CITAS
«La sed del deseo nunca se llena ni se satisface completamente».
Marco Tulio Cicerón.
«…nos has hecho para ti y nuestro corazón está inquieto mientras no descansa en ti»
(San Agustín).
«Bebe a Cristo. Es la fuente de la Vida»
(Amb in Ps. 1, 33).
“El camino de la felicidad es decir si a Dios”.
Benedicto XVI
Agustín “Ni en la comida ni en la bebida hay placer si no precede la molestia del hambre y de la sed.”
“La oración es el encuentro de la sed de Dios y de la sed del hombre”.
San Ambrosio «Descansar en Dios y contemplar su felicidad es algo digno de ser celebrado, algo lleno de felicidad y de tranquilidad. Huyamos, como ciervos, a la fuente de las aguas; que nuestra alma experimente aquella misma sed del salmista. ¿De qué fuente se trata? Escucha su respuesta: En ti está la fuente viva. Digámosle a esta fuente: ¿Cuándo entraré a ver el rostro de Dios? Pues la fuente es el mismo Dios».
Juan Pablo II, Precisamente cuando la Samaritana se dirige a Jesús con las palabras: «Dame esa agua» (Jn4, 15), entonces El no tarda en indicar el camino que lleva a ella. Es el camino de la verdad interior, el camino de la conversión y de las obras buenas. Homilía (22-03-1981)
Benedicto XVI, Es imposible expresar en una breve explicación la riqueza de esta página evangélica: es preciso leerla y meditarla personalmente, identificándose con aquella mujer que, un día como tantos otros, fue a sacar agua del pozo y allí se encontró a Jesús sentado, «cansado del camino», en medio del calor del mediodía.
…la mujer samaritana representa la insatisfacción existencial de quien no ha encontrado lo que busca: había tenido «cinco maridos» y convivía con otro hombre; sus continuas idas al pozo para sacar agua expresan un vivir repetitivo y resignado. Pero todo cambió para ella aquel día gracias al coloquio con el Señor Jesús, que la desconcertó hasta el punto de inducirla a dejar el cántaro del agua y correr a decir a la gente del pueblo: «Venid a ver un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho: ¿será este el Mesías?» (Jn 4, 28-29). Ángelus (24-02-2008)
Francisco, Yo os pregunto a vosotros, también a mí: ¿cuál es tu cántaro interior, ese que te pesa, el que te aleja de Dios? Dejémoslo un poco aparte y con el corazón escuchemos la voz de Jesús, que nos ofrece otra agua, otra agua que nos acerca al Señor. Ángelus (23-03-2014)
P. Raniero Cantalamessa, Eternidad es una palabra que ha caído en «desuso». Se ha convertido en una especie de tabú para el hombre moderno. Se cree que este pensamiento puede apartar del compromiso histórico concreto para cambiar el mundo, que es una evasión, un «desperdiciar en el cielo los tesoros destinados a la tierra», decía Hegel.
Pagola Muchas personas están hoy abandonando a Dios antes de haberlo conocido. Si conocieran la experiencia de Dios que Jesús contagia, lo buscarían. Si, acogiendo en su vida a Jesús, conocieran el don de Dios, no lo abandonarían. Se sentirían a gusto con él.
Sobrado Creo que nosotros lo curas hemos cometido a lo largo de los siglos un error tremendo y es no haber contribuido a que los fieles descubrieran el amor de Cristo y el amor a Cristo. ¿Será que los curas tampoco lo conocíamos a ese nivel? Si de verdad conociéramos el Don de Dios, si hubiéramos bebido su agua viva, esa agua viva que, como decía Jesús, se convertiría en nuestro interior en una fuente viva también para los demás, si esto fuera así jamás perderíamos la felicidad y el gozo. Nada significarían las dificultades de la vida que tantas veces nos acogotan, ni las enfermedades, ni las penurias económicas. Y repito no se trata de comprender esto que estoy diciendo sino saberlo con el corazón, con una certidumbre que solo la fe nos puede dar y no necesita comprobación ni ningún tipo de certezas humanas. 2020
Claudio Monet Mi deseo es quedarme así siempre: viviendo
Catecismo de la Iglesia 27: El deseo de Dios está inscrito en el corazón del hombre, porque el hombre ha sido creado por Dios y para Dios; y Dios no cesa de atraer al hombre hacia sí, y sólo en Dios encontrará el hombre la verdad y la dicha que no cesa de buscar: “La razón más alta de la dignidad humana consiste en la vocación del hombre a la comunión con Dios. El hombre es invitado al diálogo con Dios desde su nacimiento; pues no existe sino porque, creado por Dios por amor, es conservado siempre por amor; y no vive plenamente según la
Jean Vanier: «La mujer no comprende bien. Ella habla del agua del pozo. Jesús de aquello que nos da la vida. Lo que nos hace ser felices y plenos. El agua es la vida. Y Él ha venido a liberarnos de toda forma de esclavitud. La de nuestros prejuicios, miedos, pulsiones de éxito o poder. Para cambiar nuestra mirada. Para mirar al otro como Dios lo mira».
