CITAS
“No es el filósofo el que sabe dónde está el tesoro
sino el que trabaja y lo saca”.
Francisco de Quevedo
San Agustín: No somos capaces de llegar a poseerla (la perla), si no es consiguiendo nuestra liberación mediante el desprecio de todo lo temporal que poseemos. Vendiendo todas nuestras cosas, ningún precio mayor recibimos por ellas que a nosotros mismos. Cuestiones sobre el Evangelio de san Mateo: Cuestión 12. [13, 13,45-46]
Santa Teresita: «Después de haber dado todas mis riquezas, estimo, como la esposa del Cantar, no haber dado nada. Comprendo que lo único que puede tornarnos gratos a Dios es el amor, que este es el único bien que ambiciono» Historia de un alma
San Josemaría, Quien entiende el reino que Cristo propone advierte que vale la pena jugarse todo para conseguirlo… el reino de los cielos es una conquista difícil: nadie está seguro de alcanzarlo, pero el clamor humilde del hombre arrepentido logra que se abran sus puertas de par en par (Es Cristo que pasa, n. 180).
Benedicto XVI, Quien elige a Jesús encuentra el tesoro mayor, la perla preciosa, que da valor a todo lo demás, porque Él es la Sabiduría divina encarnada que vino al mundo para que la humanidad tenga vida en abundancia. Y quien acoge la bondad, la belleza y la verdad superiores de Cristo, en quien habita toda la plenitud de Dios, entra con Él en su reino, donde los criterios de valor de este mundo ya no cuentan e incluso quedan completamente invertidos (Homilía 6.V.2006).
SS. Francisco, Buscar a Jesús, encontrar a Jesús: ¡este es el gran tesoro! Ángelus(27-07-2014)
Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría (cf. Exort. ap. Evangelii gaudium , 1).
Fray Marcos, El tesoro es el mismo Dios presente en cada uno de nosotros. Es la verdadera Realidad que soy, y que son todas los demás. Lo que hay de Dios en mí es el fundamento de todos los valores. En cuanto las religiones olvidan esto, se convierten en ideologías esclavizantes.
P. Félix Jiménez, “El reino de Dios viene en pulgadas y debemos aprender a celebrar cada pequeño atisbo que podamos encontrar”.
Paulo Coelho Cuando buscamos el tesoro, nos damos cuenta de que el camino es el propio tesoro. «El Alquimista» (1988),
Leonardo da Vinci, El renombre del rico termina con su vida; se recuerda el tesoro, pero no al atesorador. Muy otra es la gloria de la virtud de los mortales que la de sus tesoros.
Rainiero Cantalamessa, Hay que haber encontrado primero a Jesús, de manera nueva, personal, convencida. Haberle descubierto como propio amigo y salvador. Después será cuestión de broma vender todo. Se hará «llenos de alegría» como aquel hombre del que habla el Evangelio.
José Antonio Pagola, «El Reino de Dios, tal como Él lo presentaba, tenía que ser algo muy sencillo, al alcance de aquellas gentes. Algo muy concreto y bueno que entendían hasta los más ignorantes: lo primero para Jesús es la vida de la gente, no la religión» ()
Voltaire «Buscamos la felicidad, pero sin saber dónde, como los borrachos buscan su casa, sabiendo que tienen una».
CONTOS
Después de una antigua leyenda, el rey Salomón tenía que tomar una decisión muy importante. Reunió a todas las criaturas existentes para que le aconsejaran.
Salomón tenía en la mano una hermosa copa que estaba llena del agua de la vida para siempre. El que bebiera de esa agua no moriría, viviría siempre.
Todas las criaturas estaban de acuerdo en que el rey debería beberla. Todas a coro dijeron: Bebe. Ay rey Y vive siempre.
Salomón preguntó si todas estaban presentes y le dijeron que la paloma no había llegado.
Cuando llegó la paloma, Salomón le preguntó su opinión y ésta le dijo: Señor, si mi compañero muere yo también debo morir. ¿De qué me serviría vivir siempre y ser inmortal si todos mueren y muere todo lo que yo amo?
Escuchado el consejo de la paloma, Salomón derramó el agua de la vida sin fin y no la probó.
