E Algo + no 3º Domingo de Advento

S. Agustín, «Aprended  del  mismo  Juan  un  ejemplo  de humildad.  Le  tienen  por  Mesías  y  niega  serlo;  no  se  le  ocurre  emplear  el  error  ajeno  en  beneficio propio. (…) Comprendió dónde tenía su salvación; comprendió que no era más que una  antorcha,  y temió que el viento de la soberbia la pudiese apagar» (Sermones 293,3).

“nos  has hecho para ti y nuestro corazón está inquieto mientras no descansa en ti (S. Agustín, conf. 1,1,1).

San Francisco de Asís

Cierto día el bienaventurado Francisco, estando en Santa María, llamó al hermano León y le dijo:

– Hermano León, escribe:

Este le respondió:

– Ya estoy listo.

– Escribe -le dijo- cuál es la verdadera alegría:

Llega un mensajero y dice que todos los maestros de París han venido a la Orden. Escribe: «No es verdadera alegría».

Y también que han venido a la Orden todos los prelados ultramontanos, arzobispos y obispos; que también el rey de Francia y el rey de Inglaterra. Escribe: «No es verdadera alegría».

Igualmente, que mis hermanos han ido a los infieles y han convertido a todos ellos a la fe. Además, que he recibido yo de Dios una gracia tan grande, que curo enfermos y hago muchos milagros. Te digo que en todas estas cosas no está la verdadera alegría.

– Pero ¿cuál es la verdadera alegría?

– Vuelvo de Perusa y, ya de noche avanzada, llego aquí; es tiempo de invierno, todo está embarrado y el frío es tan grande, que en los bordes de la túnica se forman carámbanos de agua fría congelada que hacen heridas en las piernas hasta brotar sangre de las mismas.

Y todo embarrado, helado y aterido, me llego a la puerta; y, después de estar un buen rato tocando y llamando, acude el hermano y pregunta:

– ¿Quién es?

Yo respondo:

– El hermano Francisco.

Y el dice:

– Largo de aquí. No es hora decente para andar de camino. Aquí no entras.

Y, al insistir yo de nuevo, contesta:

– Largo de aquí. Tú eres un simple y un paleto. Ya no vas a venir con nosotros. Nosotros somos tantos y tales, que no te necesitamos.

– Y yo vuelvo a la puerta y digo:

– Por amor de Dios, acogedme por esta noche.

Y él responde:

– No me da la gana. Vete donde están los mendigos y pide allí.

Te digo: si he tenido paciencia y no he perdido la calma, en esto está la verdadera alegría, y también la verdadera virtud y el bien del alma. (De los Avisos espirituales)

Santa teresa “La humildad es la verdad”.

S. Juan Crisóstomo, «La verdadera alegría se encuentra donde dijo S. Pablo: En el Señor. Las demás cosas, a parte de ser mudables, no nos proporcionan tanto gozo que puedan impedir la tristeza ocasionada por otros avatares en cambio, el temor de Dios la produce indeficiente porque quien teme a Dios como se debe a la vez que teme confía en El y adquiere la fuente del placer y el manantial de toda la alegría» (PG. 27, 179)

Madre Teresa «La alegría es oración, la señal de nuestra generosidad, de nuestro desprendimiento y de nuestra unión interior con Dios.»

“Hay una cosa muy bonita: compartir la alegría de amar. Amarnos los unos a los otros. Amar hasta el dolor.”

Don Bosco “Para ejercer una influencia benéfica entre los niños, es indispensable participar de sus alegrías.”

         “El demonio no puede resistir a la gente alegre.”

“Mientras conserves la alegría, te alejarás del pecado.”

“Muéstrate siempre alegre, pero que tu sonrisa sea sincera.”

San Pio de Pietrelcina “Camina con alegría y con un corazón lo más sincero y abierto que puedas; y cuando no puedas mantener esta santa alegría, al menos no pierdas nunca el valor y la confianza en Dios.»

 «Vivan en santa alegría»

s. Juan Pablo II “Sin embargo, esta alegría que brota de la gracia divina no es superficial y efímera. Es una alegría profunda, enraizada en el corazón y capaz de impregnar toda la existencia del creyente. Se trata de una alegría que puede convivir con las dificultades, con las pruebas e incluso, aunque pueda parecer paradójico, con el dolor y la muerte. Es la alegría de la Navidad y de la Pascua, don del Hijo de Dios encarnado, muerto y resucitado; una alegría que nadie puede quitar a cuantos están unidos a él en la fe y en las obras”(Domingo 17 de diciembre de 2000)

Evangelii Gaudium, nº1. La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría. En esta Exhortación quiero dirigirme a los fieles cristianos para invitarlos a una nueva etapa evangelizadora marcada por esa alegría, e indicar caminos para la marcha de la Iglesia en los próximos años.

I. Alegría que se renueva y se comunica

2. El gran riesgo del mundo actual, con su múltiple y abrumadora oferta de consumo, es una tristeza individualista que brota del corazón cómodo y avaro, de la búsqueda enfermiza de placeres superficiales, de la conciencia aislada.

