E Algo + no 17º Domingo do Tempo Ordinario – Ciclo C

CITA

«A Dios rogando y con el mazo dando «

A andar se aprende andando, a orar orando”

Catalina de Siena, Sí, yo sé que tú abres antes que llamemos porque es con la voluntad y el amor que tú les has dado que tus siervos golpean y te llaman, por tu honor y por la salvación de sus almas. Diálogos: Padre de Misericordia. Capítulo 134.

Tomás de Aquino «La oración dominical es la más perfecta de las oraciones […] En ella, no sólo pedimos todo lo que podemos desear con rectitud, sino además según el orden en que conviene desearlo. De modo que esta oración no sólo nos enseña a pedir, sino que también llena toda nuestra afectividad» (Summa theologiae, 2-2, q. 83, a. 9).

Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2635 Interceder, pedir en favor de otro, es, desde Abraham, lo propio de un corazón conforme a la misericordia de Dios. En el tiempo de la Iglesia, la intercesión cristiana participa de la de Cristo: es la expresión de la comunión de los santos. En la intercesión, el que ora busca no su propio interés sino el de los demás, hasta rogar por los que le hacen mal.

2761 «La oración dominical es en verdad el resumen de todo el Evangelio» (Tertuliano, or. 1).

S. Josemaría, Persevera en la oración. -Persevera, aunque tu labor parezca estéril. -La oración es siempre fecunda (Camino, n. 101).

«Basta reconocer la propia nada y abandonarse como un niño en los brazos de Dios.» (Santa Teresita del Niño Jesús)

«El Corazón de Jesús tendrá tanto cuidado de ustedes en la medida en que se confíen y abandonen en Él» (Santa Margarita María de Alacoque)

«Debemos desconfiar de nuestra propia fuerza y confiar infinitamente en Dios. ¡No nos desanimemos nunca y no dudemos jamás de la victoria!» (San Francisco Xavier)

Madre Maravillas de Jesús Señor, cuando Tú quieras, como Tú quieras, lo que Tú quieras; eso es lo único que queremos y deseamos.

Es una felicidad el estar colgados de la providencia del Señor y ver con qué delicadísimo amor lo prepara Él todo.

Beato Rafael Arnáiz No desear, no buscar, no pedir…, solamente amar a Dios y entregarse en sus manos como un niño pequeño.

George Chevrot No estropeemos la flor abriéndola con los dedos. La flor se abrirá y el fruto madurará en la estación y en la hora que sólo Dios sabe. A nosotros nos toca sembrar, regar… y esperar”.

Fray Luís de León «Jamás Dios abandona a los suyos»

Rafael Arnáiz El único camino es la espera en los brazos de Dios.

San Agustín «Dios no manda cosas imposibles, sino que, al mandar, te enseña a que hagas cuanto puedes, y a que pidas lo que no puedes».

Santo Cura de Ars Importunad al buen Dios

CHISTE

Llegan representantes del Kentucky Fried Chicken al Vaticano para entrevistarse con el Papa y le dicen:

Santo Padre, le ofrecemos diez mil millones de dólares si firma un contrato para cambiar el Padre Nuestro, para que en lugar de decir….danos hoy el pan nuestro de cada día…diga danos hoy el pollo nuestro de cada día

El Papa indignado les dice que eso no es posible, que no se puede hacer publicidad con las cosas del Señor. Los del Kentucky le ofrecen el doble… pero el Papa insiste que eso no es posible. Los del KFC siguen incrementando la oferta hasta llegar hasta los CIEN mil millones de dólares y agregan:

Es una gran oportunidad Santo Padre, imagínese las obras buenas que podrían hacer con ese dinero y lo único que tiene que hacer es cambiar el Padre Nuestro para que diga: ….danos hoy el pollo nuestro de cada día…

El Papa un poco turbado abandona la sala de la entrevista para dirigirse a su despacho privado, en donde toma el teléfono rojo que lo comunica al Cielo:

San Pedro, me puedes pasar al Patrón?

El Señor esta ocupado, que necesitas?

Me podrías verificar cuando se nos vence el contrato con Bimbo?

