y causa las mayores heridas a los demás. De esos individuos surgen todos los fracasos humanos. ().
Francisco Dokushô Villalba “El sentido de la vida surge cuando descubrimos que somos un principio de conciencia, un principio de luz, luz, conciencia luminosa. Somos luz.”
Norys Uribe Santana “Hay personas que piensan que viven en la oscuridad y con sus vivencias manifiestan que existe la luz; muchos otros creen vivir en la luz y con sus manifestaciones nos demuestran que la oscuridad existe.”
Sivananda No temas la oscuridad si tienes luz interior.
Anaïs Nin Cuando posees luz en el interior, la ves externamente.
Martin Luther King, Jr. Cada hombre debe decidir si va a caminar en la luz del altruismo creativo o en la oscuridad del egoísmo destructivo.
Jay Woodman La luz de nuestro interior baila cuando sonreímos.
Kahlil Gibran. La belleza no está en la cara; la belleza es una luz del corazón.
Esa oscuridad interior que llamamos ignorancia es la raíz del sufrimiento. A mayor luz interior, menor oscuridad. Esta es la única forma de alcanzar la salvación.-Dalai Lama.
Las personas son como las ventanas con vidrieras: a la luz del sol brillan y relucen, pero en la oscuridad solo son bellas si algo en su interior las ilumina.-Elisabeth Kubler Ross.
La felicidad solo depende de nuestra luz interior.-Henry Lacordaire.
Lo que da luz debe soportar la quema.-Viktor Frankl.
Me gustaría poder mostrarte, cuando te sientas solo o en la oscuridad, la sorprendente la luz de tu propio ser.-Hafiz.
Somos la luz del mundo, pero solo si nuestro interruptor está encendido.-John Hagee.
CONTOS
«Un rabí preguntó a sus discípulos: «¿Cómo puedo señalar el momento en que termina la noche y comienza el día?». Uno dijo: «Cuando seas capaz de distinguir desde lejos una palmera de una higuera». El rabí contestó: «No, no es eso». Dijo otro discípulo: «Cuando se puede distinguir una oveja de una cabra, entonces cambia la noche al día». «Tampoco», respondió el rabí. «¿Cuándo es ese momento?, preguntaron impacientes los discípulos. «Cuando tú miras al rostro de un hombre o de una mujer y reconoces en él a un hermano o hermana, entonces se ha acabado la noche y ya ha roto el día»
Tomado de P. Juan Jáuregui Castelo (historia judía)
LA IGLESIA EN LO ALTO DE LA MONTAÑA
Érase una iglesia construida en lo alto de una montaña de Suiza.
La iglesia era muy hermosa y había sido edificada con mucho cuidado. Pero a la iglesia le faltaba una cosa. Por sorprendente que les parezca era una iglesia sin ningún tipo de iluminación.
Los domingos, al atardecer, la gente de los alrededores contemplaba siempre el mismo milagro.
Las campanas sonaban y los feligreses subían lentamente la colina para la celebración dominical.
Entraban todos a la iglesia y ésta, de repente, se llenaba de luz y de un gran resplandor.
Los feligreses subían con sus antorchas, las encendían y las colocaban en las paredes para que su luz llenara toda la iglesia.
Si los fieles eran pocos la luz era muy tenue, pero si eran muchos la luz era mucho más intensa.
Terminada la celebración, los fieles regresaban a casa con sus antorchas encendidas y los que los veían bajar la colina contemplaban un gran río de luz que salía de la iglesia e iluminaba la montaña.
La iglesia de la montaña se convertía en verdadera iglesia cuando se llenaba de gente, en esos momentos era cuando todos los creyentes eran luz para los no creyentes y se hacía verdad la palabra de Jesús: “vosotros sois la luz del mundo”.
Dos Hermanas de la Madre Teresa de Calcuta entraron en la choza de un anciano que vivía solo. Al limpiar la casita encontraron una lámpara de cobre muy bonita, pero llena de polvo. Cuando la limpiaron pudieron comprobar que era preciosa. Una de las Hermanas preguntó al anciano: «¿Por qué no enciende la lámpara?». «¿Para qué, respondió, si nadie viene a verme?». Las Hermanas se comprometieron a visitarle todas las semanas y siempre se encontraban la lámpara encendida. Un buen día vieron a su llegada que la lámpara estaba apagada. Se lo dijeron y el anciano, feliz y lleno de paz, contestó: «Hermanas, ya no necesito encender más lámparas, porque en mi corazón ustedes han encendido una llama más viva».