«Descubro que soy amado por Dios, así como soy. Quisiera que cada uno lo pueda descubrir. Con sus propias discapacidades, dificultades de perdonar, todo lo que es de las tinieblas que está dentro de nosotros. Con todo lo que está herido en mí. Y todo lo que quiere es darnos el Espíritu que va a ayudarnos a crecer, a perdonar, a amar a los que parecen ser nuestros enemigos. Que va a cambiar nuestro corazón de piedra en corazón de carne».
«Yo les invito a descubrir a Jesús cansado, pequeño, que dice que me necesita. Nos habla desde abajo. Es el misterio de ese Jesús que me dice que me necesita. Lo dice a nuestro corazón. Liberado de nuestros miedos y prejuicios. Para que podamos seguir a Jesús. ¿He podido descubrir a Dios oculto en los pobres, en la pobreza?».
Javier Echevarría “El ser humano posee una capacidad de infinito que solo el Infinito, Dios mismo, puede saciar. Hay en nosotros un fondo que nada ni nadie, excepto Dios, logra llenar; y, en consecuencia, existe —incluso en las más grandes amistades y en los más grandes amores— una cierta experiencia de límite, de soledad no superada. En ocasiones, esa experiencia engendra miedo, repliegue sobre sí mismo para conservar un reducto de intimidad en el que nadie entre; en otras, impulsa hacia adelante, a buscar algo más. De este modo se encauza una inquietud del espíritu que solo en Dios puede encontrar finalmente reposo.”
La esperanza cristiana nos mueve, de una parte, a no perder nunca de vista la meta última de nuestra peregrinación terrena, que es la posesión de Dios en el Cielo; y, de otra, a alcanzar paz en la lucha, firmeza en las dificultades, victoria en las tentaciones, aunque de cuando en cuando caigamos por tierra, a causa de la debilidad humana, y hayamos de levantarnos (Javier Echevarría, Carta 1.I.1998, Romana n. 26).
Tolstoi “Si te asalta el pensamiento de que todo cuanto has imaginado sobre Dios es falso y equivocado y que Dios no existe, no te sobresaltes por eso. Pero no creas que tu incredulidad procede de que Dios no existe. Quizá en tu fe había algo equivocado y tienes que esforzarte en comprender mejor eso que llamas Dios. Cuando un salvaje deja de creer en su dios de madera, eso no significa que no hay Dios, sino que el verdadero Dios no es de madera.”
Enrique Martínez Lozano Lo que apaga la sed de modo definitivo es la comprensión experiencial de lo que somos. Una vez comprendido, todo se ilumina, ya estamos en casa. Luego habrá de continuar nuestra existencia cotidiana, con todas las limitaciones que conlleva, pero habrá cambiado algo decisivo.
Cabodevilla: “Cualquier forma de sed es sed de Dios”.
Mehmet Murat ildan «¡Aprecia el agua antes de tener sed! ¡Aprecia todas las cosas buenas antes de que las necesites!».
Anton Chekov «Cuando tienes sed y parece que puedes beber todo el océano, eso es fe; cuando empiezas a beber y terminas solo uno o dos vasos, eso es ciencia».
Martin lutero «La Biblia es una fuente extraordinaria: cuanto más se saca y se bebe de ella, más estimula la sed».
Tomás de Aquino «Dentro de cada alma hay sed de felicidad y significado».
Charles Spurgeon «Nuestra miseria es que tenemos tan poca sed de estas cosas sublimes, y tanta de las burdas bagatelas del tiempo y el espacio».
Carlos Ruiz Zafón «No sabes qué es la sed hasta que bebes por primera vez».
Christopher A. Cunningham «Al igual que con ella, puedes tener sed y buscar saciarla con muchas cosas, pero solo el Agua Viva puede saciar un alma sedienta».
Rumi «No sólo los sedientos buscan el agua, el agua también busca a los sedientos».
Proverbio holandés «Quien no tiene sed no tiene nada que hacer en la fuente».
Gibran «La sed del alma es más dulce que el vino de las cosas materiales, y el temor del espíritu es más caro que la seguridad del cuerpo».
Nelson Mandela «Ninguna sociedad ha podido abolir la tristeza humana, ningún sistema político puede librarnos del dolor de vivir, de nuestro miedo a la muerte, de nuestra sed de absoluto».
Craig D. Lounsbrough «Hay una profunda sequedad del alma y todas las artimañas recalcitrantes del hombre para saciar su propia sed no traerán una sola gota de humedad a esos lugares resecos, porque Dios y solo Dios retiene el agua que sacia el alma».
Bob Marley «En la abundancia de agua, el tonto tiene sed»
Kabir «¡Mírate loco! Gritando que tienes sed y muriendo en un desierto, cuando a tu alrededor no hay nada más que agua!»
CONTOS
¿ POR QUÉ NO PROBAR CON DIOS?
Día tras día, el discípulo hacía la misma pregunta: ¿Cómo puedo encontrar a Dios?
Y día tras día recibía la misma y misteriosa respuesta: A través del deseo.
Pero ¿acaso no deseo yo a Dios con todo mi corazón? Entonces, ¿por qué no lo he encontrado?
Un día mientras se hallaba bañándose en el río en compañía de su discípulo, el Maestro le sumergió bajo el agua, sujetándole por la cabeza, y así le mantuvo un buen rato mientras el pobre hombre luchaba desesperadamente por soltarse.