ORACIÓN

Padre mío, me abandono a Ti.

Haz de mí lo que quieras.

Lo que hagas de mí te lo agradezco,

estoy dispuesto a todo,

lo acepto todo.

Con tal que Tu voluntad se haga en mí

y en todas tus criaturas,

no deseo nada más, Dios mío.

Pongo mi vida en Tus manos.

Te la doy, Dios mío,

con todo el amor de mi corazón,

porque te amo,

y porque para mí amarte es darme,

entregarme en Tus manos sin medida,

con infinita confianza,

porque Tu eres mi Padre.

Carlos de Foucauld

GRATITUD DE DIOS

Hoy le oí decir a Dios una palabra. Y pensé que me estaba tomando el pelo. Me rasqué la cabeza, porque la palabra que me dijo fue: “Gracias, amor mío, gracias”.

“Gracias, ¿por qué?”. Me puse a pensar y pensar, y le dije a él que me explicara.

“Gracias por todo lo que eres para Mí, lo mismo bajo el sol que bajo la lluvia.

Gracias por aceptar mi amor ilimitado, gracias por confiar en Mí.

Gracias por aceptar mis cuidados infinitos, cuando es difícil verlos.

Gracias por descargar sobre Mí tus aflicciones, tus errores y todo lo demás.

Gracias por prescindir de tu pasado, y por creer que Yo me encargaré de todo.

Gracias por advertir los dones que te ha dado, gracias por estar un rato conmigo.

Gracias por volverte, de vez en cuando, a ofrecer una sonrisa a tus compañeros.

Y, mientras Yo me preocupo, muchas gracias Por dejar en mis manos tu futuro…”

Joan Metzer

ONCE PETICIONES DESOÍDAS

Yo había pedido a Dios poder para ser amado… y me he encontrado con el amor para no necesitar ser poderoso.

Yo había pedido a Dios la salud para hacer grandes cosas… y me he encontrado con la enfermedad para hacerme grande.

Yo había pedido la riqueza para ser feliz… y me encontrado con la felicidad para poder vivir la pobreza.

Yo le había pedido a Dios leyes para dominar a los otros… y me he encontrado libertad para liberarlos.

Yo le había pedido a Dios admiradores para estar rodeado de gente… y me he encontrado amigos para no estar solo.

Yo le había pedido a Dios ideas para convencer… y me he encontrado espacio para convivir.

Yo le había pedido dinero para comprar cosas… y me he encontrado personas para compartir mi dinero.

Yo le había pedido milagros para creer… y Él me ha dado fe para hacer milagros.

Yo le había pedido una religión para ganarme el cielo…El me ha dado su Hijo para acompañarme por la tierra.

Yo le había pedido de todo para gozar en la vida… Él me ha dado la vida para que goce de todo.

Yo le había pedido ser un dios… Él quiso hacerme hombre.

(José Mª García Monge)

ENSÉÑAME

Enséñame, Padre, a no confiar en mí mismo, sino a esperarlo todo de tu bondad incansable.

Que la tristeza de vivir, tantas veces en desacuerdo con tu voluntad, no me hunda.

Que, más bien, tu misericordia envuelva toda mi

vida y la haga fecunda.

Martín Lutero

CONTO

LA SILLA VACÍA

La hija de un hombre le pidió al sacerdote que fuera a su casa a hacer una oración para su padre que estaba muy enfermo. Cuando el sacerdote llegó a la habitación del enfermo, encontró a este hombre en su cama con la cabeza alzada por un par de almohadas. Había una silla al lado de su cama, por lo que el sacerdote asumió que el hombre sabía que vendría a verlo.

[La silla con pipa de Vicent van Gogh]»Supongo que me estaba esperando», le dijo. «No, ¿quién es usted?», dijo el hombre. «Soy el sacerdote que su hija llamó para que orase con usted, cuando vi la silla vacía al lado de su cama supuse que usted sabía que yo estaba viniendo a verlo»

«Oh sí, la silla», dijo el hombre enfermo, «¿Le importa cerrar la puerta?» El sacerdote sorprendido la cerró.

