CITA
Si persigues dos conejos, ambos se escaparán (Anónimo)
San Agustín, «No andes por fuera. No te desparrames. Adéntrate en la intimidad. La verdad reside en el hombre interior».
San Ambrosio, El ejemplo de Marta y María nos demuestra en las obras de una la dedicación activa y en la otra la atención piadosa del corazón a la palabra de Dios. Si esta atención está unida a una fe profunda, es preferible a las obras mismas: “María ha escogido la mejor parte y no se le quitará”. Comentario al evangelio de Lucas, 7, 85-86; SC 52)
Santa Isabel de la Trinidad, “Vuestra fuerza está en el silencio”
¡Toda la Trinidad habita en el alma que la ama de verdad, es decir, observando su palabra!… Retiro: Unirse a Dios a través del silencio.
Santa Teresa: «no es otra cosa oración mental, a mi parecer, sino tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama» (vida 8).
S. Juan Pablo II Tratemos de llevar a nuestra vida diaria esta lección del Evangelio de San Lucas. Que ninguna otra palabra, venga de donde venga, nos distraiga de nuestra adhesión de fe y de amor al Señor Jesús. Extraigamos de su voz la fuerza necesaria para afrontar y superar todas las dificultades que se interponen en nuestro camino. Para hacerlo así, acojámoslo en nuestra casa, como lo hicieron Marta y María, y reconozcámosle el puesto de honor que le corresponde. De su presencia y de su disponibilidad nace y se consolida el sentido de nuestra existencia, y dimana la alegría que siempre necesitamos para hacer más llevadero el camino de la vida.(Homilía en la Misa a los empleados de las villas pontificias en Castelgandolfo el día 17 de julio de 1983)
Madre Teresa, “Haz de tu casa un lugar permanente de acogida, haz de tu hogar un lugar de perdón y de paz. Invita a tu mesa. El espíritu resaltará más en la sencillez que en la abundancia de alimentos”.
Benedicto XVI La palabra de Cristo es clarísima: ningún desprecio por la vida activa, ni mucho menos por la generosa hospitalidad; sino una llamada clara al hecho de que lo único verdaderamente necesario es otra cosa: escuchar la Palabra del Señor; y el Señor en aquel momento está allí, ¡presente en la Persona de Jesús! Todo lo demás pasará y se nos quitará, pero la Palabra de Dios es eterna y da sentido a nuestra actividad cotidiana. (Ángelus, Palacio Apostólico de Castelgandolfo, Domingo 18 de julio de 2010)
Papa Francisco “¿Qué quiere decir Jesús? ¿Cuál es esa sola cosa que necesitamos? Ante todo es importante comprender que no se trata de la contraposición entre dos actitudes: la escucha de la Palabra del Señor, la contemplación, y el servicio concreto al prójimo. No son dos actitudes contrapuestas, sino, al contrario, son dos aspectos, ambos esenciales para nuestra vida cristiana; aspectos que nunca se han de separar, sino vivir en profunda unidad y armonía”
Padre Arnaldo Bazan El huésped es el que se hospeda, pero la hospitalidad la ejerce quien abre su puerta a otros.
CHISTE
UNA LECCIÓN DE HOSPITALIDAD
Los extraterrestres del espacio exterior visitaron la Tierra. Vinieron en paz y sorprendentemente, con su tecnología avanzada, pudieron comunicarse en cualquier idioma que había en el mundo. Obviamente, todos los jefes de gobierno y líderes religiosos querían hablar con los extraterrestres, por lo que organizaron una reunión con los visitantes a la tierra. Los líderes se turnaron para hacer preguntas y cuando el Papa tuvo la oportunidad les preguntó: «¿Conocen ustedes a nuestro Señor y Salvador Jesucristo?»
«¿Refiere usted a JC?», le respondió el extraterrestre. «¡Sí, lo conocemos! Es el mejor. Nos visita todos los años solo para asegurarse de que lo estamos haciendo bien».
Incrédulo, el Papa prosiguió con otra pregunta: «¿Él les visita todos los años? ¡Han pasado más de dos milenios y todavía estamos esperando su segunda venida!»
El extraterrestre vio que el Papa se había puesto inquieto ante este hecho y empezó a intentar racionalizar: «¿Quizás le gustaba más nuestro chocolate que el suyo?»
El papa le respondió: «¿Chocolates? ¿De qué está hablando? ¿Qué tienen que ver los chocolates con algo?»
El extraterrestre le contestó: «¡Cuando Jesús visitó nuestro planeta por primera vez, naturalmente, le dimos regalos y cuando Él se marchó al Cielo, le dimos una caja enorme de bombones! ¿Por qué? ¿Qué hicieron ustedes?»
ORACIÓN
Aquí estoy, otra vez, Señor,
en este lugar de encuentro
tan tuyo,
tan mío,
tan nuestro.
