E Algo + no 3º Domingo de Advento – Ciclo A

CITAS

“No hay mayor lotería que  vivir con gozo y alegría”

(Un “servidor”)

Necesito a Jesús y no a algo que se le parezca

(C. S. Lewis)

«Gaudete in Domino semper. Estad siempre alegres en el Señor» (Flp 4, 4).

san Cipriano: Ésta es la diferencia entre nosotros y los que no conocen a Dios: ellos en la adversidad se quejan y murmuran; a nosotros las cosas adversas no nos apartan de la virtud ni de la verdadera fe. Por el contrario, éstas se afianzan en el dolor.

Juan Pablo II     Aquí radica la razón profunda de nuestra alegría: en Cristo se cumplió el tiempo de la espera. Dios realizó finalmente la salvación para todo hombre y para la humanidad entera. Homilía (16-12-2001)

Benedicto XVI En los últimos dos o tres siglos muchos han preguntado: «¿Realmente eres tú o hay que cambiar el mundo de modo más radical? ¿Tú no lo haces?». Y han venido muchos profetas, ideólogos y dictadores que han dicho: «¡No es él! ¡No ha cambiado el mundo! ¡Somos nosotros!». Y han creado sus imperios, sus dictaduras, su totalitarismo que cambiaría el mundo. Y lo ha cambiado, pero de modo destructivo. Hoy sabemos que de esas grandes promesas no ha quedado más que un gran vacío y una gran destrucción. No eran ellos. Ángelus (12-12-2010)

SS Francisco «A veces estos cristianos melancólicos tienen más cara de pepinillos en vinagre que de personas alegres que tienen una vida bella«…. “El cristiano es un hombre o una mujer alegre. Esto nos enseña Jesús, nos enseña la Iglesia, en este tiempo de forma especial».  (10/5/13)

Enrique Martínez Lozano La catequesis de Mateo que leemos hoy arranca con una pregunta decisiva: “¿Eres tú o tenemos que esperar a otro?”. Decisiva porque toca una fibra muy sensible del ser humano, de la que brota una de las grandes preguntas kantianas: “¿Qué me cabe esperar?”. La respuesta de Jesús remite a “lo que estáis viendo y oyendo”.

Lanza del Vasto ¿Dónde se encuentra la dicha?… El hombre que se ejercita en llevar sus sentidos hacia el interior, que busca su presencia en lugar de huir, ese hombre no se hastía nunca; ese hombre nunca está triste; ese hombre nunca es desdichado. Aunque lo encierren en un calabozo profundo y lo carguen de cadenas, permanece dichoso y libre en la luz. Cuando se alcanza esa densidad, nace una tercera cosa que no es alborozo ni tristeza; esa tercera cosa se llama gozo ()

Rainiero Cantalamessa, Es hora de empezar a proclamar con más valor la «Buena Nueva» de que Dios es felicidad, que la felicidad -no el sufrimiento, la privación, la cruz– tendrá la última palabra.

José Antonio Pagola La alegría cristiana no es una actitud psicológica, no es un entusiasmo fácil…, es un tesoro que hay que saber descubrir…, pasa siempre por la cruz, es fruto de la cruz vivida con amor. Y podemos apelar a la experiencia de cualquier creyente para que diga si el saberse amado por Dios y abrirle su corazón, si el asumir la vida propia como un servicio a los demás, son caminos de amargura o de alborozo. Y que yo sepa no hay ningún santo triste ni desgraciado ()

Carmen Martin Gaite “Pero ¿a qué llaman vivir? Para mí vivir es no tener prisa, prestar oído a las cuitas ajenas, no decir mentiras, compartir con los vivos un trozo de pan, acordarse con orgullo de la lección de los muertos, no permitir que nos humillen, no contestar que sí ni que no sin haber contado hasta cien, como hacía el Pato Donald… Vivir es saber estar solo para aprender a estar en compañía, y vivir es explicarse y llorar… y vivir es reírse… He conocido a mucha gente a lo largo de mi vida, comisario, y créame, en nombre de ganar dinero para vivir, se lo toman tan en serio que se olvidan de vivir. Para mí la única fortuna, ya le digo, es la de saber vivir, la de ser libre. Y el dinero no libera. Libertad y dinero son conceptos opuestos. Como lo son también libertad y miedo”. Caperucita en Manhattan

