E Algo + no 26º Domingo do Tempo Ordinario – Ciclo C

CITA

“Ojos que no ven, corazón que no siente”

San Agustín “En el pobre se patentiza glorificada la humildad, y en el rico condenada la soberbia”.

         “Aprended a ser ricos y pobres tanto los que tenéis algo en este mundo, como los que no tenéis nada. Pues también encontráis al mendigo que se ensoberbece y al acaudalado que se humilla”. Salmo 85: CCL 39, 1178

Basilio Magno Al hambriento pertenece el pan que tú retienes; al hombre desnudo el manto que tú guardas, celoso, en tus arcas. 6, contra la riqueza: PG 31, 275-278

Gregorio Nacianceno Que ni siquiera la noche interrumpa tus quehaceres de misericordia…y no dejes de hacerlo con agrado y presteza. 14 sobre el amor a los pobres, 38.40

Juan Crisóstomo: «No hacer participar a los pobres de los propios bienes es robarles y quitarles la vida. Lo que tenemos no son nuestros bienes, sino los suyos» (Laz. 1,6). «Satisfacer ante todo las exigencias de la justicia, de modo que no se ofrezca como ayuda de caridad lo que ya se debe a título de justicia» (AA 8)

         Tú también sabes ser solícito para recibir un personaje célebre y nadie se extraña de ello.. En cambio, llama la atención y es verdaderamente admirable ofrecer una acogida llena de bondad al primero que llega, a la gente desconocida y ordinaria. 2, sobre el pobre Lázaro: PG 48, 988-989

S. Gregorio Magno, “Cuando damos a los pobres las cosas indispensables no les hacemos liberalidades personales, sino que les devolvemos lo que es suyo. Más que realizar un acto de caridad, lo que hacemos es cumplir un deber de justicia” (past. 3,21).

Santa Rosa de Lima “El día en que su madre le reprendió por atender en la casa a pobres y enfermos, le contestó: «cuando servimos a los pobres y a los enfermos, servimos a Jesús. No debemos cansarnos de ayudar a nuestro prójimo, porque en ellos servimos a Jesús».

         «Cuando servimos a los pobres y a los enfermos, servimos a Jesús. No debemos cansarnos de ayudar a nuestro prójimo porque en ellos servimos a Jesús»

Catecismo (n. 633) La Escritura llama infierno, sheol o hades, a la morada de los muertos donde bajó Cristo después de muerto, porque los que se encontraban allí estaban privados de la visión de Dios. Tal era, en efecto, a la espera del Redentor, el estado de todos los muertos, malos o justos, lo que no quiere decir que su suerte sea idéntica como lo enseña Jesús en la parábola del pobre Lázaro recibido en el “seno de Abrahán. “Son precisamente estas almas santas, que esperaban a su Libertador en el seno de Abrahán, a las que Jesucristo liberó cuando descendió a los infiernos”. Jesús no bajó a los infiernos para liberar allí a los condenados ni para destruir el infierno de condenación sino para liberar a los justos que le habían precedido.

         (n. 1.024) Esta vida perfecta con la Santísima Trinidad, esta comunión de vida y de amor con ella, con la Virgen María, los ángeles y todos los bienaventurados se llama “el cielo”. El cielo es el fin último y la realización de las aspiraciones más profundas del hombre, el estado supremo y definitivo de dicha.

         (n. 1033) «Morir en pecado mortal sin estar arrepentidos ni acoger el amor misericordioso de Dios, significa permanecer separados de él para siempre por nuestra propia y libre elección. Este estado de autoexclusión definitiva de la comunión con Dios y con los bienaventurados es lo que se designa con la palabra infierno»

         (n. 1.035) La enseñanza de la Iglesia afirma la existencia del infierno y su eternidad. Las almas de los que mueren en estado de pecado mortal descienden a los infiernos inmediatamente después de la muerte y allí sufren las penas del infierno, el fuego eterno. La pena principal del infierno consiste en la separación eterna de Dios en quien únicamente puede tener el hombre la vida y la felicidad para las que ha sido creado y a las que aspira.

         (n. 2443) «Dios bendice a los que ayudan a los pobres y reprende a los que se niegan a hacerlo: «A quien te pide da, al que desee que le prestes algo no le vuelvas la espalda’ (Mt 5,42). «Gratis lo recibisteis, dadlo gratis’ (Mt 10, 8). Jesucristo reconocerá a sus elegidos en lo que hayan hecho por los pobres. La buena nueva «anunciada a los pobres’ (Mt 11,5; Lc 4,18) es el signo de la presencia de Cristo».

