E Algo + no 19º Domingo do Tempo Ordinario – Ciclo C

CITAS

Sicut vita, finis ita: como es la vida así es la muerte.

Comenzar es de todos; perseverar, de santos.

San Agustín «El hombre es fiel creyendo a Dios, que promete; Dios es fiel dando lo que promete al hombre»

“Fe es creer en lo que no se ve; y la recompensa es ver lo que uno cree”.

Joseph Ratzinger La somnolencia de los discípulos sigue siendo a lo largo de los siglos una ocasión favorable para el poder del mal. Jesús de Nazaret: Un alma dormida da poder al maligno.

S. Teresa de Jesús, Espera, espera, que no sabes cuándo vendrá el día ni la hora. Vela con cuidado, que todo se pasa con brevedad, aunque tu deseo hace lo cierto dudoso, y el tiempo breve largo. Mira que mientras más peleares, más mostrarás el amor que tienes a tu Dios y más te gozarás con tu Amado con gozo y deleite que no puede tener fin (excl. 15,3).

Si uno persevera, Dios no se niega a nadie.

San Juan Crisóstomo, sobre san Mateo. Su llegada es totalmente cierta. ¿Por qué, pues, no permaneces en tu puesto? Homilía 77

SS. Francisco Los cristianos están llamados a ser hombres y mujeres de esperanza, unidos por la certeza de un Dios que no abandona.

«¿Cómo espero a Jesús?». Pero sobre todo: «¿Espero o no espero» a Jesús? Muchas veces, en efecto, también nosotros cristianos «nos comportamos como paganos» y «vivimos como si nada debiera suceder». Tenemos que estar atentos a no ser como el «egoísta pagano», que actúa como si él mismo «fuera un dios» y piensa: «yo me las apaño solo». Quien actúa de esta manera «acaba mal, termina sin nombre, sin cercanía, sin ciudadanía». En cambio, cada uno de nosotros se debe preguntar: «¿Creo en esta esperanza de que Él vendrá?». Y aún más «¿Tengo el corazón abierto, para sentir el ruido cuando toca a la puerta, cuando abre la puerta?». Martes 21 de octubre de 2014

Patriarca Máximo IV en el Vaticano II. «Yo tampoco creo en el dios en que los ateos no creen»,

H. Bergson «la alegría es la señal inequívoca de que la vida triunfa»

Pedro Casaldáliga No basta ser creyente, hay que ser creíble.

Bertolt Brecht Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles

Martin Luther King Da el primer paso en la fe. No necesitas ver toda la escalera, sólo dar el primer paso.

Buda Gautama “La vigilancia y la lucidez son los senderos de la inmortalidad. Los que vigilan no mueren. La negligencia es el sendero de la muerte. Los negligentes son como si ya estuvieran muertos.”

CHISTE

Un diplomático, en su visita al Vaticano, vio en la mesa del Papa un teléfono de oro, línea directa para hablar con Dios.

¿Cuánto cuesta la llamada? Preguntó curioso.

“Medio millón de euros”, le contestaron.

Desanimado y triste renunció a la conversación con el Altísimo.

Semanas más tarde ya en su país fue a visitar a su párroco y vio en la mesa otro teléfono de oro.

¿Cuánto cuesta la llamada a Dios desde este teléfono? Preguntó sorprendido

“15 céntimos” le contestó el párroco entre risas.

¿Y cómo es que en el Vaticano cuesta medio millón de dólares?

El párroco le dijo: “es que desde aquí es una llamada local mientras que desde el Vaticano es una llamada al extranjero”.

Tomado de P. Félix Jiménez

ORACIÓN

Señor muy amado, haz que pueda verte hoy y cada día en la persona de tus enfermos y, cuidándolos, servirte. Si te escondes bajo la figura desagradable del colérico, del descontento, del arrogante, haces que todavía pueda reconocerte y decir: «Jesús, tú mi paciente, qué dulce es servirte».

Señor, dame esta fe que ve con claridad, y entonces mi tarea jamás será monótona, siempre me brotará la alegría cuando me preste a los caprichos y responda a los deseos de todos los pobres que sufren…

Mi Dios, ya que eres mi Jesús paciente, dígnate ser también para mí un Jesús de paciencia, indulgente con mis faltas y que tiene en cuenta la intención, porque es quererte y servirte, querer y servir a cada uno de tus enfermos. Señor, aumenta mi fe (Lc 17,5), bendice mis esfuerzos y mi tarea, ahora y para siempre.

Santa Teresa de Calcuta, “Algo bello para Dios”, p. 73.

