CITAS
«Yo vengo de ver, Antón, un niño en pobrezas tales, que le di para pañales, las telas del corazón».
Alma, buscarte has en Mí,
y a Mí buscarme has en ti.
Santa Teresa de Ávila
Hipólito de Roma: «Nosotros sabemos que el Verbo se hizo hombre, de nuestra misma pasta (hombre ¡como nosotros somos hombres!)».
San Agustín, “más dentro de ti mismo que lo más íntimo de ti mismo”
San Ambrosio Nadie busca a Cristo perezosamente ().
Guillermo de Saint-Thierry, Sí, tú nos has amado primero para que nosotros te amemos. La contemplación de Dios, 10 .
Juan Taulero, dominico en Estrasburgo “Cuando un silencio profundo envolvía el universo y la noche llegaba a la mitad de su carrera, la Palabra del Todopoderoso bajó del cielo…” (Sap 18,14-15) Hoy se trata de esta Palabra… ¿Cuál es el lugar donde Dios viene a pronunciar su palabra y a engendrar a su Hijo? El corazón en donde se tiene que realizar este nacimiento tiene que ser puro, vivir una vida interior intensa, en unión profunda con Dios. Si no se dispersa hacia el exterior sino que se mantiene recogido, unido a Dios en lo más hondo de su ser, Dios lo elige para habitar en él.
¿Cómo cooperar a este nacimiento, esta inspiración misteriosa del Verbo? ¿Cómo merecer que se cumpla en nosotros? ¿Hay que prepararse por medio de imágenes y pensamientos sobre Dios? ¿Puede uno apresurar este nacimiento dentro de sí? Al contrario, ¿vale más vaciarse de todo pensamiento, de toda palabra, de toda acción y de toda imagen y estar ante Dios en el silencio total para dejar que él obre en nosotros?… La Palabra misma nos responde: “En medio del silencio me fue dirigida una palabra secreta…” (Jb 4,16)
¡Recógete, pues, si puedes, olvida todo en la oración, libérate de imágenes que se acumulan en tu interior! Cuanto más olvides todo lo demás, tanto más capaz eres de recibir esta Palabra tan misteriosa… ¡Huye de las actividades y de los pensamientos que te agitan porque te impiden la paz interior. Para que Dios hable por su Verbo dentro de nosotros, hace falta que estemos en paz y en silencio interiores. Entonces, nos puede dar a escuchar su Palabra. El hablará a sí mismo en nosotros. Sermón para Navidad.
Ángelus Silesius: “Aunque Cristo nazca mil veces en Belén,
mientras no nazca en tu corazón, estarás perdido para el más
allá: habrás nacido en vano”.
Eckhart Dios será siempre un Niño que yo tengo que darle a luz.
San Juan de la Cruz Dios ha quedado como mudo, y no tiene más que hablar, porque lo que hablaba antes en parte a los Profetas ya lo ha hablado en Él todo, dándonos al Todo, que es su Hijo ().
S.S. Juan Pablo II Os ruego hermanos y hermanas, habitantes de la urbe y orbe, que meditéis hoy sobre el nacimiento, en el establo de Belén, del Hijo eternamente nacido.
¿Por qué nace de la Virgen el que es eternamente nacido del Padre, Dios de Dios, Luz de luz?
¿Por qué en la noche en que nació de María Virgen, no había sitio para ellos en el mesón?
¿Por qué los suyos no le recibieron?
¿Por qué el mundo no le ha reconocido?
«Vino a los suyos y los suyos no le recibieron» (Jn 1,11). Y sin embargo Él nos recibió a todos nosotros ya desde su mismo nacimiento, y abrazó a cada uno de nosotros con el amor eterno del Padre, con el amor que salva al hombre, que rescata del pecado la conciencia humana: en Él tenemos la reconciliación y la remisión de los pecados. Mensaje de Navidad «Urbi et Orbi» (25-XII-1981)
Benedicto XVI «San Agustín ha interpretado el significado del pesebre con un razonamiento que en un primer momento parece casi impertinente, pero que, examinado con más atención, contiene en cambio una profunda verdad. El pesebre es donde los animales encuentran su alimento. Sin embargo, ahora yace en el pesebre quien se ha indicado a sí mismo como el verdadero pan bajado del cielo, como el verdadero alimento que el hombre necesita para ser persona humana. Es el alimento que da al hombre la vida verdadera, la vida eterna. El pesebre se convierte de este modo en una referencia a la mesa de Dios, a la que el hombre está invitado para recibir el pan de Dios. En la pobreza del nacimiento de Jesús se perfila la gran realidad en la que se cumple de manera misteriosa la redención de los hombres» La infancia de Jesús…, p. 44.
