CITA
“«A buen pastor, buenas ovejas.»».
«No he de temer ningún mal, porque tú estás conmigo»
(Sal 23,4).
«Dudé sí, pero sabía que no me soltarías»
S.Son
San Ignacio de Antioquía: Si sólo amas a los buenos discípulos no tienes ningún mérito, son más bien los rebeldes a quienes tienes que domar con tu dulzura. Sobre todas las heridas no se aplica idéntico remedio: trata los accesos violentos con suaves friegas (Epist. a S. Policarpo).
San Clemente de Alejandría «Guía, pastor santo, a tus ovejas espirituales: guía, rey, a tus hijos incontaminados. Las huellas de Cristo son el camino hacia el cielo» (Paed., III 12, 101; van der Meer, 23).
S. Hilario, “Sólo estará en él aquél que a él mismo viniese”
Él vive en virtud del Padre. Nosotros vivimos en virtud de su humanidad‖. (San Hilario de Poittiers, De Trinitatae, VIII 14ss)
S. Gregorio de Nisa, Este pastor modelo se te ofrece como alimento, tienda, camino, guía, todo, y oportunamente distribuye su gracia en cualquier necesidad. Sermón sobre la ascensión de Cristo : PG 46, 690-691
San Gregorio Nacianceno: quien escribió a su amigo fraterno y obispo san Basilio: «Enséñanos tu amor a las ovejas, tu solicitud y tu capacidad de comprensión, tu vigilancia…, la severidad en la dulzura, la serenidad y la mansedumbre en la actividad…, las luchas en defensa de la grey, las victorias… conseguidas en Cristo» (Oratio IX, 5: PG 35, 825ab).
S. Agustín, “nuestro Dios y Señor, porque es Dios y creador, se hizo él mismo las ovejas que tiene y apacienta. No fue otro quien las creó y él las apacienta, ni es otro quien apacienta las que el creó. Sermón 47, sobre las ovejas 1.2.3.6
Tu pasto es la Palabra de Dios, y sus mandamientos son los dulces campos donde te apacienta (Sermón 366, 3).
Todos los buenos pastores son, en realidad, como miembros del único pastor y forman una sola cosa con él. Cuando ellos apacientan es Cristo quien apacienta (Sermón 46, sobre los pastores).
San Cesáreo de Arlés explicaba cómo el pueblo de Dios debe ayudar al pastor, y ponía este ejemplo: cuando el ternerillo tiene hambre va donde la vaca, a su madre, para tomar la leche. Pero la vaca no se la da enseguida: parece que la conserva para ella. ¿Y qué hace el ternerillo? Llama con la nariz a la teta de la vaca, para que salga la leche. ¡Qué hermosa imagen! “Así vosotros -dice este santo- debéis hacer con los pastores: llamar siempre a su puerta, a su corazón, para que os den la leche de la doctrina, la leche de la gracia, la leche de la guía”. Y os pido, por favor, que importunéis a los pastores, que molestéis a los pastores, para que os demos la leche de la gracia, de la doctrina y de la guía (Papa Francisco).
San Gregorio Magno, que «la prueba de que conozco al Padre y el Padre me conoce a mí (…) es la caridad con que muero por mis ovejas» (Homiliae in Evangelia 14,3).
San Francisco de Asís vio un día su lugar en la gloria: todos ellos no pudieron engañarse o engañarnos porque aceptaron morir y sufrir por lo que habían visto: “¡Es tan grande el bien que espero que cualquier pena me deleita!”
Santo Tomás de Aquino, « Puedo ver gracias a la luz del sol; pero si cierro los ojos, no veo: esto no es por culpa del sol sino por culpa mía, porque al cerrar los ojos impido que me llegue la luz solar» (Super Evangelium Ioannis, ad loc.)
Santo Tomás de Villanueva, Cuatro son las condiciones que debe reunir el buen pastor. En primer lugar, el amor: fue precisamente la caridad la única virtud que el Señor exigió a Pedro para entregarle el cuidado de su rebaño Luego, la vigilancia, para estar atento a las necesidades de las ovejas. En tercer lugar, la doctrina, con el fin de poder alimentar a los hombres hasta llevarlos a la salvación. Y finalmente la santidad e integridad de vida; ésta es la principal de todas las virtudes (Sermón sobre el Evang. del Buen Pastor en Opera omnia. Manila 1822, pp. 324-325).