CONTO

Cuentan que una madre empezó a meter miedo de la oscuridad a su hijo pequeño. El objetivo era que no llegara nunca tarde a casa. Con el tiempo, el niño fue incapaz de andar solo en la noche. Eso le impedía una serie de actividades que hacía muy difícil desarrollar su personalidad. Entonces la madre, fabricó un amuleto y dijo al niño: esto te protegerá de la oscuridad. El niño convencido, empezó a caminar en la noche sin ningún problema, confiando en el amuleto que llevaba colgado del cuello. ¡Sin comentario!

No debo confiar en un Dios externo sino en mi propio ser que tiene a Dios como fundamento y me proporciona posibilidades infinitas desde dentro de mí mismo. Esto es lo que significa: “vuestro Padre ha tenido a bien daros el Reino”. El dios araña que necesita chupar la sangre al ser humano no es el Dios de Jesús. El dios del que depende mi fututo, no es el Dios de Jesús. El dios que me colmará de favores cuando cumpla su santa voluntad, no es el Dios de Jesús. El Dios de Jesús es don total, incondicional e irrevocable.

Tomado de Fray Marcos.

HIMNO DE LA PERLA

Trata de un joven príncipe enviado por su padre de Oriente (Mesopotamia) a Egipto para recuperar una determinada perla que ha caído en manos de un cruel dragón que la custodia en su cueva. Llegado al lugar, el joven se deja descaminar; se sacia de un alimento se le habían preparado con engaño los habitantes del sitio y que le hace caer en un profundo e inacabable sueño. El padre, alarmado por el prolongamiento de la espera y por el silencio, envía, como mensajera, un águila que lleva una carta escrita de su puño y letra. Cuando el águila sobrevuela al joven, la carta del padre se transforma en un grito que dice: «¡Despiértate, acuérdate de quién eres, recuerda qué has ido a hacer a Egipto y adónde debes regresar!». El príncipe se despierta, recupera el conocimiento, lucha y vence al dragón y, con la perla reconquistada, vuelve al reino donde se ha preparado para él un gran banquete.

(se remonta a la literatura de Oriente Medio del siglo I o II d.C. y que se nos ha transmitido por el apócrifo Hechos de Tomás).

Tomado de Rainiero Cantalamessa

Cuentan que un joven, cuando el telégrafo era el único medio de comunicación para largas distancias, se enteró por la prensa que se ofrecía un trabajo como operador del sistema Morse.

Se dirigió a la dirección indicada y la recepcionista le entregó un formulario para rellenar y le dijo que esperara hasta que le llamaran para ser entrevistado. El joven rellenó el formulario y se sentó junto a los otros siete solicitantes que esperaban en la antesala.

Después de unos minutos el joven se levantó y entró en la oficina. Los otros siete se quedaron sorprendidos y se preguntaban por qué había entrado sin ser llamado y pensaron que sería reprendido y descalificado.

Pocos minutos después el joven salió acompañado por el entrevistador que dijo a los otros siete solicitantes: “Gracias por venir pero el trabajo ya ha sido concedido a este joven”.

No es justo, éste llegó el último y nosotros ni siquiera hemos sido entrevistados, no lo entendemos, dijeron los siete.

Durante el tiempo que han estado sentados el telégrafo ha estado tecleando en Morse el siguiente mensaje: “Si usted entiende este mensaje, entre inmediatamente. El trabajo es suyo”. Ninguno de ustedes lo oyó ni lo entendió. Este joven lo escuchó y lo entendió y el trabajo es suyo”.

Tomado de P. Félix Jiménez

ILUMINACION

Hablando de lo que es la iluminación, Anthony de Mello dice lo siguiente: “Es como un vagabundo de Londres que se estaba acomodando para pasar la noche. A duras penas había conseguido un pedazo de pan para comer. Entonces llegó a un malecón junto al río Támesis. Estaba lloviznando, y se envolvió en su viejo abrigo. Ya iba a dormirse cuando de repente se acercó un Rolls-Royce manejado por un conductor. Una hermosa joven descendió del automóvil y le dijo: – Mi pobre hombre, ¿va a pasar la noche en este malecón? – Sí, le contestó el vagabundo. – No lo permitiré, le dijo ella. – Usted se viene conmigo a mi casa y va a pasar la noche cómodamente y a tomar una buena cena. La joven insistió en que subiera al automóvil. De modo que salieron de Londres y llegaron a un lugar en donde ella tenía una gran mansión con amplios jardines. Los recibió el mayordomo, a quien la joven le dijo: “Jaime, cerciórese de que a este hombre lo lleven a las habitaciones de los sirvientes y lo traten bien”. Y Jaime obró como le dijo ella. La joven se había preparado para dormir y estaba a punto de acostarse cuando recordó a su huésped. Entonces se puso algo encima y fue hasta las habitaciones de los sirvientes. Vio una rendija de luz en la habitación en la que acomodaron al vagabundo. Llamó suavemente a la puerta, la cual abrió, y encontró al hombre despierto. Le dijo: – ¿Qué sucede, buen hombre, no le dieron una buena cena? – Nunca había comido tan bien en mi vida, señora, le contestó el vagabundo. – ¿Está usted bien caliente? – Sí, la cama es hermosa y está tibia. – Tal vez usted necesita compañía, le dice ella. – Córrase un poquito. Se le acercó, y él se movió hacia un lado, y cayó directo al Támesis…