Al día siguiente fue el Maestro quien inició la conversación: ¿Por qué ayer luchabas tanto cuanto te tenía yo sujeto bajo el agua? Porque quería respirar.
El día que alcances la gracia de anhelar a Dios como ayer anhelabas el aire, ese día le habrás encontrado.
Pero si no tienes ese deseo, esa sed de Dios, por más que luches con tu inteligencia, con tus labios y todas tus fuerzas, no lo podrás encontrar. Mientras no se despierte en ti esa sed, no vales más que un ateo. Incluso a veces el ateo es sincero, y tu no lo eres.
Anthony de Mello
Tomado de Alejandro Illescas
RODEADOS DE AGUA DULCE
A Booker T. Washington le gustaba contar la historia de un buque que navegaba por el sur del océano Atlántico y hacía señas a otro buque que navegaba por allí: Ayudadnos. No agua, Nos morimos de sed. Los del otro buque les gritaron: Echen sus cubos donde están. Los del barco siguieron gritando: Ayuda. No agua. Nos morimos de sed.
La respuesta era siempre la misma. Desesperados decidieron seguir el consejo y llenaron sus cubos con agua clara, fresca y dulce de la desembocadura del Amazonas.
Estaban rodeados de agua dulce por los cuatro costados, sólo tenían que cogerla, peros ellos ignorantes pensaban que se encontraban rodeados de aguas saladas.
LA SED
Iba yo en un tren, de noche. El departamento estaba completamente lleno y, de madrugada, un niño de mantas comenzó a llorar.
Comenzó a llorar con violencia.
La madre del niño hizo todas las maniobras que se podían hacer para tratar de sosegarle: le dio vueltas cambiándole de postura, le sacaba las manos fuera de las mantas, se las volvía a meter…
Hubo, además, varios voluntarios del departamento que colaboraron en la tarea de tranquilizar al pequeño. Inútilmente.
El chico seguía llorando con todas sus fuerzas. Hasta que su madre, de pronto, cayó en la cuenta de que su niño a lo mejor tenía sed.
Y entonces, tomando de la red una botella de agua que llevaba, le dio de beber con una cucharilla. Poco después el niño dormía plácidamente y estaba tranquilo y sosegado. El niño tenía sed, pero no lo sabía.
He recordado a aquel niño que gritaba en la noche, pensando en el malestar del hombre.
Es muy frecuente que cuando notamos en nuestra intimidad la presencia del malestar del desengaño, de la tristeza, busquemos las causas e indaguemos, por ejemplo, como causa de nuestra irritación la conducta de los que nos rodean.
El marido puede pensar que se irrita por culpa de su mujer; la mujer puede pensar que se enfada por culpa de su marido; los padres, por culpa de los hijos: lo hijos, por culpa de los padres.
Cuando sentimos dentro de nosotros el malestar punzante de la desilusión, muchas veces pensamos que esta desilusión está causada por un trabajo ingrato, por culpa de los superiores, por culpa de los inferiores, por culpa de las circunstancias desfavorables, por culpa de la envidia ajena…
En definitiva: cuando el hombre quiere ahondar en las raíces de su falta de felicidad, de su descontento íntimo y de su irritación aparentemente injustificada, el hombre que somos cualquiera de nosotros es capaz de presentar una larga lista de culpables. Pero yo recuerdo el llanto del niño en la noche para que sepamos que, en definitiva, el malestar más hondo del hombre es la sed. El hombre es un ser sediento.
A. García Dorronsoro, Tiempo para creer
Tomado de anecdonet
EL BUSCADOR
El hombre está hecho para ser feliz; nos pasamos toda nuestra vida buscando esa felicidad. Pero la conseguimos a trocitos…
Esta es la historia de un hombre, un buscador … Un buscador es alguien que busca, no necesariamente alguien que encuentra.
Tampoco es alguien que, necesariamente, sabe qué es lo que está buscando. Es simplemente alguien para quien su vida es una búsqueda.
Continúa con un interesante paralelismo, más que una anécdota en sí…
Un día, el buscador sintió que debería ir a la ciudad de Kammir.
El había aprendido a hacer caso riguroso a esas sensaciones que venían de un lugar desconocido de sí mismo, de modo que dejó todo y partió.
Después de dos días de marcha por los polvorientos caminos divisó a lo lejos la ciudad de Kammir. Un poco antes de llegar al pueblo, una colina a la derecha del sendero le llamó mucho la atención. Estaba tapizada de un verde maravilloso y había un montón de árboles, pájaros y flores bellas. La rodeaba por completo una especie de valla de madera lustrada …
Una portezuela de bronce lo invitaba a entrar. De pronto sintió que olvidaba el pueblo y sucumbió ante la tentación de descansar por un momento en ese lugar. El buscador traspasó el portal y caminó lentamente entre las piedras blancas que estaban distribuidas como al azar, entre los árboles. Dejó que sus ojos se posaran como mariposas en cada detalle de este paraíso multicolor.
Sus ojos eran los de un buscador, y quizá por eso descubrió sobre una de las piedras, aquella inscripción: «Aquí yace Abdul Tareg. Vivió 8 años, 6 meses, 2 semanas y 3 días.»