Papa Francisco Jesús es Dios-con-nosotros, desde siempre y por siempre está con nosotros en los sufrimientos y en los dolores de la historia. La Navidad de Jesús es la manifestación de que Dios se ha puesto del lado del hombre “de una vez y para siempre”, para salvarnos, para levantarnos del polvo de nuestras miserias, de nuestras dificultades, de nuestros pecados ().
Fray Marcos Dios “es” encarnación. No pienses en lo que sucedió hace dos mil años, piensa en lo que está pasando dentro de ti en este instante.
Ortega y Gasset “si verdaderamente Dios se ha hecho hombre, ser hombre es la cosa más importante que existe
P. Juan Jáuregui Castelo”.Se ha dicho que los hombres podemos admirar y adorar las cosas grandes, pero que amarlas, lo que se dice amarlas, sólo podemos amar aquello que podemos abrazar.
Graham Greene “Dios es como el sol, que nos agrada cuando le vemos lo suficientemente de lejos como para aprovecharnos de su calorcillo, pero cuando está cerca huimos de él para evitar su quemadura”
CONTO
CUENTO DE NAVIDAD
Se dice que, cuando los pastores se alejaron y volvió la quietud, el Niño del pesebre levantó la cabeza y miró la puerta entreabierta. Un muchacho joven, tímido, estaba allí, temblando de vergüenza.
Acércate, le dijo Jesús, ¿por qué tienes miedo?
No me atrevo… no tengo nada para darte… nada; si tuviera algo mío, te lo daría…
Mira, dijo al niño, me gustaría que me hicieras tres regalos.
Con mucho gusto, dijo el muchacho, pero ¿qué?
El último de tus dibujos.
El chico, cohibido, enrojeció. Se acercó al pesebre y, para impedir que María y José le oyeran, murmuró algo al oído del Niño Jesús.
No puedo… mi dibujo es muy malo… ¡nadie quiere mirarlo!
Justamente, por eso yo lo quiero… Siempre tienes que ofrecerme lo que los demás rechazan y lo que no les gusta de ti. Además quisiera que me dieras tu plato.
Pero… ¡lo rompí esta mañana!, tartamudeo el chico.
Por eso lo quiero… Debes ofrecerme siempre lo que está quebrado en tu vida, yo quiero arreglarlo… Y ahora, insistió Jesús, repíteme la respuesta que le diste a tus padres cuando te preguntaron cómo habías roto el plato.
El rostro del muchacho se ensombreció; bajó la cabeza avergonzado y murmuró: les mentí… dije que el plato se me cayó de las manos, pero no era cierto… ¡Estaba enfadado y lo tiré con rabia!
Eso es lo que quería oírte decir, dijo Jesús. Dame siempre lo que hay de malo en tu vida, tus mentiras, tus calumnias, tus cobardías y tus crueldades. Yo voy a descargarte de ellas… No tienes necesidad de guardarlas… Quiero que seas feliz y voy a perdonarte tus faltas siempre.
Tomado de www.inpas/cl
CUENTO DE NAVIDAD
Hace tiempo que un viajero en una de sus vueltas por el mundo, llegó a una tierra, le llamó la atención la belleza de sus arroyos que cruzaban los campos, los sembrados. Habiendo caminado ya un rato, se encontró con la casas del pueblo, sencillas coloridas y con puertas abiertas de para en par. No podía creerlo…él venía de un lugar muy distinto.
Se fue acercando pero su sorpresa fue mayor cuando tres niños, hermanitos, salieron a recibirlo y lo invitaron a pasar. Los padres de los niños invitaron al viajero a quedarse con ellos unos días.
El viajero aprendió muchas cosas, por ejemplo a hornear el pan, trabajar la tierra, ordeñar las vacas, pero había una de la cual no podía descubrir el significado. Cada día y algunos días en varias ocasiones el papá la mamá y los hermanos se acercaban a una mesita donde habían colocado las figuras de María y José, un burrito marrón y una vaca. Despacito dejaban una pajita entre María y José. Con el correr de los días el colchoncito de pajitas iba aumentando y se hacía más mullido.