Tomado de P. José María Martín OSA
ANÉCDOTAS
LA SANDALIA DE GANDHI
En cierta ocasión, cuando Mahatma Gandhi estaba subiendo a un tren, una de sus sandalias se cayó a la vía. Gandhi y sus acompañantes trataron de recuperarlas, pero sin éxito pues el tren ya se encontraba en marcha. Ante la sorpresa de todos, Gandhi con total calma se sacó su otra sandalia y la arrojó igualmente a la vía. Los acompañantes de Gandhi asombrados le preguntaron: ¿Por qué has hecho esto? A lo que él respondió: Ahora el pobre hombre que encuentre la sandalia tirada en la vía tendrá el par y las podrá usar.
Tomado de Antología de anécdotas.
SAN VICENTE DE PAÚL
Se distinguió por el amor a los pobres, a cuyo servicio entregó toda su vida. Cuentan que un día hablando con la reina de Francia, Ana de Austria, le dijo que ella podía hacer un milagro que Cristo en el desierto no quiso hacer: Convertir en pan las piedras preciosas que llevaba colgadas al cuello. Y dicen que la reina se quitó las joyas y se las entregó al santo para que sirviera de alimento a niños huérfanos.
Tomado de Anécdotas y catequesis
BUDA significa: el iluminado.
CHISTE
Érase una vez un hombre cuyo oficio consistía en avisar con un farol al maquinista del tren de los peligros de la vía. Una noche el hombre salió con su farol para indicarle al maquinista que el puente situado a un kilómetro de distancia se había hundido, pero algo extraño sucedió y el tren cayó al vacío.
El hombre fue llevado ante el juez para interrogarle sobre las circunstancias del accidente.
El juez le preguntó: ¿Era usted el encargado de avisar al tren la noche del accidente?
Sí, señor.
¿Llevaba usted el farol?
Sí, señor.
¿Mostró usted el farol al maquinista?
Sí, señor.
El hombre fue absuelto, pero cuando iba a casa, aliviado, le dijo a su amigo: menos mal que el juez no me ha preguntado si el farol estaba encendido.
POEMA
Sé que la vida no es solamente para mí.
Ni mi cuerpo,
ni mi amor,
ni mi inteligencia,
ni mi humor,
ni mis dones,
ni mi tiempo,
ni mi dinero,
ni mi casa,
ni mis posesiones…
son solamente para mí.
Sé que Tú, Padre, no eres solamente para mí.
Ni tu palabra,
ni tus dones,
ni tus promesas,
ni tu creación,
ni tu buena noticia,
ni tus abrazos,
ni tus afanes,
ni tus sorpresas,
ni tu casa…
son solamente para mí.
Lo sé.
Soy sal y luz;
sal para salar y luz para alumbrar.
Lo mío es deshacerme como la sal
salando a los demás,
y consumirme como el fuego
alumbrando y calentando a los demás.
Lo mío es ser salero de la vida
y clarear el horizonte de la historia,
de la historia cotidiana de cada día.
Lo mío es ser digno hijo tuyo.
Lo sé.
Y me voy comprendiendo.
Y me voy aceptando.
Y me voy amando.
Y me voy soñando.
Y me voy realizando.
Y me voy sembrando.
Y me voy compartiendo.
Y me voy realizando.
Y voy siendo…
¡Y me alegro!
Florentino Ulibarri
MEDITACIÓN
Yo estoy seguro de que los hombres no servimos para nada, para casi nada. Cuanto más avanza mi vida, más descubro qué pobres somos y cómo todas las cosas verdaderamente importantes se nos escapan. En realidad es Dios quien lo hace todo, quien puede hacerlo todo. Tal vez nosotros ya haríamos bastante con no enturbiar demasiado el mundo.