Tomado de P. Félix Jiménez
Cuando los dioses crearon al hombre, pusieron en él algo de su divinidad, pero el hombre hizo un mal uso de esa divinidad y decidieron quitársela. Se reunieron en gran asamblea para ver donde podían esconder ese tesoro. Uno dijo: pongámoslo en la cima de la montaña más alta. Pero otro dijo: No,que terminará escalándola y dará con él. Otro dijo: lo pondremos en lo más hondo delocéano. Alguien respondió: No, que terminará bajando y la descubrirá. Al fin dijo uno:
¡Ya sé dónde lo pondremos! La colocaremos en su corazón. Allí nunca lo buscará.
Tomado de P. Fray Marcos
EL COLLAR DE PERLAS
Teresa era una linda niña de cinco años de ojos relucientes. Un día mientras ella con su mamá visitaban la tienda, Teresa vio un collar de perlas de plástico que costaba 2.50 dólares. ¡Cuánto deseaba poseerlo! Preguntó a su mamá si se lo compraría, y su mamá le dijo: Hagamos un trato, yo te compraré el collar y cuando lleguemos a casa haremos una lista de tareas que podrás realizar para pagar el collar, ¿está bien? Teresa estuvo de acuerdo, y su mamá le compró el collar de perlas.
Teresa trabajó con tesón todos los días para cumplir con sus tareas. En poco tiempo Teresa canceló su deuda. ¡Teresa amaba sus perlas! Ella las llevaba puestas a todas partes: al kinder, a la cama, y cuando salía con su mamá.
Teresa tenía un padre que la quería muchísimo. Cuando Teresa iba a su cama, él se levantaba de su sillón favorito para leerle su cuento preferido. Una noche, cuando terminó el cuento, le dijo: «Teresa, ¿tú me quieres?», «¡OH!, sí papá». «Entonces, regálame tus perlas,» le pidió él. «¡OH, papá! No mis perlas,» dijo Teresa. «Pero te doy a Rosita, mi muñeca favorita. ¿La recuerdas?, tú me la regalaste el año pasado para mi cumpleaños. Y te doy su ajuar también, ¿está bien, papá?», «¡OH!, no hijita, está bien, no importa», dándole un beso en la mejilla. «Buenas noches, pequeña».
Una semana después, nuevamente su papá le preguntó al terminar el diario cuento: «Teresa, ¿tú me quieres?», «¡OH, sí papá, ¡tú sabes que te quiero!», le dijo ella. «Entonces regálame tus perlas». «¡OH, papá! No mis perlas; pero te doy a Lazos, mi caballo de juguete. Es mi favorito, su pelo es tan suave y tú puedes jugar con él y hacerle trencitas». «¡OH!, no hijita, está bien,» le dijo su papá en la mejilla, «Felices sueños.»
Algunos días después, cuando el papá de Teresa entró a su dormitorio para leerle un cuento, Teresa estaba sentada en su cama y le temblaban los labios. «Toma papá» dijo, y estiró su mano. La abrió y en su interior estaba su tan querido collar, el cual entregó a su padre. Con una mano él tomó las perlas de plástico y con la otra extrajo de su bolsillo una cajita de terciopelo azul. Dentro de la cajita había unas hermosas perlas genuinas. Él las había tenido todo este tiempo, esperando que Teresa renunciara a la baratija para poder darle la pieza de valor.
Y así es también con nuestro Padre Celestial. Él está esperando que renunciemos a las cosas sin valor en nuestras vidas para darnos preciosos tesoros. ¿No es bueno el Señor? Esto me hace pensar las cosas a las cuales me aferro y me pregunto: ¿qué es lo que Dios me quiere dar en su lugar?
Y a ti… ¿qué te dice el Señor?:
ANÉCDOTA
“PAGA DEMASIADO POR SU SILBATO”.
Cuando Benjamín Franklin tenía siete años, un amigo le dio algo de cambio. Más tarde vio a otro niño jugando con un silbato y le dio todo su dinero por él. Disfrutaba tocar el silbato hasta que se dio cuenta de que había dado cuatro veces más de lo que valía el silbato.
Más adelante en la vida, cuando Franklin vio a un hombre que descuidaba a su familia por negocios o a un hombre que renunciaba a una amistad por el bien de acumular riqueza, decía: “Paga demasiado por su silbato”.
