E Algo + no 3º Domingo do Tempo Ordinario – Ciclo A

CITAS

    “La oscuridad no existe,

 la oscuridad es en realidad ausencia de luz.”

    Albert Einstein

San Agustín Tú no puedes ser luz para ti; no puedes, no puedes.

Concilio Vaticano II, comienza haciendo referencia a esta luz. Cristo es la luz de los pueblos. Por eso este sacrosanto Sínodo, reunido en el Espíritu Santo, desea vehementemente iluminar a todos los hombres con la luz de Cristo, que resplandece sobre el rostro de la Iglesia, anunciando el el Evangelio a todas las criaturas (Lumen gentium, n. 1).

         La vocación cristiana es, por su naturaleza misma, vocación al apostolado.

san Josemaría Escrivá: De que tú y yo nos portemos como Dios quiere -no lo olvides- dependen muchas cosas grandes.

San Juan Pablo II, El cristiano es hombre de gran esperanza, y precisamente en ella se refleja esa luz y se realiza esa salvación, que es Cristo.  (Homilía en la parroquia romana de Santa Gala el domingo 25 de enero de 1981)

S.S. Francisco, «Cada cristiano y cada comunidad discernirá cuál es el camino que el Señor le pide, pero todos somos invitados a aceptar este llamado: salir de la propia comodidad y atreverse a llegar a todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio» (Exhort. ap. Evangelii gaudium, 20).

         «Para que la alegría del Evangelio llegue hasta los confines de la tierra y ninguna periferia se prive de su luz» (ibid., 288).

         <<Por tanto, es urgente recuperar el carácter luminoso propio de la fe, pues cuando su llama se apaga, todas las otras luces acaban languideciendo. Y es que la característica propia de la luz de la fe es la capacidad de iluminar toda la existencia del hombre. Porque una luz tan potente no puede provenir de nosotros mismos; ha de venir de una fuente más primordial, tiene que venir, en definitiva, de Dios. La fe nace del encuentro con el Dios vivo, que nos llama y nos revela su amor, un amor que nos precede y en el que nos podemos apoyar para estar seguros y construir la vida. Transformados por este amor, recibimos ojos nuevos, experimentamos que en él hay una gran promesa de plenitud y se nos abre la mirada al futuro. La fe, que recibimos de Dios como don sobrenatural, se presenta como luz en el sendero, que orienta nuestro camino en el tiempo>> (Lumen Fidei, 4).

Hans Urs von Balthasar También los lugares donde actúan los santos o se aparece la Madre de Dios son a menudo rincones ocultos, pueblos o regiones apartados e insignificantes. (LUZ DE LA PALABRA, Comentarios a las lecturas dominicales A-B-C Ediciones ENCUENTRO.MADRID-1994.Pág. 35 s)

Henri Nouwen “Los que piensan que han llegado, han perdido el camino. Los que piensan que han alcanzado la meta, no han llegado a ninguna parte. Los que piensan que son santos son demonios”.

Teilhard de Chardin: Piensa que estás en manos de Dios, tanto más fuertemente agarrado cuanto más decaído y triste te encuentres. Vive feliz, te lo suplico. Vive en paz. Que nada te altere. Que nada sea capaz de quitarte tu paz. Ni la fatiga psíquica. Ni tus fallos morales. Haz que brote, y conserva siempre en tu rostro una dulce sonrisa, reflejo de la que el Señor continuamente te dirige. Y en el fondo del alma coloca, antes que nada, como fuente de energía y criterio de verdad, todo aquello que te llene de la paz de Dios. Recuerda: cuanto te reprima o inquiete es falso. Te lo aseguro en nombre de las leyes de la vida y de las promesas de Dios. Por eso cuando te sientas apesadumbrado y triste, confía y adora…

¡Adorar! Es decir, ¡perderse en lo insondable, sumergirse en lo inagotable, encontrar la paz en lo incorruptible, dejarse absorber por la definida inmensidad, ofrecerse al Fuego y a la Transparencia, aniquilarse consciente y voluntariamente a medida que vamos tomando consciencia de nosotros mismos, entregándonos a fondo a lo que no tiene fondo! Cuanto más el ser humano se convierta en humano, más sentirá la necesidad, cada vez más explícita, de adorar.