Se sobrecogió un poco al darse cuenta que esa piedra no era simplemente una piedra, era una lapida. Sintió pena al pensar que un niño de tan corta edad estuviera enterrado en ese lugar. Mirando a su alrededor el hombre se dio cuenta que la piedra de al lado tenía también una inscripción.
Se acercó a leerla; decía: «Aquí yace Yamir Kalib. Vivió 5 años, 8 meses y 3 semanas.»
El buscador se sintió terriblemente abatido.
Ese hermoso lugar era un cementerio y cada piedra, una tumba. Una por una leyó las lapidas. Todas tenían inscripciones similares: un nombre y el tiempo de vida exacto del muerto. Pero lo que más lo conecto con el espanto fue comprobar que el que más tiempo había vivido sobrepasaba apenas los 11 años.
Embargado por un dolor terrible se sentó y se puso a llorar. El cuidador del cementerio, que pasaba por ahí, se acercó. Lo miró llorar por un rato en silencio y luego le preguntó si lloraba por algún familiar.
«No, ningún familiar» dijo el buscador.
¿Qué pasa con este pueblo?
¿Qué cosa terrible hay en esta ciudad? ¿Porqué tantos niños muertos enterrados en este lugar…? ¿Cuál es la horrible maldición que pesa sobre esta gente que los ha obligado a construir un cementerio de niños…?»
El anciano respondió: «Puede usted serenarse. No hay tal maldición. Lo que sucede es que aquí tenemos una vieja costumbre.
Le contaré …
Cuando un joven cumple quince años sus padres le regalan una libreta como ésta que tengo aquí colgando del cuello. Y es tradición entre nosotros que a partir de ese momento, cada vez que uno disfruta intensamente de algo, abra la libreta y anote en ella, a la izquierda, que fue lo disfrutado y a la derecha, cuanto tiempo duro el gozo.
«Conoció a su novia, y se enamoro de ella.
¿Cuánto tiempo duro esa pasión enorme y el placer de conocerla? ¿una semana..? ¿dos.? ¿tres semanas y media…? Y después, la emoción del primer beso, la fiesta de bodas, ¿cuánto duró la alegría del matrimonio? ¿dos días…? ¿una semana..? ¿Y el casamiento de sus amigos…?
Y el viaje mas deseado…? ¿Y el encuentro con quien vuelve de un país lejano..? ¿Cuánto tiempo duro el disfrutar de esas sensaciones…? ¿Horas..? ¿días…?
Así, vamos anotando en la libreta cada momento que disfrutamos. Cuando alguien muere es nuestra costumbre abrir su libreta y sumar el tiempo anotado, para escribirlo sobre su tumba, porque es, amigo caminante, el único y verdadero tiempo VIVIDO.» Vive intensamente, y sanamente, el presente.
Tomado de anecdonet
ANÉCDOTAS
NARCISO SEDIENTO
Hay un mito de un joven llamado Narciso que descubrió su hermosura al contemplarse en un lago. Pasaba horas y horas mirándose, sin registrar que pasaba el tiempo, sin registrar sus necesidades. Tenía hambre y sed. Podría haberse saciado bebiendo en sus transparentes aguas.
Pero tan enamorado estaba de su imagen que quiso abrazarla y se arrojó a las aguas. Nunca más se supo de él… La leyenda dice que una bella flor lleva su nombre.
Podemos ser Narciso. De selfi en selfi, buscándonos a nosotros mismos. Enamorados de la mismidad. De hecho self significa «yo», más específicamente: «sí mismo».
Y también podemos acercarnos a la fuente buscando el amor. Aunque el amor verdadero solo se da con un otro distinto. El otro es el que me revela que estoy allí. Es muy importante reconocer que somos seres necesitados. Necesitamos registrarnos, cuidar de nosotros mismos, saciar nuestra sed natural, de afecto, de vínculos, de Dios.
Narciso no pudo reconocerlo y desfalleciendo se arrojó, en lugar de beber. Muchas veces nosotros nos lanzamos detrás de amores incompletos, sin reconocer lo que necesitamos. Porque un amor que ahoga, mata. En cambio, el amor verdadero nos da vida. El amor es salir de sí mismo. Está más allá de mí.
Y además el amor verdadero nos hace bien. El amor verdadero nos salva.
Marta Porta, hvn
Tomado de pastoralsj
LA SAMARITANA ES UNA MUJER.
Cincuenta años después de Cristo, el historiador judío Flavio Josefo, que vivió en ambiente romano, afirma que, en general, el pensamiento hebreo acerca de la unión matrimonial: “La mujer es inferior al hombre en todo». En las plegarias de los hebreos el hombre daba gracias a Dios por no haber nacido infiel, mujer, esclavo o ignorante.
Jesús se relaciona con la mujer con una atención afectuosa y la ennoblece haciéndola, en alguna forma, protagonista de sus enseñanzas de salvación. Habla con la Samaritana (Jn 4, 1-42); cuando los discípulos de regreso de buscar alimentos en la aldea vecina, encuentran a Jesús sentado en el pozo hablando con una mujer de Samaria,»se sorprendieron de que hablara con una mujer”.