Afraates «Cuando dijo Abrahán al rico: Entre vosotros y nosotros se abre un abismo (…), manifestó que después de la muerte y resurrección no habrá lugar a penitencia alguna. Ni los impíos se arrepentirán y entrarán en el Reino, ni los justos pecarán y bajarán al infierno. Éste es un abismo infranqueable» (Demonstrationes 20,12).

Papa Pablo VI   «Los pueblos hambrientos interpelan hoy, con acento dramático, a los pueblos opulentos» (Populorum progressio, 3)

         “Hablando de la lucha contra el hambre, escribió:  «Se trata de construir un mundo donde todo hombre (…) pueda vivir una vida plenamente humana, (…) donde el pobre Lázaro pueda sentarse a la misma mesa que el rico» (Populorum progressio. n. 47).

          Las causas de las numerosas situaciones de miseria son —recuerda la encíclica—, por una parte, “las servidumbres que le vienen de la parte de los hombres” y, por otra, “una naturaleza insuficientemente dominada” (ib.).

Madre Teresa de Calcuta “Necesitamos las manos de Cristo para tocar esos cuerpos heridos por el dolor y el sufrimiento. El amor intenso no mide, solo da”.

Martin Luther King: “Cuando reflexionemos sobre nuestro siglo XX, no nos parecerán lo más grave las fechorías de los malvados, sino el escandaloso silencio de las buenas personas”.

Benedicto XVI “Esta parábola nos dice dos cosas: la primera es que Dios ama a los pobres y les levanta de su humillación; la segunda es que nuestro destino eterno está condicionado por nuestra actitud; nos corresponde a nosotros seguir el camino que Dios nos ha mostrado para llegar a la vida, y este camino es el amor, no entendido como sentimiento, sino como servicio a los demás, en la caridad de Cristo”.Ángelus (26-09-2010)

Concilio Vaticano II dice: Descendiendo a consecuencias prácticas de máxima urgencia, el Concilio inculca el respeto al hombre, de forma que cada uno, sin excepción de nadie, debe considerar al prójimo como “otro yo”, cuidando en primer lugar de su vida y de los medios necesarios para vivirla dignamente, no sea que imitemos a aquel rico que se despreocupó por completo del pobre Lázaro (Constitución pastoral Gaudium et spes, n. 27).

Pagola Es inhumano encerrarnos en nuestra «sociedad del bienestar» ignorando totalmente esa otra «sociedad del malestar». Es cruel seguir alimentando esa «secreta ilusión de inocencia» que nos permite vivir con la conciencia tranquila pensando que la culpa es de todos y de nadie.

P, Alberto Ramírez Mozqueda ¿Los pobres te tienen sin cuidado? Entonces, ¡Cuidado!

Nadine Labaki, la directora de la película Cafarnaún hablaba de los niños que mendigan en la calle: «Cuando los vemos, giramos la cabeza. No queremos ayudarlos porque si no pensamos que estamos perpetuando el sistema o que ayudamos a las mafias. Pero nos olvidamos de mirar a esos niños, de ponernos en su piel para imaginar qué estarán pensando cuando ven que les apartamos la mirada. ¿Cómo podemos vivir nuestras vidas con tantas contradicciones, con toda esa gente viviendo marginada? Esta película fue mi trabajo para entender el por qué. Hablé con las familias de estos niños, con la gente que vive en los barrios marginales, para entender por qué los marginamos, por qué los deshumanizamos, por qué los apartamos».

H. Nouwen, «El rabino Yosuhua ben Leví se acercó al profeta Elías cuando este se encontraba a la entrada de la cueva del rabino Simeón ben Yohay. Le preguntó a Elías: – ¿Cuándo vendrá el Mesías? –Vete y pregúntaselo tú mismo, le respondió el profeta: – ¿Dónde está? Sentado a las puertas de la ciudad. ¿Cómo lo reconoceré? Está sentado entre los pobres cubiertos de heridas. Los demás se descubren sus heridas, todas a la vez y se las vendan de nuevo. Pero él se levanta los vendajes uno a uno y se los va colocando de nuevo uno a uno, diciéndose a sí mismo: quizás me vayan a necesitar. Si es así, tengo que estar siempre preparado, de tal forma no tarde un instante en aparecer» El Sanador herido

RIQUEZA

¿Cómo puede considerarse rica una sociedad si en su seno numerosas personas carecen de lo necesario para vivir? Juan Pablo II