Por eso, cada vez me propongo metas menores. Ya no sueño con cambiar el mundo, y a veces me parece bastante con cambiar un tiesto de sitio. Y, sin embargo, otras veces pienso que, pequeñas y todo, esas cosillas que logramos hacer podrían llegar a ser hasta bastante importantes. Y entonces, en los momentos de desaliento, me acuerdo de una oración de cristianos brasileños que una vez escuché y que no he olvidado del todo, pero que, reconstruida ahora por mí, podría decir algo parecido a esto: Sí, ya sé que sólo Dios puede dar la vida; pero tú puedes ayudarle a transmitirla.
Sólo Dios puede dar la fe, pero tú puedes dar tu testimonio.
Sólo Dios es el autor de toda esperanza, pero tú puedes ayudar a tu amigo a encontrarla.
Sólo Dios es el camino, pero tú eres el dedo que señala cómo se va a él.
Sólo Dios puede dar el amor, pero tú puedes enseñar a otros como se ama.
Dios es el único que tiene fuerza, la crea, la da; pero nosotros podemos animar al desanimado.
Sólo Dios puede hacer que se conserve o se prolongue una vida, pero tú puedes hacer que esté llena o vacía.
Sólo Dios puede hacer lo imposible; sólo tú puedes hacer lo posible.
Sólo Dios puede hacer un sol que caliente a todos los hombres; sólo tú puedes hacer una silla en la que se siente un viejo cansado.
Sólo Dios es capaz de fabricar el milagro de la carne de un niño, pero tú puedes hacerle sonreír.
Sólo Dios hace que bajo el sol crezcan los trigales, pero tú puedes triturar ese grano y repartir ese pan.
Sólo Dios puede impedir las guerras, pero tú pues no reñir con tu mujer o tu hermano.
Sólo a Dios se le ocurrió el invento del fuego, pero tú puedes prestar una caja de cerillas.
Sólo Dios da la completa y verdadera libertad, pero nosotros podríamos, al menos, pintar de azul las rejas y poner unas flores frescas en la ventana de la prisión.
Sólo Dios podría devolverle la vida del esposo a la joven viuda; tú puedes sentarte en silencio a su lado para que se sienta menos sola.
Sólo Dios puede inventar una pureza como la de la Virgen; pero tú puedes conseguir que alguien, que ya las había olvidado, vuelva a rezar las tres avemarías.
Sólo Dios puede salvar al mundo porque sólo Él salva, pero tú puedes hacer un poco más pequeñita la injusticia de la que tiene que salvarnos.
Sólo Dios puede hacer que le toque la Primitiva a ese pobre mendigo que tanto la necesita; pero tú puedes irle conservando esa esperanza con una pequeña sonrisa y un “mañana será”.
Sólo Dios puede conseguir que reciba esa carta la vecina del quinto, porque Dios sabe que aquel antiguo novio hace muchos años que la olvidó; pero tú podrías suplir hoy un poco esa carta con un piropo y una palabra cariñosa.
En realidad, ya ves que Dios se basta a sí mismo, pero parece que prefiere seguir contando contigo, con tus nadas, con tus casi -nadas.
José Luis Martín Descalzo, “Razones desde la otra orilla”.
Puedo desplegar mi capacidad de sazonar
o puedo seguir toda mi vida siendo insípido.
Puedo vivir encendido y dar calor y luz
o puedo estar apagado y llevar frío y oscuridad a los demás.
Soy sal para todos los que me rodean
en la medida que hago participar a otros de mi plenitud humana.
Soy luz en la medida que vivo mi verdadero ser.
Fray Marcos
ORACIÓN
«Quédate conmigo, Señor, y comenzaré a iluminar, como tú iluminas; comenzaré a dar luz de tal forma que puede ser luz para los otros. Señor Jesucristo, la luz será toda tuya; nada de ella será mía. Ningún mérito es mío; tú te mostrarás a través de mí a los otros.
Haz que yo te glorifique, como te agrada a ti, dando luz a todos los que están a mi alrededor.
Haz que predique, sin predicar; no mediante palabras, sino por medio de mi vida. Predicar sin predicar: esa es la luz hoy tan necesaria.. .
Cardenal Newman
CANTO
SOIS LA SAL (LUIS GUITARRA)
BROTES DE OLIVO LA SAL Y LA LUZ
«Como sal y luz», Ixcís
VIDEO
CATEQUIZIS 44 | SOMOS LA LUZ DEL MUNDO