Tomado de P. Eusebio Gómez Navarro catholic.net
El filósofo Miguel de Unamuno (que además era un pensador «laico»), a un amigo que le reprochaba, como si fuera orgullo o presunción, su búsqueda de eternidad, respondía en estos términos: «No digo que merezcamos un más allá, ni que la lógica lo demuestre; digo que lo necesitamos, merezcámoslo o no, simplemente. Digo que lo que pasa no me satisface, que tengo sed de eternidad, y que sin ésta todo me es indiferente. Sin ella no existe ya alegría de vivir… Es demasiado fácil afirmar: «Hay que vivir, hay que conformarse con esta vida». ¿Y los que no se conforman?». No es quien desea la eternidad el que muestra que no ama la vida, sino quien no la desea, dado que se resigna tan fácilmente al pensamiento de que aquella deba terminar.
Tomado de P. P. Raniero Cantalamessa
SICAR · SIQUEM
Sicar es una ciudad de Samaría situada cerca del Pozo de Jacob, lugar donde Jesús se encuentra con la samaritana. El pozo de agua abundante era símbolo de vida en una región de abundantes desiertos y zonas áridas.
Recuerdo lo que me contaba un amigo en una convivencia de adolescentes preguntó qué entendían ellos por felicidad y cómo ser felices. Una adolescente respondió con prontitud, sin pensárselo dos veces: Yo sería feliz en unos Grandes Almacenes con una tarjeta VISA Oro»
Péruy dijo que el gran y terrible descubrimiento de todos los hombres de cuarenta años es constatar que no se es feliz y que nadie lo ha sido y que nadie lo será jamás.
El hombre, el ser humano, tiene sed de muchas cosas:
– Tiene sed de cultura: de saber, conocer, investigar…
– Tiene sed de diversión: placeres, satisfacciones…
– Tiene sed de paz: vivir en armonía.
– Tiene sed de poder: de dominio, de mando.
– Tiene sed de posesión: de tener muchas cosas.
– Tiene sed de riqueza: de dinero, de bienestar.
– Tiene sed de salud: los enfermos.
P. Juan Jáuregui Castelo
5 COSAS QUE TAL VEZ NO CONOCÍAS
5. El Pozo de Jacob evoca un contexto nupcial
El episodio comienza con Jesús en camino a Galilea, y descansando en el pozo de Jacob. La historia de ese pozo la encontramos en el capítulo 29 del Génesis, donde Jacob conoce a su esposa Raquel, cuando ella llega a dar de beber a los animales de su padre Labán en este pozo, y él va de camino a Padán Aram, luego que Isaac le prohíbe casarse con una mujer cananea.
Pero no solo Jacob encontró esposa cerca del agua, la historia de su padre Isaac con Rebeca también comienza alrededor de un pozo. El capítulo 24 del Génesis nos cuenta que Abraham mandó a su servidor a buscar una esposa para su hijo Isaac a su país natal, y es Rebeca la que da de beber al rebaño que el servidor llevaba, que era precisamente la señal que él había pedido a Dios para que le indicase la mujer correcta.
También Moisés conoce a su mujer Sipora en un pozo. En Éxodo 2 leemos que, luego de huir porque se sabía que había matado a un egipcio, Moisés descansó junto al pozo y hasta ese lugar llegaron las hijas de Reuel, sacerdote de Madián, entre ellas Sipora, para dar agua a sus ovejas. Cuando un grupo de pastores las echaron, Moisés salió en su defensa, y en agradecimiento Reuel le dio como esposa a su hija Sipora.
Con estos antecedentes en mente, sería evidente para los lectores antiguos que el encuentro de Jesús y la samariatana junto al pozo nos propone un contexto nupcial. A los cristianos, esto debería recordarnos que Jesús es el novio de la Iglesia, es él quien nos pide un poco de agua, para ofrecernos a cambio el agua de vida eterna. Y para los no cristianos, que si alguno quiere una novelucha pseudo histórica acerca de un matrimonio de Jesús, la mujer samaritana es mucho mejor candidata que María Magdalena.
4. No se suponía que ninguno de los dos estuviera ahí
La primera reacción de la samaritana es de sorpresa, que el propio San Juan se encarga de explicar:
La samaritana le respondió: «¡Cómo! ¿Tú, que eres judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana?». Los judíos, en efecto, no se trataban con los samaritanos.
Para los judíos de la época, los samaritanos eran una raza híbrida entre israelitas y paganos, tan repugnante que un judío estricto evitaba acercarse a ese país. Jesús, siendo un judío religioso, se suponía que, si quería ir de Judea a Galilea, debía rodear Samaria; ni siquiera debió estar ahí para encontrarse con esta mujer samaritana.
Por otro lado, siempre según las costumbres de la época, las mujeres iban a sacar agua temprano en la mañana o cuando había refrescado la tarde y siempre en grupo. Que la samaritana estuviera en el pozo al mediodía y sola, sugiere que no tenía buena reputación entre las mujeres de su pueblo.
Finalmente, las reglas sociales tampoco permitían que los hombres hablaran con mujeres desconocidas, sobre todo si su marido no estaba presente, ni a las mujeres con hombres que no fueran sus parientes. Más que una leve molestia, la sorpresa de la samaritana ante las palabras de este varón judío debió ser enorme.
3. La mujer creyó que Jesús le prometía agua fresca
Jesús le respondió: «Si conocieras el don de Dios y quién es el que te dice: «Dame de beber», tú misma se lo hubieras pedido, y él te habría dado agua viva».