S. Carlos Borromeo, «¿Ejerces la cura de almas? No olvides por eso el cuidado de ti mismo, y no te entregues a los demás hasta el punto de que no quede nada tuyo para ti mismo. Debes tener ciertamente presente a las almas, de las que eres pastor, pero sin olvidare de ti mismo.
Comprended, hermanos, que nada es tan necesario (…) como la meditación que precede, acompaña y sigue todas nuestras acciones (…) Si administras los sacramentes, hermano, medita lo que haces. Si celebras la Misa, medita lo que ofreces. Si recitas los salmos en el coro, medita a quién, y de qué cosas hablas. Si guías a las almas, medita con qué sangre han sido lavadas; y todo se haga entre vosotros en la caridad.
Así podemos superar las dificultades que encontramos cada día, que son innumerables. Por lo demás, esto lo exige la misión que se os ha confiado, Si así lo hacemos, tendremos la fuerza para engendrar a Cristo en nosotros, en los demás.» (citado por Juan Pablo II: Exhortación Ap. “Pastores dabo vobis”, n. 72)
San Francisco de Sales, “Las conversaciones no suelen ser ordinariamente tan importantes que no pueda uno retirarse de vez en cuando para poner el corazón en esta divina soledad”. Introducción a la Vida Devota: 2ª parte, Capítulo 12. III, 91
San Juan Maria Vianney se cuenta que un hombre incrédulo de la Francia del siglo XIX, alrededor del año 1840, fue invitado a visitar al padre Juan María Vianney, conocido como el santo Cura de Ars. Y, a pesar de haber ido en contra de su voluntad, después de conocerlo, exclamó: «¡Hoy he visto a Dios en un hombre!».
Santa Isabel de la Trinidad “Encontré el cielo en la tierra, porque el cielo es Dios y Dios está en mi alma”.
¡Oh Verbo eterno, Palabra de mi Dios! Quiero pasar mi vida escuchándote, quiero ser toda oídos a tu enseñanza para aprenderlo todo de Ti.
Dietrich Bonhoeffer «sígueme» es la primera y la última palabra de Jesús a Pedro
San Josemaría Escriva de Balaguer, “El amor al Romano Pontífice ha de ser en nosotros una hermosa pasión, porque en él vemos a Cristo” Lealtad a la Iglesia, 4-VI-1972.
Si alguna vez, porque Dios puede permitir esa prueba, tropezáis con pastores indignos de este nombre, no os escandalicéis. Cristo ha prometido asistencia infalible e indefectible a su Iglesia, pero no ha garantizado la fidelidad de los hombres que la componen (Es Cristo que pasa,81).
San Óscar Romero «Como pastor de esta comunidad estoy obligado a dar la vida por quienes amo, que son todos los salvadoreños, aun por aquellos que vayan a asesinarme. Si llegaran a cumplirse las amenazas de muerte, desde ahora ofrezco a Dios mi sangre por la redención y por la resurrección de El Salvador».
Concilio Vaticano II: «La liturgia… contribuye en sumo grado a que los fieles expresen en su vida, y manifiesten a los demás, el misterio de Cristo y la naturaleza auténtica de la verdadera Iglesia» (Sacrosanctum Concilium, n. 2).
Catecismo, 548 Los signos que lleva a cabo Jesús testimonian que el Padre le ha enviado (cf. Jn 5,36Jn 10,25). Invitan a creer en Jesús (cf. Jn 10,38). Concede lo que le piden a los que acuden a él con fe (cf. Mc 5,25-34Mc 10,52 etc. ). Por tanto, los milagros fortalecen la fe en Aquél que hace las obras de su Padre: éstas testimonian que él es Hijo de Dios (cf. Jn 10,31-38). Pero también pueden ser «ocasión de escándalo» (Mt 11,6). No pretenden satisfacer la curiosidad ni los deseos mágicos. A pesar de tan evidentes milagros, Jesús es rechazado por algunos (cf. Jn 11,47-48); incluso se le acusa de obrar movido por los demonios (cf. Mc 3,22).
583 Como los profetas anteriores a él, Jesús profesó el más profundo respeto al Templo de Jerusalén. Fue presentado en él por José y María cuarenta días después de su nacimiento (Lc 2,22-39). A la edad de doce años, decidió quedarse en el Templo para recordar a sus padres que se debía a los asuntos de su Padre (cf. Lc 2,46-49). Durante su vida oculta, subió allí todos los años al menos con ocasión de la Pascua (cf. Lc 2,41); su ministerio público estuvo jalonado por sus peregrinaciones a Jerusalén con motivo de las grandes fiestas judías (cf. Jn 2,13-14Jn 5,1Jn 5,14Jn 7,1Jn 7,10Jn 7,14Jn 8,2Jn 10,22-23).