J. B. Metz habla con insistencia del gran desafío que tenemos los «cristianos» europeos: decidirnos entre «una religión burguesa» y un «cristianismo de seguimiento».

Sadhu Sundar Singh: «Un día estaba sentado cerca del Himalaya, a la orilla de un rio, saqué del agua una piedra hermosa, dura, redonda, y la rompí. Su interior estaba completamente seco. Esa piedra hacía tiempo que estaba en el agua, pero el agua no había penetrado en ella.

         Lo mismo ocurre con los hombres de Europa, hace siglos que fluye en torno suyo el cristianismo, viven por completo dentro del cristianismo, y este no ha penetrado y no vive dentro de ellos. La falta no está en el cristianismo, sino en los corazones cristianos».

Se puede terminar añadiendo que Sundar se convirtió a la fe cristiana

Paulo Coelho ¿Cómo entra la luz en una persona? Si la puerta del amor está abierta.

Norys Uribe Santana “Hay personas que piensan que viven en la oscuridad y con sus vivencias manifiestan que existe la  luz; muchos otros creen vivir en la luz y con sus manifestaciones nos demuestran que la oscuridad existe.”

Joseph Antoine René Joubert “La luz es la sombra de Dios; la claridad es la sombra de la luz.”

Sivananda -No temas la oscuridad si tienes luz interior

Martin Luther King, Jr. La oscuridad no puede expulsar a la oscuridad; sólo la luz puede hacerlo. El odio no puede expulsar al odio; sólo el amor puede hacer eso.

Edith Wharton -Hay dos maneras de difundir la luz: ser la vela o el espejo que la refleja.

Anaïs Nin Cuando posees luz en el interior, la ves externamente.

Rabindranath Tagore -La fe es el pájaro que siente la luz cuando el amanecer todavía está oscuro.

Victor Hugo -En los ojos del joven, arde la llama; en los del viejo, brilla la luz.

Kahlil Gibran -La belleza no está en la cara; la belleza es una luz del corazón.

Swami Premananda -¿Hay que salir de la oscuridad? No, sólo hay que dejar entrar la luz.

Anónimo -Si hay luz en el alma, habrá belleza en la persona. Si hay belleza en la persona, habrá armonía en el hogar. Si hay armonía en el hogar, habrá paz en el mundo.

Henry Lacordaire -La felicidad solo depende de nuestra luz interior.

Carl Jung -Por lo que podemos discernir, el único propósito de la existencia humana es encender una luz de significado en la oscuridad del mero ser.

CONTOS

         UNA BRASA AISLADA

         Un párroco se enteró un día de que uno de sus feligreses había decidido no asistir más a la iglesia. La razón de este rebelde era que podía comunicarse con Dios en la naturaleza como si estuviera en la iglesia.

         Una noche el párroco decidió hacerle una visita.

         Sentados junto al fuego, los dos hombres hablaron de mil asuntos pero no hablaron de la asistencia a misa.

         Al cabo de un rato el párroco cogió las tenazas y sacó una sola brasa del fuego. Y colocó la brillante brasa sobre el suelo.

         Los dos veían la brasa apagarse poco a poco y convertirse en cenizas, mientras las otras ardían y brillaban y sus llamas bailaban alegres.

         El párroco permanecía en silencio.

         Al cabo de un rato, el feligrés dijo: el próximo domingo estaré en la iglesia.

Tomado de P. Félix Jiménez

DEJAR PASAR LA LUZ

Un padre solía llevar con él a misa a uno de sus hijos, de tres o cuatro años. Iban normalmente, a una iglesia que tenía unas vidrieras con imágenes.