«Señor, le dijo ella, no tienes nada para sacar el agua y el pozo es profundo. ¿De dónde sacas esa agua viva? 12 ¿Eres acaso más grande que nuestro padre Jacob, que nos ha dado este pozo, donde él bebió, lo mismo que sus hijos y sus animales?».
Nosotros estamos acostumbrados acerca del “agua viva”, como signo del bautismo, de la presencia del Espíritu Santo y de la renovación espiritual del discípulo. La mujer samaritana, sin embargo, no lo entendió así. Por un artefacto de la traducción, el diálogo parece inconexo, porque NSJC habla de un agua espiritual y la samaritana le pregunta con qué cuenco la iba a sacar.
Para entender el diálogo es necesario saber que la expresión “agua viva” también puede traducirse como “agua fresca”, agua corriente como la de un río o una vertiente, lo contrario del agua estancada de un pozo. Por eso, cuando Jesús le insiste en hablar de un manantial que “brotará hasta la Vida eterna”, la samaritana piensa en la conveniencia de tener una fuente más cerca, y no tener que ir todos los días hasta ese pozo.
2. Los maridos y señores de Samaria
Casi puedo imaginar la frustración de NSJC ante esta mujer tan obtusa, que lo llevó a intentar un enfoque distinto. Por eso le dice que traiga a su marido, y cuando ella le responde que no tiene uno, él le replica:
«Tienes razón al decir que no tienes marido,18 porque has tenido cinco y el que ahora tienes no es tu marido; en eso has dicho la verdad».
La mujer le dijo: «Señor, veo que eres un profeta.
¡Por fin la samaritana percibe que Jesús es más que un hombre común!
Pero ¿por qué llega a decir que es un profeta? Después de todo, perfectamente le podría haber respondido que era un chismoso, por haberse enterado al pasar por la ciudad de los episodios que precisamente la obligaron a ir a buscar agua sola y en la hora más calurosa del día.
Scott Hahn propone que la respuesta se encuentra en la historia de Samaria, y en un juego de palabras. Explica este profesor que Baal es el nombre de un ídolo de los pueblos que rodeaban a Israel, pero también la forma como una concubina se referiría a su amo, al contrario de una mujer desposada en matrimonio legal, que diría “Adon”. Por eso, cuando Jesús le dice a la samaritana que ha tenido cinco maridos, en realidad está hablando de cinco uniones ilegítimas, con hombres que la han tratado como mera concubina y no como esposa. Eso por parte del doble significado de las palabras de Jesús.
En cuanto a la historia, recordamos que las Escrituras reprochan una y otra vez las numerosas infidelidades de los samaritanos a Dios, con los ídolos traídos de otras tierras, y es bien sabido que la idolatría es habitualmente descrita como el adulterio de Israel contra Dios. Así, el segundo libro de los Reyes relata la idolatría de Israel (las 10 tribus que se separaron de Judá) con 5 ídolos (Baales o Señores), en su capítulo 17; y el libro del Profeta Oseas anuncia respecto de Samaria:
2, 18 Aquel día –oráculo del Señor– tú me llamarás: «Mi esposo» y ya no me llamarás: «Mi Baal». 19 Le apartaré de la boca los nombres de los Baales, y nunca más serán mencionados por su nombre.[…]21 Yo te desposaré para siempre, te desposaré en la justicia y el derecho, en el amor y la misericordia; 22 te desposaré en la fidelidad, y tú conocerás al Señor.
En este contexto, podemos comenzar a ver cómo la mujer finalmente se dio cuenta que NSJC era alguien especial, no solo porque le habló de sus 5 maridos, sino porque también lo hizo en referencia a los 5 ídolos a los que Samaria había adorado. Al agregar “y el que ahora tienes (con el que estás ahora, es decir, Jesús mismo) no es tu esposo”, dando a entender que Él mismo era el profeta que habría de cumplir la promesa de salvar a Samaria de sus ídolos.
1. La mujer samaritana es recordada como Santa Fotina
Aunque la Escritura no registra el nombre de la samaritana que se encuentra con NSJC en el pozo, ella es recordada en la liturgia de las Iglesias Ortodoxas orientales como Santa Fotina, que significa “luminosa”, y su fiesta se celebra el 20 de marzo. En las lenguas eslavas se la denomina Svetlana (que significa “luz»), y naturalmente, es representada con un cántaro de agua.
Según la leyenda, ella se convirtió al cristianismo y predicó el evangelio en varios lugares, junto a sus hijos José y Víctor, llegando hasta la ciudad africana de Cartago, donde fue apresada por tres años y luego martirizada, durante las persecuciones de Nerón, hacia el año 67
Tomado de infocatólica
CHISTE
FIDEL CASTRO
Se encontraba Fidel dando un discurso en la Plaza de la Revolución en La Habana cuando grita un señor:
-«Tengo hambreeeee»….
Fidel sorprendido mira a todos los lugares y no ve al hombre y sigue su discurso. De pronto se vuelve a escuchar la misma voz:
– «Tengo hambreeeee»….
Fidel enojado llama a Seguridad del Estado y le dice que hay un tipo gritando que tiene hambre, que lo agarraran y se lo lleven a su oficina.