Cuando le llegó al viajero el momento de partir, la familia le entregó un pan calientito y frutas para el camino, lo abrazaron y lo despidieron. Ya se iba cuando dándose vuelta les dijo:- Una cosa quisiera llevarme de este hermoso momento. Por supuesto le contestaron ¿Qué más podemos darte para el camino?, y el viajero entonces preguntó- ¿Por qué iban dejando esas pajitas a los pies de María y José? Ellos sonrieron y el niño más pequeño respondió: Cada vez que hacemos algo con amor, buscamos una pajita y la llevamos al pesebre. Y así vamos preparando para que cuando llegue el niño Jesús, María tenga un lugar para recostarlo. Si amamos poco, el colchón va a ser un colchón delgado y por lo mismo frío, pero si amamos mucho, Jesús va a estar más cómodo y calientito.
El viajero parecía comprenderlo todo. Sintió ganas de quedarse con esa familia hasta la Nochebuena, pero una voz adentro suyo lo invitó a llevar por otros pueblos lo que había conocido tanto de nuevas labores, como de los corazones sencillos tan llenos de amor, como los de esa familia.
Nos comenzamos a preparar para celebrar una gran fiesta… Así como los niños se llenan de ilusión, preparemos el pesebre pajita a pajita llenándolo de todo lo que hacemos con el corazón, para que Jesús al nacer sienta que nuestros brazos lo confortan en el pesebre.
ANÉCDOTAS
LA PUERTA DE BELÉN.
Hay en la basílica de Belén una puerta –la única de acceso al templo- que se ha convertido en todo un símbolo:
Durante el tiempo de las Cruzadas no era infrecuente que los soldados musulmanes irrumpiesen en el templo con sus caballos acometiendo a fieles y sacerdotes. Se tapió la gran puerta para impedirlo y se dejó como única entrada un portillo de poco más de un metro de altura. Aún hoy hay que entrar a la iglesia por esa puerta, agachándose,
aniñándose.
Después de la anécdota, la reflexión…
«Hay que acercarse a esa página evangélica: aniñándose. (Aniñándose, no abobándose. Porque en la historia de la Iglesia siempre han llamado bobos a los santos y santos a los bobos). Belén es un lugar no apto para mayores, una auténtica fiesta de locos».
(José Luis Martín Descalzo).
CAUSA DE NUESTRA ALEGRÍA.
Cuenta Chesterton que un día frío y de niebla viajaba en un ómnibus con bastantes pasajeros. Todos iban sombríos, callados y aburridos. En una parada del camino subió una madre joven llevando en sus brazos un precioso niño. La madre era tan simpática, el niño tan gracioso y la comunicación entre ambos tan alegre, que la alegría se fue contagiando por todo el autobús. Al poco rato todos los pasajeros hablaban y reían y la alegría llenaba el ambiente.
Y comenta el mismo Chesterton:
«En el viaje de la humanidad por este mundo todo era tristeza y aburrimiento. Pero un día subió al carro de la vida una Madre con un precioso Niño: fue un 25 de diciembre. Jesús apareció en esta tierra en brazos de su Madre, María, y lo cambió todo».
Sigue a esta anécdota un breve e incisivo comentario…
Desde entonces la alegría renació en la humanidad. María trajo a nuestro planeta al Único capaz de alejar nuestras tristezas; al Único capaz de dar sentido a cada paso de nuestra existencia. Por eso la llamamos «causa de nuestra alegría».
Cuanto más la metamos en el autobús de nuestra propia vida, más nos contagiará su felicidad.
Agustín Filgueiras
Cuentan las biografías de Gandhi que el Mahatma, aun siendo como era hinduista, admiraba y amaba apasionadamente a Cristo.
Pero tenía una impresión bastante menos buena de los cristianos. Una tarde hablaba del cristianismo a sus discípulos sentado a la vera de un río y, de repente, Gandhi interrumpió su discurso, se levantó, entró en el río, tomó de su fondo un guijarro y se lo mostró aún chorreante a sus oyentes. Después con otra piedra partió el guijarro en dos y mostró a sus discípulos que su interior estaba seco. “Así –les dijo- le ocurre a Occidente. Lleva dos mil años bañado por la doctrina de Cristo, pero aunque esta doctrina ha pasado y pasado sobre su piel, por dentro está seco, por dentro no es cristiano”.