590 Sólo la identidad divina de la persona de Jesús puede justificar una exigencia tan absoluta como ésta: «El que no está conmigo está contra mí» (Mt 12,30); lo mismo cuando dice que él es «más que Jonás … más que Salomón» (Mt 12,41-42), «más que el Templo» (Mt 12,6); cuando recuerda, refiriéndose a que David llama al Mesías su Señor (cf. Mt 12,36-37), cuando afirma: «Antes que naciese Abraham, Yo soy» (Jn 8,58); e incluso: «El Padre y yo somos una sola cosa» (Jn 10,30).
754 «La Iglesia, en efecto, es el redil cuya puerta única y necesaria es Cristo(Jn 10, 1-10). Es también el rebaño cuyo pastor será el mismo Dios, como él mismo anunció (cf. Is 40, 11; Ez 34, 11-31). Aunque son pastores humanos quienes gobiernan a las ovejas, sin embargo es Cristo mismo el que sin cesar las guía y alimenta; El, el Buen Pastor y Cabeza de los pastores (cf. Jn 10, 11; 1 P 5, 4), que dio su vida por las ovejas (cf. Jn 10, 11-15)».
764 «Este Reino se manifiesta a los hombres en las palabras, en las obras y en la presencia de Cristo» (LG 5). Acoger la palabra de Jesús es acoger «el Reino» (ibid.). El germen y el comienzo del Reino son el «pequeño rebaño» (Lc 12, 32), de los que Jesús ha venido a convocar en torno suyo y de los que él mismo es el pastor (cf. Mt 10, 16; 26, 31; Jn 10, 1-21). Constituyen la verdadera familia de Jesús (cf. Mt 12, 49). A los que reunió así en torno suyo, les enseñó no sólo una nueva «manera de obrar», sino también una oración propia (cf. Mt 5-6).
553 Jesús ha confiado a Pedro una autoridad específica: «A ti te daré las llaves del Reino de los cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos» (Mt 16, 19). El poder de las llaves designa la autoridad para gobernar la casa de Dios, que es la Iglesia. Jesús, «el Buen Pastor» (Jn 10, 11) confirmó este encargo después de su resurrección:»Apacienta mis ovejas» (Jn 21, 15-17). El poder de «atar y desatar» significa la autoridad para absolver los pecados, pronunciar sentencias doctrinales y tomar decisiones disciplinares en la Iglesia. Jesús confió esta autoridad a la Iglesia por el ministerio de los apóstoles (cf. Mt 18, 18) y particularmente por el de Pedro, el único a quien él confió explícitamente las llaves del Reino.
896 El Buen Pastor será el modelo y la «forma» de la misión pastoral del obispo. Consciente de sus propias debilidades, el obispo «puede disculpar a los ignorantes y extraviados. No debe negarse nunca a escuchar a sus súbditos, a los que cuida como verdaderos hijos … Los fieles, por su parte, deben estar unidos a su obispo como la Iglesia a Cristo y como Jesucristo al Padre» (LG 27):
Seguid todos al obispo como Jesucristo (sigue) a su Padre, y al presbiterio como a los apóstoles; en cuanto a los diáconos, respetadlos como a la ley de Dios. Que nadie haga al margen del obispo nada en lo que atañe a la Iglesia (San Ignacio de Antioquía, Smyrn. 8,1)
Pablo VI, «Creemos, pues, en Dios, que en toda la eternidad engendra al Hijo; creemos en el Hijo, Verbo de Dios, que es engendrado desde la eternidad; creemos en el Espíritu Santo, Persona increada, que procede del Padre y del Hijo como Amor sempiterno de ellos. Así, en las tres Personas divinas, que son eternas entre sí e iguales entre sí, la vida y felicidad de Dios enteramente uno abundan sobremanera y se consuman con excelencia máxima y gloria propia de la Esencia increada; y siempre hay que venerar la unidad en la Trinidad y la Trinidad en la unidad» (Credo del Pueblo de Dios, n. 10).