Creo que una persona que está apegada a sus riquezas, que vive preocupada por sus riquezas, es en realidad muy pobre. Sin embargo, si esa persona pone su dinero al servicio de los demás, entonces se vuelve rica, muy rica. Madre Teresa de Calcuta

Cuanto mas posee el hombre, menos se posee a sí mismo. Arturo Graf

El afán de riquezas oscurece el sentido de lo justo y lo injusto. Antífanes

El camino más corto para llegar a la riqueza es despreciarla. Lucio Anneo Séneca

El más rico es aquel cuyos placeres son los más baratos. Henry David Thoreau

El que no considera lo que tiene como la riqueza más grande, es desdichado, aunque sea dueño del mundo. Epicuro de Samos

El tesoro que vale a los ojos de Dios es el que ya se ha acumulado desde la tierra en el cielo. SS. Francisco

El universo no contiene bastantes riquezas para comprar el voto de un hombre honrado. San Gregorio Magno

En este mundo no hay seguridad perfecta, porque cuanto más alguien posee y más sobresale, tanto más está sujeto al temor y más necesidades experimenta. Santo Tomás de Aquino

Es locura manifiesta vivir precariamente para poder morir rico. Décimo Junio Juvenal

Es mejor el uso de las riquezas que la posesión de ellas. Fernando De Rojas

Es una gran riqueza el saber ser pobre. Andrea Chénier

Hay quien parece rico y no tiene nada, y hay quien parece pobre, y tiene muchas riquezas. Salomón

Hay personas que de sus riquezas solo tienen el miedo a perderlas. Antoine Rivard 

Hay “tesoros riesgosos” que seducen “pero que debemos abandonar”, aquellos acumulados durante la vida y que la muerte destruye. SS. Francisco

La hora perfecta de comer es, para el rico cuando tiene ganas, y para el pobre, cuando tiene qué. Luis Vélez De Guevara

La riqueza consiste mucho más en el disfrute que en la posesión.Aristóteles

La verdadera medida de la riqueza es el no estar demasiado cerca ni demasiado lejos de la pobreza. Lucio Anneo Séneca 

La riqueza es como el agua salada; cuanto más se bebe más sed da. Arthur Schopenhauer

Mientras no haya una distribución equitativa de la riqueza, no habrá paz. Elena Ochoa

Muchos hablan sinceramente cuando dicen que desprecian las riquezas, pero se refieren a las riquezas que poseen los demás. C. C. Colton

No es la riqueza lo que corrompe a los hombres, sino la ambición de ser más ricos. Louis Gabriel Ambroise de Bonald

No hay riqueza más peligrosa que una pobreza presuntuosa. San Agustín

No midas la riqueza por las cosas que posees, sino por aquellas que no cambiarías por dinero. Autor desconocido

No sólo es ciega la fortuna, sino que frecuentemente vuelve ciegos a los que abraza. Marco Tulio Ciceron

No sirve de mucho la riqueza de bolsillo, cuando hay pobreza en el corazón. SS. Francisco

«Nunca vi un camión de mudanza detrás de un cortejo fúnebre, nunca» SS. Francisco

¿Qué son los honores y las riquezas de este mundo cuando se comparan con las glorias de la corona de vida? John Bunyan

Quien tiene dinero tiene en su bolsillo a quienes no lo tienen. León Tolstoi

¿Quieres ser rico?. Pues no te afanes en aumentar tus bienes, sino en disminuir tu codicia. Epicuro 

Si eres hombre de Dios, pon en despreciar las riquezas el mismo empeño que ponen los hombres del mundo en poseerlas. San Josemaría Escrivá de Balaguer

Si no tienes enemigos es señal de que la fortuna te ha olvidado. Thomas Fuller 

Si vienen a tus manos las riquezas, no pongas en ellas tu corazón. —Anímate a emplearlas generosamente. Y, si fuera preciso, heroicamente.  —Sé pobre de espíritu. San Josemaría Escrivá de Balaguer

¡Tanta afición a las cosas de la tierra! —Pronto se te irán de las manos, que no bajan con el rico al sepulcro sus riquezas. San Josemaría Escrivá de Balaguer

Tanto le cuesta al rico renunciar a su riqueza como al pobre a la ambición de tenerla. Lanza del Vasto

Todo lo que acumulamos para nosotros mismos nos separa de los demás.  Rabindranath Tagore

Tú eres la mayor riqueza para ti mismo y esa riqueza nadie puede quitártela. Porque tú no eres lo que tienes, sino lo que eres. René Juan Trossero

Yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia, dice Jesús. Esta la verdadera riqueza, no la riqueza material. SS. Francisco

CONTO

      EL AMOR QUE PRUEBA LA FE

 Cuentan que un sacerdote se aproximó a un herido en medio de una dura  batalla de una lejana guerra, y le preguntó:

          -¿quieres que te lea la Biblia? 