«Nunca le he dicho esto a nadie, pero… toda mi vida la he pasado sin saber como orar. Cuando he estado en la iglesia he escuchado siempre al respecto de la oración, que se debe orar y los beneficios que trae, etc., pero siempre esto de las oraciones me entró por un oído y salió por el otro pues no tengo idea de cómo hacerlo. Entonces hace mucho tiempo abandoné por completo la oración. Esto ha sido así en mi hasta hace unos cuatro años, cuando conversando con mi mejor amigo me dijo: «José, esto de la oración es simplemente tener una conversación con Jesús. Así es como te sugiero que lo hagas… te sientas en una silla y colocas otra silla vacía enfrente de ti, luego con fe miras a Jesús sentado delante de ti. No es algo alocado hacerlo pues Él nos dijo: «Yo estaré siempre con ustedes.» Por lo tanto, le hablas y lo escuchas, de la misma manera como lo estás haciendo conmigo ahora mismo»

«Así lo hice una vez y me gustó tanto que lo he seguido haciendo unas dos horas diarias desde entonces. Siempre tengo mucho cuidado que no me vaya a ver mi hija pues me internaría de inmediato en la casa de los locos».

El sacerdote sintió una gran emoción al escuchar esto y le dijo a José que era muy bueno lo que había estado haciendo y que no cesara de hacerlo. Luego hizo una oración con él, le extendió una bendición, los santos óleos y se fue a su parroquia.

Dos días después, la hija de José llamó al sacerdote para decirle que su padre había fallecido. El sacerdote le preguntó:

-¿Falleció en paz?

-Sí, cuando salí de la casa a eso de las dos de la tarde me llamó y fui a verlo a su cama, me dijo lo mucho que me quería y me dio un beso. Cuando regresé de hacer compras una hora mas tarde, ya lo encontré muerto. Pero hay algo extraño al respecto de su muerte, pues aparentemente justo antes de morir se acercó a la silla que estaba al lado de su cama y recostó su cabeza en ella, pues así lo encontré. ¿Que cree usted que pueda significar esto?»

El sacerdote se secó las lágrimas de emoción y le respondió:

– «Ojalá que todos nos pudiésemos ir de esa manera».

Tomado de https://www.devocionario.com

Un hombre soñó que era llevado al cielo. Deambulaba por el cielo cuando se encontró con Jesucristo que le invitó a asomarse y contemplar lo que pasaba en la tierra.

Vio una iglesia donde se celebraba la misa del domingo.

El organista tocaba entusiasmado y sus dedos se movían con gran agilidad y las teclas subían y bajaban, pero no podía oír ningún sonido.

Veía el grupo de cantores, bocas abiertas, pronunciando todas las palabras, pero no podía oír ningún sonido.

Veía al sacerdote y a los fieles que se levantaban y se sentaban y abrían sus bocas para recitar las oraciones, pero no podía oír ningún sonido.

Asombrado, se dirigió a Jesús y le preguntó por qué no podía oír nada. Jesús le contestó: «Tienes que entender que si no oran y cantan con sus corazones aquí no podemos oírles».

Tomado de P. Félix Jiménez

HACERLE UN SITIO A DIOS

Me levanté temprano una mañana, y me lancé a aprovechar el día. Tenía tantas cosas que hacer, que no tuve tiempo para rezar. Se me amontonaron los problemas y todo se me volvía cada vez más difícil.

“¿Por qué no me ayuda Dios?”, me preguntaba.

Y Él me respondió: “No me lo has pedido”.

Quería sentir la alegría y la belleza, pero el día continuó triste y sombrío. Me pregunté por qué Dios no me las había dado.

Y Él me dijo: “Es que no me lo has pedido”.

Intenté abrirme paso hasta la presencia de Dios, y probé todas mis llaves en la cerradura.

Y Dios me dijo suave y amorosamente: “Hijo mío, no has llamado a la puerta”.

Pero esta mañana me levanté temprano y me tomé una pausa antes de afrontar el día. Tenía tantas cosas que hacer, que tuve que tomarme tiempo para orar.