ALEGRÍA

“Que la alegría en el Señor continúe hasta que se extinga la alegría del mundo… Alégrense entonces en el Señor y no en el mundo.” (San Felipe Neri)

Amigos míos, pedid a Dios la alegría. Sed alegres como los niños, como las aves del cielo. Fedor Dostoievski

Buscas la alegría en torno a ti y en el mundo. No sabes que sólo nace en el fondo de tu corazón? Rabindranath Tagore

Dichoso quien no tiene más gozo y alegría que las palabras y obras del Señor. San Francisco de Asís

Dios favorece al hombre alegre. San Juan Bosco

Dios es alegría, si te entregas a Dios te entregas a la alegría. Michel Quoist

El único momento en que me entran dudas, en que comienzo a sospechar que quizá lo que cuentan en la Iglesia no son patrañas y que Dios puede existir, es cuando os veo contentos. Alesandro Pronzato

Caras largas…, modales bruscos…, facha ridícula…, aire antipático: ¿Así esperas animar a los demás a seguir a Cristo?. San Josemaría Escrivá de Balaguer

Cuando estuvieres alegre, no sea con risas demasiadas, sino con alegría humilde, modesta, afable y edificativa. Santa Teresa de Jesús

En la tierra hasta la alegría suele parar en tristeza; pero para quien vive según Cristo, incluso las penas se truecan en gozo. San Juan Crisóstomo

Entre las desventuras, ninguna hay mayor que la falta de alegría. Francisco Quevedo y Villegas.

La alegría de vivir es el más grande poder cósmico. Teilhard de Chardin

La alegría del Señor es nuestra fuerza. Todos nosotros, si tenemos a Jesús dentro nuestro, debemos llevar la alegría como novedad al mundo. Madre Teresa de Calcuta

La alegría es oración, la señal de nuestra generosidad, de nuestro desprendimiento y de nuestra unión interior con Dios. Madre Teresa de Calcuta

La alegría que debes tener no es esa que podríamos llamar fisiológica, de animal sano, sino otra sobrenatural, que procede de abandonar todo y abandonarte en los brazos amorosos de nuestro Padre-Dios. San Josemaría Escrivá de Balaguer

La alegría no está en las cosas se halla en nosotros. Richard Wagner

La felicidad y la alegría dependen de estar en armonía consigo mismo, con los demás, con el mundo y con Dios. Martín Descalzo

Las personas más desdichadas que he conocido no son las más enfermas, ni las más pobres, ni las más ignorantes, sino las que no sienten amor a Dios, y las que no tienen alegría. Madre Teresa de Calcuta

Las alegrías más auténticas vienen del cielo. R. Pinhas

Las alegrías más excelsas, variadas y duraderas son las espirituales. Arthur Schopenhauer

La alegría espiritual es el principal remo en esta navegación nuestra. San Pedro de Alcantara

«Los alegres curan» François Rabelais

Los santos, mientras vivían en este mundo, estaban siempre alegres, como si siempre estuvieran celebrando la Pascua. San Atanasio, Carta 14

Los seguidores de Cristo viven contentos y alegres y se glorían de su pobreza más que los reyes de su diadema. San Juan Crisostomo

¡Mi mayor satisfacción es verte alegre!. San Juan Bosco

Mientras conservéis vuestra alegría, os alejaréis del pecado.

No cambiaría la risa de mi corazón por la fortuna de las multitudes, tampoco me conformaría con cambiar mis lágrimas por quietud. Tengo la ferviente esperanza de que toda mi vida en esta tierra sea siempre lágrimas y risas. Khalil Gibran

Nuestra alegría no es algo que nace de tener tantas cosas, sino de haber encontrado a una persona, Jesús SS Francisco.

Para nosotros la base de toda santidad consiste en estar siempre alegres. San Juan Bosco.