Cuando la vida interior se clausura en los propios intereses, ya no hay espacio para los demás, ya no entran los pobres, ya no se escucha la voz de Dios, ya no se goza la dulce alegría de su amor, ya no palpita el entusiasmo por hacer el bien. Los creyentes también corren ese riesgo, cierto y permanente. Muchos caen en él y se convierten en seres resentidos, quejosos, sin vida. Ésa no es la opción de una vida digna y plena, ése no es el deseo de Dios para nosotros, ésa no es la vida en el Espíritu que brota del corazón de Cristo resucitado.

3. Invito a cada cristiano, en cualquier lugar y situación en que se encuentre, a renovar ahora mismo su encuentro personal con Jesucristo o, al menos, a tomar la decisión de dejarse encontrar por Él, de intentarlo cada día sin descanso.

6. “comprendo a las personas que tienden a la tristeza por las graves dificultades que tienen que sufrir, pero poco a poco hay que permitir que la alegría de la fe comience a despertarse, como una secreta, pero firme confianza, aun en medio de las peores angustias”.

Viktor Frankl: “la certeza de que lo que sana al ser humano es encontrar una causa por la cual y para la cual vivir”.

“necesitamos un cambio radical en nuestra actitud frente a la vida. Tenemos que aprender por nosotros mismos y, después, enseñar a los desesperados, que en realidad no importa que no esperemos nada de la vida sino si la vida espera algo de nosotros. Tenemos que dejar de hacernos preguntas sobre el significado de la vida y, en lugar de ello, pensar en nosotros como seres a los que la vida interpela continua e incesantemente”.

POEMA

Ó LUZ DA ALEGRÍA

Eu ouvi um sereno canto

Nas alturas do céu cantar

E as montanhas da minha terra em silêncio a escutar…

Eu ouvi um canto sereno

Nas douradas ondas do mar

E nas praias da minha terra, muita gente a escutar…

Ó Luz da Alegria, Ó Alma da Vida!

Ó Luz da Alegria, só te vê quem dá…

Das montanhas da minha terra

Às sagradas praias do mar

Toda a gente escutando espera o Divino Cantar…

Ó Luz da Alegria. Ó Alma da Vida!

Ó Luz da Alegria, só te vé quem dá…

não tem fim.

Madredeus

Disco: Um amor infinito

ANÉCDOTA

Le preguntaba un periodista a la madre Teresa de Calcuta: “¿Cómo y cuándo se remediará la tragedia del hambre en el mundo”? Ella le respondió: “Cuando usted y yo gastemos menos y compartamos más”.

Las ardillas, a veces, guardan sus granos en escondites tan seguros que con el paso del tiempo los olvidan y no los encuentran y hasta se mueren de hambre.

LA RAZÓN DE HADYN

Alguien preguntó a Hadyn por qué oía siempre tan alegre su música religiosa.

—Es que cuando me pongo a pensar —explicó el célebre músico— en lo que Dios es, lo que ha hecho y lo que se propone hacer con sus redimidos, incluyéndome a mí mismo, no puedo menos que ponerme alegre, y la alegría del corazón salta a las notas.

CONTO

Cuentan que dos hermanos abrieron una carnicería en la calle Gascón de Gotor y el negocio les iba muy bien. La clientela estaba satisfecha con el servicio. Un domingo uno de los hermanos fue a la Eucaristía, oró, escuchó la Palabra de Dios y la predicación y decidió convertirse al Señor y cambiar de vida.

Éste le predicaba a su hermano y le invitaba a ir a la iglesia y dar el paso a la fe, pero no conseguía nada. ¿Por qué no quieres cambiar?, le preguntaba a su hermano. Éste le contestó: “Si acepto a Cristo y cambio ¿quién va a pesar la carne?

Cambiar, creer en Cristo, es un cambio radical de conducta a nivel personal y profesional.

Tomado de P. Félix Jiménez

INTERIORIDADE ACOLLIDA

Podes imaxinar un Deus triste?

Seria un triste deus.

Se Deus é a alegría e está dentro de ti, por que estás triste?

Moi sinxelo: estás fóra de ti.

Se che afecta máis o que vén de fóra que o que tes dentro,

é que dás máis importancia ao accidental que ao esencial.

Cambia a perspectiva.

Non mires o de dentro desde o de fóra.

Mira todo o que che vén de fóra desde o teu verdadeiro ser.

Nada nin ninguén poderá quitarche a paz e a alegría.

Esa alegría que xurde de dentro.

Será como unha chama que non pode extinguirse.

Non só te aquecerá a ti, senón que dará luz aos demais.

A túa vida será, desde agora, distinta.

(Do libro de Cáritas 2021/2022)

Puedes imaginar un Dios triste?

Seria un triste dios.

Si Dios es la alegría y está dentro de ti, por que estás triste?

Muy sencillo: estás fuera de ti.

Si te afecta más lo que viene de fuera que el que tienes dentro,

es que das más importancia al accidental que al esencial.

Cambia la perspectiva.

No mires lo de dentro desde lo de fuera.

Mira todo lo que te viene de fuera desde tu verdadero ser.

Nada ni nadie podrá quitarte la paz y la alegría.

Esa alegría que surge de dentro.

Será como una llama que no puede extinguirse.

No solo te calentará a ti, sino que dará luz a los demás.

Tu vida será, desde ahora, distinta.

CANTO

Alegraos – Ruah

Alegraos Marco Frisina

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