         Primero dame agua, que tengo sed- le respondió el herido. Y el sacerdote le entregó el último trago de su cantimplora, aunque sabía que no había más  agua en muchos kilómetros a la redonda.

          – Y ahora, ¿quieres que te lea la Biblia?- volvió a insistir el sacerdote. – Primero dame de comer- suplicó el herido. Y el sacerdote le dio el último mendrugo de pan que guardaba en su mochila. – Tengo frío- fue el siguiente lamento del herido, y el sacerdote se

despojó de su abrigo, a pesar del frío que calaba hasta los huesos, y cubrió al lesionado. – Ahora sí, le dijo el herido al sacerdote, ahora puedes hablarme de ese Dios que te hizo darme tu última agua, tu último mendrugo y tu único abrigo. Ahora quiero conocer a tu Dios.

Tomado de P. Diego Millan García

  MAS VALIOSO QUE EL CIRCO

        Cuando yo era niña estaba con mi padre haciendo fila para comprar las entradas del circo.

        Delante de nosotros en la fila había un matrimonio con ocho chicos, todos probablemente menores de doce años. Se veía que eran muy humildes. Los niños estaban muy entusiasmados hablando de los payasos, los elefantes y otros que verían esa noche. Le escuché decir que era la primera vez que iban al circo.

        La esposa miraba al marido con mucha satisfacción. Se ve que el había hecho un gran esfuerzo para poder llevarlos todos al circo.

        Cuando llegaron a la ventanilla de ventas, la empleada preguntó al padre cuántas entradas quería. Él respondió con orgullo: «Por favor, déme ocho entradas para menores y dos de adultos».

        La empleada le indicó el precio. El matrimonio se paralizó y quedó mudo. Era mas de lo que esperaban. ¿Cómo iba decirle a sus ocho hijos que no tenían suficiente dinero para llevarlos al circo? Viendo lo que ocurría, mi papá dejó caer de su bolsillo un billete de veinte dólares (nosotros no éramos ricos en absoluto). Mi padre se agachó, recogió el billete, palmeó al hombre en el hombro y le dijo: «Disculpe, señor, se le cayó esto del bolsillo.»

        El hombre se dio cuenta de lo que pasaba. No había pedido limosna, pero sin duda apreciaba la ayuda en una situación desesperada, angustiosa e incomoda. Miró a mi padre directamente a los ojos, con sus dos manos le tomó la suya, apretó el billete de veinte dólares y con labios trémulos y una lágrima rodándole por la mejilla, replicó: «Gracias, gracias señor. Esto significa realmente mucho para mi familia y para mi.»

        Papá y yo volvimos a nuestro auto y regresamos a casa. No fuimos al circo. Pero no nos fuimos sin nada…  Jamás olvidaré aquel acto de mi padre. Se que me hubiese divertido en el circo. Pero aquella noche obtuve una enseñanza que me ha enriquecido toda mi vida.

        «Más bienaventurada cosa es dar que recibir» -Hechos 20, 35

        «A Dios presta el que da al pobre, Y él le dará su paga» -Proverbios 19, 17

        «Peca el que menosprecia a su prójimo: Mas el que tiene misericordia de los pobres, es bienaventurado. -Proverbios 14, 21

     Tomado de www.corazones.org

ANÉCDOTA

Una estudiante cuenta lo que le ocurrió en un examen.

Durante mi segundo mes en la escuela de enfermería el profesor nos hizo un test. Yo que era buena estudiante contesté a las preguntas con rapidez hasta que llegué a la última pregunta: «¿Cuál es el nombre de la señora que limpia la escuela?»

Me parecía una broma. Yo la había visto, era alta, de pelo oscuro y de unos 50 años, pero ¿cómo podía saber su nombre? Dejé la pregunta sin contestar.

Antes de terminar la clase, alguien preguntó si esa pregunta también contaba para la nota.

Por supuesto, dijo el profesor. A lo largo de sus vidas encontrarán muchas personas. Todas son importantes. Todas merecen su atención, incluso si sólo les dicen hola o les sonríen.

Nunca olvidé esa lección y también aprendí el nombre de la señora, se llamaba Dorotea.

