Algo mais no 3º Domingo de Pascua

CITA

San Antonio de Padua: Creo yo que hay cuatro razones por las que el Señor enseña a los apóstoles su costado, sus manos y sus pies. Primeramente, para dar pruebas de que, verdaderamente, había resucitado y así quitar de nosotros toda duda. En segundo lugar, para que «la paloma», es decir, la Iglesia o el alma fiel, ponga su nido en sus llagas, como «en las grietas de la roca» (Ct 2,14), y encuentre en ellas protección contra el gavilán que la acecha. En tercer lugar, para dejar impresas en nuestros corazones, como unas insignias, las marcas de la Pasión. En cuarto lugar, para prevenirnos y pedirnos que tengamos compasión de él y no le traspasemos de nuevo con los clavos de nuestros pecados. (Sermones para el domingo y fiestas de los santos)

San Gregorio Magno comenta que «el pez asado al fuego no significa otra cosa que la pasión de Jesús, Mediador entre Dios y los hombres. De hecho, él se dignó esconderse en las aguas de la raza humana, aceptó ser atrapado por el lazo de nuestra muerte y fue como colocado en el fuego por los dolores sufridos en el tiempo de la pasión» (Hom. in Evang XXIV, 5: ccl 141, Turnhout, 1999, p. 201).

Pablo VI: La paz del corazón es la felicidad auténtica. Ayuda a ser fuerte en la adversidad, mantiene la nobleza y la libertad de la persona, incluso en las situaciones más graves, es la tabla de salvación, la esperanza…en los momentos en que la desesperación parece vencernos…. Es el primer don del resucitado, el sacramento de un perdón que resucita (Jn 20,23). Catequesis, Audiencia General, 09-04-1975

Juan Pablo II, Y el sucesor de Pedro, peregrino en tierras españolas, os repite: España, siguiendo un pasado de valiente evangelización: ¡sé también hoy testigo de Jesucristo resucitado!. Homilía, 04-05-2003. Misa de Canonización. Plaza de Colón (Madrid)

Romano Guardini: «El Señor ha cambiado. Ya no vive como antes. Su existencia … no es comprensible. Sin embargo, es corpórea, incluye… todo lo que vivió; el destino que atravesó, su pasión y su muerte. Todo es realidad. Aunque haya cambiado, sigue siendo una realidad tangible» (Il Signore. Meditazioni sulla persona e la vita di N.S. Gesù Cristo, Milán 1949, p. 433).

San Ignacio de Loyola “Considerar cómo la Divinidad, que parecía esconderse en la pasión, parece y se muestra ahora tan milagrosamente en la santísima resurrección, por los verdaderos y santísimos efectos de ella” (Ejercicios Espirituales 223)

CONTO

Un catequista preguntó un día a un grupo de jóvenes que se preparaban para la confirmación: ¿cuál es la parte más importante de la misa?

Uno contestó: la parte más importante es el rito de despedida.

El catequista sorprendido le preguntó: ¿por qué dices eso? Y éste le respondió: la misa sirve para alimentarnos con la Palabra, el Cuerpo y la Sangre del Señor. La Misa comienza cuando termina. Salimos a la calle para hacer y decir lo que dijeron los discípulos de EMAUS. Hemos reconocido al Señor al partir el pan y está vivo y vive para siempre y para nosotros. “VOSOTROS SOIS TESTIGOS DE ESTO”. Tomado do P. FELIX JIMÉNEZ

ANÉCDOTA

Esta dimensión más profunda de la Pascua es particularmente sentida por nuestros hermanos ortodoxos. Para ellos la resurrección de Cristo es todo. En el tiempo pascual, cuando se encuentran a alguien le saludan diciendo: «¡Cristo ha resucitado!», y el otro responde: «¡En verdad ha resucitado!». Esta costumbre está tan enraizada en el pueblo que se cuenta esta anécdota ocurrida a comienzos de la revolución bolchevique. Se había organizado un debate público sobre la resurrección de Cristo. Primero había hablado el ateo, demoliendo para siempre, en su opinión, la fe de los cristianos en la resurrección. Al bajar, subió al estrado el sacerdote ortodoxo, quien debía hablar en defensa. El humilde pope miró a la multitud y dijo sencillamente: «¡Cristo ha resucitado!». Todos respondieron a coro, antes aún de pensar: «¡En verdad ha resucitado!». Y el sacerdote descendió en silencio del estrado.

Tomada del P. Rainiero Cantalamessa

CANTO

Yo creo en tu resurrección HERMANA GLENDA

Seréis mis testigos IGNACIO YEPES

Paz. SALOME ARRICIBITA

VIDEO

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