Luego Gandhi siguió hablando del nacimiento de Cristo y dijo esta frase terrible: “Cuando oigo cantar “gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres” me pregunto dónde se da hoy verdaderamente gloria a Dios y dónde hay hombres en paz. Mientras sigamos llamando paz al hambre insaciada de muchos y mientras no hayamos desarraigado de nuestro mundo la violencia. Cristo no habrá terminado de nacer”
Y aún añadió otra frase que desde hace muchos años me hace a mí temblar: “Me gustaría preguntarles a los cristianos qué han hecho de la Navidad”.
Tomado de P. Juan Jáuregui
CHISTES
UN EMBAJADOR GOLOSO
Cuentan que, un embajador británico frente a Estados Unidos, tomó posesión de su cargo en Washinton a mediados de diciembre, y, recién llegado, un periodista norteamericano le preguntó:
– ¿Qué regalo le gustaría por Navidad, Embajador?
El contestó ni corto ni perezoso:
– una cajita de bombones americanos estaría muy bien
Puedo imaginarme la cara que se le puso al embajador novato cuando, el día de Navidad pudo oir a través de la radio:
Hemos preguntado a varios embajadores qué preferirían como regalo de Navidad.
La respuesta del embajador alemán fue: «Una generación de paz para todo el mundo».
La del embajador francés «Amor y fraternidad entre las naciones».
El enviado del Reino Unido contestó: «Bueno, una cajita de bombones americanos estaría muy bien»
SANTA CLAUS SEGÚN LA FÍSICA
¿Existe Santa Claus?
Bien, pues aquí tenéis una explicación que creo que convencerá a los pequeños.
Teniendo en cuenta que los niños de ahora no se conforman con cualquier cosa, por fin se puede dar una respuesta científica, o bien mentir como siempre, pero sabiéndo qué es lo que ocultamos.
He aquí el resultado del reciente estudio científico: Física tradicional
1. Ninguna especie conocida de reno puede volar. No obstante, existen 300.000 especies de organismos vivos pendientes de clasificación y, si bien la mayoría de ellas son insectos y gérmenes, no es posible descartar completamente la posible existencia entre ellas del reno volador que sólo Santa Claus conoce.
2. Hay unos 2.000 millones de niños (considerando únicamente a las personas con menos de 18 años) en el mundo. Pero dado que Santa Claus no parece que se ocupe de los niños musulmanes, hindúes, judíos y budistas, la cifra se reduce a un 15% del total (unos 378 millones, según las estadísticas mundiales de población).
Según estas estadísticas, se puede calcular una media de 3,5 niños por hogar, por lo que estamos hablando de unos 91,8 millones de hogares (suponiendo que en cada uno de ellos, haya al menos un niño que se haya portado bien).
3. Santa Claus dispone de 31 horas en Nochebuena para realizar su trabajo, gracias a los diferentes husos horarios y a la rotación de la Tierra (se supone que viaja de este a oeste, lo cual parece lógico). Esto supone 822,6 visitas por segundo. En otras palabras, en cada hogar cristiano con niño bueno, Santa Claus tiene 1 milésima de segundo para aparcar, salir del trineo, bajar por la chimenea, llenar los calcetines, repartir los demás regalos bajo el árbol, comerse lo que le hayan dejado, trepar otra vez por la chimenea, subir al trineo y marchar hacia la siguiente casa. Suponiendo que cada una de estas 91,8 millones de paradas esté distribuida uniformemente sobre la superficie de la Tierra (lo cual es falso, pero puede valer como aproximación para los cálculos), hay 1,2 km entre casa y casa. Esto da un recorrido total de 110 millones de km, sin contar lo necesario para las paradas y hacer lo que cada uno de nosotros haría al menos una vez en 31 horas. Se deduce de ello que el trineo de Santa Claus se mueve a unos 1.000 km/s, 3.000 veces la velocidad del sonido. Como comparación, el vehículo fabricado por el hombre que mayor velocidad alcanza, la sonda espacial Ulises, se mueve a unos míseros 43 km/s. Un reno convencional puede correr a una velocidad punta de unos 24 km/h.