Tomado de P. Félix Jiménez

El fotoperiodista sudafricano, Kevin Carter, ganó el Premio Pulitzer por una fotografía que mostraba a un niño sudanés hambriento que se arrastraba hacia un centro de alimentación bajo la mirada dura de un casi buitre. La imagen, que capturó tan poderosamente el horror de la hambruna en Sudán, fue publicada por todos los periódicos del mundo. Un niño hambriento a punto de ser devorado por un buitre hambriento. ¿Qué pasó con el niño? No sabemos. ¿Qué hizo el fotógrafo después de tomar la foto?

No hizo nada. Él se marchó. Recibió su premio y dos meses después se quitó la vida.

Oskar Schindler salvó a miles de judíos del Holocausto. Cuando terminó la guerra, dijo: «Podría haber sacado más … No hice lo suficiente».

Tomado de P. Félix Jiménez

En una tumba del cementerio de La Almudena de Madrid está este epitafio: Yo no le temo a la muerte, que la muerte es natural. Sólo le temo a la cuenta que a Dios le tengo que dar.

HAY LOS QUE SE MUEREN DE HAMBRE

Luis XIV, el rey Sol, había salido muy de mañana con sus monteros a una de sus fastuosas cacerías. Su caballo galopaba por los senderos de los bosques saltando obstáculos, y el rey perseguía la pieza mientras atronaban el aire las trompas y ladraba furiosa la jauría.

De pronto, en un camino solitario, tropieza con un cortejo fúnebre. Dos mozos conducen en unas parihuelas un cadáver:

El rey se detiene.

—¿Qué lleváis ahí? — pregunta.

—Señor —le dicen—, el cadáver de un hombre que ha aparecido muerto en el bosque.

— ,Y de qué ha muerto este hombre?

Los campesinos, que no saben de rodeos cortesanos, contestan sencillamente:

—De hambre.

El rey quedó unos instantes pensativo. Luego, ¿había en su reino hombres que se morían de hambre? Picó espuelas al caballo, y éste corrió como una flecha. Una pieza atravesó el camino. El rey la persiguió locamente y, al poco tiempo, la persecución y la alegría de los cortesanos borraron de la frente regia el recuerdo del hombre que murió de hambre entre los resonantes clamores de la caza.

Así pasamos nosotros riendo y gozando ante las miserias y las desventuras de los pobres de Cristo. Pero yo vengo a perturbar vuestros goces y a gritaros sin disimulo ni prudencias cortesanas: «¡Hermanos, en vuestro pueblo, en vuestra ciudad hay pobres que se mueren : de hambre!».

Tomado de MSC

DEMASIADO

Benjamín Franklin estaba una vez hablando con algunos conocidos y defendió la opinión que lo superfluo hacía daño cuando uno lo guardaba para sí. Le contradecían vehementemente. Entonces llamó a un niño y le regaló una hermosa manzana. El niño se lo agradeció. Benjamín Franklin le dio otra manzana adicional que el niño muy contento recibió en la otra mano. Luego le ofreció una tercera manzana mucho más apetecible que las anteriores con la condición que se la llevase en este momento. El niño que antes había estado tan contento, se puso a llorar porque tenía las dos manos llenas y no pudo agarrar la tercera.

Tomado de MSC

La ONU muestra un mapa de la pobreza global más allá del dinero. 1.300 millones de personas son pobres en todos los sentidos de la palabra porque no tienen apenas ingresos o carecen de acceso a agua potable, alimentos suficientes o electricidad. El 10% de la población mundial, 736 millones de personas, sobreviven cada día con menos de 1,90 dólares. Son extremadamente pobres… económicamente. Aunque estar por encima de este nivel de ingresos no asegura tener una vida digna.

Manos Unidas alerta: 274 millones de personas necesitarán ayuda humanitaria este 2022.

Mª Luisa Paret

CHISTES

RIQUEZAS QUE SE OBTIENEN CON EL TIEMPO:

Plata en los cabellos.

Oro en los dientes.

Piedras en los riñones.

Azúcar en la sangre.

Plomo en los pies.

Hierro en las articulaciones.

Y una fuente inagotable de Gas Natural.

¡Nunca se pensó que a los 50 se pudiera llegar a tener tanta riqueza!

SILLA RICA

¿Qué le dice una silla rica a una silla pobre?

Pobrecilla…

DOS AMIGOS:

– Pues mi padre cuando murió, me dejó a mi todo el centro del pueblo. Porque a mi hermano mayor le dejo la periferia y todos los arrabales, y a mi hermano menor le dejo la parte norte, pero a mi me dejo solo todo el centro del pueblo.