Eso es la iluminación. Estar despiertos. Vivimos muchas veces sumidos en nuestros sueños y olvidamos la bella y cruda realidad. Quisiéramos que las cosas fueran distintas, que los problemas no existieran, que los conflictos se resolvieran de una vez y para siempre. Pero este tipo de vida hace que no seamos capaces de reconocer el paso de Dios por nuestras vidas. Por esto hay que mantenerse despiertos. Esto es lo que quería decir el Señor cuando le dice a sus discípulos: “Sean como criados que están esperando a que su amo regrese de un banquete de bodas, preparados y con las lámparas encendidas, listos para abrirle la puerta tan pronto como llegue y toque. Dichosos los criados a quienes su amo, al llegar, encuentre despiertos. Les aseguro que el amo mismo los hará sentarse a la mesa y se dispondrá a servirles la comida. Dichosos ellos, si los encuentra despiertos, aunque llegue a la medianoche o de madrugada”.

Tomado de JESUITAS CPAL

ANÉCDOTA

Luis XIV de Francia se lanzó a la empresa de edificar un palacio en Versalles. Llamó a los mejores artistas y jardineros, y gastó medios sin tasa. Cuando queremos decir lujo y magnificencia, muchas veces pronunciamos el calificativo de “versallesco”. Cuentan que el Rey Sol antes de morir, al ver las dificultades económicas en las que andaba, dijo apenado: He amado demasiado la construcción. Causa tristeza ver a tantos cristianos que se dejan encandilar por el lujo y las riquezas. Donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. ¡Qué pena tener puesto el corazón en cosas perecederas!

Tomado de Anécdotas y catequesis

Se cuenta que a la pregunta: «¿Qué harías si supieras que dentro de poco vas a morir?», dirigida a quemarropa a San Luis Gonzaga mientras jugaba con sus compañeros, el santo respondió: «¡Seguiría jugando!».

Tomado de Rainiero Cantalamessa

James Irwin, comandante del Apolo 15, dijo que nunca antes se había sentido tan cerca de Dios como durante su vuelo al espacio. Añadió que mientras andaba por la luna un pensamiento surgió en su mente acerca de que aquel estaba siendo el más grande evento en la historia del mundo, ¡el hombre andando en la luna!

Pero aconteció que el Señor le habló diciéndole: «Yo hice algo más grande que eso, anduve en la tierra.»

Tomado de 501 ILUSTRACIONES

POESÍA

Yo, ¿para qué nací? Para salvarme.

Que tengo que morir, es infalible.

Dejar de ver a Dios y condenarme,

triste cosa será pero posible.

¡Posible! ¿Y río, y duermo, y quiero holgarme?

¡Posible! ¿Y tengo amor a lo visible?

¿Qué hago? ¿En qué me ocupo? ¿En qué me encanto?

¡Loco debo de ser, pues no soy santo!

Poesía atribuida a Lope de Vega

VIGILANCIA.

Vigila tus PENSAMIENTOS, pues éstos se convierten en

PALABRAS

Vigila tus PALABRAS, pues éstas se convierten en

ACCIONES.

Vigila tus ACCIONES, pues éstas se convierten en

HÁBITOS

Vigila tus HÁBITOS, pues éstos conforman tu CARÁCTER,

Vigila tu CARÁCTER, pues éste se convierte en tu

DESTINO.

“este mundo es camino para el otro,

que es morada sin pesar

y cumple tener buen tino

para andar este camino

sin errar”.

Jorge Manrique (1440-1479), Coplas por la muerte de su padre

CANTO

EDITH STEIN, «Confía y ten calma» (2020)

Él vendrá y te salvará SEMINARIO PONTIFICIO

VIDEO

Jorge Bucay El PODER de la FE , Pide y se te dará

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