CHISTE
– Ayer llamé a la policía porque unos ladrones robaron en mi casa y se llevaron mis joyas de oro, mis perlas,…por llevar, se llevaron hasta los vasos.
– ¿Y los detuvo?
-Sí, sí, los de tubo también.
ORACIÓN
«TARDE TE AMÉ»
¡ Tarde te amé,
hermosura tan antigua y tan nueva,
tarde te amé!
Tú estabas dentro de mí, y yo fuera,
y por fuera te buscaba, y deforme como era
me lanzaba sobre las cosas hermosas por Ti creadas.
Tú estabas conmigo,
y yo no estaba contigo.
Me retenían lejos de Ti todas las cosas,
aunque, si no estuviesen en Ti, nada serían.
Llamaste y clamaste,
y rompiste mi sordera.
Brillaste y resplandeciste,
y pusiste en fuga mi ceguera.
Exhalaste tu perfume,
y respiré,
y suspiro por Ti.
Gusté de Ti,
y siento hambre y sed.
Me tocaste,
y me abrazó tu paz.
san Agustín
SALMO PARA DAR LA VIDA
Señor, dame la valentía
de arriesgar la vida por ti,
el gozo desbordante
de gastarme en tu servicio.
Dame, Señor, alas para volar
y pies para caminar
al paso de los hombres.
Entrega, Señor, entrega
para «dar la vida»
desde la vida,
la de cada día.
Infúndenos, Señor,
el deseo de darnos y entregarnos,
de dejar la vida
en el servicio a los débiles.
Señor, haznos constructores de tu vida,
propagadores de tu reino,
ayúdanos a poner la tienda en medio de los hombres
para llevarles el tesoro
de tu amor que salva.
Haznos, Señor, dóciles a tu Espíritu
para ser conducidos
a dar la vida desde la cruz,
desde la vida que brota
cuando el grano muere en el surco.
Tomado de pastporalsj
MEDITACIÓN
Si pierdes a Dios y no entonas un llanto total,
es que nunca lo gozaste.
Si pierdes a Dios y no te quedas sin manos,
es que nunca lo palpaste.
Si pierdes a Dios y no se pinchan tus ruedas,
es que nunca lo llevaste.
Si pierdes a Dios y no se borran tus libros,
es que nunca lo supiste.
Si pierdes a Dios y no te roban el aire,
es que nunca lo aspiraste.
Si pierdes a Dios y no te quitan el corazón,
es que nunca lo quisiste.
Si pierdes a Dios y no te cortan la cabeza,
es que nunca lo pensaste.
Si pierdes a Dios y no te condenas a muerte,
es que nunca lo viviste.
Si pierdes a Dios y no te pierdes a ti,
es que nunca lo tuviste.
Si pierdes a Dios y no ser no se hace búsqueda,
es que nunca lo encostraste.
Si encuentras a Dios,
venderás tus acciones para comprar la Banca.
Si encuentras a Dios,
en todos los caminos anticiparás la meta.
Si encuentras a Dios,
en cada gota descubrirás el mar.
Si encuentras a Dios,
en cada hombre se asomarán los hombres.
Si encuentras a Dios, en cada cerilla se encenderá el sol.
Si encuentras a Dios,
en cada tumba florecerá una cuna.
Si encuentras a Dios,
en la entrega de ti mismo encontrarás tu riqueza.
Si encuentras a Dios,
lucharás para que el sol lo miren todos los ojos
Si encuentras a Dios,
tus tesoros los adquirirán los otros.
Si encuentras a Dios,
tu casa será la casa del pueblo.
Si encuentras a Dios,
te desprenderás de tus perlas para adquirir hermanos.
Si encuentras a Dios,
te venderás a ti mismo por el gozo de tenerlo.
Si encuentras a Dios,
te encontrarás a ti mismo.
Si encuentras a Dios,
todo y todos estarán en ti.
Si encuentras a Dios, serás encuentro y amor.
Si encuentras a Dios, ya siempre lo querrás buscar.