Cuentan que el capitán de un barco de vela, ya en alta mar, mandó subir al palo mayor a un joven grumete. Una vez arriba, el muchacho miró triunfante hacia la cubierta… y la vio tan pequeña y con el balanceo del barco, empezó a tener miedo…

De pronto el capitán percibió que el muchacho podía desvanecerse y caer sobre la cubierta o bien en el mar y le gritó:

«¡Muchacho, mira hacia arriba!»

El joven grumete, instintivamente, miró hacia el firmamento y se encontró con aquel cielo que él conocía. El capitán le gritó de nuevo:

«Baja poco a poco, pero no dejes de mirar hacia arriba»

Tomado de P. Juan Jáuregui Castelo

ANÉCDOTA

SANTA MÓNICA

Cuando San Agustín era aún pagano, llevaba una vida muy disoluta. Se portaba muy mal. Su madre era cristiana. Ella sufría mucho. Rezaba todos los días pidiendo a Dios que su hijo se convirtiese, se haga cristiano y deje de llevar una vida tan mala. Un día se confió a San Ambrosio que era entonces obispo de Milán. Éste le dijo: «Ten paciencia, un hijo de tantas lágrimas no puede perderse». A los 30 años San Agustín de repente se convirtió, se hizo monje y más tarde fue obispo de una ciudad de África del Norte donde hizo mucho bien y escribió muchos libros que aún hoy son muy importantes para la Iglesia.

Tomado de MSC

Un famoso actor en los tiempos dorados de Hollywood Kirk Douglas, deseaba el papel principal en una película que se iba a rodar y fue a pedirlo. Pero no se lo dieron, se lo dieron a Rex Harrison. Aquella película resultó un “tostón”. Entonces Kirk dijo: “Da gracias a Dios por no concederte todo lo que le pides. Dios tiene sentido del humor. A veces mira para abajo y se ríe”.

Una venerable tradición dice que Jesús enseñó por segunda vez la oración del «Padrenuestro» en la ladera occidental del monte Olivete, sobre el Huerto de Getsemaní. Levántase allí, edificada sobre las ruinas de una iglesia que se remontaba más allá del siglo VII, un bello templo llamado del Paternoster, en cuyos claustros se halla reproducida la oración dominical, en cuadros simétricos de ladrillo barnizado, en gran número de lenguas de todas las partes del mundo. Es un hermoso homenaje a la sublime plegaria y al Hombre-Dios que nos la enseñó. Los últimos terremotos, año 1927, dejaron la iglesia en estado ruinoso.

Tomado de Isidro Gomá y Tomás El Evangelio Explicado: El Padre Nuestro , Vol. 1, Acervo, Barcelona, 1966 pp. 526-529

Ningún pecado, aunque sea un abismo de corrupción, agotará mi Misericordia. Aunque el alma sea como un cadáver en plena putrefacción, y no tenga humanamente ningún remedio, ante Dios sí lo tiene, le fue revelado a santa Faustina Kowalska por Nuestro Señor.

En las primeras comunidades cristianas, el Padre nuestro pertenecía un tanto al secreto de las comunidades. Y que sólo se enseñaba cuando el catecúmeno había profundizado en su experiencia de fe. Es que sin una verdadera fe no se puede rezar el Padre nuestro, porque implica descubrir primero al Dios de Jesús, al Dios revelado por Jesús, que es el Dios Padre.

Tomado de P. Juan Jáuregui Castelo

POEMA

EL HOMBRE QUE HACÍA MILAGROS

Se llamaba Jesús, y su mochila iba cargada siempre de milagros.

Milagros terrenales del amor que tenía a sus hermanos.

Los repartía a manos llenas entre los más necesitados.

Señor Jesús, escucha mi plegaria: soy un sin techo desahuciado.

Te ruego pan del cielo para el alma como tantos entonces te rogaron.

En Lucas pides pan para mañana: lo necesitan los desheredados.

Yo te suplico me lo des hoy mismo como tú mismo prometiste darnos.

¡¡Hay mucho pan en tu mochila, Nuestro Señor de los Desamparados!!

Vicente Martínez Evangélico Cuarteto

CANTO

Pide y se te dará – Hermana Glenda

Esperar en ti – Jesús Adrián Romero

No Desmayes – Marco Barrientos

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