Quizá no podamos dar mucho, pero siempre podemos dar alegría que brota de un corazón enamorado de Dios. Madre Teresa de Calcuta

Siempre estarás gozoso y contento, si en todos los momentos diriges a Dios tu vida, y si la esperanza del premio suaviza y alivia las penalidades de este mundo. San Basilio

Siempre florece la alegría en el alma unida a Dios. San Juan María Vianney

“Tienes derecho a llorar, pero, aún entre lágrimas, no tienes derecho a renunciar a la alegría”  Michael Quoist

Un consejo, que os he repetido machaconamente: estad alegres, siempre alegres. Que estén tristes los que no se consideren hijos de Dios. San Josemaría Escrivá de Balaguer

Vivid en santa alegría. Padre Pío

CONTOS

SU NOMBRE ES JUAN

         Juan, un joven universitario, entró descalzo, con vaqueros y una camiseta sucia y llena de agujeros y despeinado, un domingo en una iglesia de gente bien.

         La iglesia estaba llena y como no encontraba asiento caminó hasta el púlpito y se sentó al frente en la alfombra.

         La gente contemplaba al joven con asombro e incomodidad. Se sentía una gran tensión en el ambiente.

         Un diácono de la iglesia, muy mayor y elegantemente vestido, encargado del orden y del protocolo, se dirigió lentamente hacia Juan. Todos los fieles pensaban lo mismo, lo va a echar o lo va mandar sentarse atrás.

         Se hizo un gran silencio y el Reverendo interrumpió el sermón y también calló.

         El anciano diácono dejó caer su bastón al suelo, con mucho trabajo se agachó y se sentó junto a Juan para que no se sintiera solo durante la celebración.

         No hizo lo que la asamblea esperaba ni lo que su cargo exigía.

         El Reverendo continuó su prédica con estas palabras: “Lo que voy a predicar no lo recordarán. Lo que acaban de ver nunca lo olvidarán”.

Tomado de P. Félix Jiménez

UN NACIMIENTO COJO, SORDO, MUDO Y CIEGO

Era el primer día de vacaciones de Navidad y Anita se levantó de la cama muy temprano y nerviosa porque su mamá le había dicho que ese día irían a la parroquia a ayudarle al sacerdote a montar el Nacimiento.

Al llegar a la iglesia sacaron todas las cajas con las figuras. Poco a poco, con mucho cuidado, fueron poniendo cada uno de los personajes en su sitio: la Virgen María, san José, las ovejas, los pastores, los ángeles…

En poco más de dos horas lo tenían todo listo y armado. Para celebrarlo fueron a la sacristía a tomar unos dulces y un chocolate calentito. Mientras el sacerdote y la mamá de Anita conversaban, la niña volvió al Nacimiento sin hacer ruido, tomó un cuchillo y le quitó una oreja a san José, le cortó la lengua a las ovejas, a cada pastor le cortó una pierna y a los ángeles les tapó los ojos.

Cuando su mamá volvió al Nacimiento y vio el desastre que Anita había hecho le echó un boche tremendo y pidió disculpas al sacerdote. Ambos le preguntaron a la niña por qué había hecho eso y ella les respondió: “creo que ustedes no atendieron a la lectura del profeta Isaías que se leyó este pasado domingo 3º de Adviento que decía que el Señor les salvará,… se despegarán los ojos del ciego, los oídos del sordo se abrirán, saltará como un ciervo el cojo, la lengua del mudo cantará… en cabeza, alegría perpetua; siguiéndolos, gozo y alegría”.

“Sí, mi niña, pero tú has hecho todo lo contrario” -dijo la mamá.

“Claro -respondió Anita-, porque el día de Navidad nacerá Jesús y me ayudará a pegarle la oreja a san José, a ponerle la lengua a las ovejitas, unirle las piernas a los pastores y destaparles los ojos a los ángeles. Y para que sientan gozo y alegría, con un marcador les dibujaré una sonrisa a cada una de las figuras del nacimiento”.

Tomado de elcuentodecadadomingo

ANÉCDOTA

«EL DÍA ANTES DE NAVIDAD»

Hay un cuadro titulado «El día antes de Navidad». Cuatro niños felices ante una puerta.

 Detrás de la puerta algo misterioso está pasando.

Uno de puntillas mira por el agujero de la cerradura. Otro escucha atentamente para oír algo. Los dos pequeños sonríen maravillados porque intuyen que algo grande está pasando.