Un día el pequeño le preguntó a su padre ¿quienes eran aquellos  de las ventanas? El padre, sin más explicaciones, le dijo:

-Son santos.

Algún tiempo después se hablaba en casa de la beatificación de un sacerdote santo. Y el padre preguntó al pequeño:

-¿Tú sabes lo que es un santo?.

-Sí- dijo el niño-. Santos son los que dejan pasar la luz.

Una explicación a esta imagen de la santidad…

La mayor parte de los mimos de Dios, de su cariño, nos llegan a través de otras personas: padres, médicos, amigos… Esa es una verdad gozosa.

Pero no es menos verdad que ese amor de Dios debe llegar a quienes están a nuestro lado a través de nosotros.

Debemos ser cauces limpios por donde el amor de Dios pueda circular libremente hacia quienes se cruzan con nosotros en la vida. El gran tapón, el gran obstáculo es el amor propio, el egoísmo: paraliza el amor divino y no le deja circular.

Ser cristiano entraña que Dios pueda querer a quienes nos rodean con nuestro propio corazón: dejar pasar la luz del amor de Dios.

Agustín Filgueiras Pita.

Había una vez, hace cientos de años, en una ciudad de Oriente, un hombre que una noche caminaba por las oscuras calles llevando una lámpara de aceite encendida. La ciudad era muy oscura en las noches sin luna como aquella. En determinado momento, se encuentra con un amigo. El amigo lo mira y de pronto lo reconoce. Se da cuenta de que es Guno, el ciego del pueblo. Entonces, le dice…

-¿Qué haces Guno, tú ciego, con una lámpara en la mano? Si tú no ves.. Entonces, el ciego le responde:

– Yo no llevo la lámpara para ver mi camino. Yo conozco la oscuridad de las calles de memoria. Llevo la luz para que otros encuentren su camino cuando me vean a mi…

Tomado de Anecdonet

ANÉCDOTAS

         DEJAR QUE DIOS SE LUZCA

         Al recordar a Beethoven sus amigos la época de su juventud y los deseos de gloria sentidos por él, el gran músico exclamó:

         “¡Qué insensatez! Jamás he pensado en escribir por conquistar fama ni gloria. Lo que llevo en mi corazón tiene que salir. Por eso he escrito y escribo”.

         Esas palabras de Beethoven son el marco del siguiente comentario…

            Damos gloria a Dios en la medida en que nos enriquecemos, nos mejoramos, nos acercamos a Dios y nos llenamos de Él.

            El maestro brilla si el alumno aprende. El médico se luce cuando el paciente se cura. El bien del alumno glorifica al maestro. Como la mejoría del enfermo es lucimiento para el médico. Los mejores cuadros de un pintor son los que más le honran.

            El bien del hombre glorifica a Dios. Dar gloria a Dios no exige fastidiarse. Exige enriquecerse, llenarse.

            La gloria de Dios y el bien del hombre corren parejos.

Agustín Filgueiras Pita.

         El 30 de septiembre de 2019 el papa Francisco publicó una Carta Apostólica en forma de “Motu Proprio” Aperuit Illis (Les abrió el entendimiento. Lc 24, 13-35. Los discípulos de Emaús). En ella establece que el III Domingo del Tiempo Ordinario esté dedicado a la celebración, reflexión y divulgación de la Palabra de Dios. Se instituye así el Domingo de la Palabra de Dios: «un domingo completamente dedicado a la Palabra de Dios para comprender la riqueza inagotable que proviene de ese diálogo constante de Dios con su pueblo».

“LA OSCURIDAD NO EXISTE”

         Albert Einstein empleó esta frase en sus borradores para la teoría de la relatividad que tiene a luz como protagonista de un viaje vertiginosamente acelerado en el tiempo y el espacio.