4. La carga del trineo añade otro elemento interesante al estudio. Suponiendo que a cada niño sólo se lleve un REGALO de tamaño mediano (0,9 kg), el trineo transporta unas 321.300 toneladas, sin contar a Santa Claus, a quien siempre se le describe como bastante rellenito. En la tierra, un reno convencional no es capaz de transportar más allá de 150 kg. 5. 5.353.000 toneladas viajando a 1.000 km/s crean una resistencia aerodinámica enorme, que provocará un calentamiento de los renos similar al que sufre una nave espacial en su reentrada a la atmósfera terrestre. La pareja de renos que vaya a la cabeza absorberá 1 trillón de julios de energía por segundo, cada uno. En pocas palabras, se incendiarán y consumirán casi al instante, quedando expuesta la pareja de renos posterior. También se originarán unas ondas sonoras ensordecedoras en este proceso. EI tiro de renos al completo se vaporizará en 4,26 milésimas de segundo. Santa Claus, mientras tanto, sufrirá unas fuerzas centrífugas 17.500,06 veces superiores a las de la gravedad. Santa Claus pesará 120 kg (lo cual es incluso demasiado delgado), sería aplastado contra la parte posterior del trineo con una fuerza de más de 2 millones de kg. Por consiguiente, si Santa Claus existió alguna vez y llevó los regalos a los niños en Navidad, ahora está muerto.
FÍSICA CUÁNTICA Si respondemos lo anterior a un niño cuando nos pregunte por la existencia de Santa Claus (o bien lo deduce por sí mismo), el niño puede llevarse una desilusión tremenda. Por suerte, hay una contraexplicación que puede sernos útil en este caso: el análisis anterior, basado en leyes de la Física clásica, presenta un fallo importante, puesto que no considera los fenómenos cuánticos, que son bastante significativos en este caso particular.
Tomado de Anecdonet
POEMA
ALMA, BUSCARTE HAS EN MÍ
Alma, buscarte has en Mí,
y a Mí buscarme has en ti.
De tal suerte pudo amor,
alma, en mí te retratar,
que ningún sabio pintor
supiera con tal primor
tal imagen estampar.
Fuiste por amor criada
hermosa, bella, y así
en mis entrañas pintada,
si te perdieres, mi amada,
Alma, buscarte has en Mí.
Que yo sé que te hallarás
en mi pecho retratada,
y tan al vivo sacada,
que si te ves te holgarás,
viéndote tan bien pintada.
Y si acaso no supieres
dónde me hallarás a Mí,
No andes de aquí para allí,
sino, si hallarme quisieres,
a Mí buscarme has en ti.
Porque tú eres mi aposento,
eres mi casa y morada,
y así llamo en cualquier tiempo,
si hallo en tu pensamiento
estar la puerta cerrada.
Fuera de ti no hay buscarme,
porque para hallarme a Mí,
bastará sólo llamarme,
que a ti iré sin tardarme
y a Mí buscarme has en ti.
Santa Teresa de Ávila
Las pajas del pesebre
Las pajas del pesebre,
niño de Belén,
hoy son flores y rosas,
mañana serán hiel.
Lloráis entre las pajas
de frío que tenéis,
hermoso niño mío,
y de calor también.
Dormid, cordero santo,
mi vida, no lloréis,
que si os escucha el lobo,
vendrá por vos, mi bien.
Dormid entre las pajas,
que aunque frías las veis,
hoy son flores y rosas,
mañana serán hiel.
Las que para abrigaros
tan blandas hoy se ven
serán mañana espinas
en corona cruel.
Mas no quiero deciros,
aunque vos lo sabéis,
palabras de pesar
en días de placer.
Que aunque tan grandes deudas
en paja cobréis,
hoy son flores y rosas,
mañana serán hiel.
Dejad el tierno llanto,
divino Emanüel,
que perlas entre pajas
se pierden sin por qué.
No piense vuestra madre
que ya Jerusalén
previene sus dolores,
y llore con Joseph.
Que aunque pajas no sean
corona para Rey,
hoy son flores y rosas,
mañana serán hiel.
Lope de Vega
ORACIÓN
Y ésta es mi oración: que venga también ahora la Palabra del Señor a quienes le esperamos en silencio; que escuchemos lo que el Señor Dios nos dice en nuestro interior. Callen las pasiones carnales y el estrépito inoportuno; callen también las fantasías de la loca imaginación, para poder escuchar atentamente lo que nos dice el Espíritu, para escuchar la voz que nos viene de lo alto. Pues nos habla continuamente con el Espíritu de vida y se hace voz sobre el firmamento que se cierne sobre el ápice de nuestro espíritu; pero nosotros, que tenemos la atención fija en otra parte, no escuchamos al Espíritu que nos habla.
Julián de Vézelay, monje benedictino Sermón 1 sobre la Navidad: SC 192, 45.52.60.
CANTO
Villancico 2022 | Estoy aquí – Coro de Tajamar Amanda Digón
Athenas – Niño Dios
Verónica Sanfilippo – Ha Traído la Esperanza
En Un Establo