San Juan Pablo II Todos nosotros nos alegramos, de ser «su pueblo y ovejas de su rebaño». Nos alegramos y proclamamos «las grandezas de Dios» (Act 2, 11). Homilía (27-04-1980)
Benedicto XVI Que la certeza de que Cristo no nos abandona y de que ningún obstáculo podrá impedir la realización de su designio universal de salvación sea para vosotros motivo de constante consuelo —incluso en las dificultades— y de inquebrantable esperanza. La bondad del Señor está siempre con vosotros, y es fuerte. Homilía (29-04-2007)Santa Misa con Ordenaciones Sacerdotales
Papa Francisco, las «lecturas resonarán con todo su esplendor en el corazón del pueblo si primero resonaron así en el corazón del pastor» (EG 149).
«los evangelizadores tienen ‘olor a oveja’ y éstas escuchan su voz» (EG 24)
«nosotros, en virtud de la esperanza en la que hemos sido salvados, mirando al tiempo que pasa, tenemos la certeza de que la historia de la humanidad y la de cada uno de nosotros no se dirigen hacia un punto ciego o un abismo oscuro, sino que se orientan al encuentro con el Señor de la gloria». (Bula convocatoria Jubileo, n. 19)
En estos cuatro versículos está todo el mensaje de Jesús, está el núcleo central de su Evangelio: Él nos llama a participar en su relación con el Padre, y ésta es la vida eterna. Regina Caeli (21-04-2013)
“Nadie puede quedar fuera, todos somos necesarios” ()
El corazón del Buen Pastor no es sólo el corazón que tiene misericordia de nosotros, sino la misericordia misma. 3 jun 2016.
Él nos llama a participar en su relación con el Padre, y ésta es la vida eterna. (Regina Coeli, Plaza de San Pedro, IV Domingo de Pascua, 21 de abril de 2013)
Pagola, “Nos hemos sentido, en conjunto, como evangelizadores mediocres, cobardes a veces, divididos, rutinarios. Nos sobran palabras. Y nos falta la Palabra”.
Henri Bergson decía: «Los centenares de libros que he leído no me han dado tanto consuelo como el salmo 23: “El Señor es
Tiberio Un buen pastor esquila sus ovejas, no las despelleja.
Ana María Matute No todo el mundo sirve para pastor. Hay que tener un extraño y vivo amor a la soledad, y ese sexto sentido que avisa del peligro, del lobo, de la tormenta. «El río«
CONTO
EL MEJOR ARGUMENTO DE UN BUEN PASTOR
Un viejecito, ateo e incrédulo, fue a visitar a un sacerdote. Quería que le ayudase a resolver sus dudas de fe. No lograba convencerse de que Jesús de Nazareth hubiera resucitado. Buscaba pruebas de la resurrección.
Cuando entró en casa del sacerdote, estaba ya alguien hablando con él. El sacerdote entrevió al anciano de pie en el pasillo, y corrió en seguida, sonriente, a ofrecerle una silla.
Cuando el otro se despidió, el sacerdote hizo entrar al señor anciano. Una vez conocido su problema, le habló largamente y, después de un denso coloquio, el anciano de ateo se convirtió en creyente y quiso volver a ponerse en contacto con la Palabra de Dios, recibir los sacramentos y recobrar la confianza y devoción a la Virgen María.
El sacerdote satisfecho, pero también un poco sorprendido por el cambio, le preguntó:
– Por favor, después de nuestro largo coloquio. ¿cuál ha sido el argumento teológico que yo le he dado y que le ha convencido de que Cristo de verdad ha resucitado y de que Dios existe?
– El detalle de acercarme la silla para que no me cansase de esperar. – respondió el anciano.
Tomado de P. Diego Millán
UNA VIDA SOLITARIA
Nació en una pequeña aldea, hijo de una mujer del campo.
Creció en otra aldea donde trabajó como carpintero hasta que tuvo 30 años.
Después, y durante tres años, fue predicador ambulante.
Nunca escribió un libro. Nunca tuvo un cargo público.
Nunca tuvo familia o casa. Nunca fue a la universidad.
Nunca viajó a más de trescientos kilómetros de su lugar de nacimiento.
Nunca hizo nada de lo que se asocia con grandeza.
No tenía más credenciales que él mismo.
Tenía sólo treinta y tres años cuando la opinión pública se volvió en su contra.
Sus amigos le abandonaron.
Fue entregado a sus enemigos, e hicieron mofa de él en un juicio.
Fue crucificado entre dos ladrones.
Mientras agonizaba preguntando a Dios por qué le había abandonado, sus verdugos se jugaron sus vestiduras, la única posesión que tenía.
Cuando murió fue enterrado en una tumba prestada por un amigo.
Han pasado veinte siglos, y hoy es figura central de nuestro mundo, factor decisivo del progreso de la humanidad.