También dijo otras frases como “No pienso nunca en el futuro porque llega muy pronto” …. “Si los hechos no encajan en la teoría, cambie los hechos.” … “Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad.” “La oscuridad no existe, la oscuridad es en realidad ausencia de luz”

No existe la oscuridad. Sencillamente falta la luz.

No existe la tristeza. Es que sencillamente no tenemos alegría.

No existe el no. Lo que sucede es que nos falta el “sí”.

No existe el mal. Sencilla y llanamente es ausencia del bien.

CHISTE

         Sabéis seguramente el chiste que cuenta un cura bilbaíno (y que nadie se dé por ofendido… que yo llevo genes del bocho…**) que para ponderar la gran humildad del Hijo de Dios decía: “¡tan humilde fue, que pudiendo hacer en Bilbao, nació en Belén!”

(** Bocho es una forma familiar y “castiza” de llamar a Bilbao por los nacidos allí)

José María Maruri, SJ

POEMA

ECHA LAS REDES

Desde que Tú te fuiste

no hemos pescado nada.

Llevamos veinte siglos

echando inútilmente

las redes de la vida,

y entre sus mallas

sólo pescamos el vacío.

Vamos quemando horas

y el alma sigue seca.

Nos hemos vuelto estériles

lo mismo que una tierra

cubierta de cemento.

¿Estaremos ya muertos?

¿Desde hace cuántos años no nos hemos reído?

¿Quién recuerda la última vez que amamos?

Y una tarde Tú vuelves y nos dices:

«Echa la red a tu derecha,

atrévete de nuevo a confiar,

abre tu alma,

saca del viejo cofre

las nuevas ilusiones,

dale cuerda al corazón,

levántate y camina».

Y lo hacemos sólo por darte gusto.

Y, de repente, nuestras redes rebosan alegría,

nos resucita el gozo

y es tanto el peso de amor

que recogemos

que la red se nos rompe cargada

de ciento cincuenta esperanzas.

¡Ah, Tú, fecundador de almas: llégate a nuestra orilla,

camina sobre el agua

de nuestra indiferencia,

devuélvenos, Señor, a tu alegría

José Luis Martín Descalzo

ORACIÓN

CONTIGO, SEÑOR, MIS PRIMEROS PASOS

Para apoyarte en aquello que, para el mundo y para nosotros,

Tú tienes pensado

Y trabajar, sin desmayo ni tregua,

para que muchos o algunos encuentren su felicidad en Ti.

CONTIGO, SEÑOR, MIS PRIMEROS PASOS

Porque, cuando me dices “sígueme”

siento que, todavía, no te conozco lo suficiente

Que, soy cristiano sin saber lo qué significa

y que me da miedo seguirte por lo que ello implica

CONTIGO, SEÑOR, MIS PRIMEROS PASOS

Porque, cada día, nos das una oportunidad para seguirte

Una hora en la que decir “sí” o un “no”

Porque, siendo jóvenes, mayores o ancianos

Tú pasas por la orilla de nuestra vida

pidiendo algo tan grande como personas

que crean, esperen y te amén a Ti, Señor.

¿DARÉ MIS PRIMEROS PASOS, SEÑOR?

¿Dejaré algo por Ti?

¿Haré algo por tu Reino?

¿Sacaré mis excusas para quedarme sentado en lo mío?

¿CÓMO DAR MIS PRIMEROS PASOS, SEÑOR?

¡Ah! ¡Ya lo sé, Señor!

Dejando que Tú, conviertas todo lo que en mí, Señor

está un tanto desorientado y pervertido.

¡Gracias, Señor!

Javier Leoz

CANTO

Sé Mi Luz Ain Karem

Una luz – Verónica Sanfilippo

EL SEÑOR ES MI LUZ – HNA GLENDA

Xtreme Kids | «Brilla En Mi» | Brilla en Mí

Marcos Witt – Enciende una Luz

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