Tomado de Juan Sánchez Trujillo
LA VERDADERA RIQUEZA
Si hubiera un banco que te acreditara en tu cuenta 86.400 monedas cada mañana, que no transfiriera el saldo disponible de un día al siguiente, que no te permitiera conservar efectivo y, al final del día, cancelara la parte de esa cantidad que no hubieras usado… ¿Qué harías?
Por supuesto, sacar cada día hasta el último céntimo y aprovechar todo el dinero.
Pues bien, tal banco existe y se llama TIEMPO.
Cada día te acredita 86.400 segundos y cada noche da por perdidos cuantos hayas dejado de emplear provechosamente.
Nunca trasfiere saldos, ni permite que los acumules.
Cuando no usas lo disponible ese día, el único que pierde eres tú.
No existe recuperación de fondos y tampoco es posible girar cheques sobre el mañana.
¡De cada persona depende invertir este precioso caudal de horas, minutos y segundos para obtener los máximos dividendos en cuanto a salud, felicidad y éxito!
San Francisco de Asis decía: «Yo necesito pocas cosas y las pocas que necesito, las necesito poco».
¡Aprovecha bien tu valioso tiempo!
Web católico de Javier
Frases célebres sobre el dinero
La riqueza es inofensiva, pero no ser capaz de renunciar a ella es mortífero.
La vida es trágica para los que tienen mucho de qué vivir y nada por lo que vivir.
La riqueza no consiste en tener muchas posesiones, sino en tener pocas necesidades. (Epicuro)
Es mejor tener el banco en el Cielo que tener el cielo en el banco.
Con dinero se compra:
Una cama PERO NO el sueño.
Libros PERO NO inteligencia.
Comida PERO NO apetito.
Adornos PERO NO belleza.
Una casa PERO NO un hogar.
Medicinas PERO NO salud.
Lujos PERO NO cultura.
Diversión PERO NO felicidad.
Un crucifijo PERO NO un Salvador.
Un banco de iglesia PERO NO el Cielo.
Lo que evita que un hombre vaya al Cielo no es que posea riquezas, sino que las riquezas lo posean a él.
Da una mala inclinación a la persona querer ser rico, grande y respetado en este mundo en que su Señor fue pobre, humilde y despreciado. (George Muller)
Si tu tesoro está en la tierra, lo vas a abandonar; si está en el Cielo, te lo han de entregar.
Por lo que verdaderamente se mide a un hombre es por cuánto valdría si perdiera todo su dinero.
Se informó que once millonarios se ahogaron en el Titanic. El comandante A.H. Peuchen dejó 300.000 dólares en efectivo, joyas y valores en una caja fuerte de su camarote. «En ese momento el dinero me pareció una ridiculez», dijo más tarde. «En su lugar me llevé tres naranjas.»
La peor pobreza es la del hombre que tiene más de lo que necesita pero le parece que no tiene bastante.
Poseer dinero está muy bien; puede ser muy útil. Pero estar poseído por él es estar poseído por un diablo, y un diablo de los peores y más dañinos.
Es duro ser pobre… aunque no tan malo como estar endeudado.
El carácter de una persona se somete a una prueba muy estricta cuando de repente gana o pierde una cantidad considerable de dinero.
A la persona verdaderamente piadosa no le interesa hacerse rica. Posee unos recursos interiores que le proporcionan unas riquezas mucho mayores que las que el mundo le puede ofrecer.
El tiempo y el dinero constituyen la carga más pesada en la vida, y los más infelices de los mortales son los que tienen tanto de alguno de los dos que no saben qué hacer con él. (Samuel Johnson)
Dios no nos da riquezas para que las guardemos, sino para que las distribuyamos.
El dinero también enferma el pensamiento, también enferma la fe y la hace andar por otro camino. (..) De ahí nacen las envidias, las peleas, las maledicencias, las malas sospechas, los conflictos de hombres de mente corrompida y privados de la verdad, que consideran la religión como una fuente de lucro. (Papa Francisco)
«¡El dinero corrompe! No hay escapatoria”. (Papa Francisco)
Web católico de Javier
CANTO
Verónica Sanfilippo / El tesoro más perfecto
Prefiero A Cristo Jesus Adrian Romero
LIVING – Mi Tesoro
Jon Carlo – La Perla Preciosa
VIDEO
Parábola de El Tesoro Escondido – Valivan