– No sabia que tu padre fuera rico.

– Rico? Era el cartero!

COMER A LA CARTA

Estaba un día conversando un rico y un pobre, en eso el rico dice:

– En mi casa comemos todos lo días a la carta: Lo que pedimos, …eso nos sirven.

El pobre lo mira y le dice:

– Pues…en mi casa también comemos a la carta: El que saca la mayor ….ese come.

Tomado de Meditaciones diarias para cristianos ocupados

POEMA

Los pájaros cantan al hacerse de día:

“Empieza de nuevo”

oí que decían.

No pierdas el tiempo

Pensando en lo que ya pasó

o en lo que aún no ha pasado.

Tañe las campanas que aún pueden repicar,

olvídate de tu ofrecimiento perfecto.

Todo tiene una grieta:

así es como entra la luz.

Leonard Cohen

         Estos reyes poderosos // que vemos por escrituras // ya pasadas, // con casos tristes, llorosos, // fueron sus buenas venturas // trastornadas. // Así que no hay cosa fuerte, // que a Papas y Emperadores // y Prelados, // así los trata la Muerte // como a los pobres pastores // de ganados.

Jorge Manrique en la estrofa XIV de las Coplas por la muerte de su padre

ORACIÓN

NO SEA YO, EPULÓN, SEÑOR

Que no me ciegue la riqueza

Que mi existencia no dependa de lo que aparentemente veo

Que no me cierre a tu presencia

Que no viva de espaldas a las necesidades de mis hermanos

Que guarde la actitud del asombro que produce la fe

Que cuide mi riqueza interior más que la exterior

Que no me resista a vivir como quien sabe que es un peregrino

Que no olvide de mirar al cielo todos los días

Que no olvide de volver mis ojos a la tierra, todos los días

NO SEA YO, EPULÓN, SEÑOR

Si estoy frío, calienta mi espíritu

Si vivo de espaldas a tu Palabra, vuélveme en la dirección adecuada

Si soy insensible a tu llamada, háblame de nuevo

Si estoy sordo, ábreme mi oído

Si escucho demasiado al mundo, llévame al oasis del silencio

SI estoy pendiente de los mil tesoros, hazme descubrirte como el más valioso

NO SEA YO, EPULÓN, SEÑOR

Y cuando llegue el día de partir,

encuéntrame dispuesto

Y cuando llegue el momento de morir,

hazme vivir en Ti

Y cuando llegue el instante de dejarlo todo,

que sienta pena de aquello que, por falta de tiempo,

no me dio lugar a poder ofrecer.

Amén.

Tomado de www.betania.es

AYÚDAME, SEÑOR, A MIRAR CON RESPETO

Ayúdame, Señor, a mirar con respeto

las cosas que existen a mi alrededor

las iniciativas que, otras personas, las crean con esfuerzo y valor

Ayúdame, Señor, a mirar con agrado

a descubrir que, todo lo que hago, es inspiración tuya

y, aquello  que los demás promueven, puede ser signo de tu presencia.

Ayúdame, Señor, a mirar con amor:

a ir al fondo del tesoro más valioso

a sentirme tan cerca de ti

que, todo, lo estime poco comparado contigo.

Ayúdame, Señor, a expulsar de mi interior

los espíritus inmundos que me impiden vivir en paz conmigo mismo.

Ayúdame, Señor, a no apropiarme de tu nombre exclusivamente

a dejar que, otros, puedan descubrirte y entrar por la gran puerta de tu salvación

a reconocer que, otros, están en el camino del evangelio por sus obras y palabras.

Ayúdame, Señor, a no sentirme peor ni mejor que nadie

a disfrutar de mi amistad contigo

a no poner etiquetas de “estos son buenos” o “estos son malos”

Ayúdame, Señor, a no encerrarme en mi pequeño mundo

a abrirme, sin miedo ni complejos, a los que puedan enseñarme tu recto camino

Ayúdame, Señor, a no monopolizar mi trato contigo

a valorar otras vertientes evangelizadoras que, a mí, me puedan parecer estériles.

Ayúdame, Señor, a descubrir en todas ellas

los signos de tu presencia divina.

Ayúdame, en definitiva, Señor,

a no considerar que, lo mío, es lo único que vale

y, aquello que los demás realizan, es despreciable.

Ayúdame, Señor.

Tomado de Padre Javier Leoz

CANTO

Ayer Te Vi… Fue Mas Claro Que La Luna

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