Adviento es el día antes de la Navidad para nosotros…

Tomado de P. Félix Jiménez

TRISTE RELIGION

Una doble fila de cipreses unen el pueblo y el cementerio en lo alto de la colina. Mujeres enlutadas con pañuelos negros en la cabeza acompañan el ataúd, que llevan, a hombros, hombres también vestidos de negro. A la cabeza del entierro la cruz y el cura murmurando latines. Y envolviendo todo en tristes lamentos llega desde el lejano campanario el doblar de las campanas.

Cuantas veces se ha ridiculizado así al catolicismo español en películas o en la televisión. Un catolicismo triste, de lutos y de muerte. Y la Iglesia una filial de Pompas Fúnebres.

¿No hemos dado motivo de ello? ¿No hay católicos que cuentan las misas asistidas por el número de funerales que asisten? ¿No somos muchas veces aguafiestas entre la bullanga de los jóvenes porque no son como éramos nosotros en nuestros tiempos?

José María Maruri, SJ

LA FUENTE DE LA FELICIDAD

Carlos IX, rey de Francia, preguntó en una ocasión al poeta Torcuato Tasso:

-¿Quién crees tu que es el ser más feliz?.

-Dios, sin duda – respondió Tasso.

-¡Bah! Eso lo sabe cualquiera. Pero de los hombres ¿quién es el más dichoso?.

-¿El hombre más dichoso? –repuso Tasso- El que esté más cerca de Dios.

Dios es el amor, la felicidad, la alegría. Todo lo que hay de bueno y alegre en el mundo de Él procede.

Por eso estar lejos del Señor es estar lejos de la dicha. Cómo decía Juan Pablo II a un hombre que llevaba tiempo apartado de la vida de fe “¡Qué mal se está cuando se está lejos de Dios ¡ ¡Vuelve!”.

Sin Dios no hay paz, felicidad ni alegría que dure. Solo Él puede saciar el hambre de felicidad que todos llevamos dentro.

“Que mal se está cuando se está lejos de Dios.”

Agustín Filgueiras Pita.   Sacerdote

CHISTE

COJO Y CIEGO

¿Lle pregunta un ciego a un cojo?

– ¿Qué tal andas?

– Ya ves

Tomado de lahiguera.net

POEMA

Abrid ya las ventanas.

Adentro las ventiscas

y el aire se renueve.

Quiero huir de los ámbitos

calientes y tapiados,

salir sin compañía

por el mundo adelante.

Por el mundo adelante de Carmen Martín Gaite

ORACIÓN

ESTOY ALEGRE, SEÑOR

Porque Tú vienes, y yo salgo a tu encuentro

Porque son muchos, los nubarrones en el cielo de mi vida

Porque Tú iluminas las noches más oscuras de la humanidad

Porque, con muy poco y contigo, nos alegras

Porque, tu presencia, es la mayor riqueza que uno puede tener

ESTOY ALEGRE, SEÑOR

Porque, la Navidad, es oxígeno en medio de la asfixia

Porque, la Navidad, es el amor que se desborda

Porque, la Navidad, es regalo del cielo que se vende gratuitamente

Porque, la Navidad, se descubre con las tijeras de la fe

ESTOY ALEGRE, SEÑOR

Porque la estrella la veo al fondo del horizonte del adviento

Porque mi corazón se hace pesebre para tu nacimiento

Porque mis ojos me dicen a quién adorar y ante quien no postrarme

Porque mi razón mi dicta qué caminos elegir para llegar hasta Ti

ESTOY ALEGRE, SEÑOR ¡CÓMO NO ESTARLO!

Si Tú, Señor, eres la Navidad

Si Tú, Señor, eres Navidad

Si Tú, Señor, eres adorno y estrella, dulce y mesa por Navidad

Si Tú, Señor, eres la mejor lotería para la salud del corazón

ESTOY ALEGRE, SEÑOR

Tú, te lo digo ahora, eres la causa de mi felicidad

Tú, te lo decimos ahora, eres la fuente de tanta dicha

Tú, te lo decimos ahora, eres la razón de tanto regocijo

Tú, te lo gritamos ahora, eres el germen de la emoción que yo siento

Amén.

P. Javier Leoz

CANTO

MARA / Esperaré en Ti

Jesús Adrián Romero – En La Azotea

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