Yy sigue Fidel hablando:
– «Porque el Imperialismo Yanki tiene la culpa»….
Vuelve el tipo a gritar, pero esta vez lo agarra la Seguridad del Estado y se lo lleva.
Cuando llega Fidel frente al tipo le dice:
– Compañero, así que es usted el que está gritando que tiene hambre.
– Comandante Fidel, es que hace cuatro días que no como nada y ya no puedo más del hambre.
– Muy bien a ver si es verdad.
Se lo lleva a la cocina y le dice:
– Ahora abre el refrigerador y te tomas un litro de agua. Completico
El tipo le obedece y se toma el agua.
– Ahora te tomas otro litro de agua y no protestes porque te fusilo….
El lo mira temblando y se toma todo el litro de agua.
– Muy bien compañerito, ahora te tomas el tercer litro de agua porque si no te fusilo.
El tipo ya no podía más y a empujones se tomas el agua.
Fidel abre otro refrigerador lleno de comida, de todo tipo y riquísima y le dice al hombre que se comiera todo lo que quisiera.
El tipo que no podía casi ni hablar por tanta agua le dice que no, porque estaba lleno.
Fidel le dice:
– Ves, tu no tenías hambre lo que tu tenías era SED.
Tomado de /www.vidaalterna.com
POEMA
Bueno es saber que los vasos
nos sirven para beber.
Lo malo es que no sabemos
para qué sirve la sed.
MEDITACIÓN
Dios es todo Espíritu y solo Espíritu.
Como Espíritu (Neuma, Ruaj) está difundido por toda la realidad.
Adorarle en espíritu, es tomar conciencia de lo que es en nosotros.
Es experimentarlo como el aspecto fundamental de nuestro ser.
Como verdadero centro del ser, irradia el resto de nuestro ser.
Como Absoluto, nos invade, identificarnos con él.
PARA PROFUNDIZAR
1) Ni en Garicín ni en Jerusalén ni en Roma ni en la Meca ni en Prado Nuevo,
nuestro culto sigue siendo idolátrico.
Seguimos cosificando y localizando a Dios.
2) Dios es Espíritu. No es un espíritu más.
Es el Único Espíritu que lo llena todo.
Es la Única Realidad. Lo que no es Realidad es apariencia.
Yo mismo soy esa Realidad y nunca dejaré de serlo.
Lo que creo ser, es una ilusión que me he creado.
3) No tiene sentido buscar lo que siempre he sido.
Si creo que lo he encontrado, me he fabricado el ídolo.
4) Soy el pez que busca desesperadamente el océano.
Soy la ola que nunca deja de ser mar.
Si me considero ola, pensaré que nada sería sin el mar.
5) Nunca podrás conseguir lo que ya eres.
Esta es la mayor trampa de la espiritualidad.
Nunca vas a ser más de lo que en este instante eres.
6) Abandona toda búsqueda y queda donde estás.
Toma conciencia de que eres el Absoluto sin limitaciones.
Vive la Realidad que eres sin complejos ni miedos.
7) Abandona todos tus proyectos y programaciones.
En este instante eres lo que siempre has sido y lo que siempre serás.
No existe ningún dios-ídolo que te pueda dar nada.
8) No esperes nada porque tu vaso está colmado.
Derrámate en los demás sin miedo, nunca podrás ser menos.
Nunca más sientas sed porque el Agua Viva te llena.
9) Confía en lo que eres y no en lo que puedes llegar a ser.
Vive en la paz absoluta porque nada ni nadie te puede aniquilar.
Fray Marcos
EN EL DESIERTO, BEBER MENOS Y HACER MENOS…
Está claro que no basta con quedarse en casa. Parece que la gracia del asunto está en demostrar que lo estás y que además no estás muriendo en el intento sino que hasta estás pudiendo aprender algo de ello. Vídeos, mensajes, hashtags, fotos… todo vale con tal de dejarle bien claro a todo el mundo que tú eres una persona responsable, solidaria, que sabe velar por el bien común y que está recibiendo una gran lección que le ha venido impuesta pero que ha sido capaz de acoger con calma y tranquilidad.
Siempre me ha llamado la atención del Evangelio de hoy el significado tan diferente con que emplean el término ‘agua’ Jesús y la samaritana. Cuando la samaritana se refiere al agua, habla del agua física, la que está al fondo del pozo que, ciertamente, es demasiado hondo como para poder sacarla. Un agua que bien puede aliviar la sed originada del sofocante calor de la hora sexta, pero nada más. El agua de Jesús, sin embargo, no tiene nada que ver con el agua de la samaritana. Él se refiere a un Agua Viva que sacia la sed para siempre. Son significados muy distintos. Pero quien lee la historia empatiza con la samaritana y entiende que pueda confundirse. De hecho, sorprendería si entendiera a Jesús a la primera, pues no ha tenido con Él un encuentro previo.
Los que nos decimos llamar cristianos lo hacemos porque hemos tenido un encuentro personal con Jesús que nos ha transformado la vida y a partir del cual hemos ido descubriendo –o, vamos descubriendo– poco a poco, esa Agua Viva que sacia nuestra sed.