Abre tus brazos,
y acógeme.
Tómame y toma este rato;
y que el viento se lleve
los días locos, huérfanos y tristes
que pasé sola, sin ti,
vagando,
persiguiendo,
probando…
y que no me llevaron a ninguna parte.
Déjame estar contigo,
sin etiquetas,
sin normas,
tranquila;
escuchando tus palabras
en silencio,
gustando tu presencia en mis vacíos.
Déjame estar contigo,
sentada a tus pies,
mirando tus ojos,
soñando tus sueños,
recostada en tu regazo,
respirando al unísono,
sintiendo tus abrazos..
Y mientras tanto…
¡acoge mis oscuros secretos
y enciéndelos,
hasta acrisolarlos
o consumirlos en tu fuego!
¡Déjame estar contigo!
Florentino Ulibarri
«Tarde o temprano
te has de encontrar.
No sigas siendo un extraño
en tu heredad.
Vuélcate sobre ti mismo,
abierto de par en par.
Sólo el que sabe enfrentarse
descubrirá la verdad.
Solamente el que se acepta
acogerá a los demás.
Sólo encuentra al Dios oculto
el que se sabe buscar»
Pedro Casaldáliga
POEMA
Un tiempo vendrá
en el que, con gran alegría,
te saludarás a ti mismo,
al tú que llega a tu puerta,
al que ves en tu espejo
y cada uno sonreirá a la bienvenida del otro,
y dirá, siéntate aquí. Come.
Seguirás amando al extraño que fuiste tú mismo.
Ofrece vino, Ofrece pan. Devuelve tu amor
a ti mismo, al extraño que te amó
toda tu vida, a quien no has conocido
para conocer a otro corazón
que te conoce de memoria.
Recoge las cartas del escritorio,
las fotografías, las desesperadas líneas,
despega tu imagen del espejo.
Siéntate. Celebra tu vida.
(Derek Walkott)
CONTO
Érase una vez un padre de familia que intentaba leer el periódico después de un largo día de trabajo. A cada instante era importunado por sus hijos. Uno le pedía dinero para ir a comprarse un helado. Otro se le acercaba llorando, se había hecho daño en el pie y quería que un beso lo curara. El mayor le pedía que le ayudara a resolver un problema de matemáticas. Finalmente el más pequeño entró corriendo en la sala en busca del buen padre. Éste le preguntó cansado: «¿y tú que quieres?» El pequeño le contestó: «Papá, yo no quiero nada. Sólo quiero que me cojas en tus brazos».
NO ESTABAS
Cuentan que se murió una persona y, muy confiada, caminó hacia el cielo para entrar por que había hecho muchas obras buenas. Cuando llegó al trono de Jesús éste le preguntó: «Alma, ¿quien eres? ¡No te conozco!» Contestó el alma: «Pero Señor, yo he hecho tantas cosas buenas por tu reino. Los lunes ayudaba en la clínica, los martes en el orfanato, el miércoles en la Cruz Roja, el jueves en la colecta pública, el viernes a los pobres y el sábado en la parroquia. ¿Y no me conoces?» Le dijo el Señor: «Cada vez cuando quería visitarte, no estabas».
LOS DOS REMOS
Cuentan que un monje quería aprender de San Benito como hacer bien las cosas. San Benito lo llevó a un lago, le hizo subir a un bote y le dio un remo en el cual estaba escrito «Labora». El monje comenzó a remar y el bote dio vuelta y vuelta y vuelta y no avanzaba. San Benito le dio otro remo que llevaba escrito «Ora» y le quitó el anterior. El monje remaba por el otro lado pero el bote solo dio vueltas y vueltas ahora en el sentido contrario. San Benito le dio los dos remos, el monje comenzó a remar y el bote avanzó tranquilamente.
ANÉCDOTA
HOSPITALIDAD
La ley de hospitalidad es una de las normas fundamentales del código del desierto. El hombre que recorre estepas interminables sin una gota de agua ni poblados donde comprar provisiones, está expuesto a la muerte por sed o inanición. Cuando llega a un campamento de beduinos o de pastores no es un intruso ni un enemigo. Es un huésped digno de atención y respeto, que puede gozar de la hospitalidad durante tres días; cuando se marcha, se le debe protección durante otros tres días (unos 100 kilómetros). Esta ley de hospitalidad es la que pone en práctica Abrahán.
Tomado de J.L.Sicre
“Sabed que siempre que vengáis a Roma encontraréis un amigo que os espera con una habitación con la luz encendida y un pan fresco en la mesa” (dijo S. Juan XXIII a sus feligreses de Venecia cuando fue elegido Papa).
CANTO
Athenas – Marta y María (Quiero Estar a Tus Pies)
A sus pies. Jesus A. Romero