Ninguno de los ejércitos que marcharon,
ninguna de las armadas que navegaron,
ninguno de los parlamentos que se reunieron,
ninguno de los reyes que reinaron,
ni todos ellos juntos,
han cambiado tanto la vida del hombre en la tierra
como esta Vida solitaria.
Tomado de Alejandro Illescas, Los cuentos de mis homilías
ANÉCDOTA
VIDA
En griego hay tres palabras para decir vida: “Zoê” significa la vida transcendente inmutable, “Bios” la vida biológica concreta y “psykhê” significa la personalidad psicológica. Aquí dice psykhê. No se trata de dar la vida biológica muriendo, sino a entregarse a los demás como persona.
Tomado de Fray Marcos
LA IMAGEN DEL BUEN PASTOR
es la más antigua en la iconografía cristiana. En el cristianismo de los primeros siglos, esta imagen se encuentra por todas partes: en las catacumbas, en las casas cristianas y salas de reunión. Se ve a un joven pastor con una oveja herida en sus hombros.
Tomado de Padre Felipe Santos Campaña SDB
CHISTE
-¡PUES SI NO OYES, TE INCLINAS!
Siendo obispo auxiliar a principios de los años sesenta, durante una de las visitas pastorales a un pueblo de la diócesis de Cracovia, un niño le saludó dándole un pequeño discurso de bienvenida, como era costumbre.
Wojtyła le dijo que hablara un poco más alto pues no le oía, y el chaval le espetó gritándole a viva voz:
-¡Pues si no oyes, te inclinas!
Hubo consternación entre los asistentes. Wojtyła se inclinó y escuchó con atención lo que le decía y después durante la homilía comentó:
-Uno de los más pequeños de vuestra comunidad parroquial ya al principio de nuestro encuentro me ha recordado que debo inclinarme para escuchar lo que quiere decirme. Sí, yo ahora en mi servicio pastoral me inclino ante vosotros…
(“Dos Papas santos. Juan XXIII-Juan Pablo II”. Darío Chimeno y José María Navalpotro. Ed. Palabra)
POEMA
“Del monte en la ladera por mi mano plantado tengo un huerto, que con la primavera de bella flor cubierto, ya muestra en esperanza el fruto incierto”
(Fray Luis de León, Oda a la vida retirada).
ORACIÓN
A VECES, SEÑOR, A VECES…
A veces, Señor, a veces
son tantas las ofertas
y tantos los guiños e insinuaciones,
que el corazón se desboca
y la mente se ofusca
con propuestas tan llamativas y gustosas.
Y entonces, Señor, entonces,
me voy por sendas oscuras,
no presto atención a tus melodías,
evito tu roce y caricias,
y me pierdo, aunque sea de día,
porque me obsesionan los cantos de sirena.
Pero…
A veces, Señor, a veces
sólo anhelo que Tú me llames,
pronunciando mi nombre, como otras veces,
para despertarme y pacificarme,
y poder compartir heridas, deseos y tareas
a la vera del camino de la vida.
Y entonces, Señor, entonces,
aunque haya bandidos y ladrones,
sé que Tú vas cerca y delante
abriendo caminos y horizontes,
silbando alegres canciones
y dándonos a todos vida abundante.
A veces, Señor, a veces
reconozco tu presencia y voz,
y entonces, Señor, entonces
te sigo y salgo al mundo con ilusión.
Florentino Ulibarri
MEDITACIÓN
Nuestras tareas implican nuestra capacidad de compasión, nuestro corazón es «movido» y conmovido. Nos alegramos con los novios que se casan, reímos con el bebé que traen a bautizar; acompañamos a los jóvenes que se preparan para el matrimonio y a las familias; nos apenamos con el que recibe la unción en la cama del hospital, lloramos con los que entierran a un ser querido… Tantas emociones, tanto afecto, fatigan el corazón del Pastor. Para nosotros sacerdotes las historias de nuestra gente no son un telediario: nosotros conocemos a nuestro pueblo, podemos adivinar lo que les está pasando en su corazón; y el nuestro, al compadecernos (al padecer con ellos), se nos va deshilachando, se nos parte en mil pedacitos…
Papa Francisco
CANTO
Un Himno para el NUEVO PAPA – Padre Fernando
Tu me conoces (Salmo 139) HERMANA GLENDA
Eres Tu Mi Pastor – Koren & Jessica ft. Athenas
Evan Craft – «No Me Dejarás»
VIDEO