Si algo está quedando en evidencia durante estos días de confinamiento es que el ser humano tiene sed. Ya sabíamos de sobra antes del COVID-19 que el ser humano tiene sed de dinero, de poder, de avaricia, de exclusividad, de fama… pero ahora estamos descubriendo el ser humano que no es tan malo como pensábamos. Ha quedado demostrado que también tiene sed de solidaridad, de unión, de armonía, de agradecimiento real… Ha costado llegar a destapar esta faceta de la persona. Pero nos está gustando hacerlo. Nos estamos empezando a sentir orgullosos de lo que podemos llegar a ser cuando las cosas se tuercen. Sin minimizar la gravedad del asunto, hay quien incluso está reconociendo en esta crisis una oportunidad de cambio, de mejora a nivel global, como sociedad.
¿Cuál es el peligro que corremos los creyentes en todo este asunto? Acabar bebiendo del agua de la samaritana. Hacer porque toca hacerlo, porque queda bien, o porque todos lo hacen y se ha convertido en moda. ¿Qué pasaría si además de estar confinados no tuviéramos acceso a internet y no pudiéramos publicar nada de lo que hacemos? ¿Seguiríamos haciendo esa receta que tanto tiempo llevábamos esperando hacer? ¿Seguiríamos aprovechando para hacer mindfullness, yoga y ejercicios de relajación? ¿Seguiríamos haciendo que nuestros pequeños dibujaran arco iris con mensajes motivadores? ¿Seguiríamos prestándonos voluntarios para hacerles la compra a las personas mayores? Quiero creer que sí. Aunque intuyo que quizá la motivación que nos llevara a hacerlo sería más honesta, más pura, más auténtica… más Agua Viva.
Y por último: con esto del coronavirus ¿no estábamos aprendiendo que se puede vivir sin ser productivos, sin estar haciendo cosas constantemente? ¿Por qué nos seguimos empeñando, entonces, en llenar nuestros días con agua de la del pozo que llene nuestra sed sólo momentáneamente? Si esta tarde hubiese tenido que hacer todos los planes virtuales que me han llegado por WhatssApp, no habría tenido tiempo para todos ellos: concierto en directo de un grupo de jazz y uno de rock; cuenta cuentos infantiles; curso de iniciación al pilates y la meditación; vídeos con recetas de cocina, y tres videollamadas grupales.
Incluso en cuarentena, en medio del aparente desierto en que nos encontramos, podemos decidir seguir bebiendo del agua del pozo. Podemos seguir ocupando nuestras agendas, estableciendo horarios y rutinas, vivir buscando distracciones que nos eviten encontrarnos frente a nosotros mismos y frente a Dios. Pero también podemos dejar paso al Agua Viva. Es mucho más discreta, hace menos ruido. Pero quizá sea este un buen momento para comprobar si realmente nos sacia.
Isabel Ferrando
Tomado de pastoralsj
ORACIÓN
TENGO SED DE TI (fragmento)
Es verdad. Estoy a la puerta de tu corazón, de día y de noche.
Aun cuando no estás escuchando, aun cuando dudes que pudiera ser yo, ahí estoy: esperando la más pequeña señal de respuesta, hasta la más pequeña sugerencia de invitación que me permita entrar.
Y quiero que sepas que cada vez que me invitas, Yo vengo siempre, sin falta. Vengo en silencio e invisible, pero con un poder y un amor infinitos […]. Vengo con Mi misericordia, con Mi deseo de perdonarte y de sanarte, con un amor hacia ti que va más allá de tu comprensión.
Un amor en cada detalle, tan grande como el amor que he recibido de Mi Padre. Vengo deseando consolarte y darte fuerza, levantarte y vendar todas tus heridas.
Te traigo Mi luz, para disipar tu oscuridad y todas tus dudas. […]
Vengo con Mi paz, para tranquilizar tu alma.
Cuando finalmente abras las puertas de tu corazón y te acerques lo suficiente, entonces Me oirás decir una y otra vez, no en meras palabras humanas sino en espíritu: «no importa qué es lo que hayas hecho, te amo por ti mismo.
Ven a Mí con tu miseria y tus pecados, con tus problemas y necesidades, y con todo tu deseo de ser amado. Estoy a la puerta de tu corazón y llamo… ábreme, porque tengo sed de ti…
Santa Teresa de Calculta
Dios misericordioso, piadoso Señor, haznos dignos de llegar a esa fuente. En ella podré beber también yo, con los que tienen sed de ti, un caudal vivo de la fuente viva de agua viva. Si llegara a deleitarme con la abundancia de su dulzura, lograría levantar siempre mi espíritu para agarrarme a ella y podría decir: «¡Qué grata resulta una fuente de agua viva de la que siempre mana agua que salta hasta la vida eterna!».
Señor, tú mismo eres esa fuente que hemos de anhelar cada vez más, aunque no cesemos de beber de ella. Cristo Señor, danos siempre esa agua, para que haya también en nosotros un surtidor de agua viva que salta hasta la vida eterna.
San Columbano Instrucción 13 sobre Cristo fuente de vida, 2ss.
CANTO
Un Corazón, Jesucristo Basta.
Athenas – Samaritana
La Samaritana (En Vivo) HERMANA GLENDA
Tú eres el agua viva HERMANA GLENDA
VIDEO
VIDEO PARA ENTENDER MEJOR EL EVANGELIO DE HOY